-La
tierra para el que la trabaje, la necesite y la cuide-
TIERRA,
REVOLUCIÓN Y FEDERALISMO
“...En
consecuencia, los negros libres, los zambos de esta clase, los indios
y los criollos pobres,
todos
podrán ser agraciados con suertes de estancia, si con su trabajo y
hombría de bien
propenden
a su felicidad, y a la de la provincia...”
Cuartel
General, 10 de Setiembre de 1815)
“...Si
los españoles hubieran penetrado en la República Argentina en el
año 11,
acaso
nuestro Bolívar habría sido Artigas...”
DOMINGO
FAUSTINO SARMIENTO
“Facundo”
Este 10 de Setiembre se
cumplen 200 años de la formalización del Reglamento de Tierras que
el movimiento artiguista revolucionario empezó a ejecutar
políticamente en aquel intenso 1815, tanto en la Banda Oriental,
como en otras regiones de la Liga Federal sudamericana, cuyos
sectores populares combatientes no quisieron quedarse atrás en la
distribución profunda de la riqueza que correspondía para darle un
sentido real, justo y democrático al proceso revolucionario que se
había iniciado entre 1810 y 1811.
La tierra era y es un
factor clave en la lucha emancipatoria tanto en nuestra región
Litoral, como en el continente, y en el mundo. Si la mayoría de los
entrerrianos acompañaron a Bartolomé Zapata a principios de 1811 y
a Artigas después (1811-1820) fue porque interpretaron
estratégicamente que, después del 25 de mayo de 1810 y ante las
debilidades y contradicciones de las autoridades de BsAs, era el
momento decisivo para apropiarse de la tierra, que muchas veces
trabajaban pero con mucha inseguridad, ya que podía venir cualquier
burgués y/o burócrata amigo de los autoridades centrales a reclamar
en Entre Ríos una propiedad que había “conquistado” en las
oficinas del Estado en formación. Contra o más allá de las
máscaras políticas de mayo y de la década 1810-1820, los pueblos
pelearon por darle un contenido federal, popular, republicano y
liberador al complejo proceso de lucha independentista.
Entre 1811 y 1815 se
fue dando un duro y complejo proceso de definiciones políticas y
sociales. Orientales y entrerrianos se fueron hermanando cada vez más
en la lucha, junto a otros pueblos litoraleños, contra las
traiciones, arbitrariedades y especulaciones de los gobiernos de BsAs
y sus socios y titiriteros burgueses e imperialistas. En setiembre de
1815, un par de meses después del Congreso de los Pueblos Libres en
Concepción del Uruguay, Artigas formaliza la política
revolucionaria de distribución de tierras a favor de los sectores
sociales populares comprometidos con la lucha y la expropiación a
“malos europeos y peores americanos”.
EXPROPIACIÓN A
MALOS POLÍTICOS Y EMPRESARIOS. EL REPARTO ARTIGUISTA DE TIERRAS, TAMBIÉN CONTRA EL MAL CABILDANTE AZCUENAGA: EL OTRO SECRETO DE LA DIAGONAL ROJA FEDERAL.
“...La
guerra civil salva a la revolución...”
EZEQUIEL
MARTÍNEZ ESTRADA
“Radiografía
de la Pampa”
Uno de esos peores
americanos que tanto cansaban a Artigas y a los artiguistas con sus
especulaciones, con su doble juego, y que va a ser expropiado fue,
nada más ni nada menos, Miguel de Azcuenaga, quién había sido
vocal de la Primera Junta de Gobierno el 25 de mayo de 1810. Las
máscaras y las caretas de mayo y de los años siguientes caían
frente a la revolución de los pueblos que se jugaban a fondo por la
liberación política y social.
La expropiación a los
enemigos de la profundización del proceso revolucionario, había
empezado un tiempo antes: el Reglamento vino a formalizar la
necesidad estratégica y a potenciar la movilización popular
libertaria. Seguimos aquí el brillante, profundo, sólido y muy
recomendable trabajo de Eduardo Azcuy Ameghino, “Historia de
Artigas y la Independencia Argentina” (BsAs, Ediciones Imago Mundi
– CICCUS, 2015, especialmente pags. 279 – 390). Artigas estaba
harto de hacer equilibrio entre las especulaciones de los hacendados
-especialmente de quienes se decían sus aliados en Montevideo- que
se decían patriotas y los sectores populares que necesitaban y
demandaban profundización revolucionaria. El Reglamento expresa la
formalización de la agudización de la lucha de clases en el proceso
de lucha por los pueblos libres.
