1- Desde hace un tiempo aparece aisladamente, dentro de la JG -Juventud Guevarista-, el debate acerca de esta consigna pero que no ha llegado orgánicamente a ninguna de las instancias de centralización, al menos en las reuniones que he participado, por lo que creo conveniente fijar posición y abrir un debate necesario. Por otro lado algunos planteos teóricos exigen la profundización de la cuestión a la que contribuimos con las siguientes reflexiones.
2- Como decimos en su mismo texto, cuando escribimos Nuestra línea: “Estuvimos tentados en titular este trabajo como: Nuestra estrategia de construcción revolucionaria (…) no lo hicimos, pero si a algún compañero le parece más claro nos hacemos cargo. Queremos dejar aclarado que en ningún caso estamos hablando de una estrategia de poder”.
3- En la actualidad las organizaciones de izquierda no debaten acerca de una estrategia de poder. Eso resulta bastante atinente por un lado y un indicador de que el poder no está hoy en disputa, por el otro. Ninguna organización del campo popular ha definido una estrategia de poder. No le podemos llamar así a las propuestas del trotskismo orgánico que en el mejor de los casos no sobrepasan la descripción de los hechos de la Revolución Rusa de febrero de 1917 y han desnaturalizado una consigna de la guerra de clases como es la huelga general (sin siquiera diferenciar si se trata de una tal huelga en el marco de la lucha de clases o de la conciliación de clases). No lo han hecho ninguna de las organizaciones denominadas movimientos sociales, y nosotros nos hemos negado a hacerlo para no repetir la estrategia de los años ‘60 y ’70 sin antes hacer un profundo análisis de la evolución del capitalismo en el plano internacional y nacional en los 40 años trascurridos.
4- ¿Estamos en una situación al menos incipiente de poder alternativo?
No vayamos a situaciones máximas como fueron el período entre las dos revoluciones rusas de 1917, o los años que van entre 1911 y 1917 en la Revolución Mexicana, tampoco a los tres años que duró la Guerra Civil española, o la situación en China desde 1925 a 1949, como tampoco y los años inmediatos posteriores a la Segunda Guerra en Grecia, ni tampoco a la que se vivió en Cuba luego de la derrota de la ofensiva general del Ejército de la dictadura en agosto de 1958. Pero si, por ejemplo, la que se vivía en éste país luego de la toma del cuartelito de El Uvero, efectuado el 28 de mayo de 1957, porque esos cuartelitos quedaron condenados a desaparecer y un mes después la dictadura levantó a todos los que había en la Sierra Maestra porque no los podían defender. O la que había en México hasta los asesinatos de Zapata en 1919 o de Villa en 1923. Un ejemplo nacional podemos encontrar en la situación de Villa Constitución durante 1974 y principios de 1975, en la que las fuerzas revolucionarias, con gran presencia política y militar del PRT y otros grupos revolucionarios, dirigían la UOM, lideraban al conjunto de la clase obrera de la Zona y toda ella y el conjunto de la población que se enfrentaron al gobierno de Perón primero y de Isabel y López Rega después liderados por esa vanguardia. Esta situación fue la que inspiró a Santucho a escribir Poder burgués y poder revolucionario. La situación en Argentina está muy por detrás de la menor de las que hemos citado, por el contrario en la actualidad recién hemos salido de una situación contrarrevolucionaria y estamos en un proceso de recuperación de la lucha popular.
5- Lenin diferenciaba la propaganda de la agitación: La propaganda es la explicación profunda de un concepto o una serie de conceptos para lo cual se vale de instrumentos como un libro o un folleto de alguna extensión, una película, una conferencia, etc. Con la propaganda se busca concientizar acerca de las cuestiones tratadas. En cambio la agitación es la difusión de ideas inmediatas, concretas, por su brevedad utiliza otros instrumentos como una arenga encendida, una mariposa, video clips, un spot publicitario. La agitación no tiene como objetivo específico tanto concientizar sino de llamar a la acción. Al ser “poder popular” una tarea estratégica -similar a otras como: socialismo, partido (incluso esta podría ser más inmediata), poder revolucionario, huelga general, guerra de guerrillas y ejército del pueblo, la consigna “bajada” del periódico El Combatiente: Por la revolución obrera, latinoamericana y socialista, etc.- la podemos aceptar en el plano de la propaganda, pero el mismo hecho de darle ese tratamiento nos dará la oportunidad de descubrir los argumentos que estamos exponiendo. Las consignas que hemos indicado y otras que podríamos agregar no las manejamos en el plano de la agitación ya que no son un llamado a la acción inmediata en este momento como serían: ¡vamos a la huelga! o ¡afíliate a la UP! Sino en el de la propaganda, para ser debatidas en los cursos, en las reuniones de formación ideológica, etc.
Reflexiones aplicables a todas las revoluciones y la revolución bolivariana no es la excepción - NPH
Progresistas somos todos, ¿no?
Eduardo Grüner
N.2, agosto 2013
Quisiera empezar con una confesión personal: la palabra “progresismo” me provoca cierto rechazo. Entiendo perfectamente que no es lo mismo cuando se la usa desde la izquierda, o desde el discurso “nac & pop”, que cuando la usa un liberal o un conservador, pero igual me fastidia. No puedo olvidarme del Benjamin que decía que hoy en día –y el “día” de Benjamin sigue siendo el nuestro– el concepto de progresoes un arma ideológica de la historia de los vencedores (para quienes por supuesto hubo un “progreso” que los puso en ese lugar), mientras que para los vencidos la historia es una pesadillesca sucesión de regresiones. Dicho más “teóricamente”: aceptar sin interrogación crítica esa idea es someterse a una concepción de la historia del “tiempo homogéneo y vacío”, lineal, evolucionista, y para decirlo todo, colonial/eurocéntrica/clasista...
Cristina, ante Correa, defendió a Chevron - Ámbito - Leer
Cuando el oficialismo se pronuncia reiteradamente contra las corporaciones, tiene en la mira a solo una de ellas, el Grupo Clarín, que a través de sus acciones jurídicas lo ha enfrentado para conservar sus privilegios, aunque en algún momento acordaron durante la presidencia de Néstor Kirchner. Y digo esto porque no tienen ningún impedimento para negociar con muchas más poderosas como Telefónica, Barrick Gold, Monsanto, Chevron, British Petroleum y con grupos financieros que participaron desde la dictadura militar participaron en el endeudamiento y saqueo de la Argentina como el Citibank, el Barclays, Deutsche Bank, J.P. Morgan, etc...
Lo verde es negocio en Alemania
Las empresas vinculadas a la ‘economía limpia’ aportan el 11% del PIB nacional
El éxito de Los Verdes en Baden-Württemberg se explica por su viraje al centro
Semanario Alternativas - Montevideo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario