domingo, 30 de junio de 2013

Del 'facebook' a las calles - Eduardo Lucita

Algo se rompió en el esquema de Brasil. Más de un millón de personas en casi 400 ciudades reclaman. ¿Que motiva las protestas sociales? ¿Que perspectivas tienen?


La oleada de primaveras sociales que iniciara en Túnez y Egipto, que se expresara en España y EEUU, que pocos días atrás la registráramos en Turquía ha llegado ahora a Brasil.
Llegó cuando nadie la esperaba, sin anunciarse. “Del facebook a las ruas” rezaba una pancarta que sintetiza el pasaje de la convocatoria a la acción directa. Una marea humana que inundó las principales ciudades de un país que, salvo las grandes movilizaciones reclamando ¡Directas Ya! para las presidenciales de principio de los '80 o exigiendo la renuncia de Collor de Melo en 1992, no registra mayores antecedentes en muchas décadas.
Se trata de grandes movilizaciones sociales en el país que nuestros neoliberales alaban como potencia emergente, como ejemplo de bajas tasas inflación, de tener fácil acceso a los mercados internacionales, de que le llueven los dólares, de que tiene reservas internacionales de enorme magnitud, de que ha sacado de la pobreza a 40 millones de personas para transformarlos en clase media. Conviene preguntarse ¿como definirán clase media? ¿Como explican lo que esta pasando allí?
Ampliación de derechos
La matriz de las movilizaciones que recorren el mundo es similar, tanto como las convocatorias por las redes sociales, sin embargo los elementos disparadores no son los mismos. El movimiento “Pase Libre” fue el impulsor de este proceso buscando revocar el aumento de 20 centavos de real en el precio del pasaje de autobus. ¡Y lo lograron! en San Pablo dieron marcha atrás con el aumento, demostrando que lo que parecía imposible era posible.
Pero no se quedan en ese triunfo, las demandas del movimiento van más allá. “Los 20 centavos fueron la gota que rebalsó el vaso, falta el resto” dicen. “El transporte para ser verdaderamente público debe ser accesible a todos, debe ser entendido como un derecho universal” gritan a los cuatro vientos. Una verdadera ampliación de derechos que se complementa con las exigencias de una mayor igualdad; de mejoras en los servicios públicos –transporte, salud, educación- con la reorientación social del gasto público –basta de infraestructuras faraónicas; de proteger la corruptela y del blindaje que los políticos brindan a los corruptos. También luchan contra dos proyectos de enmiendas constitucionales, las PEC 37 y 33. La primera saca las investigaciones por corrupción de la órbita del ministerio público y las coloca en la de la policía; la segunda busca limitar los derechos de los LGBT y la lucha por el aborto, impulsada por un grupo de diputados evangelistas que consideran a la homosexualidad una enfermedad curable...




El gobierno argentino, con un ojo en Brasil




ENTREVISTA A MATHEUS RANDO PRIES, 19 AÑOS, MILITANTE DEL MOVIMIENTO POR EL PASE LIBRE

“Queremos derribar las injusticias y la exclusión”

La chispa del MPL devino incendio. Detrás de los reclamos contra el aumento del colectivo y el metro vinieron las demandas por mejor salud pública, educación, el repudio a la represión, la corrupción y el derroche mundialista.


El despertar de Brasil: “El desafío ahora es saber crear un nuevo nosotros” - El Ciudadano






La democracia “representativa” vigente en Brasil se manifiesta en una alianza de la ultraderecha ruralista, la “centroderecha” del PMDB, la “centroizquierda” de partidos envilecidos menores como el PCdoB, y la “izquierda” del PT, juntos en un gobierno de coalición para aplicar un programa anti-popular impuesto por la dictadura del mercado. Cualquier semejanza del PT actual con el que protagonizó las luchas sindicales y anti dictatoriales, es pura fantasía.
Una respuesta muy oportuna
Era tal el convencimiento que el gobierno tenía de que habían desarticulado y desmovilizado a los movimientos populares por medio del consumismo, del clientelismo electoral y el asistencialismo social, que ante el levantamiento multitudinario se declararon “atónitos” y “perplejos”...

Rebelión - Leer

Protestan contra empresarios con un pie en suelo entrerriano

TIRSO FIOROTTO - UNO - 30/6


Cómo impacta la globalización con propietarios de industrias que alcanzan a decenas de países y disputan poder en el Estado más influyente del planeta pero encuentran resistencia en su suelo

Leyenda. “No al odio de los Koch en Los Ángeles”, expresan los carteles que portan los manifestantes.

LEYENDA. “NO AL ODIO DE LOS KOCH EN LOS ÁNGELES”, EXPRESAN LOS CARTELES QUE PORTAN LOS MANIFESTANTES.
Tirso Fiorotto/ De la Redacción de UNO
tfiorotto@unoentrerios.com.ar

Empresarios con fuertes intereses en la provincia de Entre Ríos aparecieron en estos días en los títulos principales de algunos medios de los Estados Unidos a raíz de una creciente protesta callejera contra su voluntad de comprar, precisamente, medios masivos como Los Ángeles Times. Los hermanos David y Charles Koch, considerados por la revista Forbes como los hombres más ricos del planeta junto a Bill Gates, Warren Buffet, Carlos Slim y los hermanos Walton (todos sin excepción ligados a la economía entrerriana), fueron el centro de las protestas que permitieron poner en escena su notable poderío logrado con dinero de sus industrias vinculadas a la química, el petróleo, el papel, los fertilizantes y las finanzas.

Los Koch son propietarios de la firma Resinas Concordia SRL, instalada en el Parque industrial de esa ciudad entrerriana, subsidiaria de Georgia Pacific (GP), de las industrias Koch. Allí, en Concordia, proveen resinas a Masisa, ligada al magnate suizo Stephan Schmidheiny, que hace pocas semanas fue condenado a 18 años de prisión en Turín acusado de provocar miles de muertos a través de la industria del asbesto o amianto.

Leyes antiinmigrantes 

Dicen en Chicago que no pocos habitantes de esta ciudad se manifestaron en contra de que el principal diario local, el Chicago Tribune, sea vendido al grupo empresarial de los hermanos Koch (en un paquete que podría incluir 23 estaciones de televisión, nueve periódicos regionales, incluyendo Los Angeles Times, y algunas estaciones de radio), pues consideran que se impondría a los medios una agenda neoconservadora y contraria a los inmigrantes mexicanos. Decenas de páginas de Internet acusan a los Koch de pronunciarse contra leyes sociales y a favor de una libertad irrestricta del mercado, a la vez que gestionar contra las normas ambientales aportando millones de dólares de su red de industrias.

Lo paradójico del caso es que estos hermanos Koch, Charles y David, se presenten en regiones sudamericanas como la provincia de Entre Ríos con el cándido nombre de “Resinas Concordia SRL” para hacer negocios y volcar luego sus dividendos en los lobbies para lograr leyes contrarias a los hermanos latinoamericanos.

