jueves, 11 de octubre de 2018

UNOS GAUCHITOS NADA GILES, UNA CLAVE EN LA LLUVIA, Y EL MILAGRO POSIBLE


...La ramita quebrada de un sauce, la baba de un caracol,
el rastro de cierta babosa: todas resultaban pistas ciertas
para su comprensión...”
MARÍA ESTHER DE MIGUEL
Jaque a Paysandú”

Deja pensando el libro de Orlando Van Bredam sobre el Gauchito Gil. En la literatura del autor, la vida de Antonio Gil está claramente inserta en los valores y las contradicciones de su época histórica, que es la época de las últimas batallas por el federalismo en Argentina y en Sudamérica, de las derrotas y de la frustración violenta que quedaron en carne viva. Retobado, justiciero o desertor según distintas versiones, la vida y la acción del Gauchito Gil se emparenta con la biografía de unos cuantos gauchos de nuestra macroregión litoraleña. Un Tomás Cóceres fue el Robin Hood del Montiel y de la Guerra contra el Brasil allá por 1827.


Unos cuantos gauchos nada giles se retobaron contra el Gral. Urquiza en la Revolución de Basualdo y de Toledo, cuando en 1865 el gran soñador empezaba a perder la memoria, y los quería obligar a suicidarse política y moralmente en la infame Guerra contra el Paraguay. Otros, se lo llevaron puesto al Jefe vendido en abril de 1870. Hay formas y formas de desertar de un régimen político injusto. Un Martín Fierro -castigado jordanista- desertó, y sumó después al Sargento Cruz, en su éxodo literario a las tolderías alternativas (1).

La diferencia tal vez resida en que Antonio Gil tuvo un verdugo que no sabía que hacer con su culpa: curar males con sangre de inocentes es una de las formas en que la conciencia del verdugo -o del pecador, o del desesperado- pueda expiar su falta y su culpa. ¿Es el verdugo, convertido en militante milagrero, una gran metáfora histórica y psicoanalítica de la contrición popular desorientada? ¿Qué nos quiere decir el pueblo con sus creencias y sus mitos, con las formas de su fe? ¿Qué batallas semióticas y simbólicas se juegan en las cabezas y los corazones del pueblo? ¿Qué significados históricos, políticos, culturales y psicológicos se atraviesan y se recombinan en el espíritu popular?.

Cristo y San Baltasar, el santo de nuestros negros -el santo cambá- y del Gauchito. San La Muerte y el Gauchito Gil juntos hoy en la devoción popular, que se expande ante la angustia y la precariedad política, económica y social. Todo el enorme y rico mestizaje afro, guaraní, (post)misionero, gaucho y popular condensado en ésta expresión de fe social, de religiosidad civil, para decirlo en términos de la filosofía comunitarista del derecho.

PATRIOTISMO POPULAR, TRAUMA Y RESILIENCIA

En 1754, los pueblos de las Misiones Jesuíticas de nuestro Litoral se rebelaron contra el acuerdo imperial entre españoles y portugueses, que truequeaba políticamente algunos de esos pueblos misioneros de la gobernación colonial rioplatense por la ciudad oriental de Colonia, ocupada en aquel tiempo por la administración lusitana, asentada en Brasil. Negociado de un Fondo Monetario Territorial, podríamos decir. Las guerras guaraníticas -guerras nativas, ya que hay que sumarle a los charrúas y minuanes aliados- y la resistencia popular a ese tratado pionero del entreguismo y la traición política, mostraron el coraje de caudillos como Sepé Tiarajú -hoy otro santo popular, y de los buenos-, que se anticipó en treinta años al patriotismo de Tupac Amarú y de Tupac Katarí, y en cuarenta, cincuenta y sesenta al de Touissant L´Overture, Jean Jacques Dessalines, Alexandre Pétion, José Artigas, Simón Bolívar y José San Martín.


