ARTIGAS
SE APOYA EN LOS PANZAVERDES
En
una brillante exposición sobre la revolución, el profesor Mauricio
Castaldo mostró cómo José Artigas hizo espaldas en Entre Ríos.
Artigas
hizo espaldas en Entre Ríos, dice el profesor Mauricio Castaldo, es
decir, el oriental se apoyó en el pueblo entrerriano que luego lo
elegiría de Protector, mientras que Buenos Aires le dio la espalda,
lo traicionó.
Es
sabido que, después de la revolución de Mayo, Buenos Aires pactó
con España y acordó que la Banda Oriental y parte de Entre Ríos
quedaran en manos de los europeos. Eso incendió al pueblo, a dos
bandas.
Pero
empecemos esta columna por algunas preguntas. ¿Seguiremos recordando
la revolución de Mayo con nuestros niños vestidos de galera y de
dama antigua, y los negritos aguateros y las negritas mazamorreras,
después de escuchar a Mauricio Castaldo, a Juan Vilar, a Mario
Alarcón Muñiz?
“A
la revolución la hicieron los paisanos, los indios, los negros, los
gauchos con las armas en las manos, no los políticos de saco y
corbata”, comentó Mauricio Castaldo el jueves pasado en el colegio
Leandro Alem de Paraná, durante una charla con un auditorio
repleto de estudiantes y docentes de tres establecimientos.
Emancipación
Escuchamos
al profesor Castaldo, de María Grande, hablar de José Artigas, con
la excusa del aniversario 200 del Congreso de Oriente que se cumple
este lunes 29 de junio. El tema: “Entre
Ríos en el pensamiento
emancipador artiguista”.
El
estudioso que integra el Foro Artiguista Entrerriano mostró un
Artigas tan entrerriano como oriental. Ubicó a nuestra provincia en
la banda oriental del Paraná y se detuvo en su integración
histórica con la actual República Oriental del Uruguay, o mejor, en
el seno de la Liga de los Pueblos Libres.
Dijo
que el caudillo sudamericano con cuna en Montevideo nació a la
revolución bandeando el río Uruguay, y mostró a Artigas haciendo
espaldas en Entre Ríos, después, sea en el éxodo hacia el Ayuí, o
en el izamiento de la bandera de la banda roja, como en las columnas
guerreras de Francisco Ramírez. Más allá del final inesperado que
tuvo esa relación.
Bartolomé
Zapata
El
docente entrerriano planteó momentos
históricos de encuentro de
Artigas con los panzaverdes. No todos felices, claro está, pero sí
centrales y fundacionales en la revolución federal.
Dijo
que Artigas entró al territorio entrerriano como
jefe colonial de
los blandengues a
fines de 1810 “y
se volvió
decididamente revolucionario
después de cruzarse con los rebeldes que lucharon en
la banda entrerriana con
Bartolomé Zapata. A partir de allí, toda
la construcción política de Artigas y del movimiento federal va a
forjarse a dos bandas y se va a extender después”.
A
propósito, apuntó que por mucho tiempo se ha menospreciado y hasta
olvidado la importancia de los cincuenta jinetes de Zapata en el sur
entrerriano recuperando comunidades que estaban tomadas por el poder
europeo.
Recordó
que el caudillo oriental pasó de ida y de vuelta por Entre
Ríos para ofrecer sus servicios a la Junta de Buenos
Aires en
1811, y que se conectaba
con la revolución
oriental desde
nuestro suelo.
Del
Ayuí a la bandera
Habló
del éxodo en el
Ayuí, y
de la “autodefensa
federal revolucionaria”,
y apuntó una frase del historiador Pivel Devoto: “el
centro de la conmoción artiguista fue Entre Ríos”.
Se
refirió a la batalla del
Espinillo con
la alianza entrerriano oriental en el campo de guerra, para
defendernos de la invasión de Buenos Aires que mandaba matar a
Artigas, y a los
combates para defender las Instrucciones constituyentes
e independentistas de
1813.
Hizo
alusión a “la creación y recreación
a dos bandas” entre
Artigas y Hereñú de nuestra banderafederal,
y puso de relieve la organización del
Congreso de Oriente no en Montevideo (“ciudad
con cuyos cabildantes burgueses Artigas estaba en tensión
permanente”) sino
en el Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay,
en 1815.
“Horas
antes de ese primer Congreso
por la independencia hoy
bicentenario, Artigas rechazó la propuesta porteña de
independizar solo
la
Banda Oriental, reafirmando para nosotros que el caudillo es tan
entrerriano como oriental y federal”.
Luego
enumeró episodios de la resistencia
entrerriana, mayoritaria junto a Artigas frente al avance portugués o
porteño, y consideró que la actitud de Francisco Ramírez traicionó
el ideario revolucionario.
Vilar
y Alarcón
El
historiador Juan Antonio Vilar presentó a Castaldo y realizó
intervenciones fundamentales, en torno de la importancia de la
revolución federal, que diferenció de la línea más conocida de
nuestra historia, la porteña, que no exhibió voluntad
independentista, dijo, y buscó reyes en Europa durante una década
para coronarlos en la Argentina.
“Durante
diez años los porteños siguen negociando protectorados, en
Inglaterra, en Portugal, en Francia, hasta en Estados Unidos y
Rusia”, afirmó Vilar, que publicó una obra denominada “Revolución
y lucha por la organización”, cuya segunda edición acaba de
anunciar la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos, y se
refiere precisamente a las dos primeras décadas de la revolución.