Siete organizaciones de Chicago se manifestaron contra los Koch. “El pueblo necesita un periodismo independiente y objetivo en el que puedan confiar, no una propaganda liberal”, dijeron, y acusaron a los Koch de presionar para que se voten leyes contra los inmigrantes lo cual, de ser cierto, los haría repudiables en nuestra provincia argentina... 






sábado, 29 de junio de 2013

(Chile) Asamblea de movilizados: los estudiantes que quieren unirse a los trabajadores desde las bases


Una crónica desde la toma de la Casa Central de la Universidad de Chile da cuenta de las alianzas entre trabajadores y estudiantes:
 Es 18 de junio y en el salón de honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, tomada por sus estudiantes hace tres semanas, alrededor de 200 estudiantes provenientes de diversas universidades y colegios, y algunos dirigentes sindicales, realizan la tercera “asamblea de movilizados”, una instancia que busca “coordinar desde las bases a estudiantes y ahora a trabajadores”, según nos comenta Dauno Tótoro, miembro de la Secretaría de Unidad Obrero-Estudiantil (SECOE) de la Coordinadora de Estudiantes de Filosofía y Humanidades y militante de la Agrupación Combativa y Revolucionaria.  
La toma de la Casa Central de la Universidad de Chile, luego del brutal desalojo del pasado 13 de junio, ha pasado a estar en el centro de las preocupaciones del Gobierno, los diputados, los rectores universitarios y el alto mando de Carabineros. En este espacio, “de las tres sesiones de la asamblea, se han realizado dos”, comenta Dauno. “El próximo lunes 24 sesionaremos en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, tomada por sus estudiantes (…) Este año 2013 se abre una nueva perspectiva de movilizaciones nacionales por la educación gratuita y las demandas estudiantiles, pues se ha venido desarrollando un proceso de tomas de liceos y universidades, paralizaciones indefinidas, marchas masivas y enfrentamientos con la represión, que poco a poco comienzan a fortalecer la organización y movilización de los estudiantes, retomando los métodos de lucha que utilizamos el año 2011. Pero esta vez es diferente, ya que se abre la posibilidad de la entrada de sectores de la clase trabajadora a la escena. Esto lo vimos con las diversas huelgas se subcontratistas en Santiago, tanto de servicios como del sector público, con la enorme lucha de los trabajadores portuarios, de los contratistas del cobre y de las forestales. Es por eso que en la asamblea del pasado 18 de junio –señala Dauno- se resolvió crear una Comisión de Unidad Obrero-Estudiantil para invitar a trabajadores y dirigentes sindicales a una próxima asamblea, de tal manera de preparar ofensivamente la jornada de los portuarios convocada para el 26 de junio y el paro convocado por la CUT para el 11 de julio.”

Argentina:








La presidenta Dilma Rousseff tomó la iniciativa política al convocar el lunes 25, ante los 27 gobernadores y los 26 alcaldes de las capitales estatales, cinco pactos a favor de Brasil: responsabilidad fiscal, reforma política, salud, transporte público y educación. Propuso un plebiscito popular que autorice la convocatoria de una asamblea constituyente para encauzar la reforma política, que es el punto más polémico y más resistido por las instituciones. Aunque al día siguiente debió dar marcha atrás respecto de la constituyente, mantuvo la iniciativa, ya que las reformas se pueden encauzar por la vía parlamentaria.
El tiempo dirá si las reformas llegan a concretarse y, sobre todo, si alcanzan para colmar las expectativas de la población, molesta en particular por la corrupción y la desigualdad, viejos problemas brasileños que no han disminuido en la década que lleva gobernando el Partido de los Trabajadores. Por el momento, hay dos cosas que parecen evidentes: las instituciones siguen a la defensiva, pese a las iniciativas tomadas por la presidenta, y la calle sigue siendo el lugar elegido por buena parte de los jóvenes para hacerse escuchar.
Asustado por la persistencia de las movilizaciones, el Congreso archivó la propuesta de enmienda constitucional 37 (por 430 votos contra nueve), que promovía una reforma constitucional para retirar al Ministerio Público la posibilidad de realizar investigaciones criminales, que sólo podría hacer la policía, en un país donde sólo 11 por ciento de los crímenes comunes y 8 por ciento de los homicidios son resueltos. La propuesta de enmienda constitucional 37 levantó una oleada de protestas bajo el lema Brasil contra la impunidad. El mismo día la Cámara aprobó un proyecto que destina 75 por ciento de las regalías del petróleo a la educación y 25 por ciento a la salud. Hasta el momento se había registrado un pesado tironeo entre los diferentes estados para hacerse con las ganancias de una de las más prometedoras fuentes de ingresos del Estado, pero la calle logró convencerlos.
Las manifestaciones siguen y seguirán durante un tiempo. Pero empiezan a notarse cambios y diferenciaciones. En Sao Paulo el Movimiento Pase Libre (MPL) decidió marchar en las periferias urbanas, mientras grupos como Mudança Já (Cambios Ya), que no aceptan partidos y sólo hablan de la corrupción, tienden a concentrarse en el centro –enclave de las clases medias–, como analiza el sociólogo Rudá Ricci...

Rebelión - Leer

viernes, 28 de junio de 2013

(Chile) Unión de obreros y estudiantes: Video del Paro Nacional del 26 de junio



Más de 100 mil personas se congregaron en el centro de Santiago para manifestar  sus demandas unitarias y sectoriales a la luz del paro nacional convocado por trabajadores y estudiantes,  al que adhirieron miles y miles en todo Chile.
Esta movilización obrero estudiantil, que se desarrolló varias ciudades del país, contó con tres marchas en Santiago que confluyeron en un gran acto en Plaza Los Héroes. Los dirigentes sindicales y estudiantiles se expresaron sobre las demandas fundamentales del pueblo de chile: El fortalecimiento de la educación, la nacionalización de los recursos naturales y la creación de una Asamblea Constituyente. Como siempre, todo terminó con la violenta represión de parte de las fuerzas especiales.

Los estudiantes chilenos radicalizan las movilizaciones a días de las primarias

miércoles, 26 de junio de 2013

Barricadas bloquean calles en Chile en día de protesta estudiantil

Andrés Fielbaum
Santiago de Chile, 26 jun (PL) Diversos sectores de Santiago de Chile y Valparaíso amanecieron hoy bloqueados por barricadas, en el inicio de una jornada de manifestaciones a favor de una reforma educacional y a pocos días de las elecciones primarias.

Ver más imágenes en FotosPL

Grupos de jóvenes encapuchados encendieron fogatas y desplegaron lienzos y carteles con el reiterado reclamo de educación pública, gratuita y de calidad para todos.


Fuerzas especiales de la Policía de Carabineros lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua contra los manifestantes, quienes respondieron con piedras, palos y otros objetos.



En esta capital, la Unidad Operativa del Control del Tránsito reportó barricadas en una decena de intersecciones, las cuales obstruyeron el tráfico vehicular.



El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Andrés Fielbaum, declaró al canal público 24 Horas que el amanecer de barricadas "responde a un descontento que está muy arraigado en muchos sectores de la sociedad".



Para hoy está convocada una jornada nacional de movilización, con marchas y concentraciones en varias ciudades del país, en reclamo de una reforma educacional que permita el acceso a la enseñanza para todos los ciudadanos de manera gratuita.









