-Opinión
para el Debate-
“...Podemos
agregar que lo que parece suceder así fuera de la ideología (con
más exactitud en la calle) pasa en realidad en la ideología. Lo que
sucede en realidad en la ideología parece por lo tanto que sucede
fuera de ella. Por eso aquellos que están en la ideología se creen
por definición fuera de ella; uno
de los efectos de la ideología es la negación práctica por la
ideología del carácter ideológico de la ideología: la
ideología no dice nunca “soy ideológica”...”
LOUIS
ALTHUSSER
Es
triste y lamentable ver cómo las consignas políticas de los
sectores más conservadores y reaccionarios de la derecha argentina y
latinoamericana coinciden con la lógica política e ideológica que
Cristina Fernández de Kirchner expresó y patentizó en Harvard.
En
los últimos cacerolazos, pudieron verse en las calles de Bs As,
algunos carteles que decían “Ni Cuba ni Venezuela”, y éstos
carteles tan simplistas como ignorantes y reaccionarios impugnaron
otras consignas legítimas como las que cuestionaban las mentiras del
“Indek”. Esa consigna de la (anti) geopolítica burguesa argenta
fue reproducida -de la misma o peor manera impresentable- por
dirigentes de la Sociedad Rural, en distintos lugares de la
Argentina, incluyendo en María Grande.
¿
Qué sabe un burgués mediocre de la Sociedad Rural -o los que
piensan como ellos- sobre Cuba o Venezuela? ¿Conoce los buenos
indicadores sociales y educativos de éstos países hermanos de
Nuestra América-Abya Yala? ¿Sabe que en Cuba no hay chicos de la
calle y que en esa patria querida de José Martí más de la mitad de
la población tiene estudios terciarios y universitarios, lo que la
hace uno de los países más educados del mundo?...
¿Ni
Cuba ni Venezuela?...
¿Porqué
todo el mundo disputó la elección en Venezuela? ¿Será porque la
Venezuela bolivariana ha avanzado hacia su independencia política y
eso molesta a los grandes intereses imperialistas?. ¿Cómo fue la
Argentina que (co)gobernó la Sociedad Rural, tanto en 1880-1930 y en
1976? …
¿Está
cerrado el debate político en Latinoamérica?. Para nada. Las
organizaciones obreras, nativas, estudiantiles, ambientales,
culturales, populares y revolucionarias dan batalla todos los días
por mayores transformaciones, en Cuba, en Venezuela y en todo el
continente. Pero la discusión se da mirando para adelante, no
planteando consignas reaccionarias para retroceder.
¿Qué
tiene que ver el gobierno argentino, que acuerda con Monsanto en EEUU
y que da conferencias en Harvard, con Cuba, Venezuela y las profundas
luchas populares latinoamericanas?.
¿Qué
tiene que ver una pobre gestión semikeynesiana del ajuste -con un
50% de los jóvenes abandonando la escuela secundaria- con el planteo
de construir el socialismo del SXXI? ¿Qué kirchnerista ha planteado
el socialismo del Siglo XXI?. Y en todo caso, la pregunta política
de fondo es, ¿cómo está transitando y cómo plantea transitar el
socialismo del SXXI hacia una democracia popular postcapitalista?.
¿Ni
Cuba ni Venezuela?...
¿Cómo
honrar lo mejor de nuestra historia, y no olvidar la necesidad de una
Federación Latinoamericana para fortalecernos frente a los apremios
de la globalización imperial?.
¿Es
Harvard una señal política de construcción latinoamericana? ¿En
qué líneas del discurso de CFK en Harvard hay una política
revolucionaria o transformadora?. Repasemos tres frases de la
presidenta: “Chicos -a los burgueses de Harvard que la silbaban
entre chicanas-: ésto es Harvard, no la Universidad de La Matanza”;
“vos -al estudiante PRO- tuviste la suerte de llegar a Harvard, en
mi país hay muchos chicos que no llegan ni a la Universidad de La
Matanza”... y “soy una abogada exitosa y una presidenta exitosa”
-ante la pregunta por su patrimonio-. ¿No la hubiera podido decir
Carlos Menem a ésta última frase?...
Volvamos
a la patente línea política anterior: “ni” a la Universidad de
La Matanza, dijo la presidenta argentina en Harvard. ¿Puede
aceptarse una declaración así, aunque se la considere irónica?.
Además de descalificar a una universidad argentina hablando en una
universidad imperialista a la que no hubiera tenido que ir, lanza la
idea de “muchos chicos argentinos no llegan ni a eso”. ¿Y cuándo
la política -que tantos hablan de haber recuperado- va a transformar
esa realidad dramática que nos deja a todos con poco futuro?
¿Después de nueve años de gobierno vamos con eso a Harvard, al
lugar donde también daba clases Domingo Cavallo entre otros?.
Oficialistas
mediáticos y opositores mediáticos saltaron a discutir “la forma
en que Cristina se dirigió a los universitarios de Harvard”
(Lanata, y tantos otros), o “la chicana que recibió Cristina de
operación armada por el PRO y sectores de la derecha” (6-7-8 y
otros). En realidad, ni oficialistas ni opositores estaban
discutiendo nada, no estaban discutiendo política: en el país
cambalache, están todos manoseados en la misma lógica ideológica.
No se trata de defender
al estudiantes burgués del PRO o al de Massachusetts, ni de decir
“esto es Harvard”, porque ambas actitudes son las dos caras de la
misma moneda cipaya. ¿O no están diciendo todos, lanatescos y
seissieteochescos, “ésto es Harvard”?...
Los trabajadores y el
pueblo necesitamos desarrollar nuestro propio pensamiento político
crítico si queremos avanzar hacia transformaciones reales y
profundas, sabiendo que no se trata ni de calcar ni de copiar
políticas ni gobiernos, sino de hacer nuestro propio camino, sin
olvidar la fraternidad y la solidaridad política necesarias. Pero
está claro que debemos evitar todas las trampas políticas e
ideológicas que se nos crucen, y mirar bien la línea política de
cada discurso, de cada cartel, de cada manifestación.
Lo que también está
claro es que, la misma que dice “en mi país muchos chicos no
llegan ni a la Universidad de La Matanza” -y no rectifica ni
propone alternativas para cambiarlo- tampoco quiere un país educado,
tampoco quiere ser como Cuba ni Venezuela. En el fondo -insistimos-
lo lamentable es que la matriz ideológica de la presidenta es la
misma que la de los burgueses del Pro y de Harvard, y que la de los
caceroleros más reaccionarios y la de la Sociedad Rural.
Tenemos la tarea política
difícil de saltar las trampas de una binariedad opositora falsa y
avanzar en la lucha.
Mauricio Castaldo
9/10/2012
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