La distribución de las
tierras se realizó, pero comenzó justo en el momento en que la
Banda Oriental y la Liga Federal eran atacadas por los portugueses,
con acuerdo de BsAs, que también atacó por su parte a los
revolucionarios federales. Esa reacción y esa alianza de las clases
dominantes contra una revolución que además de política quería y
debía ser social, se consolidó con la traición del oriental
Frutos Rivera vendido a los portugueses, y el Tratado-Traición del
Pilar, firmado por Pancho Ramírez y Estanislao López con el infame
Manuel de Sarratea en 1820.
REFORMA AGRARIA,
ECONOMÍA DE GUERRA, PROBLEMAS Y DESAFÍOS
“...Tajante
como navaja
es
la consigna artiguista
barrer
al latifundista
la
tierra es del que trabaja...”
El Reglamento
artiguista de tierras tenía un sentido de reconstrucción económica,
de justicia social revolucionaria y sobre todo, de economía de
guerra. “Cueros por armas” era, en el fondo y como explica el
Prof. Azcuy Ameghino, la necesidad estratégica del artiguismo. Por
lo tanto, la política de tierras estaba orientada básicamente hacia
la ganadería: los proyectos de desarrollo de la agricultura quedaban
para más adelante, como respondió el propio Artigas a quienes
impulsaban a su manera esa otra propuesta agraria.
Tal vez, como dice
Azcuy Ameghino, el tamaño del espacio de tierra a repartir era muy
grande y poco manejable para un desarrollo económico y social
dinámico y equilibrado, y también se puede ver, en el articulado
político del Reglamento, el equilibrio que el artiguismo hacía
todavía con algunos hacendados que exigían el disciplinamiento
social y la proletarización y explotación de los gauchos e
individuos no propietarios. Pero estan claras dos cosas: que lo
aspectos políticos democráticos y progresivos del Reglamento eran
mucho más fuertes y decisivos que sus aspectos disciplinadores, y
segundo, que el propio Artigas y su gente definieron al mismo como
“provisorio”, es decir que la revolución iba a seguir siendo
permanente, que, cuando mejoraran las cosas, se podía rediscutir,
corregir y profundizar. Esa materia quedó pendiente.
No sólo en la Banda
Oriental la multitud popular combatiente peleaba por la soberanía en
serio, expropiación y la distribución, para consolidar en serio la
libertad. Hay constancia de que también en Corrientes, por ejemplos,
los sectores populares en lucha empezaron a exigir y a moverse para
avanzar en esa reforma agraria en ciernes. Habría que estudiar cómo
se dió este proceso de discusión y movilización en toda la Liga
Federal. En BsAs, en el mismo año de 1815, con pocos días de
diferencia con el reglamento artiguista, el gobierno ordenó el
conchabo, el disciplinamiento y la proletarización forzada -el
empleamiento- del gauchaje a favor de las clases propietarias, de los
poderosos hacendados, de la burguesía terrateniente criolla en
formación.
LOS MODOS DE
PRODUCCIÓN Y LA LUCHA DE CLASES. MARTINIANO FIERRO. EL PARDO
ENCARNACIÓN APURA A ARTIGAS
"El
clamor general es: nosotros hemos defendido la patria y las haciendas
de la campaña, hemos perdido cuánto teníamos, hemos expuesto
nuestras vidas por la estabilidad y permanencia de las cosas. ¿Y es
posible que desde el Padre, hasta el último negro, a todos nos hayan
perseguido y procurado de todos modos nuestro exterminio, (y que)
sigan ellos disfrutando de sus antiguas usuras y nosotros destrozando
su mala conducta y su anti patriótica versación (...)".
...
¿es posible que "sean estos enemigos declarados del sistema los
que ganan y nosotros los que perdemos?".