No fue un “cacerolazo brasileiro” contra un gobierno progresista o de izquierda, como algunos que ven a Dilma aliada de Cristina se apresuran a clasificar. Tampoco una primavera árabe tropical, ni una protesta convencional por un aumento. Dejó a todos “aturdidos”, decían analistas en los medios.
Fue algo nuevo. Fue política. Fue grande. Con respeto de su singularidad digamos que más que cacerolazo destituyente hubo mucho de Que Se Vayan Todos contra un gobierno autista, alejado de la gente, un sistema de partidos allá en lo alto y que no presenta (¿más?) ninguna alternativa o causas para endosar desde abajo... Fueron movilizaciones con mucho abierto todavía, mucho por descubrir por la gente que ganó la calle después de mucho tiempo y que seguirá dándole sentido desde dentro.
El escenario donde ocurre: 15 mil millones gastados para organizar la copa del mundo en un país que continua teniendo decenas de millones de pobres, mala educación y salud, pésimo transporte y los bancos como mayores beneficiarios de todo el dinero que está entrando. No es un detalle el dato del Mundial… quizás los 30 mil millones de Belo Monte sean aún más escandalosos, pero la organización del mundial y olimpiadas trae al Brasil un clima de megalomanía y entusiasmo totalmente comercializado, chauvinista y imperial. Y en la calle de 11 ciudades, el 17 de junio, este delirio parecía estar siendo realmente cuestionado.
Un aumento de 20 centavos en el pasaje de colectivo y subte de San Pablo, y de otro tanto en el resto de las ciudades (decidido por cada gobierno) fue la chispa. “El pueblo despertó” cantaba la gente. “Venga a la calle contra el aumento” invitaban mientras circulaba sin rumbo pre-definido por la ciudad. En otra se le preguntaba a Dilma si Neymar valía más que la salud y la educación, no me acuerdo bien...

CHEMA BERRO, LUCIO TABAR, JOSE MARI GARCÍA BRESÓ, FERNANDO ARMENDÁRIZ, JESÚS VIANA E IÑAKI ARZOZ | BANATU TALDEA. INICIATIVA POR EL REPARTO

Reparto de trabajo: Una propuesta decrecentista

Reparto de trabajo. ¿Qué tiene este concepto que hace apenas unos meses sindicatos y partidos lo ignoraban y ahora se ha convertido en motivo de creativa disputa? Probablemente la constatación de que la extrema gravedad de la crisis y del paro desbocado (salvando espejismos estacionales) lo ha puesto por vez primera bajo los focos, como una alternativa de emergencia. Hasta el punto que hasta los mismos corresponsables del paro -así nuestro astuto Gobierno foral- lo rondan para manipularlo como saben hacer, confundiendo reparto de trabajo con reparto de miseria, trabajo digno con minijobs... La situación en Nafarroa es que apenas hace un par de meses los partidos de la oposición y los sindicatos se han lanzado a una carrera por diseñar y modular una medida ineludible, y hay que felicitarse por ello. En este esfuerzo conjunto y en algunas de las medidas que se han esbozado hallaremos las bases de una propuesta que sin duda ha de ser colectiva.
No obstante, desde Banatu. Iniciativa por el reparto (del trabajo y de la riqueza), siguiendo el enfoque decrecentista, queremos advertir que el reparto del trabajo no puede ser esa medida coyuntural y reversible para disimular las cifras del paro y beneficiar solo al empresariado, sino una pieza central del puzzle del nuevo paradigma del empleo para salir de la crisis. En este nuevo modelo, el objetivo es el cumplimiento del derecho a una vida digna, que contemple un trabajo retribuido con justicia, en el marco de una economía al servicio de las personas, que sustituya la competitividad por la utilidad social y la verdadera sostenibilidad ecológica que evite el colapso ecológico y energético. El reparto del trabajo se ha convertido en estos momentos en un imperativo ético inaplazable, cuya extensión ha de integrarse en el debate sobre la renta básica universal, el reparto del trabajo reproductivo o de cuidados y la revaloración del tiempo libre, dedicado al desarrollo personal y colectivo, a la familia, el cultivo de la amistad o la cultura y a la participación activa en la sociedad. Lo que podría resumirse en el lema: Trabajar (menos horas) para vivir mejor, no vivir para trabajar (y consumir).
Pero en Banatu el reparto de trabajo como medida estructural progresiva, que abre la expectativa a un estilo vital del «buen vivir», no nos hace olvidar la urgencia y la concreción que demandan los sectores más vulnerables que sufren el paro (jóvenes, mujeres, migrantes, mayores de 50 años, etc.), y por ello aportamos una propuesta que creemos razonable y practicable, siempre abierta a la discusión y la mejora: la semana laboral de 30 horas y su aplicación prioritaria en la Administración.
La reducción de la semana laboral a 30 horas efectivas (una cifra intermedia entre los extremos barajados hasta ahora, de 35 y 20 horas) en diferentes fórmulas flexibles (por cómputo de horas/días, días, semanas o meses), según las necesidades de los diferentes servicios y buscando siempre el acuerdo con los trabajadores. Los salarios correspondientes no seguirían la misma progresión que la reducción de la jornada, ya que esta debe ser una medida también para reducir la abusiva desigualdad en los abanicos salariales que se dan en la Administración, posibilitando que el reparto de trabajo signifique también reparto efectivo de la riqueza...

martes, 25 de junio de 2013

HIJOS DE UNA HISTORIA

No queríamos hacerlo, pero nos vemos obligados a realizar una corrección histórica, política y pedagógica a las sintomáticas palabras de la intendenta de Paraná, Blanca Osuna, ante la venida de la Presidenta de la República.

La intendenta empezó bien, recordando los pueblos nativos que habitaban esta tierra, pero rápida y sintomáticamente, derrapó, afirmando que "Somos hijos de laAsamblea del año XIII que reconoció ese 25 de junio como Villa de la Baxada de Paraná". La sobrevaloración de lo formal, lo instituído por el poder unitario en 1813 choca con nuestra historia profunda, que es la defensa de la soberanía entrerriana, el anticentralismo y el federalismo revolucionario, y éstos valores políticos se reafirmaron con las Instrucciones artiguistas del XIII, que fueron rechazadas por esa Asamblea que hoy sobrevaloró lamentablemente la intendenta.

La diagonal roja simbólica e interpelante de nuestra bandera nació como parte de la lucha contra la política centralista que esa asamblea del XIII y los poderes dominantes de esa época llevaban adelante. En todo caso, que se aclare que "los que son funcionales a la política central instituída son hijos de esa asamblea y de ese unitarismo".

Las palabras y la formación no son ingenuas. Insistimos en que el ideario artiguista vuelve y vuelve, pero por el otro lado, por el lado de los que luchan.


