domingo, 14 de abril de 2019

UNOS MATES CON AMARO VILLANUEVA

Continuidad de la 2da Parte del cap. 5 de los Apuntes para una Historia del Mundo Entrerriano


El Villanueva de Alfredo Sábat
La Nación, 9/9/2000

Sumario:

I - LA SEMIOSFERA DEL MATE. EL LENGUAJE MATERO Y LA BIOSEMIÓTICA. GENEALOGÍA, SOCIABILIDAD, FETICHISMO Y UTOPÍA DEL MATE. ¿BUSCAMOS UNA TIERRA SIN MAL?. ACTUALIDAD DE VILLANUEVA. FESTEJOS MATEROS Y EL IDEARIO DE ANDRESITO ARTIGAS.
II - DOS CONCEPCIONES DEL FOLKLORE Y LA TRADICIÓN. CAPATACES Y GUARDIAS DEL MONTE. ÉNFASIS, SENTIDOS Y CRUCES. LA PROMESA Y EL INCONSCIENTE DEL MARTÍN FIERRO. HABLAR EN GUARANÍ, HABLAR EN ANGOLA, HABLAR EN CRIOLLO, ESCUCHAR A LA MUJER. TERAPIA POÉTICA.
III – LA CUESTIÓN MERIDIONAL ARGENTINA. LA CUESTIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y CULTURAL DEL FEDERALISMO. CATALANES, VASCOS, ENTRERRIANOS Y ARTIGUISTAS. ARTIGUISMO Y MAOÍSMO. MICROHISTORIAS NORMALISTAS Y FEDERALISTAS.
IV – LAS PREGUNTAS DE AMARO VILLANUEVA. COMEDOR O CEMENTERIO. UNA LUCHA CONTRA EL TIEMPO. CELEBRACIONES, GUERRA Y POLÍTICA. DOMINIOS DE LA TELEFONÍA. FUTURO DEL TRABAJO Y DEL CINE. MUERTE, NOBLEZA, BENEFICENCIA Y VIRTUD. RAZAS, IMPERIALISMO Y EXTRADICIÓN. LA CUESTIÓN FEDERAL GLOBAL. TOXINAS DE TODO TIPO. DEMOCRATIZACIÓN EDUCATIVA. LLEGAR A LA LUNA. NOTAS.

...Ah, que nuestra más secreta melodía se abra siempre y busque las otras melodías
hasta que los límites con éstas no se sientan como ahora se sienten, como algunos los sienten...”
JUAN L. ORTÍZ
Para Amaro Villanueva”, en
El aire conmovido” (1949)

-Che, ¿qué vamos a hacer cuando ganemos la gobernación?
-Lo primero será comprarme un par de zapatos para no pasar
vergüenza con estas alpargatas deshilachadas”
Conversación del Dr. Antonio Santich con su compañero
de fórmula y candidato comunista a la gobernación de
Entre Ríos, Amaro Villanueva. Impugnados en 1951, en
GUILLERMO MONDEJAR, “El Criollo Universal.
Cronología de Amaro Villanueva”,
Obras Completas, Tomo III, Eduner

...A propósito de una conferencia de Rodolfo Ghioldi,
Amaro Villanueva ofrece su visión del nexo entre
tradición y comunismo en el marco de una solución
de masa del problema del federalismo...”
JOSÉ ARICÓ
La cola del diablo. Itinerario de
Gramsci en América Latina”


José Napoleón Amaro Villanueva nació en la incubadora cultural de Gualeguay en 1900. Su vida, su trabajo periodístico y ensayístico y su militancia política y cultural coincidió con un siglo corto e intenso. Villanueva combinará la participación en la utopía política dialéctica y proletaria con la relectura de nuestra genealogía regional y nuestras luchas populares. Su pueblo natal fue testigo de las primeras armas periodísticas que realizó en una publicación familiar. Gualeguay también le entregó su diploma maestro normal. En esa tierra entrerriana, tan inspiradora como conservadora, compartió poesía y pensamiento con el gran Juan L.Ortíz. Buscó trabajo en Rosario y después vivió unos años en Paraná. En la capital entrerriana fue gran animador cultural, llegando a dirigir la sección que El Diario dedicaba a nuestras letras y a nuestros creadores. Unos versos gauchipolíticos que se metieron en las internas del radicalismo gobernante fueron parte de esa pluma de alquiler que ejercía Villanueva en los años ´30.

Publicó en el diario El Litoral de Santa Fe y en otros medios, como La Nación. En 1938 aparece su primer estudio sobre El Mate, tema que seguiría investigando y ampliando hasta volver a publicar en 1960. Para nosotros, éste extraordinario trabajo pionero de Amaro Villanueva es la base sólida para pensar una semiosfera del mate, siguiendo un concepto estratégico que Yuri Lotman (1922-1993) aportó a la semiótica cultural. En 1945 publica la primera versión de “Crítica y Pico”, expresando allí sus reflexiones sobre el Martín Fierro, José Hernández y la poesía gaucha originaria de Bartolomé Hidalgo. Su búsqueda de una cultura con sentido nacional y social será apoyada con los estudios de la obra de Juan María Gutiérrez.

Integrado al Partido Comunista, llegaría a ser candidato a gobernador de esa formación política en 1951, en pleno auge del peronismo. Nunca pudo saber si tuvo algunos votos, porque su candidatura fue anulada por una justicia electoral que cumplía su rol inapelable en el marco de la guerra fría. Lo que si pudo ver y escuchar fueron los balazos con los que fue impugnado un acto del PC en Paraná. Un proyectil quedó en el cuerpo del líder partidario, Rodolfo Ghioldi, sin consecuencias mortales, y seguramente en la conciencia de Villanueva. La falta de defensa frente al matonismo político -que no se diga, de un comunista- y la muerte de su madre lo llevaron a trasladarse, a exiliarse, a BsAs. Allí fue asesor editorial y continuó sus estudios, sus ensayos y su aporte a la poesía popular. A la continuidad de sus investigaciones sobre el mate, el arte de cebar y su lenguaje, le sumó sus indagaciones y su análisis del lunfardo. Como ya vimos, fue Villanueva quien aportó el origen de esa palabra que resume el lenguaje popular y callejero de BsAs. Además, fue uno de los fundadores de la Academia Porteña del Lunfardo. “El Sentido Esencial del Martin Fierro” y “Lunfardópolis”, la poesía popular del campo y de la ciudad, unidos por el lenguaje del mate, en una Argentina siempre dividida política, social, geográfica y culturalmente, fue el aporte de Amaro Villanueva para pensar nuestra “cuestión meridional”. La potencia y los límites de su pensamiento, en el marco de su militancia partidaria, serán parte también de nuestras consideraciones.

Un amor de película con Blanca Gerchunoff, hija del autor de “Los Gauchos Judíos” y de “Entre Ríos Mi País” fue parte del tango vital de Amaro Villanueva. Sólo cuando Blanca enviudó, la pareja pudo formalizar, en la capital portuaria, una pasión que años atrás había recibido la amonestación severa de don Alberto Gerchunoff. La violencia estatal llevó a Blanca tiempo después, también a la militancia por los derechos humanos. Amaro murió el 5 de agosto de 1969, un par de meses después del Cordobazo. El día de su fallecimiento, la madre de quien escribe estas líneas cumplía 23 años en la localidad de Seguí. En 2008, Editorial La Hendija reeditó los “Versos para la Oreja”. En 2010, la EDUNER publicó las Obras Completas de Villanueva en tres voluminosos tomos como forma de participar en el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Esa publicación es la que seguimos en nuestros apuntes: la tarea es pensarla, discutirla y difundirla.

En Paraná, una de las viviendas que habitó Villanueva se ubicó en el Pasaje Baucis. Esa bella callecita empedrada de apellido catalán muchos años después se transformó en la senda del Contrafestejo los 11 de Octubre. Sería importante que en esa movida tuviera lugar una reflexión sobre la semiótica del mate inaugurada por el escritor gualeyo -que tanto batalló por el reconocimiento de ese legado guaraní- y porqué no, una relectura de la poesía popular del primer Bartolomé Hidalgo con toda su actualidad.

La reedición de La Hendija

I - LA SEMIOSFERA DEL MATE

El mate es el único rito que sobrevive intacto desde 1816”

MIGUEL ANGEL DE MARCO
Clarín, BsAs, 2/7/2016

El mate representa una utopía, un modelo ideal de relación social”

Johanna Pohjola
El Territorio, Misiones, 27/7/2014

"Los argentinos saben poco sobre el mate"

VALERIA TRAPAGA, Sommelier,
La Capital, Rosario, 6/10/2016

Buena parte de su vida, Amaro Villanueva la dedicó al estudio del mate, del arte de cebar y de su lenguaje. Hoy, la idea de un “lenguaje del mate” nos remite a la semiótica, al análisis de los signos de una cultura y a la comunicación social. En sus investigaciones, el escritor y militante gualeyo es consciente de que la lingüística y la etnografía son fuentes fundamentales del estudio que está realizando. Villanueva murió el mismo año en que se fundaba la Asociación Internacional para los Estudios Semióticos.

En su trabajo sobre el mate, el cronista entrerriano aborda lo que denomina el lenguaje del mismo, en su doble dimensión, primero en el vocabulario de nuestra costumbre y segundo en el significado de ciertas frases o dichos sobre la forma de cebarlo. No se le escapa casi nada a Villanueva: la producción de la yerba, la historia de los mates y de las calderas, la aparición del termo, las etimologías del idioma matero, la literatura y la sociología que se han producido y las que se pueden producir sobre el ritual que nos renueva cada día. No quedan dudas que, con la lectura del trabajo de Amaro Villanueva nos introducimos en el estudio de una verdadera semiósfera del mate. Ya dijo Yuri Lotman que la semiótica era la conciencia del siglo que pasó. No está claro si el Siglo XX tomó realmente conciencia de la pluralidad de las semiósferas culturales: nuestro tiempo si puede ser el que tal vez tome conciencia, o el que deba tomar conciencia.

Desde la explicación de la etimología de la palabra “mate” -quechua, castellanizada para designar un ritual guaraní-, pasando por la aclaración del verbo “cebar”, la historia de los “poros” -las calabacitas materas-, de las calderas y pavas, hasta llegar al termo, toda la semiótica original del mate está en la pesquisa del escritor y cronista de Gualeguay. En todo momento, Villanueva recuerda que la costumbre del mate es un legado de la cultura guaraní. No hace referencias a la leyenda de la yerba mate, pero discute con fundamentos a quienes querían negar el aporte nativo. Detalla la forma de trabajar las calabacitas, de “curar” el mate y puntualiza sobre las primeras calderas en forma de jarrita que llegaban de Catalunya y que después perdieron el mercado a manos de la competencia inglesa. Explica después el surgimiento de la pava, siempre llamando la atención sobre la experiencia social, sobre la práctica que lleva al uso de los utensillos en cierta forma específica y nuestra, y sobre la propia práctica lingüística y cultural que va mestizando y acriollando términos. Según Villanueva, “pava” puede ser una traducción cultural pampeana del término nativo “pafa”. En la provocadora hipótesis semiótica del intelectual entrerriano, los naturales próximos al sur bonaerense -en épocas de la violencia roquista- denominan “pafa” a la caldera, y el humor gaucho después la consigna como “pava”. “Para mi -dice Villanueva- su buen humor no dejó de calcular el alegre malón de intenciones que la voz pampa llevaría a la ciudad, por su origen infiel y su parecido con el nombre del ave”.

El lenguaje cultural del mate implica un fuerte cuestionamiento al mate frío. En el poema hernandiano, el Viejo Vizcacha mata a su mujer con un palo por recibir la infusión en esas condiciones. Esa violencia machista hoy no cabe ni en broma. Además de releer permanentemente al autor del “Martín Fierro”, Villanueva valora y discute los aportes del médico italiano Paolo Mantegazza (1831-1910), que de paso por la Confederación Argentina supo admirar el “ilimitado comunismo” generado por la bombilla colectiva, pero que, por otro lado generalizó un refranero del mate que en realidad sólo estaba circunscripto a las clases altas. Está claro que jamás entre nosotros el mate amargo puede significar desprecio, sino más bien todo lo contrario. El estudioso de nuestro ritual cultural después explica que una broma gastada en la página de un diario paranaense en los años ´30 terminó siendo afirmación folklórica de algunos tradicionalistas irresponsables. En el “Entre Ríos”, la última página estaba dedicada al humor y se titulaba “El Fogonazo”. Allí, el propio Villanueva redactó en forma chacotona que cebar el mate muy caliente significaba socialmente “estar ardiendo de amor”, que cebarlo frío era indiferencia, que muy dulce era una invitación a “hablar con mis padres” y que tapado era exponerse a un bolsazo. Tiempo después, el autor vió sus líneas en almanaques de farmacia, y en alguna publicación folklórica que se lo había tomado en serio.

Los tres tomos de las Obras Completas
editadas por la UNER

EL LENGUAJE MATERO Y LA BIOSEMIÓTICA

Este hombre joven, Amaro Villanueva…
piensa como entrerriano y habla como
entrerriano...”
SAMUEL EICHELBAUM, citado por
Guillermo Mondejar en
El Criollo Universal”

La necesidad llevó al semiólogo en ciernes a transcribir el lenguaje popular matero y citar antecedentes entrerrianos que el propio investigador venía registrando. Así, brindar un mate recién aprontado significa complacencia, regocijo por la visita; un mate lavado, aversión o enemistad; uno tapado, bolsazo o calabazas; el muy caliente, disgusto, enojo y resentimiento; el frío, indiferencia; el largo, visita molesta; y el mate cebado con la bombilla hacia atrás, el desprecio. El mate chorreado, visita inoportuna, y el mate corto, querer ver más seguido a la visita. La antropología semiótica de Villanueva no se quedó allí: explicó las diferencias entre cebar con “agua quemada” -hirviendo, a la manera uruguaya- y con “agua cruda” -caliente, pero no hervida-, forma tradicional de tomar mate de los sectores humildes del Litoral argentino. En 1964, el antropólogo francés Claude Levi-Strauss (1908-2009) -quién había vivido en Brasil en los años ´30- publicaba “Lo crudo y lo cocido”, primer volumen de sus “Mitológicas”.

El análisis de Villanueva incluye el estudio de la química del mate. Para los entrerrianos y litoraleños, el mate sabroso nunca va a ser con agua hervida. En ebullición, el líquido elemento termina “quemando la yerba”. El intelectual gualeyo dedica también unas líneas a una anécdota con Luis Gudiño Kramer (1898-1973), que supo tomar unos mates muy lindos cebados con agua de lluvia, calentada después de recolectada, lindos y especiales, “porque el agua de lluvia, por lo mismo que atraviesa en pequeñas gotas una apreciable extensión de la atmósfera, disuelve en su masa una mayor cantidad de aire”. En otro paralelismo estimulante, el investigador estadounidense Thomas Sebeok (1920-2001) incluye al agua y al aire como canales de interacción en los entornos significativos que hacen posible la semiosis. Fue Sebeok justamente el que fundó la Asociación Internacional de semiólogos de la que hablamos más arriba, y el que dirigió -también desde 1969, año de la muerte de Villanueva- la Revista Semiótica hasta su propio fallecimiento en 2001. Son conocidas en el ambiente universitario sus publicaciones en conjunto con el pensador italiano Umberto Eco y otros estudiosos. Sebeok nos habla de zoosemiótica y biosemiótica: sus seguidores proponen pensar una ecosemiótica. Hasta la forma regional del canto de los pájaros entra en los estudios biosemióticos. ¿Cómo podemos estudiar a Sebeok, a Lotman y a Levi-Strauss sin leer paralelamente a Amaro Villanueva, Marcelino Román (1908-1981) y a Juan L. Ortíz (1896-1978)?. La pregunta inversa tiene la misma validez, y es la que nos puede sacar del pozo del folklorismo mediático, superficial y turístico.

