Contra
toda intervención imperialista
Por
la autodeterminación de los pueblos
Esta
línea política ha sido una constante en nuestra Organización. El
repudio militante a toda intervención imperial y la reivindicación
del derecho a la autodeterminación de los pueblos. Ha sido una línea
teórico-política de nuestra organización en todo su recorrido
histórico. Todavía sonaban los ecos de una intervención más del
imperio yanqui, esta vez en Guatemala instrumentado a Castillo Armas,
cuando se preparaba el nacimiento de la FAU. Nació la FAU
apoyando los movimientos populares anticolonialistas que se daban en
el mundo en ese momento histórico.
Las
coyunturas han cambiado, otras formas van tomando los nuevos
acontecimientos que aparecen, nuevas adecuaciones realiza el sistema,
pero permanecen semejantes elementos claves que hacen a la opresión,
explotación y miseria de los pueblos. Igualmente políticas
imperiales que sojuzgan a poblaciones en continentes enteros.
No
es novedad que todos esos procesos de lucha, los de ayer y los de
hoy, se encuentran revestidos de mucha complejidad, que nada es
blanco y negro, que líneas transversales aparecen por aquí y por
allá. Eso no hace imposible el análisis, exige sí más
herramientas y tomar distancias de esquemones que no ayudan a la
comprensión y la acción consiguiente.
¿Que
los hechos pueden ser leídos de diferente manera? Por supuesto. Todo
ha dependido y depende del cristal con se mire. ¿Que se bombardea
con información desinformante que contiene un miserable trasfondo?
Sí, esto hoy más que nunca, no ofrece dudas.
Y
conviene afirmar, no queda al margen ni es menor la importancia la
sensibilidad política, la identificación con los de abajo, en los
análisis que se realicen. Los hay donde están jerarquizadas las
superestructuras, todo lo de arriba, toda la combinación que
realizan entre ellos. Igualmente las elites tanto intelectuales
como burocráticas vinculadas al poder. Hay un mundo “subalterno”
que apenas es mirado como de relleno. Claro está son los de
abajo, ellos quedan excluidos y altamente disminuidos en ciertos
análisis y discursos.
Un
componente teórico-político del cuerpo conceptual de análisis es
esa sensibilidad que se funda principalmente estando una organización
en la inserción, viviendo los problemas populares desde adentro,
siendo uno más en ese proceso de futuras esperanzas. Es esa
percepción que comunica angustias, sufrimientos y anhelos de un
pueblo. Para nuestra organización esos dolores y esperanzas han sido
siempre parte de la visión y el sentimiento con que se ve una lucha
popular. Son parte del cuerpo categorial en que se asientan las
reflexiones. Como dijo alguien de manera sencilla: ¿Qué estás
haciendo dentro del socialismo si no querés a la gente?.
El
imperialismo yanqui y su secuela de invasiones criminales.
Toda
una historia de atropello, horror y sangre cubren el cuerpo entero
del imperio. EE.UU. sólo o dentro de la estructura imperial que
constituye en occidente ha estado sembrando muerte y miseria durante
todo un largo periodo histórico. Esto ha sido tanto a nivel
mundial como en nuestra América Latina. Las intervenciones militares
fueron una forma desembozada y criminal, pero en todo momento otros
mecanismos imperiales regulares circularon por el interior de países
enteros logrando los mezquinos propósitos de succión de sudor y
riqueza de estos pueblos. Es una cruel e implacable pesadilla
que se reitera una y otra vez, resultando ya familiar y “natural”
su práctica. La experiencia directa en América Latina habla por sí
sola. Invasiones, fabricación de golpes de estado,
desestabilizaciones programadas, políticas diseñadas cínica y
brutalmente para llevarse todo, organismos internacionales digitados
para que esta estructura imperial tenga su cobertura o lo que se
supone que puede serlo. Pues ya nadie que haya observado los
problemas históricos cree en los cuentos grotescos que arma y
que atentan contra lo que hay de experiencia y saber. Cuentos que ya
no los puede creer ni la hija de caperucita roja.
Van
desfilando los episodios de intervención de ayer y hoy que sería
largo enumerar. Recordemos nomás los de los últimos tiempos:
Afganistán, Irak, Libia, mezclado con trabajo previo y apoyo
a golpes de estado como en Honduras. No subestimamos ni dejamos de
lado toda la trama tejida por la política imperial en su desarrollo
histórico y que actúa en el día a día. Las instituciones y
organismos, como el FMI, el Banco Mundial y tantos otros, que
le son funcionales, a gran escala y a niveles regionales.