Mauricio  

"...Como no existe lectura inocente, digamos de cual lectura somos culpables..."
LOUIS ALTHUSSER
"Para leer El Capital"


En Paraná, Cristina criticó a la justicia y pidió “unidad a los argentinos” - AIM

Brasil movilizado: Pase libre a la participación política




“La revolución nace dentro de ti mismo”, dice –traducción mediante, una de las pancartas que llevan los jóvenes en las movilizaciones y que llamó la atención de uno de los manifestantes. Él –conmovido-, le tomó una foto y me lo comentó.
No es para menos, esas movilizaciones en sí mismas son conmovedoras, tal vez por lo infrecuentes en los años recientes, y sobre todo por su magnitud y grado de espontaneidad. Casi dos décadas de “calma” parecieron convencer al mundo y a los políticos brasileños, también los del PT, de que los brasileños/as se movilizaban masivamente y con tanto entusiasmo solo por el fútbol y el carnaval. Y así, el mito de que los partidos políticos son los dueños absolutos de la acción política, cobraba realidad en territorio carioca. Estaba a punto de arraigarse, cuando cientos de miles de ciudadanos, principalmente jóvenes de una ciudad, hicieron estallar las calles rechazando la suba del pasaje urbano. Pero esto era solo la punta de un iceberg que comenzaría a derramarse por innumerables ciudades del gigante país.
El llamado Movimiento Pase Libre se ha ampliado en las calles; se han diversificado l@s manifestantes y se ha ampliado la plataforma reivindicativa. Atrás de los reclamos inmediatos como los relativos al precio de los pasajes de buses urbanos, asoma lo político. La juventud emergente no quiere entregarle su presente y futuro a las grandes empresas petroleras, ni a la FIFA, ni a los congresistas. Exige a los gobernantes y parlamentarios que se hagan cargo de problemas sociales olvidados tras una silenciosa pero constante baja en la inversión social, que se expresa en el deterioro de la salud y la educación, en un caótico crecimiento urbano sin los servicios garantizados y de muchas otras formas. Por ello, cuando todo parecía brillar y marchar sobre ruedas, la juventud salió a increpar a “la razón política” imperante haciéndose oír en las calles.
Como ocurre en no pocas de las grandes movilizaciones políticas, grupos ajenos a los móviles de la convocatoria se infiltran buscando desvirtuar y manipular los reclamos en función de sus oscuros y mezquinos intereses elitistas conservadores. Con sus actos vandálicos, saqueos, provocaciones violentas, etc., alientan la represión contra los manifestantes. Es claro que sectores de derecha aspiran a la ira colectiva para transformar los reclamos sociales en movilizaciones antigubernamentales, anti petistas, ilusionados con aprovechar el descontento social para instalarse como favoritos para las elecciones del 2014, o al menos para tratar de llegar a la segunda vuelta. Algunos sueñan tal vez con dar cuerpo a un nuevo formato de “golpe ciudadano” que, obviamente luego encabezarían sus jefes de guante blanco. En realidad, esta es la natural actitud mezquina y sectorial que la derecha puede asumir ante una situación como esta; sorprendente sería una actitud contraria. Pero esto no puede empañar los hechos.
Los provocadores constituyen una minoría antidemocrática sin arraigo social, no representan el espíritu ni los contenidos de la marea humana que reclama en las calles. Su presencia en ella es pequeña, aunque muy potenciada por los medios de comunicación a su servicio en el espacio local e internacional, como puede observarse. Conclusión: La derecha existe y actúa, la lucha de clases existe, y estos acontecimientos son parte de la lucha política de clases con la modalidad en que ella existe y se desarrolla en este tiempo.
La ciudadanía movilizada en las calles recupera socialmente –de hecho la política, anquilosada en aparatos partidario-estatales-gubernamentales. Con su presencia multitudinaria l@s manifestantes expresan claramente: queremos participar. La juventud hace valer su derecho a ser protagonista de su tiempo y de su vida; quiere ser parte del sujeto político social y se moviliza en esa dirección. Esto marca la impronta política del presente: la participación popular desde abajo. Y por eso rebasan a los partidos políticos tradicionales de derecha, de centro, y también de la izquierda.
L@s manifestantes reaccionan contra la política del viejo formato partidario, y contra acomodados representantes alejados de la problemática de la ciudadanía. Van a manifestar frente al Congreso y ello no es una casualidad. Están cansad@s de que l@s parlamentari@s hayan transformado la política en una negociación entre bancadas para lograr acuerdos corporativos y así garantizar la “gobernabilidad”. No confían en ellos. La política es otra cosa dicen, y llevan razón.
Algunos observadores rechazan lo que ocurre porque dicen que nadie “los controla”, que “no hay dirección”. Pero eso es exactamente lo que está mostrando la juventud en las calles. Si sus demandas estuvieran cubiertas, si fueran escuchados, si hubiera canales para que participen en la toma de decisiones, no estarían en las calles. Participar es el anhelo que late en el corazón de los reclamos.
Con la instalación del conflicto social, la juventud movilizada reabre un tiempo político que parecía “superado” y ausente de la realidad brasileña. Estaba latente en los movimientos sociales, pero desarticulados en su analítica y orgánica no pudieron estructurar un quehacer político común. De cierta manera, muchos de estos actores también relegaron el quehacer político a los partidos de izquierda, imaginando algo así como una “asignación de roles” diferenciados y distribuidos entre movimientos y partidos, que cada uno debía respetar en aras de llevar una “convivencia armónica”.
Y esa lógica que asigna “roles” políticos y “roles” sociales para actores políticos y sociales respectivamente, no era (ni es) solo local. A través de la coordinación petista del Foro de Sao Paulo, a la usanza de la III Internacional, se irradiaba –al menos hasta ahora , como el formato único admisible para la relación entre partidos de izquierda-movimientos sociales, adaptando y actualizando así el viejo esquema de subordinación de los movimientos sociales a los partidos de izquierda (dominantes). Quien subordina no escucha, no pregunta, considera que “ya sabe” lo que hay que saber y, de un modo u otro, pretende que “los demás” escuchen y obedezcan.
La propuesta de interrelación horizontal entre partidos y movimientos apunta a transformar precisamente ese esquema. No es una forma organizativa sino un principio de igualdad para construir una interrelación dialogal entre actores-sujetos pares. Obviamente, este principio ha sido siempre subestimado y desestimado por los partidos de izquierda. Estos redujeron el planteamiento de horizontalidad a una cuestión morfológica y, sobre esa base, la desecharon calificándola de basista, espontaneísta, anarquista, etc.; todo, menos pensar en modificar las arcaicas morfologías partidarias acorde con la realidad de los sujetos político-sociales, con sus modalidades de existencia y organización, y con las tareas político-sociales-culturales que reclama la transformación raizal (desde abajo) de la sociedad capitalista en el presente. La horizontalidad no es un problema, sino la fragmentación, la sectorialización de las luchas y sus actores, y la transición defensiva de estos hacia grupos reivindicativos-corporativos.
Por mucho que los representantes de tales partidos evoquen a Lenin creador del partido revolucionario “de nuevo tipo”, pensado por él en virtud del sujeto, las condiciones y las tareas de su época , está claro que Lenin se espantaría al ver que, en más de un siglo, a pesar de los grandes cambios ocurridos en el sistema mundo bajo el dominio global del capital, las “vanguardias” de izquierda no modificaron los criterios básicos de su organización político-partidaria para que esta sea convergente con los sujetos, las tareas y las condiciones de transformación revolucionaria de las sociedades en el presente. Resulta casi ridículo decir esto, pero es parte de la realidad. Y ciertamente, constatar este anquilosamiento es más impactante aun en este continente, donde las luchas sociales y el quehacer político protagonizado por diversos movimientos sociales, indígenas, sindicales, urbanos y rurales, marcaron el rumbo y el camino de lo nuevo y –con ello , crearon también las condiciones para que la izquierda partidaria (tradicionalista) modificara sus conductas y posicionamientos políticos.
En estas tierras, con las luchas de partidos de izquierda, de movimientos indígenas y demás movimientos sociales, se han creado condiciones para convocar a un Foro político-social continental que articule partidos de izquierda y movimientos sociales. Pero no ocurre, pues para ello el conjunto de actores sociales y políticos tendría que articularse de modo horizontal, es decir, en pie de igualdad en tanto todos son integrantes del sujeto sociopolítico.
En este sentido, el desafío es construir un espacio horizontal de articulación-coordinación-conducción política de los actores sociopolíticos, dando pasos concretos que impulsen los procesos de conformación constitución del sujeto político colectivo, en cada país y también en el ámbito continental. Y esto poco y nada tiene que ver con la actual propuesta-invitación del Foro de Sao Paulo a los movimientos sociales para que se agrupen y constituyan “un capitulo” en el seno del Foro...