El semiólogo entrerriano del mate nos habla también del prikuski, del terrón de azúcar con que muchos inmigrantes judíos, alemanes y rusos tomaban la infusión. Y es muy interesante sus valoración histórica de la aparición del termo, al que reconoce como una buena iniciativa uruguaya, si bien caracterizándolo como una suerte de reforma “batllista”. “Se diría -piensa Villanueva- que el espíritu de Batlle y Ordóñez -tan dado a reformar en materia institucional sin alterar el fondo de las instituciones- hubiera inspirado esta violenta cuan provechosa ruptura con la tradicional caldera, como todavía llaman allí a la pava”. De todas maneras, para el cronista de Gualeguay, la aparición del termo significa “un 25 de Mayo dentro de la vieja costumbre”, una suerte de democratización cultural que lleva el mate a las veredas, a las plazas y a todos lados. El propio autor nos explica el rol de las cebadoras en las familias ricas del Siglo XIX: la capacidad matera de las morenas era parte de la injusta división social del trabajo heredada de la época colonial.

La Capital, 6/10/2016

GENEALOGÍA, SOCIABILIDAD, FETICHISMO Y UTOPÍA DEL MATE

...Llamamos pues “genealogía” al acoplamiento de los
conocimientos eruditos y de las memorias locales: el
acoplamiento que permite la constitución de un saber
histórico de las luchas y la utilización de este saber en
las tácticas actuales...”
MICHEL FOUCAULT
Genealogía del racismo”

El sueño es el mito del individuo y el mito es el
sueño de la humanidad”
PAULO DE CARVALHO-NETO
Folklore y Psicoanálisis”

Para nosotros, Villanueva nos introduce en la semiósfera del mate -o en el complejo cultural del mate-, y éste universo cultural con su lenguaje, sus significados, sus códigos, sus rituales, sus prácticas, sus tensiones y su complejidad, implica cuatro esferas interrelacionadas. En primer lugar, la esfera de su historia y de su genealogía cultural que nos remite a la gran nación guaraní. Hay varias versiones de la leyenda de la yerba mate: las más conocidas son las del cazador guaraní que salva a la luna y a la nube -curiosas visitantes de la Tierra- de las garras del yaguareté y recibe la planta de la yerba como recompensa celestial. En la otra, la Yarí no sigue al grupo, quedándose con su padre enfermo, haciendo todos los trabajos y quehaceres y asistiéndolo. La atención y la amabilidad extendidas a un anciano que llega de visita, termina logrando sin querer el premio divino: el bienvenido había sido el dios Tupá. Queda para seguir estudiando y analizando si la infusión era un estimulante nativo previo a los combates guerreros, como señala algún colonizador español, o si ya era un ritual social, como sugiere indirectamente Villanueva. El primer relato legendario refiere a la valentía armada, y el segundo a los buenos valores filiales: se entrecruzan planos temporales e interpretaciones en clave nativa y en clave cristiana-jesuítica.

En cualquier caso, la genealogía espiritual del mate conduce a los valores sociales más comprometidos de nuestra tierra: los que afirman a los humanos a la par de los dioses y de las fuerzas de la naturaleza y de la vida. En segundo lugar, la semiósfera del mate incluye una sociabilidad del mate, aspecto que probablemente sea el más reconocido y difundido folklóricamente. El mate es introspección y conciencia cuando uno está tomando sólo y es amistad, confesión, compañerismo, intimidad, cuando se lo toma acompañado. Psicoanáliticamente, el mate es catarsis, es desahogo, con un lenguaje propio que convoca y reúne, como el de “aprontar” unos amargos o unos dulces, según sea el gusto. No faltará algún clínico que también estudie el ritual como parte de la continuidad de la fase oral señalada por Freud y sus seguidores. En el encuentro matero, el diálogo se produce -casi siempre- entre iguales, condición que Jürgen Habermas ha planteado como esencial, en su Teoría de la Acción Comunicativa, para que se desarrolle una democracia efectiva. Por supuesto que, en una sociedad desigual y dividida en clases y oprimida por una serie diversa de injusticias y contradicciones, el contexto siempre limitará ese diálogo democrático por intermedio del mate. Por lo demás, la sociabilidad que genera este ritual no es una sociabilidad siempre angelical.

Villanueva cita aquí una frase profunda del libertario español Rafael Barret (1876-1910), quién a principios del Siglo XX escribió sobre la opresiva situación política y social en el Paraguay y en toda nuestra región. En una crónica titulada “Herborizando”, que forma parte de su obra “El dolor paraguayo”, Barrett comenta el conocimiento que el pueblo hermano, como todos los pueblos de la región, ha adquirido de la fuerza curativa de las yerbas del campo. Y sobre ésta farmacia natural está el mate, en cuya historia está todo lo bueno y lo malo. Amaro Villanueva cita desde aquí a Barret. Yendo al párrafo completo del militante social y literario español, nos encontramos con la totalidad de la idea:

...Sobre este comercio sutil entre los vegetales y la población -escribe Barret-, reina el mate como soberano de antiquísima estirpe. Por el mate se absorben casi todas las medicinas silvestres. Mediante el mate se enamora, se mata y se embruja. Un signo, un polvo, un pelo, bastan para lo irremediable. Y del fondo del Chaco, de donde un tentáculo de humanidad se hunde en el seno de la Esfinge, vienen fórmulas fatídicas. Si de pronto os hierve el cerebro y echáis gusanos por la naríz, u os acomete una dolencia igualmente monstruosa, recordad que blanca mano, trémola de odio, os ha ofrecido el mate. Todo lo bueno y lo malo de la historia está en el mate, comunión de labios y de ensueños, fetiche de una raza, oscura cáscara, hueca geoda en que duermen los siglos, fulgor inextinguible, calor de sangre que se pasan de palma en palma las generaciones. El mate lo ha escuchado todo, lo ha adivinado todo, confidencias terribles, esperanzas siempre abatidas, juramentos sombríos. Aplicadle el oído y percibiréis en él las mil voces confusas del inmenso pasado, como en el viejo caracol los rumores del mar...”

En éstas maravillosas e imprescindibles líneas de Barret probablemente no encaja el concepto de “siempre”. Con el mate obrero y popular podrá hablarse de algunas esperanzas abatidas, pero también de esperanzas renovadas, dignidades reafirmadas y derechos conquistados y otros por conquistar. En tercer lugar, debemos hablar del fetichismo mercantil del mate, del negocio no muy transparente de la yerba mate. Cinco kilos y medio promedio consume cada argentino de yerba mate al año dicen los estadísticos. Detrás del precio de cada paquete de yerba hay una historia de explotación social, como detrás de todas las mercancías en la sociedad capitalista. Al sacrificio de los trabajadores tareferos hay que sumarle la explotación del trabajo infantil. La historia oscura del negocio de la yerba mate incluye alguna complicidad empresarial con la última dictadura cívico-militar, y la contracara ha sido por ejemplo la valentía de un grupos de chacareros que se animaron a salir adelante, enfrentando a los monopolios y formando su propia cooperativa de producción, como es el caso de la Titrayju, nombre que expresa el anhelo de Tierra, Trabajo y Justicia.

¿BUSCAMOS UNA TIERRA SIN MAL?. ACTUALIDAD DE VILLANUEVA.

...Si la indagación se prolonga como lo esperamos,
no se desplegará, pues, sobre un eje lineal, sino en
espiral: volviendo regularmente a viejos resultados
y sin abarcar objetos nuevos más que en el grado en
que su conocimiento vaya a permitir profundizar en
aquel cuyos rudimentos solos fueron precedentemente
adquiridos...”
CLAUDE LÉVI-STRAUSS
Lo Crudo y lo Cocido”
Mitológicas I

La palabra hau significa lo mismo que la latina spiritus,
tanto el viento como el alma y más concretamente en
algunos casos, el alma y poder de las cosas inanimadas
y de los vegetales...”
MARCEL MAUSS
Sobre el espíritu de la cosa que se da (maorí)”
Ensayo sobre los dones”, en
Sociología y Antropología”

Al fetichismo económico, al consumo inconsciente o despreocupado de la explotación social, se le suma el fetichismo cultural: todavía hoy ciertas páginas turísticas siguen ocultando la genealogía nativa del mate. Con suerte, lo presentan como una infusión “gaucha y campera”. Bernardo Canal Feijoo (1897-1982) supo acercar el concepto psicoanalítico de “forclusión” al análisis dialéctico de nuestro folklore y de nuestra cultura. La forclusión hace referencia a lo profundamente excluido a nivel social y mental.

En cuarto lugar, está la potencia utópica de la sociabilidad matera, que ya anticipamos más arriba. Para la antropóloga finlandesa, Johanna Pohjola (n.en 1977), “el mate representa una utopía, un modelo ideal de relación social”. Su experiencia en Argentina y sus estudios la llevan a coincidir con aquello que Mantegazza afirmó un siglo antes de que ella naciera. ¿Qué espíritu, que imaginario cultural se expresa en una mateada?. En su libro “Los Guaraníes”, el Prof. Juan José Rossi explica con claridad el principio de igualdad y de solidaridad de esta cultura de Nuestra América-Abya Yala. Las maloka -dice Rossi- eran “casas comunales con principios éticos compartidos: igualdad, cooperación, distribución de recursos, alianza entre los hablantes del Avá ñée, su idioma”. En éste mismo trabajo, el antropólogo y docente radicado en Chajarí piensa en la búsqueda de la “tierra sin mal”, de su Yvy marä ey, que seguramente ha acompañado la larga y dura marcha de los sobrevivientes guaraníes. ¿No buscamos en el fondo lo mismo en cada mateada?.

¿Qué debemos hacer para que el mate deje de ser utopía social y pase a ser, paso a paso, el ritual de una sociedad soberana? ¿Cómo pasar de la utopía a la utopía concreta?. La conciencia del mate -el conocimiento crítico de su semiósfera- como parte de la concientización política, social y cultural debería ser un elemento fundamental del movimiento de movilización de fuerzas que apuntan a la descolonización y a la transformación estructural. No ha de ser casualidad que, como recordó el ex presidente de la Academia Nacional de la Historia, Miguel Angel De Marco, “el mate es el único rito que sobrevive intacto desde 1816”. Parece que nuestra costumbre cotidiana sobrevive para interpelarnos permanentemente sobre nuestros discursos de libertad, patria, soberanía, independencia y democracia.

La cuestión del mate y la forma en que las distintas clases sociales valoran y practican el ritual sería materia para otro estudio y otro debate. Ahí está un desubicado Carlos Bilardo amenazando con prohibir el mate en una radio y pidiendo que le chupen otra cosa. Ahí está la “Cheta” de Nordelta que en 2017 caracterizó como “bestias” a sus vecinos materos. Su indignación estética y moral recibió como respuesta un fuerte respaldo social a la tradición y una gran mateada popular frente a sus ojos irritables. Igualmente, como dice la catadora de yerba mate Valeria Trapaga, “los argentinos saben poco sobre el mate”. Amaro Villanueva está más vigente que nunca. En 2018, la Eduner sumó una reedición crítica de “El arte de cebar. El lenguaje del mate”, a las Obras Completas del cronista entrerriano que había editado en 2010. En abril de 2019, el CONICET difunde unas investigaciones que refuerzan la hipótesis del efecto preventivo del mate sobre el desarrollo del mal de Parkinson.

Mateando en Finlandia

FESTEJOS MATEROS Y EL IDEARIO DE ANDRESITO ARTIGAS

Siendo usted alto objeto de mi estimación, con alto
dolor mío dígole que usted no ha observado
celosamente las repetidas y terminantes órdenes que
le dirigí… Debió usted atacar y tomar San Borja sin
lástima...la clemencia debe empezar recién después
del momento en que esas armas fueron rendidas y no
antes...”
CARTA DE JOSÉ ARTIGAS A ANDRESITO, 1816, en
JUAN CARLOS SERQUEIROS,
¿Dónde está Andresito?”
esaviejaculturafrita.blogspot.com

Una Fiesta Nacional del Mate se realiza anualmente en Paraná: desde sus comienzos como encuentro barrial a fiesta turística municipal ha pasado mucho tiempo. Las fiestas entrerrianas necesitan recordar a los autores entrerrianos como Amaro Villanueva y deben darle prioridad a los artistas entrerrianos. La presencia artística debe tener un sentido cultural y educativo, además de festivo y turístico.

El Día Nacional del Mate fue instituido por el Congreso Nacional en 2014. Su conmemoración fue propuesta para el día 30 de Noviembre, en homenaje al natalicio del comandante federal guaraní Andresito Guacurarí Artigas. Si ésta saludable iniciativa folklórica no es acompañada por un proceso de cambio político y cultural profundo, corre el riesgo de ser la variante cínica de la misma política que arrasó con la organización popular misionera y artiguista, y que se llevó la vida del propio caudillo revolucionario guaraní. Villanueva recordó -en una nota titulada “Rasgo Criollo del Verso Militante”- las fiestas populares realizadas por las tropas de Andresito cuando ocuparon la ciudad de Corrientes. El intelectual gualeyo comparó estas fiestas de fraternidad en el marco de la lucha liberadora con las “fraternizaciones” del Ejército Popular de Yugoslavia, con los habitantes de los lugares que iba liberando. La práctica libertaria artiguista y la praxis de las milicias de la República Federal Socialista de Yugoslavia comandadas por el Mariscal Tito en épocas de la Segunda Guerra Mundial, unidas en el profundo y reflexivo sorbo de un mate (1).

II - DOS CONCEPCIONES DEL FOLKLORE Y LA TRADICIÓN

Cielito, cielito que si:
guárdense su chocolate,
aquí somos puros indios
y sólo tomamos mate”
BARTOLOMÉ HIDALGO, en
AMARO VILLANUEVA,
El arte de cebar”

Introduciendo la noción de estatuto de la palabra
como unidad mínima de la estructura, Bajtín sitúa
el texto en la historia y en la sociedad, encaradas a
su vez como textos que lee el escritor y en los que se
inserta, reescribiéndolos”
JULIA KRISTEVA
La palabra, el diálogo y la novela”, en
Semiótica I”

...De un mismo lenguaje se sirven diversas clases.
A consecuencia de ésto, en cada signo ideológico
se cruzan acentos de diversa orientación. El signo
deviene una arena en la lucha de clases”
VALENTÍN VOLÓSHINOV, “El marxismo y la
filosofía del lenguaje”, citado por
DESIDERIO NAVARRO
Semiótica y marxismo en la ciencia literaria:
hacia la pragmática”
Revista Casa de las Américas Nro 143,
La Habana, Cuba, Marzo-Abril de 1984

En una discusión sobre el problema nunca resuelto entre nosotros sobre el federalismo y las autonomías provinciales, Villanueva afirmó claramente que existen dos concepciones de las tradiciones y del folklore: la primera, íntima, profunda, crítica, creadora, abierta, movilizadora y liberadora; y la segunda, conservadora, cerrada y estática. Una tradición pública y popular, y otra oligárquica. El militante gualeyo realizó una interpretación propia de la línea político-cultural del PC. El semiólogo del mate publicó en febrero de 1947 -gobierno de Perón- unos apuntes sobre una conferencia dictada por Rodolfo Ghioldi, expresando que “finalmente, la opinión pública -no siempre bien informada en tal orden de cosas- tiene en esta exposición de Ghioldi una prueba evidente de la amplia comprensión y la sincera responsabilidad con que el comunismo argentino siente los más íntimos aspectos de nuestra tradición, pero de la tradición pública, colectiva, nacional de la patria, que es del hombre y de la tierra y, por lo tanto, creadora, liberadora y progresista, no la falsa, supersticiosa y estática tradición de las clases oligárquicas, recibida de los imperialismos sin más patria que la ventaja y el rédito”. Sólo un entrerriano comprometido como Villanueva podía darle posteridad a un discurso de Rodolfo Ghioldi. Los caminos de la hermenéutica son insondables.