En Entre Ríos, se sabe
que en ese SXIX, convivieron distintas modos de producción, de
trabajo y de vida social: libertarios, matreros, comunitarios,
colonos después, y pequeños propietarios convivían bien y/o mal
con hacendados explotadores y esclavistas. Habría que estudiar más
a fondo la lucha política de clases en todas las Provincias Unidas
del Sur y en el propio seno de la Liga Federal, de la liga de los
pueblos que querían ser libres. Si uno lee críticamente, por
ejemplo, “Montaraz” de Martiniano Leguizamón, se encuentra con
hacendados y matreros que seguían a Ramírez contra “las indiadas”
de Artigas. En uno de los relatos de ese libro de Leguizamón, los
personajes panchoramiristas huyen de un ataque “del tape Pohú” y
su gente, y piensan refugiarse en algún barco portugués… Es
necesaria y estimulante una lectura y una relectura crítica, a
contrapelo, entre líneas y sintomática de la literatura y la
cultura clásica entrerriana y litoraleña.
El pueblo profundo en
lucha superó incluso a su General Artigas. Las revoluciones y los
cambios políticos e históricos los hacen los pueblos conscientes,
organizados, movilizados, decididos y activos, no los próceres de
cartulina, afiche o gigantografía estafadora y desmovilizadora. El
ejemplo más destacado aquí de la potencia de la lucha popular es el
del Pardo Encarnación Benítez, ese moreno que era lugarteniente de
Artigas y que emprendió el reparto de tierras entre la gente del
pueblo, a pesar de que los cabildantes y hacendados todavía
“patriotas” se quejaron formalmente de Encarnación ante el
propio Artigas. El cabildo montevideano no dejaba avanzar con la
reforma a Encarnación y éste decidió escribirle a Artigas, a su
cuartel de Purificación, al norte de Paysandú, para pedirle y
exigirle (!) definiciones. La caracterización social del proceso
revolucionario y de las especulaciones conservadoras -y el doble
standard- de los hacendados “patriotas” que hace Encarnación en
esa carta política caliente (2 de enero de 1816) al Protector es
extraordinariamente clara y profunda, y le reclama a Artigas, que
aclare si es cierto que el propio General acuerda con los cabildante
suspender el reparto de las tierras de los malos europeos Albines.
Artigas definió
políticamente a favor de Encarnación. Le avisaba el Pardo a Artigas
que, si no se entregaban las estancias de Albin al pueblo en lucha
“se iba a abrir margen a una revolución peor que la primera”
(Azcuy Ameghino, ob.cit, pp.387-389). El Pardo fue asesinado por los
portugueses invasores el 26 de mayo de 1818, pero al igual que
Andresito y tantas otras figuras populares de la Liga Federal, nos
mostraron que el camino de la esperanza en acción y la
transformación realmente liberadora está en la acción directa,
consciente, organizada y federada del movimiento popular. Si la
primera vez no alcanzó, la segunda debe contar con más
organización, más planificación, más solidaridad confederada, más
decisión y más acción.
COLONOS, COLONIZADOS
y (NEO) COLONIALIDAD
“...Aquí
somos del mismo tiempo que el tiempo...”
JORGE
LUIS BORGES
“-¿Ha
visto usted alguna vez un judío con chiripá, bota de potro y
facón
al cinto?-le preguntó Amaro.
-No,
jamás- contestó el porteño
-¿Y
un morenito hijo del país, hablando idish?
-No,
tampoco -dijo el porteño.
Entonces,
permítame que le muestre Entre Ríos, mi provincia.”
AMARO
VILLANUEVA,
Obras
Completas, Vol.I, Eduner
“...Comprendía
Urquiza la urgencia de terminar con la
anarquía
gaucha… Con el auxilio del gauchaje
desgauchaba
la provincia...”