Stedile: Los últimos diez años de gobierno fueron de conciliación de clasesEntrevista con João Pedro Stedile :: "Hay una crisis urbana instalada en las ciudades brasileras provocada por esta etapa del capitalismo financiero"...El programa habitacional 'Mi casa, mi vida', empujó a los pobres para las periferias, sin condiciones de infraestructura. Todo eso genero una crisis estructural en la que las personas están viviendo en un infierno en las grandes ciudades, perdiendo tres o cuatro horas por día en el transito, cuando podrían estar con la familia, estudiando o teniendo actividades culturales. Sumado a eso, la pésima calidad de los servicios públicos, en especial en la salud e igualmente en la educación, desde la escuela primaria, educación media, en la que los estudiantes salen sin saber hacer una redacción. Y la educación superior se convirtió en tiendas de venta de diplomas a crédito, donde está el 70% de los estudiantes universitarios......BF: ¿Porqué la clase trabajadora todavía no salio a las calles?...



Agroecología en Cuba



“Durante los años más difíciles del Período Especial, nuestros campesinos e investigadores de la ciencia agrícola descubrieron incontables soluciones creativas. Había un objetivo y una prioridad: recuperar nuestros sistemas agrícolas y producir lo que sea necesario para alimentarnos. Sin embargo, necesitábamos conceptos integradores y de modelos para los cambios que eran indispensables, y los encontramos en la agroecología. [/I]- [B]Orlando Lugo-Fonte[/B], Presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba

Cuba es el país que ha dado los mayores pasos, y en el menor tiempo, para pasar de la producción agrícola-industrial convencional al cultivo orgánico. Este logro ha sido celebrado y demostrado por numerosos expertos y observadores, incluyendo el experto en reforma agraria Peter Rosset y el agroecologista Miguel Altieri, organizaciones académicas como la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA) y ONGs como Food First y Worldwatch Institute, y han sido objeto de un documental del año 2006, titulado El poder de la comunidad: cómo Cuba sobrevivió al pico del petróleo...


lunes, 24 de junio de 2013

Petición pública al gobierno nacional - COMO EN BRASIL, NECESITAMOS RESPUESTAS

Ante la visita de la Presidenta de la República, quién llega a Entre Ríos para participar de la conmemoración de los 200 años de la ciudad de Paraná, los trabajadores de la educación realizamos el siguiente petitorio público al gobierno nacional, que es una expresión más de los reclamos que los trabajadores, las organizaciones gremiales y los movimientos sociales vienen realizando a niveles provincial y nacional.
-Necesitamos una reapertura de la discusión salarial y un aumento en todos los ingresos de los trabajadores que ponga el salario a niveles actuales de la canasta familiar real y completa. A la par de los aumentos, necesitamos controles reales antimonopólicos de los precios –para evitar que las especulaciones inflacionarias y el ajuste devoren los aumentos mínimos conquistados- y la eliminación de los impuestos a los salarios mal entendidos como ganancias, tanto de trabajadores activos como jubilados. Ganancias hay que cobrarles a los grandes capitales privados, y en ese sentido, los trabajadores estamos dispuestos a discutir democráticamente un nuevo régimen tributario progresivo y una reapropiación pública, popular y sustentable, de los principales medios de producción de la riqueza a nivel federal.
-Necesitamos garantizar los derechos jubilatorios presentes y futuros, el respeto a nuestra Ley 8732, el fin de los ajustes “armonizatorios” y el 82% móvil para todos los trabajadores jubilados. No puede ser que mientras se gastan fortunas en propaganda oficial innecesaria, o en artistas que “hacen precio cobrando millones”, los trabajadores, los jóvenes y los jubilados tengan que batallar incansablemente para conquistar derechos y oportunidades en cuentagotas. Sra Presidenta, sres funcionarios de los gobiernos nacional y provincial: aquí también queremos, como quieren nuestros hermanos de Brasil, que un docente, un estudiante, un trabajador, un jubilado, tengan las mismas oportunidades que un diputado, un futbolista o un artista como Fito Paez. Y aquí también venimos reclamando un control serio a lo que supuestamente se gasta en las publicitadas y nunca bien terminadas obras públicas.
-Necesitamos un blanqueo de todas las sumas y salarios “en negro”. El Fondo de Incentivo Docente, por ejemplo, debe pasar a ser un Adicional Federal al Básico. Reclamamos también, la devolución de todas las sumas descontadas ilegalmente por días de huelga: hace pocos días, hubo una devolución de los descuentos en la Provincia de BsAs, y entendemos que en una república que se pretende federal, BsAs no puede ser la excepción. Y mucho menos, en el año del Bicentenario del proyecto federal artiguista.
-Planteamos la universalización, y la actualización sin tope de las asignaciones familiares. Además, planteamos un control permanente –no periódico- y responsable de la asignación por hijo, tarea que, por lo demás no debe ser realizada por las escuelas, si no –tal vez- por los municipios en coordinación con las entidades educativas, evaluando y estimulando positivamente el rendimiento escolar de nuestros gurises.
-Necesitamos discutir política y gremialmente nuevas políticas económicas, sociales, educativas, culturales, productivas y sustentables que nos permitan superar las contradicciones, injusticias y tragedias cotidianas que estamos viviendo: el 50% de deserción que tenemos en la educación secundaria no se soluciona con propagandas entre los partidos de fútbol ni con recitales millonarios de rock o de música popular. Necesitamos generar trabajo digno para las familias, buenas becas para todos los alumnos y oportunidades reales, reconociendo que la escuela pública sola no puede transformar una realidad estructuralmente injusta, ni tampoco avanzará mucho pensada sólo como una política de acción social, funcional y periférica. Necesitamos revertir con políticas serias los alarmantes indicadores públicos que muestran un avance de la privatización y segmentación de la educación. En Brasil, ante la extraordinaria movilización popular, el gobierno ha respondido y anunció que el 100% del dinero del petróleo irá para la educación pública. En Argentina, necesitamos discutir una devolución federal de fondos a las provincias para elevar la inversión en desarrollo social.
-Exigimos la suspensión del avance de los “controles y acreditaciones” de la CONEAU -Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria- sobre nuestras carreras y sobre nuestra universidad pública. Reclamamos la derogación de la LES, la Ley de Educación Superior, que da marco político a la Coneau, y que devalúa y pone en peligro nuestros títulos y nuestras carreras. Reafirmamos la autonomía universitaria y el federalismo auténtico, la soberanía pedagógica y cultural y la descolonización del conocimiento y de las prácticas, para una educación crítica, reflexiva, creadora y transformadora al servicio de la emancipación del pueblo y no de los intereses de los grupos hegemónicos.
-Reclamamos que la tierra sea para el que la trabaje y la cuide. Exigimos el fin del envenenamiento con agrotóxicos a las escuelas, a los centros de salud y a los pueblos. Proponemos transitar otro modelo de producción, sustentable, ambiental, alimentaria y socialmente, tal como se viene reclamando y desarrollando ya en franjas periurbanas de territorios vecinos. Necesitamos superar esta economía política extractivista y dependiente que no tiene futuro para los trabajadores y los pueblos. Reclamamos también una política de no innovar y no permitir el avance del saqueo de nuestros bienes comunes con métodos destructivos como el del fracking, de fractura hidráulica. Asimismo, planteamos suspender todo acuerdo y todo avance del capital concentrado transnacional en Entre Ríos y en Argentina. Para nosotros, Patria no es sólo un discurso, un acto simbólico, un show pago o un feriado. Planteamos también, junto a las organizaciones de los trabajadores y del pueblo, una consulta popular sobre la usura –también extractiva, limitante y excluyente- de la deuda externa ilegítima y fraudulenta, y sobre los bienes comunes, ya que la verdadera democracia que necesitamos consolidar en ésta nueva época histórica es la democracia participativa, popular, protagónica y directa.
-En una república que se pretende democrática, no puede haber presos por luchar, ni en Bariloche, ni en Las Heras, ni en ningún lugar. Ni tampoco impunidad para los que han atacado y atacan o atropellan los derechos de los trabajadores, de los pueblos nativos originarios, de los usuarios de los trenes y servicios públicos, de los que sufren las inundaciones, o de los que esclavizan y viven de la trata de personas.
-Sra Presidenta, sres funcionarios: ni Tomás de Rocamora, ni José Artigas ni ninguno de los que luchó por una Entre Ríos digna, justa y fuerte, y por la solidaridad federal, aceptaría las contradicciones e injusticias presentes. Necesitamos respuestas concretas para los trabajadores y el pueblo: la gran movilización en Brasil nos muestra, más que nunca, que los discursos progresistas deben acompañarse con políticas activas y estratégicas a favor de los derechos populares, y con respeto a los reclamos sociales. Por lo demás, hacer algún discurso latinoamericanista y gobernar administrando el ajuste capitalista, el saqueo, la contaminación y la dependencia, es dañar y desgastar ese espíritu de unidad continental, haciéndole un flaco favor a la necesaria unidad estratégica de nuestros pueblos.
De nosotros depende, darnos un debate y una acción política, social, pedagógica y cultural para las próximas elecciones, o para las próximas generaciones.

AGMER MARÍA GRANDE – FILIAL JOSÉ LUIS TOSCANI
24/6/2013

domingo, 23 de junio de 2013

Un nuevo comienzo

Por Atilio A. Boron *
Las grandes manifestaciones populares de protesta en Brasil demolieron en la práctica una premisa cultivada por la derecha, y asumida también por diversas formaciones de izquierda, comenzando por el PT y siguiendo por sus aliados. Si se garantizaba “pan y circo”, el pueblo –desorganizado, despolitizado, desmoralizado– aceptaría mansamente que la alianza entre las viejas y las nuevas oligarquías prosiguieran gobernando el país sin mayores sobresaltos. La continuidad y eficacia del programa Bolsa Familia aseguraba el pan, y la Copa del Mundo y su preludio, la Copa Confederaciones, y luego los Juegos Olímpicos, aportarían el circo necesario para consolidar la pasividad política de los brasileños. Esta visión, no sólo equivocada sino profundamente reaccionaria (y casi siempre racista), quedó hecha añicos esta semana, lo que revela la corta memoria histórica de la clase dominante y sus representantes, a los que se les olvidaron las grandes movilizaciones populares exigiendo la elección directa del presidente a comienzos de los ochenta; las que precipitaron la renuncia de Collor de Mello en 1992; y la ola ascendente de luchas populares que hicieron posible el triunfo de Lula en el 2002. Del olvido brota la sorpresa, que enmudeció a una dirigencia política de discurso fácil y efectista, que no podía comprender –y mucho menos contener– el tsunami político que irrumpía nada menos que en los fastos futboleros de la Copa Confederaciones. Fue notable la falta de respuesta gubernamental, desde las intendencias municipales hasta los gobiernos estaduales y el propio gobierno federal.
Opinólogos y analistas adscriptos al gobierno insisten ahora en colocar bajo la lupa estas manifestaciones, señalando su carácter caótico, su falta de liderazgo, la ausencia de un proyecto político de recambio. Harían mejor en dirigir su mirada hacia los déficit de la gestión gubernativa en todos sus niveles, desde el municipio hasta Brasilia. Plantear que todo esto tiene que ver con el aumento de 20 centavos de real en el transporte público de San Pablo es lo mismo que, salvando las distancias, suponer que la Revolución Francesa se produjo porque algunas panaderías de la zona de la Bastilla habían aumentado en unos centavos el precio del pan. Confunden el detonante con las causas profundas de la rebelión popular, que dicen relacionar con la enorme deuda social de la democracia brasileña, apenas atenuada en los últimos años del gobierno de Lula. Temas tales como la pésima situación de los servicios de salud pública; el sesgo clasista del acceso a la educación; la corrupción gubernamental (un indicador: la presidenta Dilma Rousseff ha echado a varios ministros por esta causa); la ferocidad represiva impropia de un Estado que se reclama como democrático; y la arrogancia tecnocrática de los gobernantes, en todos sus niveles, ante las demandas populares. ¿Cómo exigirles claridad ideológica y política a los manifestantes (hasta hace poco llamados “¡vándalos!”) cuando tal cosa brilla por su ausencia en el partido gobernante?, se preguntaba días atrás el analista Carlos Eduardo Martins. Y seguía: ¿qué pasó con la reforma agraria, congelada por la alianza con el agronegocio?; ¿por qué no se escuchan los reclamos de los pueblos originarios?; ¿qué se está haciendo ante la bomba de tiempo de la deuda pública, para cuyo pago se sacrifican las políticas sociales que deberían ser la seña de identidad de un Estado realmente democrático? Martins afirma con razón que mal podría el pueblo brasileño deslumbrarse ante los 20.000 millones de reales del programa Bolsa Familia cuando el pago de sólo los intereses de la deuda pública asciende 240.000 millones de reales. No se trata de disminuir la importancia del primero, sino de poner fin a la sangría originada por una deuda pública –ilegítima hasta la médula– que ha hecho de los banqueros y especuladores financieros los principales beneficiarios de la democracia brasileña o, más precisamente, de la plutocracia reinante en el Brasil...

