El Periódico Mediterráneo
El Rototom Sunsplash vivió ayer una jornada especial. El foco de atención no estaba en los conciertos, sino en el Foro Social. Y es que el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades del año 2010, Zygmunt Bauman, mantuvo un interesante debate con el periodista (y una de las principales figuras del movimiento antiglobalización) Ignacio Ramonet acerca de la crisis y la democracia. En él también participaron el cantautor Paco Ibáñez y Alessandra, la ayudante de Bauman. El director de Mediterráneo, José Luis Valencia, moderó el debate Crisis y Democracia: cómo la crisis impuso su agenda.
EL DEBATE // El prestigioso sociólogo y filósofo Bauman explicó que “la crisis nos está imponiendo su agenda, y lo seguirá haciendo si lo permitimos. Muchas veces es demasiado tarde erradicar las causas de la crisis y la situación actual, pero hay que seguir persistiendo para conseguirlo”.
Por otro lado, el premio Príncipe de Asturias apuntó que “los ciudadanos tienen capacidad de hacer cosas. Sin embargo, se encuentran “sometidos a dos fuerzas: los representantes políticos y los mercados, con las bolsas y especuladores. Creo que los ciudadanos tienen poder, pero hay una mayor influencia por estas fuerzas anónimas, que son las del mercado”. La clave está en “restablecer la comunicación entre el poder y la política, y volver a crear lo que ya hemos perdido”.
Por su parte, Ramonet comentó que “la agenda ya estaba prevista. La crisis actúa como el shock que permite que esta agenda se pueda llevar a cabo”. Sin embargo, reconoció que “desde que se ha tomado conciencia de que la política no funciona hay un mayor activismo social” y puso como ejemplo que “con las redes sociales hemos visto protestas de este tipo en muchos países”.
MERCADO VS ESTADO // “Estamos en una batalla del mercado contra el estado. Hemos llegado a un punto en el que el estado ha querido controlarlo todo: la economía, la sociedad, los individuos (...) y ahora tiene el deseo de controlar el espectro del mecanismo social, asociado a los medios de comunicación de masas como aparato ideológico de los mercados”, analizó Ramonet, que formuló la pregunta de si se puede escapar a los aparatos que están creando las estructuras “en las que nos encontramos prisioneros”.
Esta pregunta la contestó rotundamente Bauman, afirmando que “sí se puede, porque ha sido creada como un producto derivado de decisiones parciales y uno de los valores más importantes es el control de nuestras vidas”.
Rebelión - 27/8
EL DEBATE // El prestigioso sociólogo y filósofo Bauman explicó que “la crisis nos está imponiendo su agenda, y lo seguirá haciendo si lo permitimos. Muchas veces es demasiado tarde erradicar las causas de la crisis y la situación actual, pero hay que seguir persistiendo para conseguirlo”.
Por otro lado, el premio Príncipe de Asturias apuntó que “los ciudadanos tienen capacidad de hacer cosas. Sin embargo, se encuentran “sometidos a dos fuerzas: los representantes políticos y los mercados, con las bolsas y especuladores. Creo que los ciudadanos tienen poder, pero hay una mayor influencia por estas fuerzas anónimas, que son las del mercado”. La clave está en “restablecer la comunicación entre el poder y la política, y volver a crear lo que ya hemos perdido”.
Por su parte, Ramonet comentó que “la agenda ya estaba prevista. La crisis actúa como el shock que permite que esta agenda se pueda llevar a cabo”. Sin embargo, reconoció que “desde que se ha tomado conciencia de que la política no funciona hay un mayor activismo social” y puso como ejemplo que “con las redes sociales hemos visto protestas de este tipo en muchos países”.
MERCADO VS ESTADO // “Estamos en una batalla del mercado contra el estado. Hemos llegado a un punto en el que el estado ha querido controlarlo todo: la economía, la sociedad, los individuos (...) y ahora tiene el deseo de controlar el espectro del mecanismo social, asociado a los medios de comunicación de masas como aparato ideológico de los mercados”, analizó Ramonet, que formuló la pregunta de si se puede escapar a los aparatos que están creando las estructuras “en las que nos encontramos prisioneros”.
Esta pregunta la contestó rotundamente Bauman, afirmando que “sí se puede, porque ha sido creada como un producto derivado de decisiones parciales y uno de los valores más importantes es el control de nuestras vidas”.
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Marx y Trotsky
Afirma el autor que la «unificación» del mundo llevada a cabo por el capital financiero y la terrible crisis mundial crean las condiciones para recurrir al pensamiento del Marx auténtico y original, un pensamiento «crítico, revolucionario, sobre todo, incluso sobre sí mismo, una obra en permanente construcción y renovación». Otro tanto recomienda respecto a Trosky, por su aportación fundamental a la lucha por la liberación nacional y social y, aunque algunas de sus posiciones, como ocurre con Marx, están superadas o resultaron erróneas, otras muchas «siguen siendo válidas». |
El primero, cuando murió en 1883 sin haber llegado ni a 70 años, era conocido casi únicamente por su actividad política en la Asociación Internacional de los Trabajadores, y por su larga e importante actividad periodística. Sus libros y trabajos fundamentales habían sido leídos por pocas decenas de personas o sólo fueron publicados muchos años después de su muerte, y los partidos que comenzaron a seguir su pensamiento en realidad estaban profundamente marcados o por el socialismo estatalista, como los alemanes, o influenciados por el liberalismo positivista de la época. Además, Marx fue prematuramente deformado. En efecto, cuando un pensamiento revolucionario se hace Estado, como sucedió con el cristianismo, se convierte en dogma y surgen los sacerdotes-burócratas que manipulan los nuevos «textos sagrados», enterrando por segunda vez, por subversivo, al profeta.
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