Hay un intento de Villanueva, consciente o inconsciente, de ir más allá de la línea ideológica partidaria. El PC sostenía la línea “mayista” a la par de la historiografía liberal. Para esta línea, la revolución de Mayo de 1810 -como el triunfo urquicista en Caseros en 1852, como la política de Sarmiento y cía- significaban una “necesaria” modernización capitalista que sacaba a la Argentina y a la región del atraso feudal, constituyéndose además como la etapa previa a la teórica construcción del socialismo. Los historiadores nacionalistas -por distintas vertientes- venían cuestionando fuerte al mayismo y al liberalismo, como lo hemos visto en nuestros apuntes sobre Julio Irazusta y Fermín Chávez. Era difícil ubicar el sentido profundo de lo nacional en ese contexto. Sigue siéndolo hoy en el nuestro. Las ideas del marxista italiano Antonio Gramsci empezaban a dar sus primeros pasos en nuestro país: Héctor P. Agosti -director de los Cuadernos de Cultura del PC- promovía su difusión. Villanueva colaboró con Agosti: queda para el debate hasta donde pudieron llegar en esa apertura reflexiva y crítica sobre nuestra historia política, social y cultural.

En “Crítica y Pico”, el ensayista de nuestra tierra explicó las diferencias entre la poesía gaucha -la de Bartolomé Hidalgo y José Hernández- y la “gauchesca” -la de Hilario Ascasubi y otros-. En la primera, hay una expresión crítica sobre la realidad injusta y un compromiso político con los derechos del pueblo y con la necesaria lucha social. En la segunda, hay un juego folklórico de palabras, rimas y humor que difícilmente conduzcan a la soberanía popular. Por supuesto que Villanueva tenía claro que hay dos momentos políticos de Bartolomé Hidalgo: el primero, donde el poeta oriental da voz al espíritu popular que acompaña el movimiento abierto en mayo de 1810, y el segundo, donde Hidalgo queda pegado al nefasto centralismo porteño.

CAPATACES Y GUARDIAS DEL MONTE

No sin seguridad, no sin perspicacia, el escritor
Ricardo Piglia solía profesar que en doscientos
años de vida independiente, la Argentina había
inventado dos géneros literarios: el gauchesco y
el fantástico...”
ALFREDO GRIECO Y BAVIO
El padre de Fierro hacía periodismo”
Clarín, Revista Ñ, 23/3/2019

El cronista de Gualeguay se queda con el primer Hidalgo y nos propone pensar su actualidad. En el capítulo de “Crítica y Pico” titulado cervantinamente “El Ingenioso Hidalgo”, Villanueva afirma que, “lo cierto es que la actualidad de Hidalgo es consecuencia, más que de nuestra curiosidad intelectual, de la analogía de los problemas de su época con los que la nuestra plantea imperativamente, lo mismo en el orden local que en el universal, a las potestades creadoras del espíritu humano, solicitándolas hacia un esfuerzo concurrente y fecundo en favor de un destino más digno de la especie. Los mismos problemas y… ¡vuelta a empezar!. Porque al acercarnos a Hidalgo comprobamos, francamente, que no lo conocemos todavía, a pesar de constituir su producción en verso el antecedente de las obras más singulares de nuestra literatura. Lo que quiere decir, de otro modo, que hemos terminado por desconocer nuestra literatura. Desconocimiento que se refleja sobre nuestra vida política, por lógico paralelismo, sirviéndonos con signo negativo una nueva comprobación de las relaciones inevitables del arte y la sociedad”.

Estamos a tiempo todavía, nos decía Amaro Villanueva, y lo seguimos estando, si bien cada vez más apretados y ajustados por el régimen sistémico neocolonial. “Pero nunca es tarde -dice el estudioso del mate y de nuestra cultura-, sin embargo, para estos necesarios acercamientos al pasado, que más bien son reflexiones sobre nuestra conciencia social. Y nunca es tarde porque, afortunadamente los gérmenes fértiles del pasado se mantienen constantes a las posibilidades favorables del porvenir, así como los ríos, siempre renovados en su fuente original, son remotos y vecinos al mismo tiempo, según el sentido de la solicitud con que acudimos a su fecunda linfa”.

Hidalgo compone un “Diálogo Patriótico Interesante” entre Jacinto Chano, capataz de una estancia en las islas del Tordillo, y el gaucho de la Guardia del Monte, Ramón Contreras. El viejo Chano reflexiona crítica y sesudamente sobre las expectativas abiertas y bastante frustradas que había generado el cambio político operado el 25 de mayo de 1810:

...En diez años que llevamos
de nuestra revulución
por sacudir las cadenas
de Fernando el balandrón:
¿Qué ventaja hemos sacado?.
Las diré con su perdón.
Robarnos unos a otros,
aumentar la desunión
querer todos gobernar,
y de faición en faición
andar sin saber que andamos;
resultando en conclusión
que hasta el nombre de paisano
parece de mal sabor,
y en su lugar yo no veo
sino un eterno rencor
y una tropilla de pobres
que, metida en un rincón,
canta al son de su miseria;
no es la miseria mal son!”



ÉNFASIS, SENTIDOS Y CRUCES

...Cielito de abrir los ojos, si las verdades no ofenden,
por “los gringos que nos compran y los criollos que
nos venden”.
Aquí y afuera
la plutocracia merca con la bandera...
TIRSO FIOROTTO
Cielito siempre inconcluso del
Abya Yala”

No debe ser casualidad que Hidalgo puso estas reflexiones en boca del capataz de una estancia. El verso es inteligente y lúcido, habría después que analizar cada línea y el sentido de cada concepto: las confiscaciones de bienes que los grupos políticos dominantes realizaban a las facciones derrotadas en un momento dado pueden ser considerados robos, pero no se puede decir lo mismo de la acción popular directa que se tomó muy en serio el reglamento redistributivo de tierras que el artiguismo puso en marcha en 1815. En algún punto, el populismo estanciero de Hidalgo parece anticipar el discurso rosista, y por supuesto la poética hernandiana. En otras líneas interesantes, Hidalgo identifica a nuestro pueblo con sus culturas nativas y con el mate, y cuestiona el doble discurso colonial, el discurso de la civilización occidental y cristiana, cuando nos dice:

Cielo, los reyes de España
¡la p… que eran traviesos!
Nos cristianizaban al grito
y nos robaban los pesos”

Villanueva cita después a Juan María Gutiérrez, al que sigue en sus reflexiones sobre Hidalgo y la literatura nacional. “Chano y Contreras -dice Gutiérrez- son antiguos conocidos que no hemos visto jamás, miembros de la familia de cada uno, ausentes largo tiempo, devueltos al hogar por el hada benéfica que inspira al payador cuyos cantos son inmortales. Estos personajes que, sin dejar de ser gauchos, asisten a las comedias en los días solemnes de la patria y aperan su mejor pingo para lucirle en la plaza de la pirámide, establecen, apenas entran en escena, una serena cordialidad entre la campaña y el poblado, sin que sepamos cómo es que nos invade este sentimiento por todos los poros de nuestra sensibilidad. La fuerza y la causa de este vínculo son más poderosas que una red de ferrocarriles, porque son morales y se forman en el corazón”.

Nos deja pensando este extraordinario párrafo de Gutiérrez que rescató Villanueva. Parece que Chano y Contreras fueran dos voces que dialogan dentro de lo que Rodolfo Irazusta -siguiendo a Vicente López y Planes- denominó la corriente política de la independencia y la soberanía, que no ha dejado de luchar hasta hoy contra la corriente liberal -también con variadas voces- del progreso fácil, extractivo, consumista, especulador, saqueador y dependiente. Para nosotros, ese diálogo de los Chano y los Contreras hoy se torna más tenso: los gauchos militantes de la Guardia del Monte -los ambientalistas- levantan su voz de distintas maneras para poner un límite a la política de los capataces de estancia y a los dueños de las mismas, culpables del envenamiento, del cáncer, y de la expulsión monoproductiva que ultiman a nuestros pueblos. Lo peor es que algunos de esos capataces, también con un discurso socialmente inclusivo, han llegado a ser gobernadores de la provincia. Otros, quieren serlo, y otros, han llegado por la vía oligárquica a algún ministerio. No cualquiera llega a ser Julio Irazusta, José María Rosa o Fermín Chávez. Hay capataces políticos que hace rato se pasaron al partido del progreso fácil.

LA PROMESA Y EL INCONSCIENTE DEL MARTÍN FIERRO

...Las diferentes lecturas resultan de diferentes
elecciones y jerarquizaciones de códigos. La
elección y jerarquización de códigos es
condicionada por la situación comunicacional
social en que se produce la recepción. La
situación comunicacional social es un sistema
de condiciones socioculturales...”
DESIDERIO NAVARRO
Semiótica y marxismo en la ciencia literaria:
hacia la pragmática”

...Porque el gaucho Martín Fierro es el pueblo argentino
o el pueblo argentino es -nunca dejó ni dejará de serlo-
el gaucho Martín Fierro...”
AMARO VILLANUEVA
Sobre lo gauchesco y algo más.
Carta abierta a Ezequiel Martínez Estrada”

...En 1879 se publica la segunda parte del poema titulada
La vuelta del Martín Fierro”. Pero pareciera que la vuelta
fue tan larga que “el Fierro se nos fue entibiando”...”
LUIS BEL
Yo, no soy, el hijo de Hernández”
La Izquierda Diario, 11/11/2014

En sus debates con el folklorismo instituído de Leopolgo Lugones y Martiniano Leguizamón, entre otros, Amaro Villanueva nos abrió un camino que debe ser continuado y profundizado con todos los aportes críticos que se produjeron después. Con José Hernández le pasa algo parecido a lo que reflexionó sobre Hidalgo. Intenta rescatar lo popular en el trabajo del autor sin entrar a profundizar las contradicciones o tensiones -la complejidad- que puedan existir en su biografía personal y política y en los propios textos en sus contextos. Hoy, el semioanálisis -la potente combinación crítica de semiótica, antropología, psicoanálisis y teoría dialéctica- puede ayudarnos en este cometido, de la mano del pensamiento decolonial y la preocupación ecológica que radicaliza la problemática social. Es probable que el estudio de Villanueva cobre más valor y contundencia mirado en su conjunto que visto en sus ensayos particulares. Esto queremos proponer en nuestros apuntes.

Para el cronista de Gualeguay, el sentido esencial del Martín Fierro está en las ideas poéticas del final del poema hernandiano -cuando los personajes se cambian de nombre, se separan y se pierden en las multitudes buscando cumplir una promesa- y en la consigna de que “el fuego pa calentar debe ir siempre por abajo”. Para Villanueva, los personajes y los versos de Hernández van a integrarse, a fundirse en las luchas populares contemporáneas. La hipótesis es tan estimulante como provocadora: el propio autor se enfrentó, por ejemplo, a los críticos de la ideología del Fierro, tal el caso de Ezequiel Martínez Estrada. El tiempo, esa tardanza, hoy tal vez les da un poco de razón a los dos. El debate sobre el sentido o los sentidos de la obra de Hernández ha sido y es enorme: es imposible reducir o simplificar la complejidad del tema y la pluralidad de sentidos y discusiones que genera. Villanueva no plantea analizar la biografía política del autor del Martín Fierro, un poeta militante que escribió la primera parte de sus versos en el marco de la resistencia jordanista, y la vuelta en el contexto del ascenso roquista, al que adhirió como legislador. Tulio Halperín Donghi supo preguntarse sobre “los mundos” de ese periodista militante que se llamaba José Hernández y que escribió un poema gaucho que unos años más tarde, en el marco de un conservadurismo que enfrentaba las ideologías “extrañas” de los obreros “rojos” es ascendido a poema nacional.

Villanueva no profundiza sobre ciertas líneas racistas del Fierro contra el nativo y contra el negro. Tampoco en ciertos aspectos machistas. En ese sentido, el cronista entrerriano no fue más allá de su época. Lo que sí propone es pensar el rasgo “homérico” de algunos versos de Hernández, por ejemplo cuando éste dice que al indio hay que enfrentarlo firmemente porque tiene “el alma grande”. La violencia literaria homérica implica un reconocimiento de los valores del enemigo. Sólo eso. Escribió Hernández y cita Villanueva:

Debe atarse bien la faja
quien a aguardarlo se atreva;
siempre mala intención lleva,
y como tiene alma grande,
no hay plegaria que lo ablande
ni dolor que lo conmueva”

Después hay versos que, leídos a contrapelo, significan una valoración de las formas de vida o de resistencia de los sectores subalternos. En las tolderías hay más libertad que en la civilización, según ciertas líneas poéticas inconscientes del autor y el Moreno, hermano de aquel otro asesinado por Fierro borracho y grosero en un baile, da una clase de consciencia crítica sobre las contradicciones y las manipulaciones de la política dominante y de la ley manejada por los de arriba según sus intereses. El sentido esencial del Martín Fierro está en un semioanálisis profundo del poema, que Borges caracterizó además como novela. Villanueva transcribe parte de una carta que Mitre -Dios nos libre y nos guarde- le escribió a Hernández, agradeciéndole el envío autografiado de un ejemplar del Fierro, diciéndole que Bartolomé Hidalgo “siempre será su Homero”. Esa carta es absoluta y lamentablemente sintomática, más allá de que el autor de “Crítica y Pico” no lo diga. Ahí puede haber otro sentido esencial, por lo menos de la ideología del autor, más allá de la riqueza y la complejidad de la obra. Martínez Estrada afirmó que en la “ida” decide Martín Fierro y en la “vuelta” José Hernández. Julia Kristeva ha planteado pensar la pulsión semiótica y la sujeción simbólica. Hay que decir también, para ser honestos, que el intelectual entrerriano se equivocó al plantear una relación de continuidad histórica entre la Representación de los Hacendados escrita por Mariano Moreno en los albores de mayo de 1810 y el ideario del Martín Fierro. Su error, su límite, era el error de la línea “mayista” de su partido. En todo caso, si hay una coincidencia ideológica de fondo entre esa representación política morenista y el último Hernández, también liberal y conservador a un tiempo, ligado al roquismo, más allá de algunos matices que se puedan señalar. En 2019, la Editorial Docencia publica el decimocuarto tomo de las Obras Completas del poeta y periodista que supo militar en el federalismo y que vivió y se casó en Paraná. José Hernández, al igual que Amaro Villanueva siguen dando mucha tela para cortar.