Mural de Danúbio Gonçalves en el Memorial de la Epopeya Riograndense
Porto Alegre, Brasil, Batalla de Caibaté



El gran historiador entrerriano Julio Irazusta, expresó en su “Breve Historia de la Argentina” y como reflexión sobre ésta resistencia que, “como ocurriría otras veces más tarde, en el país independiente, el pueblo, en todos sus estamentos, se mostró más esclarecido que sus dirigentes”. Irazusta redondeó la idea en sus “Estudios Histórico-Políticos”, afirmando que “el elemento popular mostró hábitos mejores y erró menos que los jefes o las altas clases en cumplir sus deberes respectivos, en los varios siglos de existencia que se pueden atribuir a la comunidad argentina”. El pueblo rioplatense, remata el historiador de Gualeguaychú, “colonial e independiente, siempre fue más capaz de comprender los programas de engrandecimiento nacional que sus dirigentes de proponérselos, o de realizarlos por iniciativa propia” (2).

¿Qué nos está diciendo el pueblo con su fe resiliente en un gaucho retobado y en un santo -como San La Muerte- que algunos vinculan a la violenta injusticia contra un jesuita independiente?. ¿Cómo procesa nuestro pueblo sus sueños, sus sufrimientos y sus traumas? ¿Sabrá -algún día- el inconsciente colectivo que tiene una historia real de resistencia y una prefiguración ejemplar de autonomía y de justicia política en esa misma historia?.

¿UNA CLAVE EN FRANCÉS?

¿Por qué un negro está dispuesto a arriesgar la vida
por quienes lo desprecian y maltratan?”
FRANTZ FANON
Piel Negra, Máscaras Blancas”
"PEAU NOIRE MASQUES BLANCS"

En el relato de Van Bredam, una gringa hermosa y codiciada, sufre las peores vejaciones a manos de una partida comandada por un jefe sin escrúpulos y unos gauchos patoteros y degenerados. Antonio Gil era parte de ese grupo, pero en esa ocasión empezó a tomar distancia de la autoridad política y policial. El escritor nos dice que la mujer, en medio del desfallecimiento, recuerda -y comprende dramáticamente en ese momento- unos versos de Verlaine: “Il pleure sur la ville / comme il pleure sur mon coeur” (llueve sobre la ciudad, como llueve sobre mi corazón). Más adelante, Gil -convertido ya en el Gaucho popular- se encontrará con la dama en el lugar donde secuestran brutalmente al amor, al deseo y a la dignidad, y ella seguirá recordando de esa terrible noche sólo los versos de Verlaine.

Van Bredam, entrerriano radicado en Formosa, recupera en esta obra las mismas líneas que el gran Carlos Alberto Alvarez citó al introducirnos en su “Canción de la lluvia pobre”, bello poema del imprescindible libro “Donde el tiempo es árbol”. Alvarez cita a Verlaine a la inversa de Van Bredam, siendo fiel al original del francés: “Il pleut dans mon coeur / comme il pleut sur la ville”. Más allá del detalle, no ha de ser casualidad que estos dos escritores de nuestra tierra se hayan inspirado en esa poesía venida con el Atlántico. ¿No habrá un secreto o una clave entre sus líneas?.

El idioma francés, bien entendido y bien usado, ha aportado unas cuantas claves abiertas en la filosofía política de nuestra tierra y en las grandes luchas por la república, el federalismo, la igualdad real y el derecho constitucional. Allí están Alejo Peyret, el Alberdi historicista y los negros libertarios de Haití para atestiguarlo. Allí está la interpelación permanente de Frantz Fanon y de Aimé Cesaire, y aquí está hoy el gran federalista canadiense Charles Taylor con su notable aporte para pensar y proyectar una democracia comunitaria.

