Los brasileños han renunciado a ser tratados como adolescentes y ansían hacerse cargo de su destino, lo que abre una tercera vía electoral.
Hace cuatro meses, antes de la protesta popular que de forma inesperada surgió en todo el país, Brasil era uno. El de hoy es un Brasil diferente. El de antes de las manifestaciones, cuya gota que colmó el vaso fue la subida de 20 céntimos en los transportes públicos, era el país que rezaba en eslóganes acuñados por gente anónima: “Éramos infelices felices y no lo sabíamos”.
Era el Brasil satisfecho consigo mismo; el Brasil envidiado mundialmente por sus conquistas económicas y sociales, el que el carismático Lula da Silva definía con aquella famosa frase de “nunca antes en este país”. Y era verdad en parte, porque los brasileños comenzaron a vivir mejor, con mayor renta, sin angustias de desempleo; respetado internacionalmente; democrático y con total libertad de expresión.
En un Brasil así, que había pasado de sufrir el complejo de perro callejero a ser la sexta potencia económica del planeta, no tenía lugar el movimiento de los indignados que ya incendiaba otros lugares del mundo.
Era un Brasil en permanente luna de miel.
¿Y hoy? Brasil es diferente. Hoy existe una toma de conciencia generalizada de que la inflación está alta, el país crece poco, las familias están endeudadas y el gasto público sigue disparado. Los brasileños, tanto los de la clase media clásica que viaja más que nunca al exterior, como la nueva clase emergente salida de la pobreza, han perdido ahora el miedo reverente a protestar. Y eso es nuevo...
Movilizaciones por todo el país desde el 14-O
http://congresodelospueblos.org
El Congreso de los Pueblos, en continuidad con las jornadas de protesta del Paro Nacional Agrario, convocamos y nos vinculamos activamente a la Minga indígena, Social y Popular, por la Vida, el Territorio, la Autonomía y la Soberanía, que se movilizará desde este lunes 14 de octubre por todo el país, y que junto a las jornadas de indignación nacional y las movilizaciones estudiantiles y sindicales, busca ratificar y reivindicar las demandas y exigencias del pueblo colombiano hacia el Estado.
Queremos recordar que en el marco del Paro Agrario y Popular, como Congreso de los Pueblos y como Coordinador Nacional Agrario impulsamos un pliego de peticiones, con los siguientes puntos:
Queremos recordar que en el marco del Paro Agrario y Popular, como Congreso de los Pueblos y como Coordinador Nacional Agrario impulsamos un pliego de peticiones, con los siguientes puntos:
- RECONOCIMIENTO POLÍTICO PARA EL CAMPESINADO Y LOS PUEBLOS NEGROS E INDÍGENAS. Aunque el gobierno se dice democrático, impone el plan de desarrollo y sus locomotoras, atropellando la vida de las comunidades con megaproyectos que van en contra de nuestras visiones y formas organizativas.
- TIERRAS PARA LOS PUEBLOS QUE LAS TRABAJAN Y LAS CUIDAN. Los pueblos del campo exigimos la tierra y el territorio para desarrollar nuestra economía campesina y nuestra producción orgánica y autónoma. La Tierra y el territorio son de los pueblos!!!
- PETRÓLEO PARA LA VIDA DIGNA. El petróleo no debe seguir siendo el botín de las empresas transnacionales y de los políticos corruptos, mientras el pueblo no tiene energía para vivir.
- MINERÍA PARA EL BUEN VIVIR . La extracción de minerales ha sido entregada a empresas transnacionales que saquean y destruyen la naturaleza, dejando solo miseria para los trabajadores y las comunidades.
- SUSTITUCIÓN AUTÓNOMA Y CONCERTADA DE CULTIVOS DE USO ILÍCITO. Bajo una doble moral, pues la economía se ha servido del negocio de las drogas, y con el pretexto de combatir el narcotráfico, el gobierno militariza y escala el conflicto en amplias regiones, al tiempo que destruye con las fumigaciones cultivos de pan coger, generando crisis alimentaria a los pueblos del campo y la ciudad...
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