HABLAR EN GUARANÍ, HABLAR EN ANGOLA, HABLAR EN CRIOLLO, ESCUCHAR A LA MUJER

. . . y arrojando su delantal sobre la mesa de los hombres dijo: Para
morirme de hambre trabajando, me muero de hambre sin trabajar”
JOSÉ PEDRONI
María de Alcorta”

Lo que Amaro Villanueva no acertó a decir en “Crítica y Pico”, tal vez lo dijo en otros escritos. La reafirmación de nuestra base cultural nativa está en el rescate de ese cielito de Bartolomé Hidalgo que nos define como “puros indios que tomamos mate” y en ese cuento maravilloso del cronista gualeyo titulado “Azucena Tamanduá” -uno de los puntos más altos de la literatura del autor, publicado en el diario El Litoral de Santa Fe, el 7 de agosto de 1943- donde la correntina enamorada le dice al mocito, “¡Cómo me gustaría poder hablar ahora en guaraní! Lástima que no lo sabés… Me parece que nos querríamos mucho más. ¿Cómo vas a querer a una muchacha sin conocer la dulzura del guaraní”. La valoración del legado de los primeros habitantes de nuestra tierra también se puede leer claramente en otro párrafo memorable de Juan María Gutiérrez que Villanueva colocó como cita a pié de página en su trabajo “El Ombú y la Civilización” (1955). Tomando a este árbol como signo del avance colonial y después criollo sobre la pampa -otra importante reflexión semiótica-, nuestro ensayista aclara con fuerza que la costumbre de plantar ombúes -primero en los cementerios- proviene de culturas nativas litoraleñas como la de los timbúes y otras. No se olvida Villanueva de reseñar el mito del Nalladigua, el árbol que conecta a las almas con los espíritus generadores de la vida. Nos dice que tanto colonizadores como criollos continuaron a su manera esta costumbre, que no se puede negar como práctica cultural nativa, “aborígen”, más allá de que “gravita sobre nuestra conciencia -dice el estudioso del mate- un prejuicio ancestral con respecto al desarrollo de las facultades intelectuales del indígena y al grado de cultura que poseía socialmente, al advenimiento de la conquista. Es un prejuicio que debemos desterrar de nuestra mente si queremos alcanzar el camino del verdadero conocimiento”.

A esa afirmación categórica, necesaria y con seguridad todavía interpelante, Villanueva la completa con una cita imprescindible de Gutiérrez (1809-1878). El investigador entrerriano hace una cita in extenso del brillante intelectual y político, multifacético, de la Generación de 1837, explicándonos que, “ya nos lo advirtió Juan María Gutiérrez en su meduloso ensayo sobre la Mitología de las naciones de raza guaraní, diciendo, los árboles no han perdido su lozanía, ni la flor de las pasionarias su fragancia (sic), ni las aves los iris de sus plumas, ni los ríos y cordilleras su majestad, en este suelo privilegiado del nuevo mundo. No ha sucedido lo mismo con el hombre y su historia es la del huérfano desvalido a quien la avaricia le arrebata su patrimonio y le apaga el hogar. Esta injusticia cometida en nombre de una civilización orgullosa de su poder, es tanto menos justificable cuanto que no ha querido tomarse en cuenta lo mucho que se debe al hombre americano en el ensanche de la esfera de los recursos con que esa civilización invade irresistible todos los ángulos de la tierra. Basta echar una mirada sobre el diccionario de la lengua castellana para advertir cuan copioso es el caudal de ideas, de usos y de objetos útiles al comercio y al bienestar del hombre, que debe nuestra antigua metrópoli al pobre indígena a quién exterminó el soldado y humilló el catequista durante esa matanza que se llama Conquista de América. Los puentes suspendidos, la hamaca higiénica y voluptuosa, mil ingeniosos aparatos para cazar y pescar, la canoa de una sola pieza, la atrevida jangada, el delicioso chocolate perfumado con vainilla, la papa que apacigua el hambre del proletario, la quina que mitiga el calor enfermizo de la sangre, la zarzaparrilla y el copaibo que habrían podido prolongar los días de nuestro primer fundador don Pedro de Mendoza, si hubiera aplicado estos simples remedios a las dolencias que adquirió dentro de los muros de Roma; la coca que restablece el sistema nervioso y vigoriza el espíritu tanto como el café, ¿no son éstos y otros muchos que omitimos, inventos y productos americanos cuyo uso aprendió el europeo en su trato con el indígena?. Si este hecho es innegable, tampoco puede negársele a los hombres del nuevo mundo la parte que les corresponde en la civilización a que hemos llegado, y esta participación exige con justicia una palabra siquiera de agradecimiento”.

Recordemos que Gutiérrez fue ministro de relaciones exteriores de la Confederación Argentina que Urquiza conducía y cuya capital fue Paraná. Excluído políticamente de su hogar porteño en el marco de los debates constituyentes de 1853, el caudillo entrerriano lo hizo nombrar convencional por nuestra provincia para esa reunión fundante de un nuevo orden legal. La dignidad y la coherencia de Gutiérrez lo llevaron a rechazar premios y obsequios del gobierno del imperio brasileño y de la Real Academia Española. La lucha por la independencia y la soberanía debían y deben ser tomadas con dedicación, responsabilidad política y sensatez. La reflexión sobre el idioma y nuestra expresión cobra un papel fundamental en el proceso abierto de construcción republicana: el castellano, recreado y transformado en nuestro continente, sigue aquí su larga lucha por emanciparse del latín. Villanueva nos señaló la necesidad de leer, releer y repensar el aporte de Juan María Gutiérrez y de los intelectuales de su generación.

Con respecto a los negros, el autor de “Crítica y Pico” tiene una crónica titulada “Los negros de Paraná” (“El Litoral”, 4/10/1942), donde rescata los valores, la amabilidad y el respeto de los afrodescendientes que han habitado nuestra región, y otra, donde piensa “No tener la voz como Gabino” (“El Litoral”, 18/10/1942), haciendo referencia a las cualidades excepcionales de ese payador legendario que fue Gabino Ezeiza, sin olvidar el sacrificio de los negros como milicianos de la guerra por la independencia sudamericana, y el aporte cultural de lo que hoy llamamos el Barrio del Candombe, en la zona de la Iglesia de San Miguel, en Paraná.

Por lo demás, hay un diálogo crítico con Hernández en el extraordinario poema “Escolástico Junco” (1943) de Villanueva, dónde la charla con aquel viejo héroe jordanista se transforma en una reflexión crítica sobre la realidad política y sobre nuestra conciencia colectiva. Al tiempo hernandiano de “lo que está por venir”, el miliciano entrerriano responde que “a lo que está por venir hay que ayudarlo a que venga”, y ésto un par de líneas después de haber repasado el diálogo patriótico del Chano y el Contreras de Hidalgo, donde el primero denunciaba la “tropilla de pobres” del país que decía pelear por la libertad. Previamente, Villanueva había sentenciado en este grito poético que “de tanto dejarse estar, estamos donde nos llevan”: una vuelta de tuerca sobre el “andar sin saber que andamos” del histórico poeta oriental:

...- ¡Qué tiempo, don Escolástico!
¡Pucha! Si aquello volviera...
- Los que tienen que volver
son los hombres que lo entiendan,
porque el tiempo es uno solo,
por más que le saquen cuentas...
"El tiempo sólo es tardanza,
Dijo Fierro, en otras épocas,
de lo que está por venir".
Y así estamos con la espera...
¡Si este tiempo es el de siempre,
pero perdido en sonseras!
Que si el caso se da así...
Que si de la otra manera...
Que si nos darán un alce,
Que si nos darán más leña...
Que qué pensará el ejército.
Que qué los que nos aprietan.
Que si no nos dejan votar...
Vamos a emplear la libreta.
Que si hay que elegir un hombre,
que si hay que elegir una hembra.
Que si estamos en el mundo,
que si estamos en América.
Que si nos acomodamos...
se va a acomodar la tierra.
Que si vendrá bien unirnos
o hacernos la... intransigencia.
Que si no será un peligro
tal o cual hombre que piensa.
De tanto dejarse estar
estamos donde nos llevan.
Pero ninguno se dice
si es por maulas o trompetas.
Mientras, por toda la patria,
le dijo Chano a Contreras:
- "Una tropilla de pobres
canta al son de su miseria".
- "¡No es la miseria mal son!"...
-"¡Qué ha de serlo, Villanueva!
Si a "lo que está por venir"
hay que ayudarlo a que venga,
como que hay que echar la vida
por delante y sin pereza.
Ya es tiempo de hallarle el filo
al cuchillo y la vergüenza;...”

La relectura de “Crítica y Pico” debería incluir éstos otros trabajos y aportes del autor, como por ejemplo aquellos apuntes donde repasa el sufrimiento y la lucha de las mujeres trabajadoras. Se destaca aquí, la valoración de la enorme figura de María Robotti, esposa de Francisco Bulzani, la “María de Alcorta” que el gran poeta santafesino José Pedroni eternizó en un poema que lleva ese título. Villanueva destacó que en “El pan nuestro”, el escritor de Santa Fe les dio el lugar que merecían en la historia a las mujeres del pueblo. María Robotti tuvo un fuerte protagonismo en la huelga chacarera de 1912 que hoy es considerada el hito fundante de la Federación Agraria Argentina. La apreciación que nuestro ensayista hizo de la obra del notable poeta vecino fue realizada en un prólogo titulado “José Pedroni, un poeta de la patria”, y publicado en 1962.


Para nosotros, el repaso del Martín Fierro debe incluir aquel capítulo que Hernández dedicó, en su “Instrucción del Estanciero” (1884) a la necesaria “Formación de Colonias con los Hijos del País”. Esta iniciativa política, sobre la que Fermín Chávez llamó la atención, no deja de estar limitada por la propia ideología y la militancia liberal-conservadora del autor, pero no por eso pierde valor como alternativa frustrada en aquel tiempo y pendiente hasta el día de hoy. Hernández aplaude la creación de colonias con los extranjeros que llegaban y aprecia mucho las 65 colonias que se desarrollaban por ese entonces en la provincia de Santa Fe -que avanzó en este tema, “prescindiendo de la intervención oficial de la Nación”-, pero se pregunta públicamente porqué los criollos no tienen la misma oportunidad. El futuro referente de la tradición argentina reclama la organización de media docena de colonias criollas en la Provincia de BsAs -aquí pone de ejemplo a San Carlos, en el partido de Bolívar- y afirma allí una serie de posiciones políticas importantes e interpelantes, como cuando dice que “ningún pueblo es rico si no se preocupa de la suerte de sus pobres”, interrogándose en seguida: “¿Qué hace el hijo de la campaña, que no tiene campo, que no tiene donde hacer su rancho, que no tiene trabajo durante muchos meses al año, y que se vé frente a frente con una familia sumida en la miseria?”. Unas líneas más adelante expresa que “donde hay hambre no hay honradez”, y si bien es entendible el sentido político crítico que quiso darle a la consigna, no deja de ser discutible. Se entiende, y coincidimos, la necesidad de reclamar una gran reforma política, pero está claro que probablemente la mayoría de las veces hay menos honradez en ciertos hogares opulentos. Hernández dice, sin vueltas que, “creemos, que por sí sola, es insuficiente la acción de la Policía, que por su naturaleza, se dirige mas a reprimir, que a prevenir los males”, y que, “es insuficiente también la mas rígida legislación sobre vagancia, porque ni esta es un delito en sí misma, ni la ley remedia nada, desde que no modifica la situación de los que por la naturaleza de los trabajos rurales, se encuentran sin ocupación, muchas épocas del año”.

El autor del Martín Fierro no quiere exclusiones. “Si el país necesita -nos dice- la introducción del elemento europeo, necesita también y con urgencia, la fundación de colonias agrícolas, con elementos nacionales”. Señala un camino de justo medio positivista: “a lo largo de las líneas férreas, o próximo a ellas deben fundarse colonias de hijos del país; dándoles tierras, semillas, herramientas, animales de la braza y en fin, cuanto con tanta generosidad y justo motivo damos a los colonos extranjeros. Así habría menos necesidad de la acción policial; así no habría necesidad de ley de vagos”. Una convicción se trasluce en éste anhelo: “muchos, muchísimos hijos del país, que carecen hasta de lo mas indispensable para su subsistencia y la de sus hijos, aceptarían con la mejor voluntad la provechosa oferta; porque el vicio, la holgazanería, no son dominantes en el país, ni constituyen el carácter de los hijos de la tierra; son accidentales, son impuestos por circunstancias que no está en su mano remediar—pero existe en todos el amor al trabajo, el deseo del bienestar, el anhelo por la comodidad de la familia”.

El inconsciente martinfierrista lucha contra el superyó roquista y le dice categóricamente a ese gobierno “ilustrado y progresista” del que forma parte que: “El lépero de Méjico—el llanero de Venezuela—el montuvio del Ecuador—el cholo del Perú— el coya de Bolivia— y el gaucho argentino, no han saboreado todavía los beneficios de la independencia, no han participado de las ventajas del progreso, ni cosechado ninguno de los favores de la libertad y de la civilización”. Hernández -un buen Jacinto Chano a esta altura- tiene claro el poder de las dos manos del Estado: “persígase al vicioso—castíguese al culpable, pero no hagamos culpables, por la violencia de las cosas, a los que no lo son por la naturaleza, ni por índole”, rematando: “las leyes penales buscan al delincuente para castigarlo; pero las leyes administrativas deben buscar al hombre honrado para ayudarlo”. Este profundo capítulo hernandiano debe estar presente en las relecturas de su poema nacional: se le escapó a Villanueva pero no se debe escapar a la refundación del sentido de nuestra tradición.

TERAPIA POÉTICA

Yo, sólo.
La noche jugando
a tus ojos”
Namura”
AMARO VILLANUEVA
Chafalonía” (1937)

...Polivalente, indecidible, infinito, el discurso amoroso es
para Kristeva también como la poesía, vértigo de
palabras, sujeto en proceso...”
DOUGLAS BOHÓRQUEZ

Julia Kristeva: teoría, proceso e interpretación del sentido”


El cronista entrerriano estudió la poesía criolla y después el lunfardo. En ambas vertientes del lenguaje popular argentino expresó también su capacidad poética, en la búsqueda de una conciencia común. “Lunfardópolis (1963)” tiene una serie de versos organizados como “Solos de Bandoneón”. En “Laburante”, Villanueva recordó la “esquena”, la espalda, de los que realmente le pusieron el “lomo” al progreso. El diario cotidiano del trabajador es bastante diferente a los otros diarios. Como un Berthold Brecht del lunfardo, nos dice:

...Fábrica, asfalto, cemento,
subte, palacio o convento,
de tu esquena son el diario...”

En el inicio de ese poema, el autor se quejaba de que

Sos el gil o laburante:
le agachás el lomo al yugo
con que te sacan el jugo
por el morfi y el fumante”

Se entiende la intención crítica, ¿pero no es discutible poner los conceptos de gil y laburante en la misma línea cultural? ¿No caemos así, sin querer, en la complicidad ideológica con cierta derrota social tanguera tan funcional al régimen dominante? ¿No puede ser, sin querer, esta idea funcional al zanganaje burocrático y político? ¿No puede serlo de la corrupción en todas sus formas? ¿No es funcional a la marginalidad delictiva? ¿No puede ser festejada en alguna cumbia villera?. La ironía puede ser una toma de distancia con lo injusto, pero también puede ser una resignación.

Claro que el escritor gualeyo apuntaba a otra cosa. Igualmente, generaliza cuando dice en “Andante Maestoso” que

...la política es grupo, tongo, quibe…
la democracia, estar en la pomada,
darle cortometraje a la gilada
y parriyar al grasa que se avive...”