Brasil cruje

Aunque Brasil cuente con una sociedad civil variada y densa, al mismo tiempo no está acostumbrado al reclamo directo y masivo en el espacio público. Una historia de pactos entre elites, que son las que realmente gobiernan.
Por José Natanson *
Las masivas movilizaciones registradas en los últimos días en diferentes ciudades brasileñas producen desconcierto y una inevitable perplejidad en el análisis, que debe evitar las conclusiones fáciles y los paralelismos apresurados para avanzar con cuidado.
Señalemos primero que Brasil es un país que cuenta con una sociedad civil variada y densa, que incluye desde expresiones territoriales potentes como el Movimiento sin Tierra hasta una vasta red de organizaciones de carácter religioso, sindical o étnico, muchas de ellas con una vitalidad cultural asombrosa, pero que al mismo tiempo no está acostumbrado al reclamo directo y masivo en el espacio público. La “política en las calles”, por usar la fórmula que el sociólogo Fernando Calderón acuñó para Bolivia, pero que se aplica perfectamente a países como Argentina o Venezuela, está ausente en Brasil (salvo, claro, en el carnaval, esa ceremonia de inversión de roles –el rico se disfraza de pobre, el pobre toma la ciudad que lo explota– en la que la catarsis del baile precede siempre una vuelta a la dura normalidad)...


Tumbar las puertas de la política instituída:

Llegaron los muchachos

Por Emir Sader *

¿Las grandes movilizaciones de las dos últimas semanas en Brasil llegaron como rayos en un cielo azul? ¿O eran previsibles e incluso tardaron en llegar? ¿Cuál es su significado, o son sus significados? ¿Qué puede alterar en la vida política brasileña?...

...El gobierno y la izquierda, habiendo demostrando gran fragilidad e incapacidad de reacción frente a las movilizaciones, podrán ser afectados negativamente o ser capaces de renovarse y no buscar únicamente soluciones a los problemas planteados por el movimiento, sino incorporar temas que interesan directamente a los jóvenes, así como la juventud como tal, como agente político sin el cual difícilmente se pueda proyectar el futuro del país.
Lo peor que podría pasar a Brasil –un país con un contingente inmenso de jóvenes en su población– sería contar con una juventud ausente, pasiva, volcada hacia otros temas que no sean los de la política, la sociedad y el Estado.
Esos jóvenes no han golpeado a la puerta de la política, sino que la han tumbado, con sus gritos y sus formas de ser. Han tomado de sorpresa a viejos políticos que todavía ocupan los espacios centrales de la política brasileña, en contraste con la juventud de su población. Es hora de renovar la política y sus cuadros, para que la irrupción de esos jóvenes no se reduzca a un fenómeno mediático y de aburridos estudios sociológicos, que hablan más de sí que de la realidad...

sábado, 22 de junio de 2013

¡Brasil, despierta, un profesor vale más que Neymar!

Fútbol y solidaridad




La primera víctima ha sido un joven que murió atropellado la noche del jueves en Ribeirao Preto. En esa población tuvo lugar una de las manifestaciones en demanda de mejores servicios públicos que han movilizado a más de un millón de brasileños en al menos 80 ciudades del país. La segunda, una mujer barrendera que inhaló gas lacrimógeno lanzado por la Policía en la ciudad de Belén. Ha muerto de un paro cardíaco. Era Cleonice Vieira de Moraes, de 54 años, empleada de la compañía de limpieza pública de Belén.Los choques en la noche del jueves dejaron al menos 62 heridos en Río de Janeiro y 50 en Brasilia, pese al carácter pacífico de la mayoría de las manifestaciones. Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, contra la subida de precio del transporte público. Luego se añadieron otras reivindicaciones: mayores inversiones en salud y educación pública, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.
Algunos aficionados a las puertas del templo futbolístico de Brasil, han subrayado que Maracaná es la estampa perfecta de lo que condena el pueblo [1]. “El coste de la renovación se disparó respecto al presupuesto inicial y al final ha supuesto más de 300 millones de euros”.
“No estamos contra el fútbol, sino contra la corrupción”, se leía el pasado miércoles, 19 de junio, en varias pancartas desplegadas en el estadio de Fortaleza, en el encuentro entre Brasil y México. Unas 15.000 personas habían intentado bloquear los accesos.
Los futbolistas, esta vez sí, han sentido la necesidad de intervenir. La inmensa mayoría se ha posicionado a favor de los manifestantes.
Horas antes del partido Brasil-México, corrió por la rede la idea de que los aficionados brasileños dieran la espalda al himno al inicio de los protocolos del encuentro.
Juninho Pernambucano, ex internacional con la Canarinha, apoyó la idea desde Estados Unidos.
Alves, el defensa del Barça, se solidarizó por Instagram. “Por un Brasil sin violencia, mejor, en paz, educado, con salud, honesto y feliz”.
Hulk, interior derecha titular, escribió en la red: “La gente de Brasil necesita mejoras”.
El defensa David Luiz también dijo la suya: “Me parece bien que la gente proteste por sus derechos”.
Neymar, el nuevo jugador del Barça, el icono actual del fútbol brasileño, reconoció estar “triste” por lo que sucede estos días en su país. “Siempre tuve fe en que no sería necesario que llegáramos al punto de tirarnos a la calle para exigir mejores condiciones de transporte, sanidad, educación y seguridad, sobre todo porque es una obligación del Gobierno. Mis padres trabajaron mucho para poder ofrecerme a mí y a mi hermano un mínimo de calidad de vida… Hoy, gracias al éxito que ustedes [aficionados] me proporcionan, podría parecer demagógico por mi parte .pero no lo es- levantar la bandera de las manifestaciones que recorren todo Brasil; pero soy brasileño y amo a mí país (…) Quiero un Brasil más justo, más seguro, más saludable y más honesto. En el partido contra México entro en el campo inspirado por esas movilizaciones, estamos juntos”. Durante el choque con México, Neymar gesticuló una y otra vez hacia la grada.
Uno de los gritos en los aledaños del partido fue: “Brasil, despierta, un profesor vale más que Neymar”.
No faltaron varios ex jugadores. Al frente, no podía faltar Pelé.
Pero el gran Pelé metió la pata (siempre ha estado más o menos cercano al poder). Colgó un vídeo en la Red: “Pido a los brasileños que no confundan las cosas. Estamos preparando la Copa del Mundo, vamos a apoyar a la selección, vamos a olvidar la confusión que reina y vamos a olvidar las protestas”.
Romario, el inolvidable Romario, el actual diputado federal por Río, le pidió callar –“Pelé en silencio es un poeta”- y criticó con dureza la “escandalosa” inversión estatal para el Mundial (sin contar la que tendrá que abordar Brasil para Río 2016).
En las redes las cargas contra Pelé acumularon detractores. El embajador del Mundial 2014 intentó rectificar: “Siempre he luchado contra la corrupción, tras mi gol mil hablé sobre la importancia de la educación, no me entiendan mal, solo pido no descargar nuestras frustraciones en la selección”.
Para Rivaldo, uno de los grandes jugadores de todos los tiempos [2], “es una vergüenza que el Mundial se vaya a celebrar en Brasil con las desigualdades existentes, con gente pasando hambre”. Y añadió: “Yo fui pobre y sentí el no tener un buen servicio sanitario. Mi padre fue atropellado y murió por no haber sido atendido en un hospital público de Recife.”
¿Y la Rja? ¿Dónde está la Roja? ¿Villa no dice nada? ¿Y Xavi? ¿Iniesta tampoco? ¿Piqué no sabe de qué va la cosa? ¿Sergio Ramos también está callado? ¿Iker? ¿Y Del Bosque, una persona razonable y sensata, no tiene nada que decir? ¿No van con ellos, no va con todos?
PS: Boaventura de Sousa Santos da alguna claves de la situación en un reciente artículo: “El precio del progreso” [3]:
Este Brasil está hecho de tres narrativas y temporalidades, señala...

