domingo, 22 de febrero de 2009

“La Madre Tierra me devolvió la vida y la salud”

VALLES CALCHAQUIES - FIESTAS
La Gaceta de Tucumán 22/2

La flamante Pachamama tiene 93 años. María Luisa Hidalgo Condorí fue elegida por el Consejo de Ancianos de Amaicha para representar a la Madre Tierra. Relató que se curó milagrosamente de una enfermedad.
TRADICION. La Pachamama interpretó coplas tras ser designada. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL



CONCEPCION.- Hace ocho años, María Luisa Hidalgo Condorí regresó de Buenos Aires a Amaicha del Valle con una esperanza de vida que no superaba los pocos días. Una enfermedad la estaba matando. Sin embargo, de a poco se fue restableciendo y ayer el Consejo de Ancianos la eligió como la Pachamama 2009. “Todo se lo debo a la Madre Tierra; ella me devolvió la vida y la salud”, aseguró la mujer de 93 años.
Hoy la representante de la Madre Tierra desfilará a bordo del “aispa” (carruaje de madera) con su séquito integrado por el yajstay, pujllay y la alhajita. El ritual se cumplirá en el marco de la nueva edición de la Fiesta Nacional de la Pachamama que culminará el martes. María Luisa, que vive en una humilde vivienda a cuatro cuadras de la plaza de Amaicha, recibió la noticia al mediodía y estalló en llanto de alegría. Sucede que la anciana desde hace tiempo aspiraba a representar a la deidad vallista en agradecimiento a la vida que, según ella, le devolvió la Pachamama.
“En Buenos Aires, donde viví muchos años, los médicos le dijeron a mi hijo que me trajera nomás a Amaicha para que muriera en mi tierra” relató. Sin embargo cuando arribó a su pueblo, recibió una especie de soplo de vida increíble. “Tenía una caja enorme con remedios. Había algo inexplicable que me hacía rechazarlos. Los médicos me dijeron que si no los tomaba me moría porque mi corazón no estaba bien. A pesar de la advertencia agarré la caja y la quemé. Y ya ven que no me morí”, afirmó. Una amiga suya, según dijo, fue la que le recomendó que se encomendara a la Pachamama para superar la enfermedad que sufría (artrosis severa).
“Ser Pachamama para mí es un honor y una forma de agradecimiento a nuestra madre. No dejo de llorar porque desde hace años quería representarla pero por una u otra razón no me elegían. Ahora me puedo morir tranquila”, afirmó.
La flamante Pachamama confesó su preocupación por el flagelo de las drogas. Dijo que va a elevar plegarias a fin de que la Madre Tierra no permita que “los chicos y las chicas destruyan su futuro”. “La droga es un mal que tiene que desaparecer. Aunque aquí en mi pueblo hay muchos chicos sanos, ya hay quienes comenzaron a consumir esa porquería”, se quejó la mujer. (C)


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