“Quibe” es el prostíbulo. Es un interesante y tal vez necesario ejercicio pensar que palabras han sobrevivido del viejo lunfardo -en éste país cafiolo- y se han incorporado a nuestra vida cotidiana, y sobre todo, con que sentido usamos algunas expresiones, y que futuro tiene ese sentido. La dignidad social se expresa día a día de diferentes formas. En el cuento “La mano” de Villanueva, Don Israel no saluda al gobernador chanta y explotador. No fue cuento que nuestra abuela Blanca Pianello hizo lo mismo en Seguí con el gobernador Uranga un caluroso día de enero de 1961. Los haikus también inspiraron al poeta de Gualeguay: en sus “hai-cuises” -la marcha planetaria de los humanos completa su vuelta cultural- se incluye el que dice

...Pordioseros:
-Por Dios gozamos de vida…
-Por Dios, dadnos alimento...”

En la crónica “El arroyo avergonzado”, Villanueva le dice a Marcelino Román que allí, en el arroyo Antoñico de Paraná, seguramente tendrá motivos para inspirarse, y Román le contesta que, “hace mucho que vengo por estos lugares poco frecuentados por la piedad y la justicia humana y hace mucho que en mis versos digo estas cosas, no para entristecer la gente sino para despertar su protesta y llamarla al sentido de la justicia y de la esperanza”. En “Emancipadores”, que forma parte de los “Nuevos Sonetos Medicinales (1951)”, Amaro Villanueva deja estampado su ideario militante:

Si los obreros y los campesinos,
lo que se llama los trabajadores,
se reunieran un día sin tutores
ni jerarcas traidores y ladinos

verían que coinciden sus destinos
que, en esta sociedad de explotadores,
deben producir más, a los señores,
cada vez con salarios más mezquinos.

Entonces no andarían engañados
pidiendo leyes, créditos y favores
a la clase por quien son explotados…

Conociendo sus fuerzas superiores,
sabrían que son ellos los llamados
a ser sus propios emancipadores” (2)

Sigfredo Pastor
"Bandoneón Arrabalero"

III – LA CUESTIÓN MERIDIONAL ARGENTINA

...Personalmente creo que la palabra de orden
gobierno obrero y campesino” debe ser adaptada
en Italia así: “República Federal de los obreros y
campesinos”...”
ANTONIO GRAMSCI
Carta para la fundación de
L´Unitá, 12/9/1923

...No es un puro resultado del azar que la cultura
argentina haya arrinconado en el desván de los
trastos viejos todo un filón de pensamiento que
hacía depender de un federalismo efectivo la
posibilidad de constitución de una república
verdaderamente democrática...”
JOSÉ ARICÓ
La aceptación de la herencia
democrática”, en
La cola del diablo. Itinerario de
Gramsci en América Latina”, 1988

¿Qué no se ha dicho sobre la presunta fobia que
los provincianos tenemos a los porteños?...”
AMARO VILLANUEVA
El porteño que representó a Entre Ríos”


El revolucionario italiano Antonio Gramsci escribió sobre la “cuestión meridional” de su país poco antes de que el fascismo lo metiera en la cárcel, en 1926. Al incansable e irreductible escritor de los Cuadernos de la Cárcel le preocupaba la construcción de la unidad entre los obreros de la rica Italia industrial del norte con los campesinos del sur, de la zona meridional. La ausencia de una línea político-cultural en ese sentido había provocado la derrota del movimiento de los consejos obreros en 1920. El Partido Comunista se había fundado al calor de esa lucha, escindiéndose del Partido Socialista y enfocando su antena hacia la Revolución Rusa que, con la conducción de Lenin, había tomado el poder en 1917. Una serie de discursos ideológicos generados desde distintos lugares del poder dominante operaba contra esa unidad popular: partidos, prensa, educación, religión, tradiciones instaladas, prejuicios, todos contribuían a la división entre las clases oprimidas del Norte y las del Sur. El mismo Gramsci había iniciado su militancia juvenil en Cerdeña adhiriendo a la rebeldía regional contra las actitudes diferenciales y de predominio de la Italia continental. En Argentina, la cuestión meridional es la cuestión federal, es la eterna discusión sobre la relación entre BsAs y las provincias.

Amaro Villanueva tal vez fue la conciencia más lúcida sobre este problema dentro del pensamiento socialista: José Aricó subrayó la importancia de las posiciones y producciones del intelectual entrerriano en el marco de su militancia comunista. En la misma nota donde el estudioso del mate interpreta aquella conferencia de Rodolfo Ghioldi que comentamos más arriba -y nos habla de las dos concepciones del folklore y de la tradición- se explaya sobre el problema del frustrado desarrollo federal de nuestro país. Siguiendo creativamente al líder de su partido, el cronista gualeyo nos dice que esta cuestión “es el eterno tema argentino”, una “necesidad nacional insatisfecha”, y más claramente, “un antiguo problema no resuelto, enquistado y empedernido en el cuerpo de nuestra sociedad, a la que -falseando los planteos de ese problema- se la ha contraído (y contrahecho) en la vetusta estructura colonial, contrariando su original espíritu emancipador y su sana tendencia democrática”. Para Villanueva estaba claro que este profundo problema político era más que un problema electoral, incluso si la opción era democracia electoral -muy condicionada- vs dictaduras, que fue la lamentable opción que los argentinos tuvieron durante casi todo el siglo XX. Para el autor de “Crítica y Pico”, “la permanente actualidad de su debate constituye la más tremenda e irrefutable denuncia de las arteras maniobras con que las consecuentes oligarquías nacionales han colocado a la República en la vía muerta de la política exclusivamente electoral, para mantener demorada a nuestra democracia en sus preocupaciones iniciales, elementales, primitivas, es decir, detenida en el círculo vicioso de la contienda “cívica” entre la soberanía popular y el poder de facto, este nuestro cuasi derecho divino...”

Villanueva, en línea con Ghioldi, afirma que las antinomias porteños vs provincianos o civilización vs barbarie son variantes de la fórmula que impide ver el fondo económico del problema. Claro que el problema del centralismo es el problema de la concentración de recursos y de poder en BsAs: “la Revolución de Mayo, si independizó políticamente a los territorios del virreinato, no logró modificar su estructura económica colonial, es decir, la dura subordinación de sus pobladores a los absorbentes intereses creados de BsAs, de la oligarquía porteña, que cortó su cordón umbilical con España para vincularse a otras combinaciones comerciales más provechosas para ella”. Más adelante, Villanueva se apoya en Alberdi para explicar que el poder de Rosas era -en el fondo- el poder económico de BsAs. Esto, de todas maneras, no justifica el apuro por definir a Giuseppe Garibaldi -el aventurero y futuro patriota italiano aliado de los liberales antirosistas- como un demócrata. La no resolución de este desequilibrio estructural -más allá de las batallas que los pueblos del interior dieron, junto a sus caudillos- es el meollo de la crisis institucional casi permanente que afecta a los argentinos. Las formalidades políticas y legales seguirán girando en el vacío o en buenas intenciones si no se modifica realmente la estructura económica y social. Aquí, Ghioldi y Villanueva coinciden con Sampay. Afirmó el líder comunista -y publicó el cronista entrerriano- que, “por lo tanto, la voluntad de la constitución argentina, en materia de federalismo y de veracidad autonómica, se desvanece, no por razones jurídicas, si no por razones económicas”.


LA CUESTIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y CULTURAL DEL FEDERALISMO

...Habrá que restablecer, entonces, el contacto
espiritual perdido, o sumamente debilitado con
la llamada “generación del 37”, que ha sido la
que con mayor lucidez discriminó, entre nosotros,
inspirada por un constructivo ideal progresista,
los fundamentos esenciales de la sociedad
americana...”
AMARO VILLANUEVA
El Ingenioso Hidalgo”, en
Crítica y Pico”

El problema del desarrollo federal es un problema de masa, es un problema de todos, porque nos afecta a todos, y la solución política debe ser una solución de masa, afirma el semiólogo del mate. “Elevemos la capacidad económica de las provincias”, propuso Ghioldi. Villanueva aplaudió la conferencia e interpretó que, por este camino, el comunismo argentino sería “tradición y vanguardia” al mismo tiempo, y que ésta era la línea a seguir “en la gesta decisiva de la democracia en nuestro país”. En esa nota, Villanueva no lo dice, pero el problema federal además de ser un claro problema de economía política es un problema cultural: la unidad circunstancial detrás de un sello electoral nacional o la unidad de ocasión en ciertas protestas gremiales y sociales nunca terminó consolidándose como una unidad en la diversidad política y cultural, de clase trabajadora, de pueblo y respetuosa de las soberanías particulares federadas. Tal vez por ello, el escritor entrerriano buscó a lo largo de su obra unir la cultura gaucha del interior con la cultura del lunfardo urbano y capitalino, buscando forjar una conciencia crítica común de los sectores populares. Hoy podemos decir que Amaro Villanueva -a su manera y fragmentariamente, como Gramsci- abrió un camino de estudio y de reflexión histórica, política y cultural que quedó inconcluso y que es necesario continuar. La cuestión meridional argentina, política, económica y cultural sigue pendiente.

Villanueva luchaba contra ese prejuicio que nos distancia a provincianos de porteños. Elogiando a Juan María Gutiérrez que, como hemos visto, fue designado por Urquiza como representante constituyente de Entre Ríos en 1853, el ensayista de Gualeguay insiste en que somos todos argentinos “hasta la parte más escondida y sabrosa del caracú, que es el tuétano”. Previamente, su nota titulada “El porteño que representó a Entre Ríos”, se preguntaba sobre todo lo que se ha dicho de la “presunta fobia” que los provincianos tenemos de los porteños. La negación periodística y política -políticamente correcta- no podía disimular ciertas desconfianzas en la vida cotidiana. Dice Raúl Larra en “Amaro Villanueva y el idioma de los argentinos” que “mi trato con Amaro fue epistolar antes de que tuviera la suerte de conocerlo. Como buen entrerriano tenía sus prejuicios antiporteños. Y yo era para él el porteño a quien agredir llegada la ocasión. Me costó entrar en su intimidad...”. La lucha cultural y personal rindió sus frutos: el entrerriano Villanueva aportó el origen de la palabra “lunfardo” y fue uno de los fundadores de la Academia Porteña de ese lenguaje callejero.

De todas maneras, el lunfardista panza verde nunca dejó de marcar las diferencias positivas que la vida social en Entre Ríos tenía con otros lares. Juan José Manauta recordó en su introducción a la Obras Completas de Villanueva -titulada “Maestro”- aquella anécdota que comienza con un interrogante de éste:

-¿Ha visto usted alguna vez un judío con chiripá, bota de potro y facón al cinto? -le preguntó Amaro.
-No, jamás -contestó el porteño.
-¿Y un morenito, hijo del país, hablando en idish?
-No, tampoco -dijo el porteño.
-Entonces permítame que le muestre Entre Ríos, mi provincia.”

No se privó tampoco, en algún poema lunfardo, de ver al Obelisco porteño como un choclo. Escribió en “Avenida 9 de Julio”:

Eva metropolitana,
cuando morfó la manzana
y se agrandó en el mordisco,
le quedó un choclo del fisco
dragoneando de obra pública
y, en Plaza de la República,
otro choclo, el obelisco”

CATALANES, VASCOS, ENTRERRIANOS Y ARTIGUISTAS

Cuando destacó, con justicia, la integración de Gutiérrez a las filas de la Confederación Argentina que presidió Urquiza, el ensayista de Gualeguay calificó de “patraña” la idea de que entrerrianos y correntinos tuviéramos fama gratuita de “ser tanto o más regionalistas y separatistas que los vascos y los catalanes en España”, pero en otra nota sobre el extraordinario intelectual de la Generación de 1837 -titulada “La muerte del pez”- volvió sobre el tema de una manera más positiva, encontrando una relación histórica entre la lucha de esas comunidades oprimidas en Europa y los reclamos y convicciones federalistas en Argentina y en Sudamérica. La España franquista explicaba claramente la política histórica opresiva de ese Estado, y Villanueva pensaba que, “de haber tenido otro comportamiento, acaso por primera sorpresa habríamos encontrado cierta relación entre nuestro federalismo y el difamado separatismo de algunas provincias peninsulares, o entre nuestro siglo largo de vida independiente y el resurgimiento de la república en España. De haber tenido otro comportamiento, entenderíamos muchas cosas con toda claridad y sabríamos dar razón de algunas simpatías”.

El historiador y escritor oriental Juan Zorrilla de San Martín (1855-1931) había pensado algo parecido en su reflexión sobre las raíces del federalismo artiguista. Caído el Montevideo que dominaban los españoles en 1814 ante las tropas de las Provincias Unidas del Sur, el Virrey español Pezuela escribió a Artigas desde Perú convencido de que las diferencias del caudillo con BsAs lo acercaban a la restauración absolutista. Quedó desairado ante el tajante rechazo de Artigas a sus especulaciones. Zorrilla de San Martín ve un hilo de continuidad entre el “han engañado a usted y ofendido mi carácter cuando le han informado que yo defiendo a su rey”, del Protector de los Pueblos Libres, con el “nosotros, que valemos tanto como vos, e juntos valemos más que vos, os facemos nuestro rey y señor, con tal que guardeis nuestros fueros y libertades. E si non, non”, de las viejas Cortes de Catalunya y Aragón. En Octubre de 2016, el PSC -Partido de los Socialistas de Catalunya- presentó públicamente una propuesta para discutir una profunda reforma constituyente del Estado español que haga de éste una organización política federal y una “nación de naciones”. La presión independentista catalana fue la que sacudió el tablero. Las tensiones políticas no han permitido el avance del debate federal en la península ibérica. En Argentina y en el subcontinente latinoamericano nos debemos urgentemente un debate similar.

ARTIGUISMO Y MAOÍSMO

El obrero de los campos es el gaucho”
JUAN BAUTISTA ALBERDI

...Y me doblo, como un sauce…
Y sigue lloviendo en mi corazón
y sigue lloviendo, lloviendo, lloviendo…
lloviendo sobre el Yan-Tsé...”
JUAN L. ORTÍZ
En el Yan-Tsé”
El Junco y la Corriente”

Amaro Villanueva colocó al Reglamento de distribución social de tierras del artiguismo como hecho decisivo para distinguir “lo progresista y lo no progresista en la historia argentina”, siendo tan duro con la política hegemónica de BsAs -Asamblea de 1813, Congreso de 1816/1820, Ley de Enfiteusis rivadaviana- como con la traición de Ramírez a la Liga Federal. El apunte del autor de “Crítica y Pico” termina afirmando que, “el problema de la tierra en nuestro país sigue esperando un ensayo meduloso, como el que Mariátegui le dedicara en el Perú, pues aquel fraude prologal constituye, a mi entender, la clave de las desventuras pasadas y presentes que el pueblo argentino experimenta en su vida económica, política y social”. El camino propio dentro de la rígida línea partidaria lo llevó hasta Mariátegui: sobre el Che Guevara y la esperanza abierta por la Revolución Cubana (1959) no encontramos su opinión. En 1955, publica en los “Cuadernos de Cultura” unos apuntes sobre la “Poética de Echeverría”, donde relaciona -en otra cita a pié de página- las apreciaciones de éste referente de la Generación del ´37 con las ideas del líder comunista chino Mao Tse Tung. La revolución había triunfado en el gran país asiático en 1949 y el líder rojo coincidía a la distancia sosteniendo que la cultura nacional debe asimilar y filtrar la cultura progresista de los países extranjeros, porque “todo lo que pueda servirnos debe ser asimilado”. La expectativa que el maoísmo abrió como renovación del ideal socialista llevó incluso a nuestro Juan L. Ortíz a China en 1957 como parte de una delegación de artistas e intelectuales comprometidos. Nueve años después comenzaría la denominada revolución cultural y las diferencias cada vez más notorias entre los comunismos chino y ruso. El PC argentino no se movería de su órbita soviética. Una camada importante de teóricos y militantes se abría de esta formación política ante lo que consideraban una falta de apertura del mismo a las nuevas posibilidades revolucionarias que se estaban gestando en el mundo y en la región.