FORMAS DE LLOVER

...Porque, en cuanto el segundo milagro se desparramó por
la zona, todos comenzaron a visitar esa cruz de algarrobo
que con tanto esmero había hecho el verdugo...”
ORLANDO VAN BREDAM
Colgado de los tobillos.
La historia del Gauchito Gil”

El idioma francés ha sido parte de muchas batallas políticas y culturales en Nuestra América-Abya Yala, y en esa lengua Joseph Bové impulsó la Vía Campesina Internacional y Marie-Monique Robin denunció “El mundo según Monsanto”. Fue en esa lengua que el Presidente Macrón rechazó las ofertas libremercadistas de los papeloneros Macri, Bordet y Etchevehere, en enero de éste año, diciéndoles “no podemos hacer acuerdos que favorecen a un actor industrial o agrícola a miles de kilómetros, que tiene otro modelo social o medioambiental y que hace lo contrario a lo que nosotros imponemos a nuestros propios actores” (3).

Es cierto que el francés también fue pose burguesa de algunos, a los que se les frustró el proyecto político de un principado europeo centralizado en BsAs en 1815, después se les frustró una alianza con los invasores galos en 1838 y en 1845: un siglo más tarde, la patética frustración parecida de otros lo congeló en algún tango llorón. Sin ninguna pose, Saint Exupery creó El Principito, en buena parte inspirado en algunas cosas que lo maravillaron en el Parque San Carlos de Concordia.

¿Porqué nos sigue movilizando el melancólico existencialismo poético de Verlaine? ¿Será porque quisieramos disfrutar de la lluvia y se nos va la vida, y porqué el veneno agrotóxico, los anegamientos, los desbordes y las inundaciones impolíticas lo impiden?. Llueve sobre nuestros corazones y parece que no sabemos porqué, pero nos parece sólo porque no pensamos un poco, o no queremos pensar. Llueve sobre nuestras ciudades, y en algunas ya llueve veneno (4), porque las gotas de la lluvia se contaminan con el maldito glifosato y la maldita atrazina que están en el aire que respiramos. ¿Podremos hacer que las malas lluvias vuelvan a ser buenas lluvias?.

MILAGRO ESPIRITUAL Y MILAGRO POLÍTICO

...-El Señor no puso nada, Dolores. La mezquindad de
los hombres fue la que sembró de huevos la tierra.
-¿Es posible cambiar algo?
-Es posible, dijo él y se quedó pensativo y lejano
como siempre...”
ORLANDO VAN BREDAM
Colgado de los tobillos.
La historia del Gauchito Gil”

Un pueblo que no cree en serio en casi nada -o que dice que no cree-, le pide ayuda al Gauchito Gil. Y la devoción es grande. En un reportaje publicado por el diario El País de Madrid hace algún tiempo, un policía promesero y agradecido -porque quedó rengo y no sin piernas, después de una balacera- de la Provincia BsAs, que “sin un centavo a veces” peregrina igual al santuario correntino del santo popular, comenta que “aquí me encuentro con muchas personas a las que les tuve que leer sus derechos”, pero que “no pasa nada porque hoy somos todos devotos” (5).

¿Qué sentido tiene la fe popular frente a ésta conflictividad? Los derechos, ¿quedan sólo para ser leídos en voz alta, y después sálvese quien pueda? ¿Cuáles derechos son leídos? ¿Leemos derechos como parte de una fe política perdida y después vamos todos al santuario a esperar un milagro?. Hace algunos días, el sociólogo decolonial portugués, Boaventura de Sousa Santos afirmó críticamente que, “la gran mayoría de los hombres y las mujeres del mundo no son sujetos de derechos humanos, sólo son objetos de los discursos sobre derechos humanos”. ¿Hasta cuando la inocencia federal, de la que habla algún chamamé, va a seguir clamando al cielo por justicia, y no va a forjar ella misma más poder popular para lograr una justicia política real y concreta? (6).

Las formas de la fe popular se expanden por el territorio argentino y sudamericano con las migraciones internas, con los exilios laborales que una vez más empuja la necesidad en el marco de un capitalismo agresivo, apremiante, expulsor y macrocefálico, siempre alienantemente centralista. ¿Cuándo volveremos a ser pueblo retobado? ¿Cuándo volveremos a ser como el Gauchito Gil y como todos los demás gauchos rebeldes contra los poderosos? ¿Cuándo la indignación generará más contrapoder popular y más fuerza constituyente de soberanía en todas sus dimensiones?.

