Este lunes 19 de Agosto, comenzará el paro agrario y popular en Colombia, que marca un nuevo paso en la escalada de la conflictividad social que vemos en ascenso desde el 2008. En la lucha se encontrarán campesinos, cafeteros, cacaoteros, mineros, paperos, arroceros, algodoneros, trabajadores y usuarios de la salud, transportistas, mineros, estudiantes, junto a las principales expresiones organizadas de la izquierda y del sindicalismo. Este paro no es causa de la “agitación subversiva” que el gobierno denuncia cada vez que un pobre dice “basta”. No, este paro es consecuencia directa de la situación calamitosa en que vive la mayoría de la población, con la militarización de los territorios, la locomotora minero energética y la agroindustria, con los tratados de libre comercio hechos para beneficiar a los capitales extranjeros y a unos cuantos cacaos que están asociados a estos.
Este paro es un hecho de gran importancia pues plantea un escenario crucial de coordinación para el movimiento popular, que va forjando acuerdos unitarios y superando, en la lucha, históricas diferencias. También es un hito importante pues representa una respuesta contundente por parte del pueblo a un gobierno oligárquico que profundiza un modelo neoliberal rentista-dependiente, mientras refuerza un aparato represivo mediante la agudización del militarismo y la criminalización de la protesta social. Las movilizaciones recientes de mineros y de campesinos del Catatumbo han despejado toda sombra de duda de que la única respuesta que el pueblo puede esperar a sus demandas por parte del Estado, es plomo y represión. El régimen de Santos se ha dotado de dos instrumentos legales, totalmente ilegítimos, para fortalecer la represión y la violencia contra la protesta social: por una parte, está el fuero militar, que garantiza la impunidad de los soldados que asesinen, violen y torturen, y por otra parte, está la mal llamada Ley de Seguridad Ciudadana, que ya está siendo utilizada para amedrentar la protesta social. El gobierno amenaza a quienes ocupen las calles con penas de cárcel y da poderes extraordinarios a gobernadores y alcaldes para que repriman a los manifestantes [1]. Ya vamos entendiendo cómo le gusta dialogar a este gobierno violento y autista...
Rebelión - 19/8 - Leer
Este paro es un hecho de gran importancia pues plantea un escenario crucial de coordinación para el movimiento popular, que va forjando acuerdos unitarios y superando, en la lucha, históricas diferencias. También es un hito importante pues representa una respuesta contundente por parte del pueblo a un gobierno oligárquico que profundiza un modelo neoliberal rentista-dependiente, mientras refuerza un aparato represivo mediante la agudización del militarismo y la criminalización de la protesta social. Las movilizaciones recientes de mineros y de campesinos del Catatumbo han despejado toda sombra de duda de que la única respuesta que el pueblo puede esperar a sus demandas por parte del Estado, es plomo y represión. El régimen de Santos se ha dotado de dos instrumentos legales, totalmente ilegítimos, para fortalecer la represión y la violencia contra la protesta social: por una parte, está el fuero militar, que garantiza la impunidad de los soldados que asesinen, violen y torturen, y por otra parte, está la mal llamada Ley de Seguridad Ciudadana, que ya está siendo utilizada para amedrentar la protesta social. El gobierno amenaza a quienes ocupen las calles con penas de cárcel y da poderes extraordinarios a gobernadores y alcaldes para que repriman a los manifestantes [1]. Ya vamos entendiendo cómo le gusta dialogar a este gobierno violento y autista...
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Toma Vieja: llegó a su fin el largo acampe
Tercer Plenario Abierto convocado por trabajadores de Fate...
la oportunidad de comenzar a construir una nueva dirección
El sábado 17 de agosto se realizó el tercer plenario abierto convocado por la comisión directiva del Sindicato del Neumático, SUTNA, de Fate/San Fernando, contando con la presencia de cientos de delegados y activistas combativos, la mayoría perteneciente o influenciados por las organizaciones del Frente de Izquierda y otras menores. / Luego de un amplio y extenso debate se resolvió convocar a una nueva marcha para el 13 de setiembre contra el impuesto a las ganancias a los salarios, contra la precarización laboral y por la absolución de los petroleros de Las Heras.
Desde la delegación de compañeros y compañeras del CCUR, integrada por delegados de la alimentación, estatales, docentes y del Sitraic, apoyamos estas mociones de lucha, proponiendo además la ampliación y extensión de este tipo de encuentros en otras regiones, en la perspectiva de organizar una gran reunión nacional antiburocrática. / Dijimos ésto porque estamos convencidos de que después de la huelga general del 20N y del avance espectacular de la izquierda en las PASO, se abrió una situación favorable para la construcción de una nueva conducción obrera, que enfrente con éxito a la podrida burocracia sindical en la mayoría de los sindicatos, principalmente en sus organismos de base.
Por esta razón le propusimos a Néstor Pitrola y otros dirigentes del FIT que estaban presentes en el Sutna, que aprovechen la campaña electoral para agitar la necesidad de este reagrupamiento, levantando consignas que vayan en ese sentido. / Desde el CCUR estamos convencidos/as de que, junto con esta enorme tarea, la izquierda debería promover la exigencia de un Congreso de Bases de todas las Centrales Sindicales (CGTs y CTAs) para resolver un Plan de Lucha y una Huelga General que enfrenten y derroten al Plan de Ajuste, Saqueo y Explotación del gobierno de Cristina.
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