lunes, 25 de noviembre de 2013

¿UN FRESCO ABRAZO DE AGUA NOS SEGUIRÁ NOMBRANDO PARA SIEMPRE?

EL FRACKING, LOS AGROTÓXICOS Y EL EXTRACTIVISMO PONEN INTERROGRANTES A NUESTRA CULTURA, A NUESTRA TIERRA, A NUESTRA SALUD Y A NUESTRO FUTURO
...Si existiéramos simplemente en el capital,
si nuestras vidas fueran caracterizadas sólo
por dominación, por conformidad, deberíamos
en tal caso hundirnos en un pantano de
desesperación, bostezar, llorar y rendirnos.
Pero existir en el capital es
inevitablemente existir contra el capital...”
pag.184
Observatorio Social de América Latina
Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales

PROFUNDIZAR Y FEDERAR LAS LUCHAS:
Tuvimos el honor y el gusto de compartir, éste sábado 23 de noviembre, el panel del VII Foro contra el Fracking en Victoria, con las compañeras de la ONG local Identidad, que vienen dando una gran pelea por el patrimonio natural y cultural de Victoria y de la región, y con el compañero Darío Aranda, periodista de Página 12 y de medios alternativos, ejemplo de compromiso en la comunicación de las luchas ambientales y populares a nivel nacional.
Nos encontramos en Victoria con compañeros militantes docentes, gremiales, ambientales y sociales de esa localidad, de Paraná, de Nogoyá, de Concordia, de Colón y de Chajarí, en una jornada de formación, debate y proyección de iniciativas fundamental para afirmar la defensa de nuestra tierra y de nuestro mundo de la vida.
Nuestra intervención estuvo orientada, en primer lugar, a valorar la necesidad de ampliar, profundizar, enredar, articular y federar todos los foros, asambleas, organizaciones autónomas y movimientos de lucha provinciales, nacionales y continentales en el camino de potenciación de un fuerte poder popular contrahegemónico y transformador. Y en ésta línea, pensar la necesidad de forjar entre todos una democracia participativa, popular, protagónica y directa que supere los estrechos límites de la democracia estatal y partidaria instituída, electoralera y mercantil.


NUESTRA HISTÓRICA LUCHA POR LA TIERRA Y LA VIDA:
En segundo lugar, planteamos la histórica sensibilidad que hay en la defensa de nuestra tierra, nuestros derechos y los bienes comunes en toda Nuestra América, una sensibilidad que seguramente proviene de la resistencia al saqueo de un espacio geoestratégico extraordinario para el sistema mundial capitalista, y que también proviene de la ética nativa. Desde las nociones políticas originarias de Pachamama y de Buen Vivir, pasando por Artigas, Sandino, Emiliano Zapata y Raul Sendic  -traicionado hoy por sus ex compañeros-, y el Che Guevara, entre tantos otros, la ética política de la tierra ha sostenido la historia de resistencias y las esperanzas de futuro para todos los abya-americanos.


La diagonal roja de nuestra bandera federal artiguista y el Reglamento de Tierras de 1815, que repartía las tierras con justicia contra la concentración y la apropiación de los “malos europeos y peores americanos”, y prohibía su venta, son ejemplos de luchas profundas de nuestra historia que nos siguen interpelando ante el modelo hegemónico de saqueo, entrega y explotación ambiental y social actual. No hay artiguismo, ni federalismo, ni autonomía política ni sueños entrerrianos con Monsanto, con Chevrón, con UPM Botnia, con Cargill, con Wal Mart, con el fracking, con las fumigaciones agrotóxicas y con la continuidad del extractivismo capitalista en todas sus dimensiones. No hay federalismo auténtico si hasta nuestras islas son privatizadas o semiprivatizadas, realizando en Entre Ríos un sueño, el sueño de los ultraneoliberales alemanes y europeos, que le piden a los griegos y a los demás que privaticen y entreguen hasta las islas, si quieren seguir siendo mantenidos artificialmente por el capital monopolista y las finanzas biocidas.

