1. Amarás a este Sistema por sobre todas las cosas
Esto desglósese en : Amarás trabajar, mínimamente, 8 horas diarias para volver a retomar tu vida luego de enriquecer a terceros con el pulcro sudor de tu frente.
Por esto también amarás ser explotado y expoliado.
Amarás saber que tus hijos crecen sin padres, porque trabajarás y trabajarás para que solo te alcance para servirles dos platos diarios de comida, si tienes suerte.
Amarás regatear en las ferias, pedir préstamos y tarjetas de crédito, para poder pagar las cuotas del consumo necesario diario; todas esas que el sistema, tu dios, te plantea. Amarás pagar cada elemento necesario para la supervivencia, que la tierra brinda, y el sistema administra: el alimento de tus hijos y el tuyo propio; el agua; la energía; el transporte; tu salud y la de tus hijos.
Amarás todos los decretos que el sistema imponga, de forma masiva e insistente, en temas económicos, sociales, políticos. También acatarás sus definiciones de felicidad, de amor, de libertad y lo harás gozoso, porque te harán sentir que no eres un esclavo sino libre y feliz.
Los acatarás, los repetirás y vocearás como un padre nuestro; como una autoflagelación que te recordará sumisión y adormecerá tu razón y tu conciencia.
2. No tomarás el nombre del Sistema en vano
Cuando hables de sus reglas, sus mandamientos, sus prepotencias y sus estatutos lo harás con plena concepción de formar parte de El; oveja que acata, aplaude y obedece.
No osarás criticar sus imposiciones y/o rebatirlas; pondrás todos tus esfuerzos en no pensar por ti mismo porque el Sistema, sabiamente, piensa por ti.
No intentarás salirte de Él, por tu bien; porque Él te aplastaría de un soplo, por insurrecto ser pensante.
3. Santificarás las fiestas del Sistema
Celebrarás cada día santo cumpliendo cada una de sus reglas de festejo consumista.
En navidad olvidarás tu infelicidad y la de tus hijos; comprarás a crédito los elementos del festejo ritual para ti y tu familia. Tendrás presente sonreir y levantarás la copa y brindarás por tu felicidad y, por sobre todo, la de el Sistema.
En fin de año suspirarás complacido por el término de un año más y creerás, enérgicamente, que el siguiente será distinto; apostarás a trabajar más horas diarias, postergando más vida diaria para poder tener un “mejor año” durante el cual puedas comer mejor tú y tus hijos y, quizá, darle a ellos la oportunidad de estudiar y prepararse para, al igual que tú, trabajar más y más para poder subsistir dentro de Él; para poder tener un techo donde resguardarse, para comer diariamente y a la noche, cansado de enriquecer arcas ajenas, darles un beso en la frente mientras duermen, luego de un día de horfandad y pocos juegos.
En los patrios feriados alabarás a quienes, en otras épocas, pelearon contra el Sistema pero solo para darles las gracias por este día santo de descanso.
No oses tomar su ejemplo; el Sistema ya se ha hecho cargo de ellos; también ha escrito una historia que tus hijos aprenden en la escuela; les ha levantado monumentos que tú has contribuido a realizar con tus impuestos y, de esta historia, te ha quedado este día de libertad horaria; santifícala.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre (Capitalismo & Indiferencia)
Tu Padre Capitalismo deberá ser honrado, de forma sistemática y consecuente, con una inercia de sumisión intacta que te mecerá en una cuna de consumismo masivo que te impulsará cada día a trabajar más y vivir menos, para tener más y disfrutar menos.
Tu Madre Indiferencia te mantendrá intacto de coherencia y de conciencia, libre de culpas y miedos, de rebelión, inconformismo y de un cambio real. Sus suaves manos, teñidas de sangre, te vendarán los ojos dulcemente y, cuando abras tu boca para gritar, sus pechos henchidos, de egoísmo sumiso, taparán tu boca y te llenarán el estómago por unos minutos, hasta que vuelva a anudarse tu garganta y retornes a su seno siempre listo.
Si, pese a todo, tuvieras cargos de conciencia, y esta conciencia impune osara acosarte en las noches, tu Padre Capitalismo te venderá, en módicas cuotas, pastillas que te harán dormir por las noches y sonreír durante el día.
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