Constituyen el conjunto de mecanismos y dispositivos que hacen que
hace que esta realidad brutal sea el pan de todos los días a nivel
mundial. Pero hoy nos centramos en la intervención directa y
descarada acción que anuncia contra Siria.
El
pretexto de un gas venenoso que poco o nada les importa
Aparece
el gassadín y se lo transforma en lo diabólico sin nombre. Se
exclama: ¡No, esto sí que no se puede tolerar, es inhumano y
perverso hasta lo monstruoso! Claro que lo es. Pero estole
importa un rábano al gobierno de EE.UU. y sus aliados de turno. Ya
hace rato que el drama sirio está en escena. Se estima en alrededor
de 150 mil los muertos y en más de 2 millones los desplazados que
padecen hambre y penurias de todo tipo. A esto hay que agregar los
cientos de miles de heridos. Dramática y siniestra situación.
Más la destrucción de zonas enteras, en escombros pedazos de
ciudades producto del enfrentamiento interno. Desesperación de
la gente que vive a diario el terror y los baños de sangre.
Medios
de comunicación, de hecho oficiosos, amplían constantemente a nivel
mundial la importancia central del gas sarín que dicen arrojó
el gobierno Sirio y que produjo 1.400 muertes, muchos de ellos niños.
Kerry recorre el mundo manifestando que tiene pruebas de que
esto fue así, pero las pruebas que aparecen no son convincentes ni
siquiera para gobiernos amigos de EE.UU. La misma tarea hace el
Presidente Obama sentenciando que la decisión está tomada. Por su
parte el gobierno sirio niega rotundamente haber sido quien ejecutó
tal acción. Por otro lado aparecen versiones periodísticas, por
ejemplo la de Dale Gavlak que es corresponsal de la agencia
norteamericana AssociatedPress que da la versión de un entrevistado
no oficialista que da detalles de quien suministro el gas y quienes
lo tiraron. Lo habría proporcionado El
Jefe de aparato de inteligencia de Arabia Saudí, Príncipe
Bandar binSultan al-Saud, sería el responsable de suministrar
las armas químicas a los “rebeldes”. Un error en la
manipulación habría producido la catástrofe. Abu Abdel-Moneim,
residente en Ghouta es padre de un rebelde, y señaló que su
hijo murió junto a otros 12 combatientes en el interior de un túnel,
utilizado como almacén de armas recibidas de manos de un yihadista
saudí, Abu Ayesha, comandante de un batallón insurgente. Por otro
lado una combatiente rebelde agrega: “No nos dijeron qué tipo de
armas eran, ni cómo usarlas… “No sabíamos ni nos podíamos
imaginar que eran armas químicas. Otro líder rebelde, según la
periodista le dice que: “desgraciadamente algunos de nuestros
combatientes manipularon erróneamente esas armas, y dieron lugar a
las explosiones”. Dado el carácter especial del tema, otras
versiones existen y otras aparecerán. Dada la ferocidad de los
combates de uno y otro lado, demostrado en los hechos, nadie puede
decir, por razones ni éticas ni humanitaria, este no puede haber
sido. Sería absurdo. Pero aquí lo que está en juego es otra cosa y
este drama está usado inescrupulosamente para seguir adelante con
una política de avasallamiento y de aumentar influencia estratégica
en un área estimada de mucho valor. Un juego a varias puntas que no
deja de apuntar hasta a los “amigos” que el imperio tiene en la
zona.
Aquella
“Primavera Arabe” y los llamados “rebeldes” de hoy.
El
gobierno “Resistente” y su historia terrorífica.
Lo
hemos dicho al comienzo, no estamos ante una situación que puede
describirse como de blanco y negro. Cualquier análisis de este tipo
deja por el camino la verdad de ciertos componentes en cuestión y no
nos permitiría ubicar con un mínimo rigor el contexto. No conviene
dejar campo a suposiciones y equívocos. Enfrentar y repudiar
firmemente la intervención imperialista no significa el apoyo
automáticamente al gobierno sirio nidejar de denunciar las
atrocidades cometidas por un gobierno dictatorial como el de Bachar
Al-Assad que por otra parte de antimperialista no tiene credenciales.
Un gobierno que cuenta con el rechazo de su pueblo, por lo opresivo,
represivo y corrupto. Un gobierno que llevó adelante una línea
política económica de tipo neoliberal que servía, como en todos
lados, para enriquecer más a los ricos y empobrecer o mantener en la
pobreza a la gran mayoría de la población. Que en su momento fue
amigo de EE.UU. contra Irak. Tiene una larga trayectoria de guardián
de la ocupación sionista delGolan sirio. Al tiempo de que ha
permanecido indiferente y servil desde la guerra de octubre de 1973
ante ataques israelíes contra su territorio. A este gobierno de tipo
dictatorial no le interesa la situación de los de abajo y estará
siempre dispuesto a masacrar aquellos reclamos de libertad y justicia
que se manifiesten. Eso está claro.
