martes, 10 de mayo de 2011

Ciro Pertusi: "Los pueblos originarios son los guardianes de la Tierra"

El ex cantante de Attaque 77 hablan de su nueva banda, Jauría, y del mensaje político de su álbum debut. "Ningún gobierno le da prioridad a la madre con más hijos desaparecidos, la Naturaleza".

Tras dejar Attaque 77, una de las bandas más populares del país, Ciro Pertusi evitó iniciar una carrera solista y prefirió armar un supergrupo, Jauría, conformado por él en voz, Esteban Serniotti (ex Cabezones, en guitarra) Mauro Ambesi (ex De Romanticistas Shaolin's, en bajo) y Ray Fajardo (ex El Otro Yo, en batería). Ahora se encuentran en plena etapa de promoción de su primer disco, Jauría, que combina una gran potencia con virtudes estilísticas propias de los integrantes de la banda.

- ¿Por qué decidiste formar un nuevo grupo y no comenzar una carrera solista tras la disolución de Attaque 77?

- Antes de querer formar Jauría, pensé en alguna cosa más cómoda para mí, como rearmar De Romanticistas Shaolin's, que es el grupo que tenía mi hermano Federico (miembro de Attaque hasta 1993). El grupo tenía un concepto increíble y era como un club de amigos muy libertario, en el cual entraba uno y salía otro, anárquicamente. Me parecía muy lindo volver a tocar con mi hermano, con él al frente y ser un instrumento "en función de". Pero mi hermano no quería estar tan al frente y entre los integrantes de Romanticistas que admiraba estaba Mauro. Después, una de las bandas que más me habían pegado en los últimos cinco años era Cabezones y sabía que Pichu (Serniotti) tenía mucho que ver con ese sonido y esas composiciones. Y Ray venía de una de mis bandas favoritas de toda la vida, El Otro Yo.

- ¿Cómo surge el nombre Jauría, que remite a un grupo animal, y cómo llegan al logo, con las letras formando un perro salvaje?

- Estaba autoexiliado en México después de la salida de Attaque, recobrando algo de identidad. Y cuando ya tenía las canciones empecé a fantasear con el nombre Jauría. Me gustaba el hecho de que me sentía un poco como un perro sin hogar, medio errante, y ya estaba hablando con los futuros integrantes del grupo y veía esa condición, era muy tangible. Pichu venía también deambulando, buscando; a Ray lo convoqué cuando me enteré de que se había ido de EOY; y con Mauro toda la vida fuimos perreros, tuvimos afinidad con los animales. A partir de ahí empecé a jugar con la idea de un logo contundente, algo fuerte, y se me prendió la idea del viejo recurso de integrarle la imagen al nombre. Entonces vi un perrito de juguete tirado en el piso que le regalé a mi hija y vi la jota marcada en la cola y empecé a dibujar el perro hasta que llegué al logo.

- El disco tiene mucha politica. ¿Cómo surgió el homenaje a Agustín Tosco?

- Lo de Tosco es lo mismo que me pasó con Favaloro en Western. Me conmovió una entrevista que vi en televisión, donde el tipo estaba pidiendo por favor ayuda para su fundación y de repente se largó a llorar en cámara. Con Tosco lo mismo. Yo escribí la letra de Setentistas y fui recopilando videos del Cordobazo. "El Gringo" es un sinónimo de eso, con su jardinero, al frente. Escribo desde otro lugar, más humano. Me animo y se lo muestro a los chicos y creo que se identifican porque no es una postura política que te puede embarcar en algo que no quieras. Pichu es un loco más artista, musical y cuando la recibió me dijo "qué buena que está, loco". O sea que para él tiene otra magia.

- También hay un homenaje a los indios kilme. ¿Por qué?
- Porque los pueblos originarios están defendiendo algo que tiene que ver con la Madre Naturaleza, porque ellos se rigen por la Pachamama y a nosotros en Jauría si hay algo que nos pone de acuerdo en una postura política es que no nos sentimos identificados con los gobiernos y los partidos políticos de Argentina y gran parte del mundo, porque ninguno tiene como prioridad a la madre que más hijos desaparecidos tiene en la historia de la Humanidad, que es la Madre Naturaleza. Los pueblos originarios son los guardianes de la Tierra. Son gente completamente empatizada con la Tierra y con sus movimientos. Me parece que hay una vuelta de tuerca más a la cuestión política.

