sábado, 14 de septiembre de 2013

Abrir la puerta para seguir endeudándonos

Red Eco


La tercera reapertura del canje de deuda, a través de la modificación de la “ley cerrojo”, marca el fracaso en los objetivos de los canjes de 2005 y 2010, la falta de capacidad de pago de Argentina que la obliga a refinanciar y tomar nueva deuda en forma permanente y un nuevo crecimiento de la deuda pública.

Este miércoles, la Cámara de Diputados convirtió en ley la tercera reapertura del canje de deuda. Fue en el marco de dos fallos adversos para Argentina por parte de tribunales norteamericanos ante el reclamo judicial de bonistas que no habían entrado a ninguno de los canjes anteriores.

Recordamos que en noviembre de 2012, cuando se produjo el embargo de la Fragata Libertad la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había dicho: “No vamos a aflojar” al asegurar que no se le pagaría al fondo buitre que embargó la nave insignia. Y luego rechazó de plano la posibilidad de reabrir el canje de deuda para negociar con los "fondos buitres".

Sin embargo no fue así. La modificación -a través de la ley aprobada ayer- de la conocida como “ley cerrojo”, fue el punto de negociación que el gobierno argentino encontró, luego de rotundas negativas iniciales, como propuesta para destrabar los reclamos del juicio iniciado por los llamados “fondos buitres” (NML Capital, Aurelis, Olifant, Blue Angel) y 13 acreedores minoristas argentinos (como únicos tenedores originales de los bonos).

Estos acreedores reclaman que se les reconozca el 100 por cien del valor de bonos por 1.330 millones de dólares sin ninguna quita. Lo que hace el gobierno reabriendo el canje es posibilitarles a ellos y al resto que no se acogió a los canjes 2005 y 2010 (quedaron fuera un 7% del total de los tenedores de entonces que representan, según cifras oficiales, 11.200 millones de dólares entre capital e intereses) que cambien sus títulos por otros en las mismas condiciones que la de los canjes anteriores, o sea, no por su valor nominal, sino con quita...







La aprobación del proyecto de ley sobre la reapertura del canje de la deuda externa tuvo una discusión en el senado, mostrando los argumentos de siempre del oficialismo, y el seguidismo de la UCR, a pesar de sus cuestionamientos. Aunque las exposiciones no se apartaron de considerar que esto es lo único que se debe hacer, porque es una política de Estado, los senadores fueron algo prudentes y más mesurados en el exhibicionismo de los logros oficialistas. Todos votaron a favor, con la excepción de los senadores Rodríguez Saá, Linares, Juez, Escudero, Negre de Alonso, Giustiniani, Romero.
La sesión de la Cámara de Diputados, en cambio fue una clara muestra de la degradación institucional que se vive y el deliberado desconocimiento del orden jurídico del país. Los discursos oficialistas se repitieron unos a otros mostrando un imaginario desendeudamiento, enfatizando que somos un país soberano y olvidándose que en todos los bonos emitidos por Néstor Kirchner y la actual presidenta tienen una cláusula de renuncia a la soberanía y de prórroga de jurisdicción a favor de los tribunales de Nueva York. Los obsecuentes del FPV sostuvieron que todos los pagos que se hicieron (173.000 millones de dólares del 2003 a hoy) permiten el crecimiento, la inclusión social, una mejor educación, configurando un país ideal que solo existe en un relato falaz, donde las estadísticas dibujadas permiten decir cualquier cosa que se acomode a los proclamadores de la década ganada.
Pocas veces he visto tal sarta de mentiras alevosas, mientras está en juego la economía del país y el desarrollo de un pueblo que sigue siendo engañado por la sobreactuación discursiva del oficialismo y la patética mediocridad de sus opositores, que cultivan el lugar común y las ideas convencionales como una de las bellas artes...

Rebelión - 14/9 - Leer





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