FE Y DERECHOS

...Todos los años regresaba para
mejorar ese recuerdo...”
ORLANDO VAN BREDAM
Colgado de los tobillos.
La historia del Gauchito Gil”

La filósofa contemporánea Hannah Arendt pensó y planteó el concepto de milagro en forma alternativa. Para Arendt, el sentido de la política es la realización de la libertad, y ese logro de la libertad lo piensa como un milagro concreto, como un milagro de la política en el sentido amplio y profundo de la misma. La posibilidad de la libertad, el milagro, surge con cada humano, está en cada humano, en sus relaciones con los demás, en lo que pueda hacer con los demás en ese sentido. Podemos pensar el concepto de milagro político, como producto de la acción colectiva y solidaria que apunta al bien común y la justicia, como acción autónoma y gestación de acontecimientos alternativos frente a todo lo que oprime esa libertad. La autora de “La Condición Humana” no subestimó el concepto de milagro: nos propuso un debate para ampliar su posibilidad y su sentido. Cada nuevo comienzo -en todos los órdenes- es por naturaleza un milagro vital (7).



¿No fueron las afirmaciones de Sepé y los suyos, del Gauchito Gil y de otros gauchos retobados, milagros políticos? ¿No son las distintas formas de organización popular, autónomas, cooperativas, autogestionadas, solidarias y soberanas, formas o prefiguraciones de milagros políticos de nuestra época? ¿Qué puede nacer con una lectura distinta de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestros mitos y de nuestra fe?.

¿Podremos integrar las distintas formas de la fe popular en una sociedad mejor, políticamente justa y democrática? ¿No es la fe, en todas sus formas, un derecho humano? ¿Es la fe un derecho humano obligada a reflexionar cuando empieza el derecho del otro, o la otra fe? ¿No debe ser el derecho algo más que una lectura burocrática? ¿Se puede vivir con fe pero sin derechos, sin justicia y sin democracia real? ¿Puede el derecho y la lucha política y social darle la espalda a la fe y a los valores?.

NUESTRAS LIBERTADES Y UNA FE COMÚN

En 1813, el artiguismo -ese gran milagro político- propuso “la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable” como principio instituyente del federalismo sudamericano. El vicepresidente socialista boliviano, Alvaro García Linera ha compilado algunos de sus valiosos y profundos trabajos con el título de “Hacia el Ayllu Universal”, y se sabe que los principios nativos del Buen Vivir están insertos hoy como intenciones constituyentes en las leyes máximas de Bolivia y Ecuador.

En estos días, hemos visto en las redes sociales a militantes del MTST de Brasil, el Movimiento de Trabajadores Sin Techo haciendo una jornada de lectura política comprometida del Evangelio cristiano: saludamos ese esfuerzo democrático para que la fe cristiana no vaya por el camino del fascismo. Es fundamental en nuestros días, tener la mayor claridad política y un renovado sentido pluralista y comunitario para enfrentar las dramáticas consecuencias que está generando el violento fracaso del liberalismo en todas sus formas.

Se trata, como pensó Alberdi hace unos ciento cincuenta años, del enorme desafío no resuelto de crear una fe común. El autor de las Bases no escapó de grandes errores y contradicciones de su época, pero dentro de sus grandes aciertos de reflexión histórica y política, puede subrayarse éste que desarrolló en su magistral “Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho”, y que Julio Irazusta supo rescatar. Dijo el tucumano, embajador en Europa de aquella Confederación Argentina con capital en Paraná:

“...Nosotros vivimos en medio de dos revoluciones inacabadas. Una nacional y política que cuenta veintisiete años -hoy diríamos doscientos ocho-, otra humana y social que principia donde muere la Edad Media, y cuenta trescientos años -ahora vamos para quinientos-. No se acabarán jamás, y todos los esfuerzos materiales no harán más que alejar su término si no acudimos al remedio verdadero: la creación de una fe común” (8).

Prof. Mauricio Castaldo
María Grande, Entre Ríos
Facebook: Mauricio Castaldo
Twitter: @castaldoedgar


Notas:

(1) ORLANDO VAN BREDAM, “Colgado de los tobillos. La historia del Gauchito Gil”, Paraná, La Hendija, 2016. La idea de una Revolución en el Arroyo Basualdo, en el norte entrerriano, es del dramaturgo jordanista FRANCISCO F. FERNÁNDEZ, quién la planteó en una nota para el periódico El Obrero Nacional de Paraná, el 6/3/1870. Está citada en la compilación “La Confederación. Un proyecto nacional olvidado”, de FERMÍN CHÁVEZ, BsAs, Cuadernos de Crisis, Julio de 1976, p.28. Sobre TOMÁS CÓCERES, nuestro apunte “Tomás Cóceres: el rebelde de María Grande contra la Entre Ríos rivadaviana”, en http://actividadentrerios.blogspot.com/2016/01/tomas-coceres-el-rebelde-de-maria.html

(2) Fue BERNARDO CANAL FEIJOO quién propuso estudiar y pensar “Burla, Credo y Culpa en la creación anónima” de nuestra tradición. Una buena introducción a Canal Feijoo por parte de GISELA FABBIAN, en http://www.boletindeestetica.com.ar/wp-content/uploads/Boletin-de-Estetica-N36.pdf. Sobre el concepto de religiosidad civil de Robert Bellah y una impecable introducción a la sociología comunitarista, ver HELENA BÉJAR MERINO, “Una época de frío moral. La sociología comunitarista de Robert N. Bellah”, en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=760552. La dialéctica histórica irazustiana, en JULIO IRAZUSTA, “Breve Historia de la Argentina”, BsAs, Independencia, 1981, p.43, y J.IRAZUSTA, “Escritos Histórico-Políticos”, BsAs, Dictio, 1973, pp.193-195.-

(3) El poema de CARLOS ALBERTO ALVAREZ en “Donde el tiempo es árbol”, BsAs, Colombo, 1963, p.35. El papelón de nuestros gobernantes, en LUISA CORRADINI, “Macrón puso un freno al acuerdo con la UE, pero siguen las negociaciones”, BsAs, La Nación, 26/1/2018, https://www.lanacion.com.ar/2104074-macron-puso-un-freno-al-acuerdo-con-la-ue-pero-siguen-las-negociaciones

(4) SILVANA BUJÁN, “Llueven tóxicos: Glifosato y atrazina en aguas de lluvia de la región pampeana”, en http://www.exactas.unlp.edu.ar/articulo/2015/2/9/lluvia_glifozato

(5) RAMIRO BARREIRO, “Gauchito Gil: el gran “santo” pagano argentino que reúne a 250.000 fieles”, diario El País, Madrid, 8/1/2017,

(6) Sobre SOUSA SANTOS, Clacso en Twitter

(7) Un análisis del concepto arendtiano de milagro, en

(8) Las Instrucciones del XIII, en http://www.chasque.net/vecinet/instru13.htm. Los estudios de GARCÍA LINERA, en http://bibliotecaindigena.esy.es/uncategorized/hacia-el-gran-ayllu-universal/. El twit del MTST (también difundido en Facebook) del 22/9/2018: “Hoje foi dia de atividade com a Frente Evangélica na Tenda do Largo, em Niteroi/RJ. O tema do estudo bíblico foi justiça e a luta por um mundo em que todos sejam tratados como iguais. A luta do MTST é por mais que moradia, é também por dignidade, direitos e igualdade!
A LUTA É PRA VALER!
”, ver https://twitter.com/mtst/status/1043607476254461952. El repaso de las ideas de Alberdi, en JULIO IRAZUSTA, “Ensayos Históricos”, BsAs, Eudeba, 1968, p. 137. El gran Fragmento Preliminar alberdino, en http://www.hacer.org/pdf/fragmento.pdf