Pero
tampoco nos confundamos con otro aspecto del problema. Lo que hoy
aparece como la oposición rebelde y en armas no guarda relación con
aquella expresión inicial, en el marco de la llamada Primavera
Arabe, de pueblo en búsqueda de un destino propio y mejor. Los
“rebeldes” de hoy conforman un espectro no homogéneo, donde no
faltan mercenarios y agentes de los servicios extranjeros, a través
de los cuales se expresan distintos intereses, geopolíticos,
económicos, culturales y que son en general armados por la
estructura imperial occidental , Turquía y países árabes como
Arabia Saudí, Qatar Paises árabes que acaban de ofrecer a Kerry
correr con todos los gastos si intervienen a Siria. En esta jugada
estratégica de ajedrez los reales intereses de los de abajo están
ausentes. Es de agregar que la composición y los diversos intereses
en juego en el bando “rebelde” hace que muchos de los propulsores
de su acción hoy tengan dudas de que convenga un triunfo de ellos.
Estrategia
Imperial con el siniestro Estado israelí empujando.
Desarticular
países para ejercer control de sus riquezas.
Desde
hace varios años la estructura imperialista lleva adelante el
propósito de controlar a su gusto el Medio Oriente. Diseñó una
estrategia para irlo logrando. Para ello ha ido contando con apoyos
regionales: Turquía, países del golfo y la despiadada y brutal
acción regular del Estado israelí, de ese verdugo del pueblo
palestino. Hay en juego elementos geopolíticos y de poder que vienen
de la mano de petróleo, gas, oleoductos, agua y otras riquezas. Al
mismo tiempo que pretende limitar la acción de otros proyectos,
imperiales también ellos, como el de Rusia y China que tiene muchos
intereses económicos y políticos que dependen de lo que ocurra en
esta región. Rusia tiene hasta una base instalada aquí.
El
autodesignado gendarme y espía del mundo, EE.UU., se encuentra con
problemas después del desgaste sufrido en las intervenciones en
Afganistán e Irak, además la crisis por la que atraviesa después
que el capital financiero hiciera tierra arrasada. No faltan fuerzas
que igualmente piden fuertes intervenciones, la industria
armamentista en lo económico por ejemplo y expresiones políticas
vinculadas a multinacionales que sacan provecho de cada guerra. La
situación interna no la tiene sencilla, surgen problemas sociales y
políticos diversos que se manifiestan con más fuerza que en otros
momentos. E incluso un par de Estados se han declarado en Bancarrota,
el más impactante fue el viejo productor de automóviles para el
mundo: Detroit. La opinión pública dentro de EE.UU. se manifiesta
en contra de medidas de guerra, un 60% así lo ha manifestado. Esto
obliga a cálculos a los Partidos políticos, especialmente al
demócrata de Obama. Finalmente por este y otras manifestaciones o
decisiones en el exterior de no apoyo a la medida intervencionista,
Obama decide remitir la decisión al Congreso.
Una
intervención clásica, tipo Irak, no está dentro de su conveniencia
actual. Jugar al desgaste, la destrucción interna de países de esa
región parece ser el objetivo. Una estrategia sostenida que no dejó
parcialmente de realizar en otros momentos.
Ya
han quedado con grandes destrozos los países antes invadidos.
Desgastados, más empobrecidos, sin fuerza interna para ser por el
momento un obstáculo para sus planes.
En
Libia ya operó con la OTAN y ahora juega, armando todo lo que pueda,
pero de manera medida y con cautela, a los “rebeldes” para
conseguir el desgaste e importante destrucción de Siria. La
intervención limitada parece apuntar a asegurar que ese
enfrentamiento destructivo siga su curso, que se proyecte a lo largo
del tiempo. Todo lo que se pueda. Sí acaso, llegada la ocasión, en
el marco del destrozo, un acuerdo con el régimen existente pero sin
Assad.
