sábado, 20 de junio de 2020

BELGRANO Y ARTIGAS EN MERCEDES: LA PATRIA GRANDE QUE NO PUDO SER Y NOS ESPERA



Abril de 1811: hace dos meses que el Coronel Artigas se ha pasado al bando de la denominada Revolución de Mayo. La lucha de los paisanos y de los pueblos contra el opresor imperial español, en Entre Ríos y en la Provincia Oriental del Uruguay lo ha convencido. Artigas desertó en febrero de ese año de las filas realistas y pasó por Entre Ríos y Santa Fe para llegar a BsAs y ofrecer sus servicios a la Junta. A la vuelta hizo el mismo camino, pero en forma inversa. Haciendo paradas en Nogoyá y Concepción del Uruguay, cruza a Paysandú y de allí a la ciudad de Mercedes, fermento del sentimiento patriota.

LA PATRIA CON REY Y LA PATRIA CONFEDERAL. LA NEGRADA Y LA GAUCHADA.

Belgrano, vocal de la Primera Junta y general del ejército en formación después, está volviendo de su derrota militar en la Provincia del Paraguay. En las Provincias Unidas del Sur, en la Argentina Grande de esa época, no se entiende muy bien la política porteña de hablar de patria y seguir jurando defender al rey de España, Fernando VII. Los paraguayos optaran, unos meses después, por independizarse de España y del dominio de BsAs también, proponiendo mejor una confederación de pueblos libres y soberanos. La clase dominante de la capital portuaria nunca aceptará esa idea, que de todas maneras va a prender en las provincias hermanas: el artiguismo hará suya la consigna federal desde 1813. Belgrano dialogó mucho diplomáticamente con los paraguayos pero nunca entendió la idea. Entre tanto, la gente se defendió sola, con algo de ayuda central, de los ataques y pirateos españoles. La ayuda era un batallón de cuatrocientos negros -Pardos y Morenos- a los que se les prometía la libertad si hacían patria, según la idea de patria que el gobierno tenía. Y los negros hicieron patria. Otros hicieron y sufrieron patria vendiendo comida para sus amos o con suerte para si mismos. Pintar a nuestros gurises de negro en los actos patrios para simbolizar que sólo estaban para vender comida o alegrar con su música es ponerle la rodilla en el cuello a los libros de historia. El entrerriano Bartolomé Zapata y sus gauchos militaron esa autodefensa popular desde finales de 1810 hasta febrero de 1811: Artigas se estaba decidiendo, Belgrano se preocupó por las incursiones realistas en C. del Uruguay, Gualeguaychú y Gualeguay, pero obedeció a la Junta y siguió la marcha a Paraguay. Los próceres no estaban todavía y el pueblo movilizado ya era prócer. Los líderes son humanos y dudan, y flaquean: el pueblo estaba jugado. El 14 de Diciembre de 1810, los milicianos de Bartolo Zapata saquean la estancia del alcalde-intendente realista de Gualeguaychú, García Petisco: esa expropiación de bienes a los enemigos de la patria naciente era necesaria para que la causa no quedara en discursos.

BELGRANO Y ARTIGAS: LA PATRIA QUE NO PUDO SER

En Marzo de 1811, Manuel Belgrano y José Artigas están en comunicación. Belgrano le confirma por carta que el oriental ha sido designado el segundo al mando en el ejército patriota. Artigas contesta dispuesto a todo y le adjunta una copia de la Proclama de Mercedes donde convoca a todo el pueblo oriental a la lucha. Belgrano llega a Mercedes, después de haber transitado y estado en el Arroyo de la China -Concepción del Uruguay- y en Paysandú. El 23 de Abril de 1811, Belgrano redacta una nota a la Junta de BsAs donde informa las decisiones estratégicas y comunica que ha acordado con José Artigas que avance por el centro de la Provincia Oriental para estrechar a los enemigos de Montevideo. Ese día se había reunido Belgrano con sus lugartenientes en Mercedes. Belgrano y Artigas se encontraron allí, brevemente, y hablaron de estrategia militar. Algún historiador arriesgó la hipótesis de que ya habían tenido una reunión en C.del Uruguay. El Tomo IV del Archivo Artigas, que puede consultarse en internet, contiene toda la comunicación de esa época. Fue el único momento histórico donde coincidieron políticamente. Más adelante, Artigas será líder del movimiento republicano, independentista en serio y federal, y Belgrano siempre defenderá la idea de una monarquía constitucional y centralizada en BsAs. La documentación muestra a un Belgrano lamentablemente antifederal. La historia es una ciencia social basada en hechos y documentos que deben interpretarse con claridad, no es un concurso mediático de opiniones sin sustento. El creador de la Bandera Argentina, como el caudillo oriental y como todas y todos los que han participado de luchas políticas y militares, fue un ser humano de carne y hueso, con grandes aciertos y grandes, grandísimos errores. Ser monárquico, buscar un príncipe o princesa como protectores europeos en BsAs y ser unitario fue su contradicción ideológica.

