Por un cúmulo de situaciones, que va de la inacción a la falta de acuerdos interjurisdiccionales efectivos de los que sacan provecho los frigoríficos, el sábalo es una especie al borde de la extinción. Por una situación similar atraviesa el dorado y el surubí.
Diariamente, unas 50.000 piezas son retiradas del río Paraná que, por obra y gracias del libre mercado, se convierte de patrimonio común en criadero público del que sacan provecho unos pocos.
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