NUESTRA CULTURA ENTRE INTERROGANTES:
No hay medias tintas ni posiciones intermedias en ésta batalla, que es ambiental, política, pedagógica y cultural a la vez. En la lucha por la tierra, por el ecosistema, por la salud y por la vida también se juega en serio la lucha por nuestra cultura. No se puede hablar en serio de Artigas, del federalismo, de Juan L. Ortíz, de Mastronardi, de Amaro Villanueva, de Gerchunoff y todas las maravillosas expresiones de nuestra cultura sino se lucha de frente y públicamente contra el fracking, contra los agrotóxicos, contra la concentración y el saqueo. Hoy, el poder económico y político pone entre interrogantes a nuestra historia y nuestra cultura: ¿un fresco abrazo de agua nos nombrará para siempre a los entre-rianos?. Jamás vamos a permitir que se ponga en duda a Mastronardi, que se ponga en duda a Juanele, que se ponga en duda el ideario artiguista revolucionario.


En ésta línea, y siguiendo una reflexión realizada por el compañero Daniel Verzeñasi, referente del Foro Ecologista de Paraná, en el debate en el Foro, pensamos: ¿Qué entrerrianos forma y formará el saqueo y la contaminación? ¿Qué nos enseña nuestra historia y nuestra cultura? ¿qué entrerrianos queremos ayudar a formar?. Si, como dijo Gerchunoff en “Entre Ríos, mi país”, citando a los etnógrafos, “el lugar labra los rasgos del hombre, y el paisaje de Entre Ríos ha ido transformando poco a poco la conformación expresiva de sus pobladores, modelando incluso con algo de oriundo del Montiel a los hijos de la inmigración”, ¿qué rasgos están labrando el monocultivo, la contaminación y el saqueo?. ¿No seguirán atravesando ríos como a Juanele o nos atravesarán químicos, veneno, cáncer, enfermedades, pobreza y muerte?.

UNA GUERRA BIOPOLÍTICA:
En el debate del Foro también repasamos el contexto global en el que estamos dando la batalla contra el fracking y el saqueo: estamos en una crisis más que económica, civilizatoria, porque ésta crisis del capitalismo es una crisis también ecológica, cultural, ética, antropológica, es la crisis de un modo de producción y acumulación que está llegando al límite y es una crisis del modo de ser que los humanos tenemos en éste mundo instituído. Estamos en la transición difícil del capitalismo postindustrial a un capitalismo imperial postmoderno biopolítico: el petróleo se está acabando paso a paso, y el capital viene por la mercantilización total de la naturaleza y de la vida. Las batallas que demos deben evitar ingenuidades: serán batallas éticas, políticas, ecológicas, antropológicas, filosóficas, sociales y culturales por la libertad, la salud, la justicia, el bienestar, la vida y la emancipación.
Discursos políticos de un vocero del gobierno, y seguramente no sólo del gobierno, como Miguel Galluccio –ex entrerriano y persona no grata para las luchas del pueblo-, quién sale a decir “queremos muchos Chevrón” es una declaración de guerra para todos nosotros. Tenemos que asumir que la batalla política y social es y será multidimensional, y que la prioridad debe ser la potenciación de la acción directa autónoma contrahegemónica, que tantos frutos viene dando en nuestro continente como estrategia popular de resistencia, y que las estrategias legales y parlamentarias deben complementar la lucha, sin hacer perder de vista las prioridades y los objetivos generales, que no pueden ser encorsetados políticamente.
Las organizaciones populares no se dejarán engañar por las operaciones políticas y mediáticas del poder. Además, y por ejemplo, ¿con qué cara el gobierno argentino va a ir ofendido con el gobierno uruguayo –porque permitió “más producción” a UPM Botnia- al Tribunal de La Haya, mientras en el mismo Tribunal, Ecuador demanda a Chevrón, el paradigma político-empresarial de Galluccio y del gobierno?. La acción sin fronteras de los movimientos populares será la que derrote al capital transnacional y a los gobiernos hipócritas y cómplices.