Hay
declaraciones que parecen claras en este sentido. En un artículo
publicado en The New York Times, Edward Luttwak, del
Center forStrategic and International Studies, nos dice: “Un
resultado decisivo para cualquier bando sería inaceptable para
Estados Unidos. Una restauración del régimen de Assad respaldado
por Irán aumentaría el poder y el estatus de Irán en todo Oriente
Medio, mientras que una victoria de los rebeldes, dominados por las
facciones extremistas, inaguraría otra oleada de terrorismo de Al
Qaeda. Solo hay un resultado que puede favorecer posiblemente a
Estados Unidos: el escenario indefinido. Manteniendo al Ejército de
Assad y a sus aliados, Irán y Hezbolá, en una guerra contra
luchadores extremistas alineados a Al Qaeda, cuatro enemigos de
Washington estarán envueltos en una guerra entre sí mismos...”.Por
este lado, o aproximadamente, está la cínicamente enunciada guerra
“humanitaria”, “democrática” que el imperialismo quiere
profundizar bombardeando zonas de Siria. Asesinando una vez a parte
del pueblo que allí vive. Para esta población de 20 millones de
personas, producir más “colaterales” como los que constantemente
producen los aviones no tripulados.
Sin
duda que es una obviedad tremenda decir a esta altura que lo que
interesa al imperio y sus aliados son sus distintos y mezquinos
intereses y nada más. En este caso con más de un interés en la
vuelta entre los “aliados”. Con toda una historia que rompe los
ojos está afirmación no parece necesaria. Pero hemos visto que
existen aún quienes creen que hay algún grado de buenos propósitos
en la acción asesina que declara el imperio que llevara adelante en
breve. Se trata de: ¿Ingenuos?, ¿interesados?, ¿crédulo de las
mentiras? Vaya uno a saber. De todo hay en la viña del señor, sin
faltar el Papa orando por la paz. Cree lo que quieras pero cuando el
imperio y la burguesía en general hablan de paz, Derechos Humanos,
democracia,buscá rápido con que protegerte.
La
humanidad del imperio y su sensible historia
Armas
de destrucción masiva, armas químicas, son términos que han
estado, especialmente, en boca de quienes detentan el poder mundial.
Parecen defensores históricos de cualquier cosa grosera que afecte
al ser humano. Pero siempre habrá que recordarles quienes son. Ni
olvido ni perdón una vez más.Hiroshima
y Nagasaki los saludan.
Se
estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 140.000
personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki,Desde entonces, algunas
otras personas han fallecido de leucemia y
distintos cánceres[, ] la
gran mayoría de las muertes fueron de civiles
Memoriales
en Hiroshima y Nagasaki contienen listas de los hibakusha(afectados
por las bombas) que se sabe han muerto desde los bombardeos.
Actualizadas anualmente durante el aniversario de los bombardeos, al
2008 los memoriales contenían los nombres de más de 400.000.
Así
como ayer hoy asesinan y torturan en los más diversos lugares.
Torturan y matan en tantas cárceles clandestinas y Guantánamo.
Apoyaron los golpes de estado sangrientos en América Latina.
Apuntalaron el siniestro Plan Condor. Lanzoáron 12 millones de
galones de Gas Naranja sobre Vietnan del Sur causando la muerte
de 500 mil personas.
Con
todo lo que han hecho y siguen haciendo no podemos hacer una lista,
pues sería casi interminable: Demás está decir, nadie puede tomar
en serio que venga de ahí ningún sentimiento generoso para con los
pueblos. El único pueblo que les interesa es ese 1% que posee las
riquezas del mundo y de todos los que son funcionales a que
este ordenamiento se mantenga y reproduzca. Un sistema que ya está
claro que no puede producir, por los elementos constitutivos que
posee, otra cosa que privilegios y poder dominante para cada vez
menos y miseria cruda y creciente para las grandes multitudes. Con
toda su gran secuela de muerte.
De
otro lugar tendrá que venir la justicia verdadera, la relación
solidaria, nuevos valores, nuevo ordenamiento social sobre bases
opuestas a las existentes. La resistencia y la rebeldía siempre ha
estado presente en la historia. Ellas han producido conquistas,
nociones ideológicas distintas, búsquedas en pos de verdaderas
salidas, han sembrado esperanzas y practicado cuando ha podido otra
forma de vida. Los de abajo están siguen presente en este momento
histórico, quizás con más peso que en otros. Muchas veces han
ganado las calles en distintos lugares del mundo, han sido masacrados
y han seguido. Tienen claro lo que no quieren y bosquejan rumbos.
Confusiones no faltan, y el manipuleo desde filas enemigas tampoco.
Pero esto, en esta etapa, recién comienza. Es de ahí desde abajo
que está la única posibilidad del cambio. De frenar a este sistema
genocida y destructor de la naturaleza y comenzar otro tránsito.
Nada será rectilíneo ni sencillo, espinosa la ruta a transitar,
pero es esa y no otra.
La
historia no termina aquí y finalmente la historia la harán los
pueblos.
federación
Anarquista uruguaya
9
de setiembre de 2013
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