Cuantas historias de lucha se podrían escribir cada 1º de Mayo “Día del Trabajador”, cuántos han caído y han pagado con su vida por levantar las banderas con las reivindicaciones de clase, buscando hacer realidad sus reclamos de justicia e igualdad. Y mucho se ha avanzado en el campo laboral por las conquistas logradas desde aquel abril de 1886, días agitados en que grupos de obreros anarquistas comenzaban a organizarse y un primero de mayo en gran manifestación reclamaron por una jornada laboral de 8 horas, cuando se trabajaba a destajo 14 y mas horas diarias. Pero la clase dominante no podía permitir semejante descaro de esos obreros y le asestaron un duro golpe, matando ochenta trabajadores y dejando doscientos heridos a causa de la represión desatada. Esto ocurrió allá en Chicago y tal vez fue la primera vez en que los trabajadores organizados se manifestaron masivamente contra la explotación del capital.
Nuestro país tampoco fue ajeno a la implementación de crueles medidas contra todo intento de reclamos por parte la clase trabajadora. Así fue, cuando aquellas grandes manifestaciones populares, como las huelgas a principio del siglo XX en Bs. As. o algunos años mas tarde, cuando los trabajadores de los frigoríficos se revelaron ante tanta explotación, en lo que se llamo la “Semana Trágica”, o en la Patagonia argentina cuando los peones de las grandes estancias de los ingleses se plantaron y le exigieron a sus patrones mejores condiciones laborales, fueron todas brutalmente reprimidas con centenares de obreros fusilados, hechos éstos que marcaron con sangre la disputa con las patronales. Capital y trabajo; patrones-obreros, reclamos-represión, derechos conquistados, es la historia de los trabajadores porque es historia de lucha y por que la clase obrera vive en la lucha.
Los docentes no fueron ajenos a ésta construcción de conquistas del campo popular, padeciendo también desapariciones, muertes, persecuciones. Todavía quedan en la sociedad sectores minoritarios que pretenden imponer la idea de que la docencia es un apostolado, cuya doctrina es agachar la cabeza sin derecho a protestar. Pero en aquella urdimbre de luchas, en un histórico Congreso de educadores de todo el país realizado por el ´73 en Huerta Grande, se comenzó a hilvanar otra historia que cambiaría la concepción liberal del maestro apóstol y toma la entidad de trabajador, el maestro/a también tiene derechos y como tales debían respetarse y cumplirse, solo por que están en la Constitución. Con la dictadura militar genocida, se retrocedió años en las conquistas y cayeron muchos compañeros. Restablecida la democracia por la presión popular, los Sindicatos docentes comienzan a organizarse nuevamente y en mas lugares, reclamando no solo mejoras salariales, sino también, defendiendo la escuela pública como un espacio de igualdad para todos.
Y en eso estamos, aún con una democracia cuyo sistema político está en deuda con la educación. En Entre Ríos, nuestra patronal que es el Gobernador en representación del Estado provincial, ha violado el derecho constitucional de huelga, imponiendo arbitrariamente por resoluciones extorsivas, descuentos en los caídos salarios docentes. También con nuestra lucha estamos exigiendo al gobierno garantías para la continuidad de las escuelas medias rurales; capacitación para maestros y profesores en servicio; actualización de partidas para los comedores escolares y limpieza; creación de horas y cargos. Denunciamos constantemente la caótica situación en infraestructura escolar, que pone en riesgo la seguridad de alumnos y docentes y podemos seguir enumerando situaciones que demuestran la falta de inversión en educación.
Por esto nuestra lucha como trabajadores continúa y seguirá escribiéndose la historia de conquistas y fracasos, pero sin bajar las banderas de justicia, de igualdad que levantaron aquellos obreros allá por 1886 y todos los que siguieron por la misma senda.-
La unidad y la lucha nos conducirá a la victoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario