...Lo fascinaba (a Murray Bookchin) que el uso más antiguo documentado de la palabra ‘libertad’ (amargi) aparece en Sumeria sobre una tableta cuneiforme que cuenta de una revuelta popular exitosa contra un tirano real...
...Los zigurats eran “los primeros laboratorios para la codificación de la mentalidad humana, los primeros institutos psiquiátricos en los cuales se creaba la criatura sumisa”. Eran “las primeras casas patriarcales y los primeros prostíbulos”... Todavía vivimos en Sumeria...
...La memoria enterrada de la sociedad orgánica (natural-originaria) “funciona inconscientemente como un compromiso implícito con la libertad”...
...Bookchin planteaba que una vez formadas y confederadas las asambleas de ciudadanos, estas devendrían un poder dual que podría enfrentar al estado nación, derrocándolo y reemplazándolo. Bookchin enfatizó reiteradamente el concepto de “doble poder”, atribuyéndolo a Trotsky, quien escribió en su Historia de la Revolución Rusa, que después de febrero 1917, cuando varios gobiernos liberales provisionales se encargaron del gobierno, los diputados del soviet de los trabajadores y soldados de Petrogrado constituyeron una suerte de doble poder contra aquellos gobiernos. Más tarde este contrapoder volvería a ser el motor de la Revolución de Octubre. De manera similar, la confederación comunalista podría ser un contrapoder, un poder dual en una situación revolucionaria...
...El concepto de un programa transicional, que Bookchin invocaba en tales ocasiones, podría mostrarse útil aquí. Él distinguía entre un programa mínimo (reformas acerca de asuntos específicos), un programa transicional (como el de Öcalan), y un programa máximo (el socialismo, una democracia asamblearia no-estatal). Esta distinción que es de genealogía revolucionaria, Murray la atribuía a Trotsky. Es una manera de comprometerse con los objetivos y los principios de largo plazo mientras tengamos que manejarnos en el mundo real y no-revolucionario...
No hay comentarios:
Publicar un comentario