MICROHISTORIAS NORMALISTAS Y FEDERALISTAS

El camino propio que se forjó dentro de su partido, le permitió a Amaro Villanueva tomar distancia crítica de la figura de Domingo Faustino Sarmiento. En su crónica “El General Sarmiento visita Paraná”, no sólo plantea al ex presidente como figura más militar que educativa, sino que además, valora tanto las palabras de un combatiente jordanista como Escolástico Junco, como la coherencia del rector de la Escuela Normal de Paraná, George Sterns, que hizo retirar las tropas nacionales que Sarmiento había hecho apostar en la misma, mientras organizaba la represión a la rebeldía federal. El intelectual gualeyo era maestro normalista y entrerriano federalista en las filas del comunismo argentino. En su praxis personal intentaba la síntesis que nunca se había podido generar en la historia política de su país. Estas notas sobre las figuras eminentes del normalismo incluyen su estimación del trabajo de Jose María Torres en la “época de oro del normalismo”. Las precisiones sobre la conducta de Sterns y de Torres son un verdadero aporte de microhistoria. Villanueva comenta incluso la flexibilidad y la consideración de Torres con aquel joven estudiante que dedicaba sus noches al billar, y que ante la inquisitoria del rector, confesó que jugaba por el café con leche para paliar un poco el hambre, porque su pobreza lo hacía sobrevivir con lo justo en ese esfuerzo educativo. Nina Landreani nos ha animado a ver la riqueza y la complejidad de la vida cotidiana escolar más allá de los rígidos estructuralismos.


Al militante político y cultural de Gualeguay le preocupaba que “Entre Ríos no logra levantar la voz” en el concierto de las provincias argentinas. A nosotros también nos preocupa, y mucho, la alarmante falta de fuerza política multisectorial de nuestra tierra. Un poema dedicado a Ramírez también debe contarse como parte de la reflexión federal de Amaro Villanueva. Dijo en “Provocación”, dedicado “a Pancho Ramírez desde su pedestal”:

Parece que a la gloria no te le has animado
siendo que fuiste punta del valor de Entre Ríos…
Por ahí te quedaste, caído y despenado,
lejos del pedestal de tus hechos bravíos.

Dicen, de tu coraje recio y desparramado,
que en los hombres del Veinte corrió en escalofríos;
que al fiero Buenos Aires lo tuviste apurado;
que el litoral quedaba chico para tus bríos;

que hasta enfrentaste al chúcaro de la Organización
y, en soberano y rústico desplante de varón,
en su anca espantadiza la paseaste a Delfina…

Pues, entonces, levántate para este desafío:
bandea el río grande y la muerte vecina
y ven a disputarnos tu pedestal vacío” (3)

IV – LAS PREGUNTAS DE AMARO VILLANUEVA

Lo que queremos hacer
es hacer lo que queremos”
AMARO VILLANUEVA

Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta.
Siempre estamos escuchando una pedagogía de la
respuesta. Los profesores contestan a preguntas que
los alumnos no han hecho”
PAULO FREIRE

Nosotros caminamos preguntando. Vamos probando como
queremos que sean las cosas y si algo no funciona, lo
cambiamos, vamos construyendo sin dogmas. No
buscamos seguidores sino interlocutores. No queremos ser
vanguardia en la lucha contra el capitalismo, todo funciona
mejor cuando la gente participa y aporta.”
EZLN
Ejército Zapatista de Liberación Nacional


Entre el 22 de noviembre de 1943 y el 25 de diciembre de 1944 -en medio de la II Guerra Mundial-, Villanueva escribió una serie de notas en El Diario de Paraná que organizó como reflexiones sobre lo que podría venir “después de la guerra”. El único momento en que se interrumpió este trabajo fue cuando el gobierno militar del GOU intervino El Diario, entre mayo y octubre de 1944. Es notable la capacidad de anticipación desarrollada por el periodista y escritor gualeyo en estas páginas. Arrancó pensando el porvenir de las medias irrompibles y la liberación femenina de las piernas, siguió con los posibles negocios criollos frente al avance del turismo y empezó a tomar vuelo con “La civilización del aire” y “El sueño de la casa propia”. Anhelando un progreso de la técnica “administrado por la justicia social”, elucubró cierta luz almacenada con una pintura especial y un aparato que a la vuelta de la llave sería una “estufa que enfría”. Es muy interesante analizar que pasó después que el autor de “El Mate” redactara estas líneas, y además, volver a hacernos los mismos interrogantes en nuestros días.

Habló sobre la comida a domicilio y pensó “la evolución del arte de comer”, subrayando que “en América, el hambre es crónica desde la época de la conquista” y que en la Europa de ese momento ya estaban proyectando ciertas comidas químicas, incluyendo una “carne hecha de pulpa de madera”. Más adelante se preguntó, ¿Marcharemos sobre el estómago?, haciendo referencia a una frase de Napoleón Bonaparte que no perdía de vista la centralidad del abastecimiento y la alimentación de su ejército, y convocando a tomar conciencia de que la democracia debe también tener como objetivo desterrar el hambre en el pueblo. Villanueva se preguntaba aquí, como muchos dicen -por un lado- “no solo de pan vive el hombre” y creen después que una buena parte de la sociedad puede sobrevivir “de las migas”. Para el intelectual militante entrerriano, la democracia debía ampliar su influencia a los campos económico, social, cultural y por supuesto, a los aspectos “racial” y de género. “¿Hemos resuelto el problema social del pan?”, se preguntó -coincidiendo a la distancia con aquella preocupación libertaria de Piotr Kropotkin-. Es increíble y bochornoso que ochenta años después no podamos dar una respuesta afirmativa a esa cuestión esencial.

COMEDOR O CEMENTERIO. UNA LUCHA CONTRA EL TIEMPO

Él dice: pero estoy con hambre...Ella grita dolorida: !duerme,
niño molesto! Los dos se quedan en silencio en la
oscuridad, inmóviles. ¿Estará dormido? -piensa ella
despierta... En la negra noche los dos están despiertos.
Hasta que, por dolor y cansancio, ambos dormitan, en el
nido de la resignación. Y yo no soporto la resignación.
Ay, cómo devoro con hambre el placer de la revuelta.”
CLARICE LISPECTOR

La explotación es producción del tiempo de la dominación
contra el tiempo de la liberación”
TONI NEGRI
Tesis preliminares para una teoría
del poder constituyente”

Insistió el autor con otra nota que tituló “¿Nos libertaremos de la necesidad?”. Aquí escribió sobre la situación china, los insectos y algas de su régimen alimenticio, y la muerte por hambre que se cobraba millares de vidas. Se ilusionaba con “una organización agrícola y de alimentos de las Naciones Unidas”, y planteaba con fuerza que el mundo debía optar entre ser “un comedor o un cementerio”. En el primer cuarto del Siglo XXI, los informes de la FAO -la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- no son muy alentadores: el hambre en este mundo capitalista sigue aumentando. Las cifras dramáticas hablan de más de 800 millones de personas que padecen hambre y 150 millones de niños que sufren retraso de crecimiento. En Argentina -sí, en Argentina- hay un millón de chicos con hambre, según el estudio de la Universidad Católica. La FAO ha planteado con claridad la necesidad de poner fin al hambre -hambre cero en serio-, lograr seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible. Este plano de la realidad, lamentablemente no ha cambiado desde aquellas notas de Amaro Villanueva. El otro sí: hoy la soja transgénica sudamericana alimenta los cerdos de China y los supermercados asiáticos alimentan a una gran cantidad de entrerrianos y argentinos. Sobre la farsa del consumo bioquímico, tan alienante y enfermante en una sociedad agobiada, pueden verse -por ejemplo- los trabajos de Soledad Barruti. La autora de “Mal Comidos” y “Mala leche” nos ha dicho sin pelos en la lengua que “no están haciendo comer cosas que no necesitamos”, que “la industria alimentaria argentina nos está matando” y que el supermercado puede ser una emboscada del régimen dominante.


En “Tiempo de Juguete”, Villanueva se preguntó como serían los juguetes después de la guerra, y después de reflexionar sobre el “tiempo espiritual del juguete” cerró esa nota pensando en “la ilusión de tomar al tiempo de juguete y distraernos de la pesadumbre de ser juguetes del tiempo”. En otra columna planteó “¿cómo seremos los argentinos?”, animándonos a reflexionar sobre lo creemos ser, sobre lo que deseamos ser y sobre los otros pueblos creen que somos. Seguimos teniendo el desafío de diferenciarnos del simplismo infame de ciertos medios de información porteños que trasladan arbitrariamente sus propias contradicciones y su complejo de inferioridad liberal al resto de los habitantes de este país. Para el autor de “Crítica y Pico”, seguía latiendo el misterioso y genérico aforismo sanmartiniano que nos interpelaba a ser lo que debemos ser. “¿Cómo hablaremos los argentinos?” fue el título de otro artículo, donde volvió sobre los aportes de Juan María Gutiérrez y volcó otras intuiciones semióticas importantes, como cuando afirmó que “la renovación del idioma se da en consonancia con los ideales de transformación social”, y que la economía yanki era “la amenaza a la pureza del castellano en América”. Por otra parte, Villanueva pensaba que el poeta norteamericano Walt Whitman (1819-1892) “por su espíritu”, es “más nuestro” que algún escritor español como Luis de Argote y Góngora (1561-1627), y que no debemos esperar milagros, ya que los milagros “pueden hacerse a yunque y martillo”.

En “Suiza tendrá buenos puertos” valoró el desarrollo mercante de ese país confederal europeo a pesar de no contar con una geografía portuaria y jugó creativamente con la imaginación poética del francés Cyrano de Bergerac (1619-1655) que intentó elevarse colocándose frascos de rocío por todo el cuerpo, esperando que el sol hiciera el posterior trabajo de vaporizar el líquido. Como “la nafta anda a caballo y los caballos por las nubes”, la posibilidad argentina estaba -según el humor matero de Villanueva- en “ponerle pega-pega al ombú y que nos lleven los loros”. Las reflexiones del cronista se extendieron al ámbito del amor, preguntándose por las perspectivas del mismo: a la democratización en el tratamiento de los sexos, le sumó la posibilidad de una vida futura “más fría y esquemática” y una probable “pérdida de un poco de romanticismo” del asunto profundo del amor. ¿Qué son el amor, el deseo y el romanticismo en nuestra “sociedad líquida” y postmoderna?.

CELEBRACIONES, GUERRA Y POLÍTICA

El siglo XX fue un gran siglo para la política. El escritor
francés André Malraux decía que en nuestro siglo la política
fue lo que reemplazó al destino. Entonces el destino del siglo
es la política, y la tragedia del siglo es la política. Pero
se acabó el siglo. Y ahora ya no sabemos lo que es la política.
Somos ignorantes y estamos ciegos. Y como somos
ignorantes y ciegos, nos vemos librados a las fuerzas
materiales más poderosas, entonces hoy somos todos esclavos,
esclavos del mercado y de la Bolsa...”
ALAIN BADIOU
¿Qué es la política?
24/4/2000

En otras reseñas, el escritor de “Lunfardópolis” se preguntó, “¿Qué pronósticos veremos cumplidos?” y citó la pretensión del vicepresidente de los EEUU (1941-45), Henry Wallace, de “hacer que los pueblos entren al mercado libre”, sin olvidar “las camarillas del uno por ciento que explotan al pueblo” Otros interrogantes de sus columnas periódicas fueron “¿Celebraremos el carnaval?” -hoy importante negocio turístico-, “¿Cómo escribirán los poetas?”, “¿Cómo será la crítica literaria?” -pensando que profundidad y compromiso político no deben excluirse-, “¿Qué será de los versos de Carriego?”, “¿Contaremos con amigos del arte?”, “¿Cómo interpretaremos el Martín Fierro?”, haciendo hincapié como hemos visto más en la ética que en la estética del poema hernandiano y afirmando que el Fierro “es la revolución de mayo en verso”. No faltó la especulación sobre el peligro de una tercera guerra mundial. El mundo estuvo en vilo en 1962 con la crisis de los misiles entre EEUU y la URSS, pero la cosa no pasó a mayores. De todas maneras la “guerra fría” que esas dos superpotencias desarrollaron en todo el planeta -que fue su patio- tuvo una carga de violencia terrible en muchos momentos. Algunos piensan que fue una tercera guerra, y que hoy estamos en la cuarta, una guerra biopolítica y biotecnológica en la que los capitales imperiales disputan los “recursos” y la “vida” en cada centímetro de la Tierra.

En otra de sus notas, Villanueva se planteó “¿qué se entenderá por política?”. La cuestión tiene una actualidad estratégica extraordinaria. Ya no están, o no con la misma intensidad, la “previsión y la socialización” que eran parte de la intervención estatal en la economía y del estado benefactor que se impuso -ante la lucha obrera y popular global- después de la II Guerra, ni tampoco el anhelo de “un hombre para el puesto” en una sociedad igualitaria y técnicamente administrada. Hoy burocratismo y aplicaciones tecnológicas se suman para gobernar la vida cotidiana. Si es válida la búsqueda de una “real y sentida democracia” tal como expresaba el cronista entrerriano citando a Bernardino Horne, y la convicción de que la política debe ser “algo más que disputar el presupuesto”. Y siguen siendo meritorias las palabras del eminente mexicano Alfonso Reyes -citadas por Villanueva- quién dijo alguna vez que “el esfuerzo normal de la política es el de solicitar la realidad hacia un estado más maduro”. En nuestros días, hay que decir en voz alta que lo político no puede reducirse a lo electoral ni mucho menos a lo local-nacional.

Cuando comenzaba el Siglo XXI, el filósofo francés Alain Badiou dió un par de conferencias en Argentina: en una de ellas afirmó categóricamente que “el voto, entonces, no es un acto político. Es un acto importante, pero es un acto estatal. Y entonces hay que diferenciar al acto político del acto estatal”. Para Badiou, la acción política, la que permite realmente transformar la realidad en cualquiera o todas sus dimensiones, crea un espacio y un tiempo nuevos. Dice el intelectual francés que, “el acto político también crea espacio porque dice: "Voy a transformar a este lugar en un lugar político", es decir, voy a transformar una calle, una fábrica, una universidad. A ese lugar yo lo voy a transformar en un lugar político”, y que, “entonces, un acto político crea tiempo y lugares. Pero el problema es saber si actualmente nosotros queremos y si sabemos crear tiempo y espacios políticos”. Remata aquí con el gran desafío político de nuestro tiempo: “¿Es posible no seguir siendo esclavos del capital y del mercado? Esta es una definición posible de la política. Es decir, la posibilidad de no ser esclavos. Si la política existe verdaderamente, entonces la política es la posibilidad de no ser esclavos”. No se conocieron, pero Badiou y Villanueva estuvieron en la misma trinchera.

DOMINIOS DE LA TELEFONÍA. FUTURO DEL TRABAJO Y DEL CINE

Otra duda periodística cebada por la pluma gualeya se tituló “¿qué sabremos de la elocuencia militar?”, donde empezó a pensar “las organizaciones de propaganda a través de los dominios sin fronteras de la radiotelefonía”. Hoy, a la prensa del poder y a las operaciones de los servicios de inteligencia se le suman las batallas de los “trolls” en las redes sociales y sobre todo, la de los “hackers” en los sistemas de software que administran buena parte de la realidad y de la vida cotidiana. El control de la información es fundamental en la guerra biopolítica.