“El
artiguismo no fue una mera ‘disidencia’… ni un movimiento
anárquico de bandoleros. Fue una masiva expresión popular de
campesinos, criollos pobres, mestizos, gauchos, indios, y hasta
negros, conducidos por el Jefe de los Orientales, que lucharon por un
país independiente, republicano, federal e igualitario”, se lee de
la obra de Vilar.
A
lo que agrega Castaldo en un ensayo reciente: “la
burguesía porteña fue aliada, en cada tiempo, de españoles y
portugueses, porque era aliada, socia y apéndice del imperio
capitalista mayor, que era Gran Bretaña –todos los caminos del
poder burgués conducían al embajador británico Lord Strangford en
Río de Janeiro-: el artiguismo tuvo que enfrentar a un triple
imperialismo unitario”.
En
el encuentro del jueves, Vilar se explayó también en torno de la
unidad regional que promovía Artigas, en contra de la división que
finalmente se impuso, y sobre las experiencias del artiguismo en la
distribución de tierras.
El
periodista Mario Alarcón Muñiz tuvo intervenciones en el encuentro,
con explicaciones sobre la bandera de la banda roja oficializada en
1987 durante la primera gobernación del radical Sergio Montiel, pero
que ya era de uso popular desde los tiempos de Artigas, y apuntó
otros pormenores del pasado nacional, y los artistas Jorge Méndez y
Lucrecia Brasseur entonaron canciones en homenaje a José Artigas.
La
movida fue organizada por el colegio Alem. Su rector es el profesor
de historia César Baudino, que dio la bienvenida a los expositores y
artistas, y realzó la importancia de la reunión de alumnos de
distintos establecimientos con estudiosos de la historia y la
identidad nacional.
-0-0-0-
"No
hay que invertir el orden de la justicia. Mirar por los infelices y
no desampararlos, sin más delito que su miseria. Es preciso borrar
los excesos del despotismo, todo hombre es igual en presencia de la
ley. Sus virtudes o sus delitos los hacen amigables u odiosos;
olvidemos esa maldita costumbre: que los engrandecimientos nacen de
la cuna; córtese toda relación, si ella es perjudicial a los
intereses comunes..."
(Carta
de José
Artigas a
José de Silva, gobernador de Corrientes, 9/4/1815, desde el Cuartel
General del Paraná).
En
vísperas del bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres, desde
distintos organismos oficiales hubo manifestaciones en memoria de
aquel encuentro, y también se conocieron análisis críticos desde
centros de estudios independientes de la región, dedicados a conocer
y difundir la gesta artiguista.
En
cuadro aparte, fragmentos de la Payada de un federal que escribió el
uruguayense Raúl Fernández en 1942.
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Payada
de un federal
(Raúl
Fernández. 1942
- Fragmento)
Fue
Artigas, el argentino
-y lo fue como el mejor-
que por el Plata
y su honor
jugó fiero su destino.
De Artigas somos
paisanos
y decirlo el alma agranda:
los de ésta y de la otra
banda
fuimos y somos hermanos.
Artigas, el
protector,
aquellas ansias colecta,
las conforma y las
proyecta
cual grandioso reflector.
No importa que alguien
blasfeme
porque esparce claridad;
él marcha con libertad
y
así "ni ofende ni teme".
Lleva una rúbrica
franca
la proclama de su empresa:
roja banda que atraviesa
la
bandera azul y blanca.
Rojo, color de pasión
de protesta
justiciera,
hoy la universal bandera
de la humana
redención:
Con tu brochazo de fuego,
cruzó el gaucho el
patrio emblema,
porque era un eco su lema
del inmenso humano
ruego.
-0-0-0-
Todo el aire se caldea
como en una
fragua inmensa,
hasta que al fin se condensa
el anhelo de una
idea.
¿En qué cerebro cuajó?
¿Qué mortal tuvo esa
gloria?
¿Le
da su lugar la historia
Fue
Artigas. Su gran figura,
en la década inicial,
por tierras del
litoral
con su espíritu fulgura.
La escribió con sangre
viva
y enastó su decisión;
montaraz reencarnación
de la
eterna rediviva;
Que aparece natural,
clara,
pura, vigorosa,
desnuda, como la diosa
de la selva
maternal.
Esto es, floración humana
del hombre que allí
se cría
y ama y trabaja y porfía
en la brega
cotidiana.
-0-0-0-
Ondean como en un vuelo
las
horrendas llamaradas,
son manos ensangrentadas
que intentan
asir el cielo.
Así nace el artiguismo
en las tierras
litorales;
sus legiones federales
asombran con su heroísmo.
El
artiguismo, fundido
en crisol de carne humana,
es ánfora
americana,
de precioso contenido.
El artiguismo, tal
cual
es teoría y es acción,
él es la Revolución
de Mayo
en su faz social.
A sus diez años terribles
infamados por
la inquina,
cubrieron a la Argentina
de glorias
inmarcesibles.
Y su caudillo, en quien sacia
su hambre de
maldad el odio,
fue como el ángel custodio
de la inicial
democracia.
Y sus héroes, mis paisanos,
vejados en forma
indigna,
cumplieron bien la consigna
de azotar a los
tiranos.
En célebres Instrucciones
de Artigas, el año
trece,
el litoral aparece
marcando sus
direcciones.
"Independencia absoluta
de España y de
los Borbones".
Hacen falta nuevos guiones
al
iniciar nueva ruta.
"No admitirá otro sistema
que el
de confederación".
No se quiere otro mandón
tenga plumas
o diadema.
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