Indymedia-10/5


ATE ENTRE RIOS REPUDIO LAS PINTADAS AL DOMICILIO DE SU SECRETARIO GENERAL PABLO MICHELI - APF - 10/5


Los policías rechazaron la oferta del Gobierno y sigue la protesta

Tucumán-La Gaceta-10/5



Una mirada periodística sobre las políticas educativas

Andrés Sarlengo

El crimen educativo

Presentación:

Miércoles 18 de mayo a las 20 horas

Instituto Superior Profesorado Nº 7

Estrugamou 250

Venado Tuerto- Santa Fe

Los esperamos…

A modo de presentación

El crimen educativo es la recopilación de mis artículos periodísticos sobre educación y política. Son artículos escritos para mi programa radial Contrapuntos. Y digo periodismo y radio porque eso es lo que hago en mis tiempos libres luego de trabajar en la Escuela Especial Laboral Nº 2112 de Venado Tuerto, Santa Fe.

No soy un profesional graduado en Ciencias de la Educación ni otra carrera afín; sólo miro las políticas educacionales desde mi experiencia diaria, la escucha atenta, el archivo periodístico y mi pasión por leer las palabras y el mundo que nos rodea.

Los artículos que incluyen este libro comienzan con un texto que tuvo su impacto (eso creo, al ver que en su momento fue muy publicado por internet): Las escuelas del silencio. Luego vienen algunos apuntes que abordan el “debate educativo” que precedió a la nueva ley de educación nacional de 2006. Allí se ve mi impronta periodística: en Santa Fe el 63 % de las personas mayores de 20 años no culmino la secundaria. Ya Juan C. Tedesco proponía “convertir la educación en una variable para el impulso económico”; sí, el ilustre Tedesco asesorando a la Fundación Leer junto al clan Rockefeller.

Obviamente no me puedo olvidar del asesinato de Claudio Lepattri y Carlos Fuentealba. A ellos dedico algunos artículos. Jorge Sobisch fue declarado Huésped de Honor por la provincia de Santa Fe meses antes de la muerte de Carlos.

Y así llegamos al Bicentenario y su crimen educativo. No solo por el vaciamiento de la educación pública sino por su puesta al servicio (desde las políticas educativas) de los intereses corporativos del dinero. La educación como una variable de la realización del capital y su orden social. Las escuelas como galpones digitalizados como una metáfora del Requerimiento de Obediencia del siglo XXI.

Suena antipático pero es necesario discutir sobre ello. La mayoría de mis artículos del 2010 abordan semejantes problemáticas.

Vuelvo a insistir: mi enfoque es periodístico y he resuelto no modificar mis apuntes pudiéndolo hacer. Ellos reflejaron en su momento una perspectiva personal; hoy quizás tenga más argumentos para escribir de otro modo.

Mi mayor incertidumbre es quiénes leerán estos apuntes… ¿Mis colegas periodistas o los docentes? Lejos de ser una pregunta anodina en Transmitidos asevero que “detrás de toda práctica de comunicación hay una concepción educativa”.

Es tiempo de vencer a los criminales y sus “comunicados”.

Andrés Sarlengo

11/03/2011

“Los artículos recopilados en este libro funcionan como un relato testimonial que dejará su marca en la historia de la llamada transformación educativa y Sarlengo sabe que esto no es todo, que hay que difundir las estrategias del crimen a la educación pública y eso es lo que hace.

Todas las voces confluyen en sus artículos, un relato polifónico: las voces de los intelectuales que pensaron la transformación, la de los técnicos que la implementaron, las voces de los políticos que la sustentaron y los organismos que las impulsaron con créditos, es decir con nuevas y onerosas deudas”

Del prólogo de Darío de Balvidares

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