jueves, 19 de noviembre de 2009

Espionaje: un bochorno nacional

Es sintomático que cuando más se habla de "seguridad" desde los medios de comunicación porteños y desde la derecha política de la cual Macri es su abanderado, salta este escándalo que prueba que en la máxima estructura de "seguridad" del gobierno de la mayor ciudad del país se registran estas prácticas habituales en regímenes autoritarios y despóticos, absolutamente incompatibles con un sistema democrático.
La "esperanza blanca", la "bestia rubia" de la derecha argentina se está hundiendo en un lodazal de espionaje y escuchas telefónicas no autorizadas que no tiene precedentes en la historia reciente de nuestro país. Mauricio Macri tuvo que echar a dos jefes policiales en menos de dos meses porque sus acciones y antecedentes los identifican más con prácticas mafiosas, con relaciones muy poco claras con el mundo del delito, con encubrimientos y entorpecimiento de investigaciones judiciales que con lo que se aguarda de quien asume la responsabilidad de conducir una fuerza policial.
El niño mimado de todos los canales de televisión, de los programas políticos y farandulescos, de las revistas del corazón, de los diarios porteños, en fin, del conservadurismo encarnado en la corporación de los grandes medios, se encuentra hoy bailando en la cuerda floja a causa del escándalo de las escuchas telefónicas "privadas" que involucran, nada menos, que a su jefe de la Policía Metropolitana a quien tuvo que pedirle la renuncia.

La Arena-NPH-Leer

No hay comentarios: