Por Grano de Arena - Monday, Mar. 02, 2009 at 10:41 AM
informativo@attac.org
LA EXPLOTACIÓN FEUDAL DE LOS INDÍGENAS BOLIVIANOSpor Federico Peña
Miguel Corrales nació esclavo hace 36 años. Su madre lo parió en el suelo terroso de su choza, situada dentro de la parcela de media hectárea que el patrón de la hacienda, Ernesto Chávez, les dejó para una imposible subsistencia. Apenas dio sus primeros pasos, este guaraní comenzó a trabajar arreando ganado.
No sabe lo que es un hospital. Menos una escuela. La única vida que conoció es la de la servidumbre. Desde su "comunidad cautiva", una especie de prisión verde en la zona del Alto Parapetí, unos 300 kilómetros al sur de Santa Cruz, la capital departamental, Miguel se ha jurado no morir esclavo.
Leer Completo
No hay comentarios:
Publicar un comentario