martes, 4 de diciembre de 2012

(Brasil - Nuestra América) Los Guaraní se plantan ante la reforma constitucional


Cimi


Los Guaraní y Kaiowá de Brasil se niegan a aceptar la reforma constitucional que puede poner sus territorios en manos de empresas hidroeléctricas y mineras. Así se lo hicieron saber en su gran asamblea (Aty Guasú) que termino ayer domingo a la inmensa delegación del Estado que asistió y que tuvo que escuchar a un pueblo digno "que ya no acepta promesas vacías".
Más de 300 Guaraní y Kaiowá, reunidos en el Aty Guasu -Gran Asamblea del Pueblo Guaraní de Mato Grosso do Sul- concluyeron la reunión con un mensaje para las autoridades brasileñas: "ya no aceptamos promesas vacías". Los indígenas se reunieron en la aldea Panambi (municipio de Douradina) entre el 28 de noviembre y 2 de diciembre.
Con representación de todos los tekoha -"el lugar de donde se es", en Guaraní, ya sean aldeas, campamentos o retomas-, los originarios hicieron duras críticas a los poderes ejecutivo, legislativo y judicial brasileños, sintetizados en el documento final de la reunión. Para ellos, los Guaraní y Kaiowá viven un contexto de masacre silenciosa que "baña nuestras tierras con nuestra sangre", y denuncian que "este estado de genocidio se ve reforzada por el gobierno brasileño".
La reunión Guaraní culminó con la visita de una delegación del poder público compuesta por el presidente de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) y el Departamento de Salud Indígena (Sesai), representantes de los ministerios de Justicia, Cultura y Agricultura, la Policía Federal y Fuerza Nacional, además de la Policía Civil de Dourados y parlamentarios de Mato Grosso do Sul y de la Cámara de Representantes.
Decenas de relatos de las comunidades sobre la violencia y las amenazas que enfrentan los Guaraní y los Kaiowá fueron minuciosamente repetidos por los indígenas a los representantes del Estado. Cuando hablaban de las tierras retomadas o de los territorios ancestrales​​, los Guaraní tiraban tierra a los pies de los funcionarios del Gobierno. Cuando hablaban de los muertos, abrían enormes pancartas con fotos de líderes asesinados y cuyos procesos judiciales están parados o prescribieron ya.
"Estamos amenazados. Sufrimos la violencia; las mujeres, la violación", dijo Otoniel Guarani, el líder de la Consejo Continental de la Nación Guaraní. En ese momento, los indígenas amenazados y todas las mujeres que asistieron a la reunión se pusieron de pie y se enfrentaron a la delegación oficial. Otoniel continuó: "Estamos hablando cara a cara para que nos puedan ver. Ya no podemos ocultar nuestro rostro ".

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