ALBERTO
GERCHUNOFF
“Entre
Ríos Mi País”
La tierra era y es un
problema político y social, urgente y estratégico, antes de
Artigas, con Artigas y más allá del Protector, hasta el día de
hoy. De la percepción del problema por parte de funcionarios
coloniales como Rocamora -el reformista de la tierra que pensó el
futuro de Entre Ríos como la provincia más linda de la América del
Sur- o Azara a fines del Siglo XVIII -funcionario con el que trabajó
el blandengue Artigas, y que después superó-, pasando por todas las
luchas federales -revolucionarias primero, populistas después-, la
colonización por los inmigrantes que llegaron y las luchas de los
últimos tiempos -pequeños productores por un lado, ambientalistas
por el otro-, la tierra ha sido una cuestión política y social
medular, no siempre bien dimensionada y bien pensada tanto por
gobernantes, como por militantes sociales y por el pueblo.
Para los charrúas, los
guaraníes y todo el campo popular artiguista después, la tierra,
que no se podía ni debía vender, era la vida, la dignidad y la
soberanía del pueblo. Para el poder burgués criollo y extranjero,
colonial ayer, neocolonial después y hoy, la tierra era y es una
mercancía más que se transa sin moral en el mercado. Como supo ver
claramente Ezequiel Martínez Estrada en su gran “Radiografía de
la Pampa”, para la clase dominante criolla, la tierra sólo fue
caución y garantía de negocios y de entrega al capital extranjero,
fue garantía del Empréstito Baring, cuando Rivadavia inició la
maldita deuda externa, y fue prenda de negocios asegurados para los
capitales británicos con el desarrollo del ferrocarril extractivo
imperial. Hoy, los capitales empresariales saqueadores y
contaminadores empiezan a chocarse con las luchas y con el propio
límite de la sustentabilidad de los negocios y nos proponen la nueva
mentalidad “biosapiens”. La Madre Tierra merece respeto.
¿CAMPO O GOBIERNO,
O CAMPO Y GOBIERNO EN EL CAPITALISMO EXTRACTIVISTA?
“...Pero deben
ser los soviets regionales y locales de diputados
campesinos -y en
ningún modo la burocracia, los funcionarios-
quienes dispongan
entera y exclusivamente de la tierra y fijen
las condiciones
locales de su posesión y disfrute...”
V.I.LENIN
“El Programa
Agrario y el Programa Nacional”, en
“Tesis de Abril”,
1917
El ideario de Artigas y
del artiguismo no vuelve con la extranjerización actual de la tierra
y de los principales medios de producción, ni con los monopolios,
las corporaciones -ni con las malas ni con las “buenas”- ni con
la concentración de la propiedad y la riqueza, ni con el
extractivismo, el saqueo, la contaminación, ni con la guerra química
a la madre tierra y al pueblo. Mientras existan estas cosas todos los
homenajes nacionales y populares serán puro verso y complicidad
funcional a la entrega y el saqueo. Es falso pensar simplistamente
una dicotomía “campo vs gobierno”, cuando los grandes
terratenientes, capitalistas y sojeros del campo, al igual que el
gobierno del Estado tienen sellada hace tiempo una alianza de
negocios con el capital concentrado transnacional. No hay “campo o
gobierno” para los que juegan, desde el campo y desde el gobierno,
con Monsanto, Daw, Syngenta, Cargill y/o los capitalistas chinos.
La dicotomía es
pequeños productores y trabajadores rurales, junto al pueblo
trabajador contra los monopolios y el saqueo -contra los grandes
terratenientes, las multinacionales y los políticos cómplices-, por
una economía social y sustentable, en el marco de una transición
estructural liberadora abierta. Tenemos el extraordinario movimiento
de las fábricas recuperadas y autogestionadas hoy por los
trabajadores en expansión, y tenemos luchas nativas-originarias, campesinas y ambientales resistiendo: todavia falta unirle y federarle un gran
movimiento por la recuperación de la tierra, en el doble sentido
social y ambiental-alimentario-cultural de la expresión.
Prof. Mauricio
Castaldo
Sec. De Formación de
Agmer María Grande
Editor del Blog del
Foro Artiguista Entrerriano
actividadentrerios.blogspot.com.ar
¡FUERA MONSANTO,
FUERA CHEVRÓN,
FUERA CAPITAL
IMPERIAL BIOCIDA
DE ARGENTINA Y DE
NUESTRA AMÉRICA-ABYA YALA!
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