Belgrano estuvo poco tiempo en la Banda Oriental, porque el cambio de gobierno en la capital, lo forzó a trasladarse a la misma a rendir explicaciones por la derrota en Paraguay. Belgrano dudó en dejar el cuartel general de Mercedes, pero al final acató la orden y quedó Rondeau al mando. ¿Y si Belgrano se quedaba y compartía la lucha con Artigas y con los pueblos? ¿Hubiera cambiado de idea?. Para nosotros, ese encuentro y posterior separación en Mercedes simboliza la Patria Grande que pudo ser y que nos espera.

LA IDEA RIVADAVIANA DE LIBERTAD. Y LA LARGA PELEA POR OTRA IDEA

Belgrano tuvo una segunda oportunidad, y fue designado por BsAs como Jefe del Ejército del Norte. En Febrero de 1812 se inspiró en la escarapela borbónica -el signo de la Orden de Carlos III de Borbón- para crear una bandera blanca y celeste que por supuesto el gobierno porteño no aceptó. Rivadavia, colega y compadre después de Belgrano en su itinerario europeo buscando un príncipe salvador, ya conducía ideológicamente la política central. Belgrano obedecía y desobedecía al gobierno de las Provincias Unidas según el contexto: la Batalla de Tucumán se decidió por presión de los líderes regionales y de los pobladores del Norte. Los mejores momentos políticos de Belgrano fue cuando desobedeció a BsAs: lástima que siempre al final terminaba en la obediencia debida. La capital rivadaviana recién izó la bandera de Belgrano en 1816, pero eso no quitó que siguieran negociando entregar las Provincias Unidas a los ingleses, a los franceses o de vuelta a los españoles si no quedaba otra. “Libertad” para los burgueses de BsAs era libertad para tener cargos políticos en una monarquía constitucional y parlamentaria y era, sobre todo, libertad de comercio y de mercado para hacer negocios fáciles con los de afuera sin importarle lo que le pasaba a los de adentro. Esa fue la política del Congreso Nacional, iniciado en Tucumán y continuado en BsAs, política que los federalistas tumbaron en Cepeda, en 1820. Los liberales pudieron igual y pueden agitar la bandera argentina mientras militan estafas rabiosamente: es la ideología rivadaviana de siempre. Por suerte, el pueblo humilde movilizado le supo dar otro sentido a la celeste y blanca. De todas maneras, el peligro del contagio siempre está y muchas veces paraliza las mejores intenciones. La idea de libertad debe ser discutida a fondo para evitar trampas y confusiones.

La misma tensión ha atravesado a la Bandera Federal desde que el artiguismo entrerriano la izó en Marzo del 1815: no todos los abanderados del federalismo se han jugado siempre por el federalismo auténtico. Ha habido “federalistas” de sueños alocados, muy parecidos en el fondo a los rivadavianos del negocio fácil y sucio a costas del pueblo. Por suerte, la memoria de la sangre derramada en la lucha popular que expresa la diagonal roja de nuestra bandera no se ensucia con el vino de las borracheras partidistas, y su signo nos sigue interpelando. Si los que hablan de justicia no hacen justicia, o reproducen la lógica ideológica de liberales, represores y genocidas, el pueblo movilizado tendrá que animarse a proyectar en serio una política soberana, federal, democrática, sustentable y más que nunca, constituyente.

Prof. Mauricio Castaldo
María Grande, Entre Ríos,
20/6/2020
NOTAS:

La hipótesis de un primer encuentro de Belgrano y Artigas en Concepción del Uruguay en EMILIO LOZA, “La campaña de la Banda Oriental (1810-1813)”, capítulo XV del Tomo 5 de la Historia de la Nación Argentina dirigida por Ricardo Levene, BsAs, El Ateneo, 1961, pag. 541.
El Tomo IV del ARCHIVO ARTIGAS, versión digital, en http://bibliotecadigital.bibna.gub.uy:8080/jspui/handle/123456789/1007
La correspondencia entre Artigas y Belgrano documentada en este volúmen, empieza en la p. 294 y se extiende hasta la p. 314. En esta última página citada está la nota de Belgrano a la Junta de BsAs informando de la disposición estratégica acordada con Jose Artigas en el Cuartel General de Mercedes.