“¿Trabajarán las personas?” se preguntó Villanueva en otra columna de El Diario. A la necesidad de trabajar “para resolver las necesidades de todos” le agregó la hipótesis de que, en una sociedad organizada con justicia política y social, la jornada laboral podía “reducirse a seis o cuatro horas”. Los debates y las luchas políticas, gremiales y sociales contemporáneas actualizan el planteo de nuestro cronista. Lo dijimos cuando repasamos -en nuestros apuntes anteriores- el trabajo “La Argentina en la revolución de nuestro tiempo”, de Arturo Sampay: ya hay docentes, estudiosos y militantes que plantean las cuatro horas, como la filósofa alemana Frieda Haug, que propone la orientación de vivir cuatro horas de trabajo asalariado, cuatro horas de un trabajo para nosotros mismos, cuatro horas de cuidado y cuatro horas de trabajo para la comunidad o de trabajo político, como forma de rearticular los modos del hacer y la idea misma de lo común”. Por lo demás, André Gorz escribió “Adiós al Proletariado” en 1980 y Jeremy Rifkin hizo lo propio con “El fin del trabajo” en 1995: las polémicas desatadas no han concluído. En abril de 2019, el presidente de la doblemente castigada Venezuela bolivariana -por el imperialismo y sus secuaces, y por el burocratismo inaceptable-, Nicolás Maduro, decreta los viernes como días no laborables y la reducción de la jornada a seis horas.

“¿Cómo serán las películas de cine?” se preguntó en otra publicación. Impugnó ese cine cursi y ese cine violento, que son un mal ejemplo y que -en el caso del ultimo- “salpica de sangre hasta las mismas estrellas”, pero valoró al otro cine que podía ayudar en las “posibilidades educativas de las multitudes”. Imaginó “protagonistas nuevos” del cine algún día: los árboles, el río, las mujeres y los hombres reales y también las ideas. En 2019, “Roma” -una película producida para ser vista en internet- le da a México su primer premio Oscar. De la butaca al teléfono personal: el cine ha ido mutando y se ha democratizado, pero siempre de la mano del consumo gobernado.


MUERTE, NOBLEZA, BENEFICENCIA Y VIRTUD

“¿De qué moriremos?”, se preguntó nuestro autor en otra nota. Valoró aquí el avance de la penicilina e insistió en la posibilidad de eliminar el hambre. Esa sociedad del bienestar que conjeturó lo hizo recordar una anécdota de aquel vecino nonagenario de Nogoyá que sorprendió al visitante con la noticia de que en ese pueblo había unas cuantas personas longevas, y que “vivimos hasta que nos cansamos”. Con humor, Villanueva habló después de aquel que perdió su cabeza pero que recibió un zapallo como implante: el “cabeza de zapallo” fue ascendiendo después en sus “posiciones públicas”. La ciencia ficción viene dando algunas respuestas al interrogante sobre la muerte: sólo basta mirar, por ejemplo “El hombre bicentenario” o “Real Humans” o la serie francesa “Osmosis” o quedar con la boca abierta y una sonrisa asombrada con el final del capítulo “San Junípero” de la serie “Black Mirror” en Netflix.

El estudioso del mate se planteó la lucha futura “por la libertad de morirse”. En nuestra época, los debates por la eutanasia vienen siendo cada vez más importantes, especialmente en Europa. También se preguntó si “¿habrá títulos de nobleza?” y recordó a Voltaire cuando éste dijo que “cuánto más libre es un pueblo, menos ceremonias usa”. Sin preocuparse mucho por Voltaire, la argentina Máxima Zorroguieta accede al título de reina consorte de Holanda en 2013. Sin muchas ceremonias, las monarquías de los países nórdicos europeos han visto como la política socialdemócrata los ha conducido a los más altos estándares de bienestar social. Noruega encabeza en 2018 el Indice de Desarrollo Humano de la ONU.

Otros de los textos de Villanueva se tituló “¿Cómo será la beneficencia?”. En éste trabajo, planteó que si la tendencia de la masa social es no hacer el mal, “es estar de parte del bien”, ¿porqué no todos lo practican?. Su reflexión ética lo lleva a firmar que “el hombre es bueno pero necesita disponer de los medios que le permitan hacer el bien”. Citando a un conservador como Monseñor De Andrea, cuestionó una idea de beneficencia que “hace hospitales con los donativos de los explotadores”. Para que todos seamos benefactores en un marco de justicia, la sociedad debe desarrollar la “capacidad para ejercitar la virtud”. Con la llegada del peronismo al gobierno en 1946, Evita disolvió la “Sociedad de Beneficencia” coincidiendo así con Villanueva, sin olvidar de que éste -como militante comunista- estuvo en la vereda de enfrente del peronismo. En 1981 se publica la primera edición del libro de filosofía moral comunitarista “Tras la Virtud”, del escocés Alasdair MacIntyre.

PRIMEROS DE MAYO y LANGOSTAS POLÍTICAS. CAMBIAR EL 25 de MAYO

“¿Celebraremos el 1ro de Mayo?”, se preguntó el cronista, y nos instó a no olvidar nunca a los mártires obreros de Chicago que encabezaron la lucha por las ocho horas de jornada laboral. Ese 1ro de Mayo de los trabajadores debe acompañar, en Entre Ríos, los homenajes a los 1ro de Mayo federalistas, tanto del Pronunciamiento de Urquiza como el de la Sanción de la Constitución Nacional. Citando como siempre a Gutiérrez, el poeta de “Escolástico Junco” nos dice que “la República, en sus tradiciones gloriosas, tiene una cadena de sucesiones que ha llegado hasta nosotros”. Hoy tenemos que volver a pensar esas tradiciones gloriosas. Por lo demás, nuevos reclamos sociales empiezan a sumarse en los 1ros de Mayo obreros, impidiendo que éstos sean sólo un feriado turístico o dominical: mujeres, precariado, inmigrantes, latinos, jornada laboral, renta básica se suman a los reclamos tradicionales de mejores salarios y dignidad en el trabajo.

“¿Nos seguirá invadiendo la langosta?”, interrogó Villanueva, con un fuerte sentido de ironía política. La lucha contra esa plaga “era una excusa administrativa para distribuir empleos a diestra y siniestra”. La proliferación de “langosteros” era tan o más alta que la de las langosta, y coincidía con los “veranos electorales”. No está claro si hemos derrotado a esa tozuda calamidad política.

“¿Qué significación tendrá el 25 de Mayo?” se preguntó nuestro autor en otra entrada estimulante y provocadora, de una enorme profundidad histórica, política y pedagógica. Para el periodista, ensayista y poeta entrerriano, lo que nos corresponde “en tiempo de revoluciones a diestra y siniestra” es “discriminar los valores permanentes de la Revolución de Mayo, si es que los tiene”. La aplicación de los “principios de Mayo” necesita “de nuestro esfuerzo y de el de las generaciones venideras”. Parece que falta bastante todavía para superar la imagen conservadora de la damita rica y el caballerito porteños festejando en el cabildo de la capital rioplatense y poder plantear la real dinámica histórica de lo que hemos denominado en otro trabajo como “las máscaras de mayo y la revolución de los pueblos”.

Para ayudar a cambiar el discurso del 25 de Mayo, Villanueva se apoya en un extraordinario y lúcido análisis de Juan Bautista Alberdi. El tucumano discutía con fundamentos las categorías liberales de “civilización y barbarie” y afirmó que una causa se define por su “tendencia”, es decir por su contenido político y sus objetivos. En nuestra patria grande, al principio de la revolución de 1810, interroga Alberdi, “¿con quién estaba la gente más rica, más noble, más bien educada de la sociedad americana? Con el rey y por el rey. ¿Quién sostenía el noble pendón destinado a quedar señor del nuevo mundo? Los criollos, los colonos, los libertos, todo lo ínfimo, lo secundario, lo oscuro”. ¿Ha cambiado mucho esa dialéctica entre gobiernos y pueblo, entre los partidarios del progreso y la riqueza fáciles y los que luchan cotidianamente por justicia, soberanía y dignidad?.

RAZAS, IMPERIALISMO Y EXTRADICIÓN. LA CUESTIÓN FEDERAL GLOBAL

...Europa morirá como proyecto político a menos que consiga
refundarse sobre nuevas bases. Su estallido entregaría,
todavía más, a los pueblos que la componen en la actualidad
a los riesgos de la globalización, como despojos que lleva la
corriente. Su refundación no garantiza nada, pero le da algunas
oportunidades de ejercer una fuerza geopolítica, en su beneficio
y en el de los demás, a condición de atreverse a afrontar los
enormes retos de un federalismo de nuevo tipo…”
ETIENNE BALIBAR
Europa, ¿crisis y fin?
Rebelión.org, 28/5/2010

“¿Qué sentido tendrá el día de la raza?”, interpeló nuestro autor en otra columna, en la que pensó el paralelismo entre el Día del Imperio de los británicos y el 12 de Octubre hispano. En ambos vio “el espíritu latente de hegemonía”. Su acercamiento al pensamiento gramsciano y subalterno no podía encontrar mejor camino que éste. Sin deconstruir todavía el concepto de “descubrimiento de América”, el intelectual entrerriano evaluaba el absurdo de festejar un día de la raza en un país que pretendía ser un “crisol de razas”. Los estudios decoloniales y contrahegemónicos hoy tachan no solamente el festejo del 12 de Octubre sino también los propios concepto de “descubrimiento”, “raza” y “razas”. Ese publicitado crisol -sería mejor decir crisol de culturas- hoy se ha vestido de “día de la diversidad cultural”, aunque sin mucha convicción, y no en la fecha más oportuna para la convocatoria.

“¿Se ampliarán las reglas de la extradición?”, pensó también Villanueva. En esta nota repasó ideas de Alberdi nuevamente y de Mariano Moreno. Del autor de las “Bases”, rescató la profunda filosofía del derecho que se desarrolla en su obra “El crimen de la guerra”, contraponiendo ésto a la idea del alemán Bismarck de que “el hecho prima sobre el derecho”. El ensayista de Gualeguay planteó enseguida la necesidad de pensar la ampliación del concepto de criminales de guerra “a los que lo hayan sido potencialmente”. Con Alberdi coincide en que el despotismo debe ser considerado un crimen, y apunta que “a mejores costumbres, mejor derecho”. En 2019, el fundador de Wikileaks, Julián Assange, es perseguido y amenazado con la extradición por el hecho de informar sin censuras: el concepto no se amplía.

En otro texto brillante, Amaro Villanueva preguntó públicamente si “¿Vendrá el federalismo universal?”. Aquí subrayó que el hombre, como el árbol, “tiene raíces en la patria que ama y follaje en la atmósfera planetaria”. Repasó la lucha entre centralismo y federalismo en Argentina, reconociendo que la misma “no ha llegado a su término” y que esta cuestión se ha desarrollado en forma parecida “en todas las naciones”. Para el escritor de nuestra tierra, debemos ser federalistas “en el orden interno y en lo universal”. No ha habido muchas novedades en ésta “cuestión meridional global” pero los bloques geopolíticos siguen en formación y en movimiento. Doscientos estados oprimen a más de cinco mil naciones, ha dicho el vasco Karlo Raveli. Una de esas naciones que luchan por su reconocimiento es la nación kurda: su líder, Abdullah Occalan ha escrito desde la cárcel -tal como lo hizo Gramsci- la necesidad de pensar y luchar por la autonomía social, la pluralidad cooperativa y el “confederalismo democrático” multidimensional. Es imprescindible sumar la lectura del pensamiento político de Occalan, como los históricos discursos de nuestro Alejo Peyret a trabajos como el de Alvaro García Linera sobre plurinacionalidad y federalismo. El capítulo “la dimensión multinacional o multicultural de la comunidad política” que el sociólogo y dirigente boliviano incluyó en su estudio “Autonomías indígenas y estado multinacional” es una joya de reflexión política necesaria e ineludible. Este aporte es parte de su libro “La potencia plebeya”, que puede leerse libremente en internet.


TOXINAS DE TODO TIPO. DEMOCRATIZACIÓN EDUCATIVA. LLEGAR A LA LUNA

...Finalmente, los hechos que conmueven al mundo
no conmueven los espíritus. Y los que nada habían
previsto, nada aprenderán con lo que está sucediendo
en todas partes a nuestro alrededor. Hasta que la
humanidad no abandone su falso dios del progreso
necesario, para volver a la creencia en una voluntad
libre que puede influir bien o mal en las circunstancias
absolutamente determinadas, no podrá dominar los
acontecimientos cuyo peso la oprimen ahora”
JULIO IRAZUSTA
Las revoluciones del mundo”, 19/10/1931, en
El pensamiento político nacionalista.
El estatuto del coloniaje”

“¿Desaparecerá la vejez?”, se preguntó el periodista en otra publicación de esta serie que denominó “Después de la Guerra”. Comentó en estas líneas una idea del higienista paraguayo Prudencio Mendoza que pensó a la vejez como “una intoxicación curable por toxinas microbianas”, y que enfrentándola se podría vivir tranquilamente cien años “sin sufrimiento”. A ésta especulación médica, Villanueva le agregó una reflexión política y sociológica: el desgaste de las mujeres y hombres en su trabajo cotidiano es una verdadera “toxina del organismo social”. La autoayuda psicológica y los avances en las ciencias de la salud no podrán hacer mucho si no avanzamos en la transformación política del régimen de explotación social en el que vivimos. Puede sumarse, según el crítico gualeyo, el cuidado de las “toxinas espirituales y amorosas”.

“¿Aún se estudiará Geografía?”, se preguntó también, confesando su aversión a los límites y citando a William Heaford quién dejando volar su imaginación geopolítica anticipaba una serie de confederaciones regionales en Europa y dos repúblicas en Nuestra América, una al norte y otra al sur. En “¿Lograremos la paz permanente?” pensó, con Baldomero Sanín Cano, que tal vez los males del mundo moderno tuvieran un poco que ver con cierta educación basada en la cultura clásica y su heroísmo guerrero.

Villanueva se planteó después si “¿se democratizará la enseñanza?”, afirmando que la liquidación del analfabetismo “apenas representa un primer paso” del desarrollo educativo, social y democrático. Repasando a Esteban Echeverría, escribió que era importante “fundar creencias para estructurar hondamente la sociedad democrática” y siguiendo aquí también a Juan María Gutiérrez, reflexionó sobre la importancia de “desentrañar la relación entre doctrina, métodos y la disciplina oficial”, es decir, “el sello con que los gobiernos se proponen marcar el carácter de los que, a pesar de estarles sometidos, han de manejar algún día las riendas de la opinión pública”. En nuestras días, este planteo se engancha con la idea gramsciana de una gran reforma intelectual y moral y con la pedagogía de la autonomía y de la esperanza de Paulo Freire. Sigue pendiente la democratización educativa en sentido integral, empezando por las políticas educativas, y siguen pendiente la diferenciación justa de los conceptos de democratización y de demagogia.

“¿Nos encontraremos en la luna?” se preguntó Villanueva en el final de ésta serie de notas en El Diario, veinticinco años antes de la hazaña aeroespacial. El cronista veía que en las bombas-cohete y bombas-robot que se arrojaban en la II Guerra había una posibilidad futura de “trasladarse de Berlín a la Luna” y comentaba que “la Sociedad de Astronomía de Londres tenía listo un proyecto para hacer el viaje a la Luna”. Jugaba con un “vaticinio imperialista interplanetario” de Oswald Spengler, quién redujo el progreso de la aviación “al anhelo humano de fuga de este mundo traidor”. El 21 de Julio de 1969 los astronautas norteamericanos Neil Armstrong y Edwin Aldrin -tripulantes de la “Apolo 11”- pisaban el satélite terrestre. Amaro Villanueva falleció en Bs As el 5 de Agosto de ese año. La conciencia de los riesgos de ese progreso sin frenos empezaría a despertarse después, en 1984 con el desastre químico en la ciudad india de Bophal y en 1986, cuando explotaron el cohete Challenger y el reactor de la ciudad de Chernobyl. Toda la humanidad había perdido en esa guerra no tan fría pero tal vez no se había dado cuenta (4).