Mientras nos encontrábamos en el Foro, se daba la noticia de que el intendente de Río Cuarto rechazó la posibilidad de que Monsanto instale allí también una sucursal: es un triunfo de la Asamblea Ambiental del pueblo cordobés de Malvinas y de todos los movimientos de lucha, lo mismo que el fallo favorable a la familia Aranda, en el Chaco, que realizó autodefensa contra las fumigaciones enfermantes y mortales. El camino es la acción sin miedo y sin formalismos vacíos.

UN MOVIMIENTO ECOPEDAGÓGICO LIBERADOR:
Necesitamos profundizar la batalla por nuestra tierra y nuestra vida, y la educación pública es un lugar fundamental, a la par de las redes sociales. Necesitamos más formación y más concientización movilizadora y transformadora. Tenemos que forjar un corte epistemológico, filosófico, conceptual, político y cultural. Tenemos que construir otra manera de pensar, de enseñar, de aprender, de luchar y de hacer: es parte de la soberanía pedagógica, política, ambiental, cultural y popular que tenemos que desplegar con fuerza.

Hay investigadores y estudiosos militantes, orgánicos, que –como parte del debate de los movimientos alterglobales en lucha- aportan estratégicamente a nuestra formación: recomendamos sin dudar, por ejemplo los planteos y trabajos del sociólogo alemán Ulrich Brand, quién afirma claramente que “No podemos pensar en salvar el planeta si nopensamos la emancipación social”. Relaciona los debates sobre decrecimiento y postdesarrollo con la ética nuestra del Buen Vivir. Puede leerse y difundirse libremente en y desde la internet.
Y recomendamos, por supuesto, lo último de Peter McLaren, difundido por la Revista Herramienta. McLaren como pedagogo crítico y militante popular ha desarrollado una vasta obra formadora hasta el presente, a pesar de algunos docentes universitarios que antes lo leían y lo enseñaban y ahora se han olvido de él, como de tantas otras cosas. Mc Laren plantea desarrollar un movimiento ecopedagógico revolucionario, anticapitalista, y lo dice además repasando y radicalizando lo mejor de la filosofía de la liberación y los estudios subalternos de nuestro continente, corriente expresada por los trabajos de autores militantes como Enrique Dussell, Walter Mignolo y Aníbal Quijano, entre otros.
El profundo análisis formador de Mc Laren se titula “Objeción admitida: la praxis pedagógica revolucionaria como fuerza de ocupación”, y no dudamos en recomendarlo también.
En nuestra región ya se viene gestando un intuitivo movimiento ecopedagógico: dijimos hace poco, en las Jornadas de Educación convocadas por los compañeros del Centro de Estudiantes de Ciencias de la Educación de la UNER en Paraná, que el Grito Blanco de Gualeguaychú es un ejemplo a imitar, ampliar y profundizar. Necesitamos llenar nuestra sociedad y nuestro continente de Gritos Blancos populares y emancipadores.
Ese es el camino, y éste es el debate que debemos profundizar, especialmente en nuestro caso en AGMER, en CTERA y en la CTA, que ya ha lanzado una estratégica consulta popular por los bienes comunes. Organizaciones como AGMER y CTERA no pueden lavarse las manos ni hacer equilibrios políticos imposibles en las luchas fundamentales del pueblo trabajador por la supervivencia, por la vida, la justicia y la liberación.

El VII Foro finalizó con una movilización y
cánticos por las calles de Victoria hasta la
Plaza y la Municipalidad

Mauricio Castaldo
mauriciocastaldo@yahoo.com
María Grande – Entre Ríos

25/11/2013

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