Rebelión - 22/6 - Leer Completo






CLOC - Vía Campesina


Brasil ha presenciado esta semana movilizaciones que tuvieron lugar en 15 capitales y centenas de ciudades. Estamos de acuerdo con sus declaraciones, que afirman la importancia para la democracia brasileña de estas movilizaciones, conscientes de que los cambios necesarios en el país pasarán por la movilización popular.Más que un fenómeno coyuntural, las recientes movilizaciones demuestran la reanudación gradual de la capacidad de lucha popular. Es esa resistencia popular que permitió los resultados electorales de 2002, 2006 y 2010. Nuestro pueblo insatisfecho con las medidas neoliberales votó a favor de un proyecto diferente. Para poder ser implementado, este proyecto, enfrentó gran resistencia, principalmente del capital rentista y sectores neoliberales que siguen con mucha fuerza en la sociedad.
Pero también se enfrentó a los límites impuestos por los aliados de última hora, una burguesía interna que en la disputa de las políticas del gobierno impide la realización de las reformas estructurales, como es el caso de la reforma urbana y la del transporte público.
La crisis internacional ha bloqueado el crecimiento y con él la continuidad del proyecto que permitió ese gran frente que hasta el momento, ha sostenido el gobierno.
Las recientes movilizaciones son protagonizadas por una juventud muy diversa, que participa por primera vez de movilizaciones. Este proceso educa a los participantes permitiéndoles entender la necesidad de enfrentar a los que impiden que Brasil avance en el proceso de democratización de la riqueza, del acceso a la salud, a la educación, a la tierra, a la cultura, a la participación política, a los medios de comunicación...

Rebelión - 22/6 - Leer




Rousseff: “Tengo la obligación de oír la voz de las calles”- Clarín




Declaración de los compañeros del MRS de Brasil llamando a la Huelga General contra el gobierno







Brasil: no se globaliza sólo el capital, también la protesta

POR MARCELO CANTELMI

La primera dimensión del impactante estallido popular en Brasil es global. El gigante sudamericano se suma a un fenómeno que ha cruzado el mundo ensamblando de otro modo a la democracia que parece organizarse ya no en torno a las instituciones sino a partir de la calle. Es una reacción sanguínea contra formas de la república que han perdido espesor y diluido el poder ciudadano con retrocesos impactantes -el caso europeo es paradigmático- en el rol protector del Estado.
La otra dimensión, es la que surge de la propia cuestión nacional brasileña. El furor se alimenta ahí en la frustración de una extensa capa de clases medias que, pese a los números macro que muestra el país, han venido perdiendo espacio en el reparto.
No es sencillo ver una sin observar a la otra. Estas dos grandes superficies, la global y la doméstica, se conectan con una multiplicidad de puntos en común.
El movimiento planetario de indignados ha sido, para algunos observadores, la emulación a ese nivel global de la toma de la plaza Tahrir en Egipto que fue la cabecera de una revolución popular que acabó con una dictadura de medio siglo. Hubo en ese proceso elementos que se reiteraron en el otro extendido fenómeno de protesta. Uno de ellos, el uso de las redes sociales a nivel asambleario y organizativo. Otro, la presencia de vanguardias de sectores medios que si bien lograron la victoria gracias a las huelgas de los grandes sindicatos obreros egipcios, estuvieron al frente de la batalla con códigos nuevos.





Barómetro Internacional


Porto Alegre, Goiânia, San Pablo y Río de Janeiro son capitales con algo en común, las protestas sociales. Estos centros metropolitanos están pasando por un momento contradictorio. Por un lado el orgullo en torno a la realización de la copa del mundo abre precedentes para los discursos modernizadores, y de cajón para la asunción de discursos de valoración urbana, que afianzan los derechos de la ciudad. Por otro, las protestas recientes contra el aumento de los pasajes de autobús revela un sector de la población consciente de estos derechos y queriendo subordinar los contratos con las empresas concesionarias al poder otorgante. Considerando que la escalada de movilizaciones no estaba prevista en la víspera de la Copa de Confederaciones de fútbol, los gestores de estos municipios –y los respectivos gobiernos estatales– acabaron endureciendo el brazo represor.
La última década fue de profunda transformación en la sociedad brasilera. Se vive mejor, tenemos consumo accesible –casi suntuoso– oferta masiva de créditos y visibles avances materiales en las condiciones de vida. La versión nada agradable de este avance es el cogobierno entre casi todas las fuerzas políticas, saliendo victorioso ideológicamente el Consenso de Brasilia, como es referido en la literatura política y de relaciones internacionales, la suma de ortodoxia macroeconómica con el peso puesto en la generación de empleo directo y el fortalecimiento del mercado interno. Tal Consenso genera acomodación de fuerzas sociales y poco o ningún espacio para la política institucional más a la izquierda. En períodos de reflujo, nos queda el Internet. Se protesta mucho a través de las redes sociales en Brasil y esta opinión encuentra eco en los poderes de facto. La consecuencia es la canalización de estas demandas legítimas, colocando contra la pared al Brasil moderno e inclusivo que se quiere vender hacia fuera...






Carta Maior


El movimiento, que se inició como resistencia al aumento de las tarifas del transporte, fue inédito y sorprendente. Quién crea que puede captar de inmediato todas sus dimensiones y proyecciones futuras, muy probablemente tendrá una visión reduccionista del fenómeno, forzando la realidad para defender planteamientos previamente elaborados, para confirmar sus argumentos, sin dar cuenta del carácter multifacético y sorprendente de las movilizaciones.

No vamos a intentar esto en este artículo, solo queremos sacar algunas conclusiones que nos parecen claras.

1. La anulación del aumento (de los pasajes) constituye una victoria del movimiento y muestra la fuerza de las movilizaciones, más aún cuando se apoyan en una reivindicación justa y posible, tan es así que se pudo concretar.

2. Esa victoria, en primer lugar, refuerza concretamente el criterio de que las movilizaciones populares merecen la pena, sensibilizan a la gente, permiten hablar a toda la sociedad y sirven como fuerte factor de presión sobre los gobiernos.

3. Además de eso, el movimiento puso en discusión una cuestión esencial en la lucha contra el neoliberalismo: la polarización entre intereses públicos y privados, y el tema de quién debe financiar los costes de un servicio público esencial que, como tal, no debería estar sometido a los intereses de las empresas privadas, movidas por el lucro.

4. La conquista de la anulación del aumento se traduce en un beneficio para las capas más pobres de la población, que son las que usualmente utilizan el transporte público, demostrando que un movimiento debe buscar abarcar no sólo las reivindicaciones de cada sector de la sociedad en particular, sino atender las demandas más amplias, especialmente las que tiene a ver con los sectores más necesitados de la sociedad y que tiene más dificultades para movilizarse.

5. Tal vez el aspecto más esencial de las movilizaciones haya sido el de posibilitar que amplios sectores de la juventud entren en la vida política, sectores no contemplados por las políticas gubernamentales y que, hasta aquí, no habían encontrado sus formas específicas de manifestarse políticamente. Esta puede ser la consecuencia más permanente de las movilizaciones...