Prof. Mauricio Castaldo
María Grande, Entre Ríos
14 de Abril de 2019

NOTAS:

(1) La biografía de Villanueva, por Guillermo Mondejar, “El Criollo Universal”, en Amaro Villanueva, “Obras Completas”, Paraná, Editorial Uner, 2010, Tomo III, pp.779-803. Todas nuestros apuntes sobre el cronista gualeyo fueron tomados de esta obra completa de tres tomos editada por la Uner. Sobre nuestra infusión sagrada, A.Villanueva, “Las cosas nuestras. El arte de cebar. El mate a través del arte. El lenguaje del mate. La boca del mate. Noticias lexicológicas”, en ob.cit, Tomo I, pp. 83-477. Los conceptos de Sebeok, en Paul Cobley y Litza Jansz, “Semiótica para principiantes”, BsAs, Longseller, 2004, pp. 119-129. Hay versión en internet. Unos apuntes sobre Lotman, en Tito Pérez Martínez, “La semiósfera, semiótica de la cultura y el texto”, enhttp://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/cgibin/library.cgic=co/co014&a=d&d=HASH4e78991b148db9b2b34d31.11.2 . La traducción de la “Semiósfera” (Tomo I) de Lotman a cargo del cubano Desiderio Navarro puede verse en http://culturaspopulares.org/populares/documentosdiplomado/I.%20Lotman%20-%20Semiosfera%20I.pdf . Sobre el origen de la palabra “pava”, ver A.Villanueva, ob.cit, Tomo I, pp.201-203. Sobre Mantegazza y el comunismo matero, mismo tomo, p.173. Las nociones de “agua cruda y quemada”, ob.cit, pp.222-223. La anécdota de Gudiño Kramer sobre el mate con agua de lluvia, ídem, pp.234-235. El “prikuski” en la p.254, el termo democratizador en pp.212-215. El capítulo “Herborizando” de Rafael Barret, en “El dolor paraguayo”, Montevideo, 1911, pp.22-23: versión web completa en http://www.cgtmurcia.org/cultura-libertaria/anarkobiblioteka/memoria-libertaria/biografias-y-recopilaciones-hombres/1238-rafael-barrett-el-dolor-paraguayo-y-otros-textos . Sobre el consumo promedio de yerba en Argentina puede leerse “El consumo de yerba mate en Argentina está estancado desde hace diez años”, Infocampo, 26/9/2017, en https://www.infocampo.com.ar/el-consumo-de-yerba-mate-en-argentina-esta-estancado-desde-hace-diez-anos/ y habría que seguir evaluando su estancamiento o retroceso ante el ajuste económico gubernamental. Sobre empresas y dictadura, ver por ej. “Juicio Las Marías: como hace 44 años el poder protege a Adolfo Navajas Artaza”, Anred, 6/7/2018, en https://www.anred.org/?p=99194 . Sobre la lucha de Titrayju, ver Darío Aranda, “La yerba de la resistencia”, Página 12, BsAs, 19/10/2003, en https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-26992-2003-10-19.html . Las nuevas hipótesis antropológicas: Johanna Pohjola, “El mate representa una utopía, un modelo ideal de relación social”, Misiones, El Territorio, 27/7/2014, en https://www.elterritorio.com.ar/el-mate-representa-una-utopia-un-modelo-ideal-de-relacion-social-9527963645305392-et . El aporte del Prof. Rossi, en Juan José Rossi, “Los guaraníes”, BsAs, Galerna, 2010, pp. 11-12. Agradecemos también al Prof. Carlos N. Ceruti sus aclaraciones sobre los comentarios del conquistador Hernandarias y el mate como estimulante guerrero para los guaraníes, y sobre el desarrollo post-jesuítico de las leyendas de la yerba mate. La continuidad histórica de la costumbre, en Miguel Angel de Marco, “El mate es el único rito que sobrevive intacto desde 1816”, Clarín, BsAs, 2/7/2016, en https://www.clarin.com/sociedad/mate-unico-rito-sobrevive-intacto_0_S1ZPv7S8.html . La desubicación mundial de Bilardo, en “El exabrupto de Carlos Bilardo al aire por un mate: "¿Por qué no me chupas el p... mejor?", Uno E.Ríos, 1/8/2017, en https://www.unoentrerios.com.ar/show/el-exabrupto-carlos-bilardo-al-aire-un-mate-por-que-no-me-chupas-el-p-mejor-n1443982.html . La respuesta de Tirso Fiorotto, “Desagravio a la bebida gaucha”, Uno E.Ríos, 3/8/2017, en https://www.unoentrerios.com.ar/hoy-hoy/desagravio-la-bebida-gaucha-n1444902.html . La “cheta” de Nordelta y el recuerdo de Hernandarias, en Alan Gerónimo, “La cheta de Nordelta, los mates y el mal gusto”, BsAs, La Izquierda Diario, 9/11/2017, en http://www.laizquierdadiario.com/La-cheta-de-Nordelta-los-mates-y-el-mal-gusto . La respuesta popular: “Miles de personas realizaron una mateada contra "la cheta de Nordelta”, en El Patagónico, 12/11/2017, en https://www.elpatagonico.com/miles-personas-realizaron-una-mateada-contra-la-cheta-nordelta-n3049061 . La crítica de Valeria Trapaga, en “Los argentinos saben poco sobre el mate”, Rosario, La Capital, 6/10/2016, en https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/los-argentinos-saben-poco-el-mate-n1257675.html . Sobre la fuerza del mate contra el Parkinson, ver “Un estudio demuestra que la yerba mate causa un efecto preventivo en el desarrollo del Parkinson”, Télam, 3/4/2019, https://www.telam.com.ar/notas/201904/346662-un-estudio-demuestra-que-la-yerba-mate-causa-un-efecto-preventivo-en-el-desarrollo-del-parkinson.html . Las fiestas populares de liberación de Andresito y el Mariscal Tito, en A.Villanueva, ob.cit, Tomo I, p.622.-

(2) La nota de Villanueva sobre Rodolfo Ghioldi y las dos concepciones de la tradición, en A.Villanueva, “Federalismo y autonomías provinciales”, en Obras Completas, Tomo II, pp. 237-238. La posición sarmientina de la historiografía comunista, en Leonardo Paso, “Caudillos, Historia y Folklore”, en “Cuadernos de Cultura”, Nro 4, BsAs, Marzo-Abril 1968. Las introducciones al pensamiento y la obra de Villanueva, por Sergio Delgado, Claudia Rosa, Guillermo Mondejar y Pablo Ansolabehere, en “Obras Completas”, ed.cit, Tomo I, pp.15-71. Los apuntes del gualeyo sobre Bartolomé Hidalgo, Juan María Gutiérrez y José Hernández, en A.Villanueva, “Crítica y Pico”, Ob.cit, Tomo I, pp.489-634. La carta de Mitre a Hernández en ob.cit, Tomo I, p.542, y en https://es.wikisource.org/wiki/Carta_de_Bartolom%C3%A9_Mitre_a_Jos%C3%A9_Hern%C3%A1ndez_(14_de_abril_de_1879) . El debate sobre la relación ideológica entre Mariano Moreno y José Hernández en ob.cit, pp.643-644. La edición del último tomo de la Obra de Hernández, en Alfredo Grieco y Bavio, “El padre de Fierro hacía periodismo”, Clarín, Revista Ñ, BsAs, 23/3/2019, p.18. Para introducirse en el pensamiento de Kristeva, ver por ej, Douglas Bohórquez, “Julia Kristeva: teoría, proceso e interpretación del sentido”, en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/signa-revista-de-la-asociacion-espanola-de-semiotica--4/html/dcd92e0c-2dc6-11e2-b417-000475f5bda5_25.html . La necesidad de comprender nuestro guaraní, en A.Villanueva, “Azucena Tamanduá”, Ob.cit, Tomo II, pp. 785-787. El anticipo “decolonial” de Gutiérrez, en A.Villanueva, “El ombú y la civilización”, ob.cit, p. 820. “Los negros de Paraná” y “No tener la voz como Gabino...”, ob.cit, Tomo III, pp. 99-106. “Escolástico Junco”, en A.Villanueva, ob.cit, Tomo II, pp. 575-578 y en https://gauchoguacho.blogspot.com/2010/12/don-escolastico-junco.html . Sobre José Pedroni, “Un poeta de la patria” y su “María de Alcorta”, ver A. Villanueva, ob.cit, Tomo I, p.893. En internet: https://josepedroni.es.tl/Maria-de-Alcorta.htm . El capítulo hernandiano sobre la necesidad de fundar colonias criollas, en José Hernández, “Instrucción del Estanciero”, BsAs, Casavalle Editor, 1884, cap. IV, pp. 375-381. En internet: http://www.cervantesvirtual.com/obra/instruccion-del-estanciero-tratado-completo-para-la-planteacion-y-manejo-de-un-establecimiento-de-campo/675b8d18-cf35-11e1-b1fb-00163ebf5e63.pdf . Los poemas, cuentos y crónicas de Villanueva, en ob.cit, a saber: “Laburante” (Tomo II, p.703), “Andante Maestoso” (II, 715), “La mano” (II, 737), “Pordioseros” (II, 548), “El arroyo avergonzado” (III, 148) y “Emancipadores” (II, 595).

(3) “La cuestión meridional”, en Néstor Kohan y Rep, “Gramsci para principiantes”, BsAs, Era Naciente, 2004, pp.53-55. Además, claro, Antonio Gramsci, “La cuestión meridional”, BsAs, Quadrata Editor, 2002. El rescate de Aricó, en José Aricó, “La aceptación de la herencia democrática”, en A.Villanueva, ob.cit, Tomo I, pp. 970-972. La posición federal y comunista del entrerriano, en ob.cit, Tomo II, pp. 233-238. Gutiérrez, “El porteño que representó a Entre Ríos”, en ob.cit, Tomo III, p.719. La angustia porteña de Larra, en Raúl Larra, “Amaro Villanueva y el idioma de los argentinos”, ob.cit, Tomo II, p.875. La bella introducción de Manauta, “Maestro”, en ob.cit, Tomo I, p.13. Los escritos del intelectual matero “Avenida 9 de Julio” (ob.cit, Tomo II, p.688) y “La muerte del pez” (Tomo II, 188). La relación entre artiguismo y catalanismo, en Juan Zorrilla de San Martín, “La epopeya de Artigas” (Tomo I), Barcelona, Luis Gili, 1916, p. 490. El proyecto de reforma federal del Estado Español por parte del PSC, en http://www.socialistes.cat/es/tema/la-reforma-federal-del-psc . “Lo progresista y lo no progresista en la Historia Argentina”, en A.Villanueva, ob.cit, Tomo II, p.241. El “Garibaldi en Entre Ríos” de Villanueva, ob.cit, Tomo II, pp. 85-178. Echeverría y Mao Tse Tung, en ob.cit, Tomo I, p.715. Sobre Juan L. Ortíz en China, ver Juan Rapacioli, “El día que Juan L. Ortíz viajó a China”, Télam, 3/10/2014, en http://www.telam.com.ar/notas/201410/80380-el-dia-que-juan-l-ortiz-viajo-a-china.php . Las notas de Villanueva sobre Sarmiento en Paraná y sobre José María Torres en ob.cit, Tomo III, pp. 375-382. Algo del concepto de “vida cotidiana escolar” de Nina Landreani, en https://www.fcedu.uner.edu.ar/biblioteca/vida-cotidiana-escolar/ . Sobre la voz baja de la política entrerriana, ver A.Villanueva, ob.cit, Tomo III, p. 658; y el poema a Ramírez, en ob.cit, Tomo II, p.649.

(4) La serie de notas organizadas pensando el “Después de la Guerra”, en A. Villanueva, ob.cit, Tomo III, pp. 495-605. La introducción del Prof. Guillermo Alfieri en ob.cit, mismo tomo, pp.27-31. Los documentos de la FAO: “El hambre en el mundo sigue aumentando” (11/9/2018), en http://www.fao.org/news/story/es/item/1152167/icode/ y “Poner fin al hambre”, en https://onu.org.pe/ods-2/ . El informe de la UCA, en Juana Galarraga, “Un millón y medio de niños y niñas pasan hambre en Argentina”, La Izquierda Diario, 27/12/2018, en https://www.laizquierdadiario.com/Un-millon-y-medio-de-ninos-y-ninas-pasan-hambre-en-Argentina . Los fuertes llamados de atención de Soledad Barruti: “Soledad Barruti: "Nos están haciendo comer cosas que no necesitamos”, BsAs, La Nación, nota de Emilse Pizarro, 29/11/2015, en https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/soledad-barruti-nos-estan-haciendo-comer-cosas-que-no-necesitamos-nid1848858 y “Súper trampa: El nuevo libro de Soledad Barruti”, nota de Sergio Ciancaglini para La Vaca, 16/11/2018, en https://www.lavaca.org/mu129/super-trampa-el-nuevo-libro-de-soledad-barruti/ . La política según Badiou, en http://antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=631 . Sobre Gorz y Rifkin, puede verse Pedro Rodríguez Rojas, “¿El fin del trabajo? ¿Adiós al proletariado?”, Aporrea, 11/5/2017, en https://www.aporrea.org/ideologia/a245841.html . Sobre el “San Junípero” de Black Mirror en Netflix, https://es.wikipedia.org/wiki/San_Junipero . Nuestro trabajo “Las máscaras de mayo y la revolución de los pueblos”, en http://www.juanjoserossi.com.ar/index.php/2010/04/las-mascaras-de-mayo-y-la-revolucion-de-los-pueblos/ . Öcalan y el confederalismo democrático, en https://rojavanoestasola.noblogs.org/contexto/abdullah-ocalan-confederalismo-democratico/ . Alejo Peyret, “Historia de la libertad”, en “Discursos”, BsAs, Lajouane, 1907, pp. 7-65 y las posiciones de Peyret citadas en el capítulo tres de nuestros apuntes, http://actividadentrerios.blogspot.com/2018/01/que-era-el-federalismo-cual-es-la-entre.html . El gran aporte de García Linera en su libro “La potencia plebeya. Acción colectiva e identidades indígenas obreras y populares en Bolivia”, Bogotá, Siglo del Hombre Editores y Clacso, 2009, pp.271-343. En internet: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/coedicion/linera/ . Sobre nuestros riesgos, ver por ej. Joan Subirats, “Ulrich Beck, teórico de la sociedad del riesgo”, Madrid, El País, 3/1/2015, en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/coedicion/linera/ y el libro completo “La sociedad del riesgo” de Beck en https://davidhuerta.typepad.com/files/beck-ulrich-la-sociedad-del-riesgo-hacia-una-nueva-modernidad.pdf . La semana laboral de cuatro días y la jornada de seis horas en la Venezuela bolivariana: Ludmila Vinogradoff, “Nicolás Maduro decreta los viernes días no laborables y reduce la jornada de trabajo”, BsAs, Clarín, 13/4/2019, en https://www.clarin.com/mundo/nicolas-maduro-decreta-viernes-dias-laborables-reduce-jornada-trabajo_0_5-vgCzM7I.html .

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