Ante el golpe
de estado con disfraz legal dado por el Congreso del Paraguay contra
el presidente Fernando Lugo, los miembros de la Junta Americana por
los Pueblos Libres –JAPL- convocamos a:
1-DEMOCRACIA
PARTICIPATIVA.
Promover la restitución del gobierno democrático del Paraguay en un
marco de democracia participativa; y el sostenimiento de las
asambleas que eviten la usurpación del poder por la oligarquía,
controlen el cumplimiento de promesas electorales para impedir nuevos
engaños, y nos mantengan en alerta frente a los movimientos de
rapiña de los imperialismos y sus beneficiarios.
2-LUCHA.
Acompañar desde todos los ámbitos a las mujeres y los hombres del
Paraguay en sus luchas por la emancipación, la dignidad y el justo
reparto de tierras, contra los grupos concentrados y sus aliados; y
rendir homenaje así a la nación hermana que, en su hora, supo
defender con su sangre la dignidad y la independencia. Acompañar
también la investigación necesaria sobre la participación
ideológica y ejecutiva de la oligarquía nativa y las
multinacionales en el golpe, y en las matanzas de hermanos campesinos
en el suelo que pisó José Artigas; problemas que trascienden las
fronteras del Paraguay.
3-SOBERANÍA.
Promover en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y otros países de
la región la investigación del obrar de las multinacionales y otras
corporaciones, principalmente las que ya fueron señaladas una y otra
vez por las organizaciones sociales y ambientales en nuestros países,
para conocer sus efectos contra la paz social, la democracia
participativa, la soberanía territorial (a corto o largo plazo), la
soberanía alimentaria, la salud ambiental, el trabajo decente, las
riquezas del pueblo, la unidad de nuestras naciones y la libertad; y
una vez puesta a la luz la gravedad de su prepotencia, determinar su
expulsión de la región. Para su defensa, estos grupos podrán
contar con un lapso mayor que las dos horas dadas a Fernando Lugo
para exponer sus razones.
4-IMPERIALISMO.
Repudiar con todas nuestras energías cualquier injerencia
imperialista, sea del origen que sea, norteamericano, europeo o
asiático, o bajo camuflajes, sobre la libertad y la soberanía de
nuestros pueblos del Abya Yala. Luchar por la erradicación, en todos
los países de nuestra América, de la presencia agresiva de
delegaciones y exigencias de estados imperialistas y colonialistas
(Comando Sur en varios países, británicos en Malvinas,
estadounidenses en Guantánamo, multinacionales, leyes
“antiterroristas”, etc.), por tratarse de factores principales de
perturbación de la armonía y la dignidad.
5-DOBLE
DISCURSO. Repudiar
los coqueteos de los gobiernos con los grupos concentrados, las
multinacionales y otras mafias del colonialismo, y advertir sobre la
necedad de quienes malversan la voluntad popular para convertirse en
justificadores del perverso orden mundial. Acabar con el doble
discurso de gobernantes de la región que declaman consignas
populares al tiempo que negocian con grupos concentrados y
multinacionales, o pagan deudas fraudulentas, dejando el manejo de
los resortes principales de la economía en manos de esos grupos
concentrados y de poderosos amigos vernáculos y gerentes de las
multinacionales. Hay quienes hoy se rasgan las vestiduras por el
golpe en Paraguay y son facilitadores del sistema de la soja o el
eucalipto, por ejemplo, que ata a la ciudadanía a las decisiones de
los países centrales y sus multinacionales, sistema que veda a
nuestros pueblos sus derechos a la salud, el trabajo y la libertad.
6-TERRATENIENTES.
Condenar el modelo neocolonial productivista extractivo, y en
especial el sistema de agronegocios, especulador, concentrador,
expulsor de poblaciones, saqueador y contaminante, hecho a la medida
de Monsanto, Cargill y otros trust. Promover la soberanía
alimentaria y la agroecología, desde las antiguas sabidurías de
Abya Yala, en donde no debe haber espacio para el capital
especulativo de la usura local o internacional. Reconocer los daños
que provoca hoy en toda la región la concentración de la tierra en
pocas manos (generalmente con propietarios amigos del poder
político), y denunciar a quienes prometen cambios y no cumplen,
promoviendo así la violencia. Modificar de manera drástica el
régimen de tenencia de la tierra en la región para repartir, en una
economía sustentable y solidaria, las
propiedades de todos los terratenientes de cualquier origen que son
causa evidente de desgracia para nuestros pueblos.
7-MADRE
TIERRA.
Respetar en este cambio la relación armoniosa del hombre con la
madre tierra, revirtiendo los
daños provocados por la ambición occidental durante siglos. Y
reformar por completo el régimen de uso de la tierra para evitar que
los pooles de la especulación y el monocultivo expulsen a las
familias campesinas con una violencia que desemboca inevitablemente
en muerte. Reconocer a los pequeños y medianos productores, que
sostienen con el resto de los trabajadores la economía del país y
la diversidad biológica y productiva, y distinguirlos del
parasitismo de los terratenientes, los pooles, las exportadoras y sus
aliados en la economía y la política.
8-GOLPISTAS.
No reconocer al actual gobierno ilegítimo del Paraguay, respetando
el principio de no intervención en asuntos internos; y no adoptar
sanciones de carácter económico que perjudiquen aún más al pueblo
paraguayo, en cuanto a su abastecimiento, como el bloqueo sufrido por
el pueblo cubano. Los castigos justos deben dirigirse al enemigo de
los pueblos, no a los pueblos.
9-SOBERBIA.
Que se advierta que, así como los paraguayos señalaron una y otra
vez las injusticias de que son víctimas, por la connivencia de
gobernantes y grupos de poder económico, también en otros países
(como la Argentina) los pueblos están luchando contra poderosísimos
trusts en los agronegocios, la megaminería, las finanzas, las
exportaciones e importaciones, los hipermercados, las
telecomunicaciones, el uso de la tierra y otros intereses, y en vez
de escuchar a las organizaciones populares, los gobiernos, desde su
soberbia, buscan desacreditarlas. Y que se tome conciencia de que
todo el espacio que les siguen cediendo a las multinacionales será
mañana la plataforma de lanzamiento de la violencia sobre los
pueblos.
10-UNIDAD.
Luchar por la unidad integral y profunda de los pueblos de Abya Yala,
un mandato histórico que es además garantía de resistencia contra
el neocolonialismo económico, político y cultural y contra los
privilegios de las oligarquías de la región. Y avanzar en la
afirmación de los lazos de unidad entre los pueblos hermanos, en
todos los órdenes, con vistas a la confederación, por sobre las
fronteras y por sobre cualquier diferencia transitoria; lo que
significa salir de las declamaciones y firmar la unidad formal desde
el protagonismo
de los pueblos.
¡Que viva el
pueblo hermano del Paraguay! ¡Viva la madre tierra! ¡Viva la unidad
de los pueblos libres de Abya Yala!
Paraná, Entre
Ríos, Argentina, 26 de junio de 2012.
Junta
Americana por los Pueblos Libres –JAPL-.
Pedro
Aguer, PRESIDENTE Julio
Majul, VICEPRESIDENTE Víctor Hugo Sartori,
SECRETARIO
Juan José
Rossi - María Rosa Facendini - Mario Daniel Villagra - Mercedes
Fiorotto - Ricardo Bazán - Santiago Fiorotto – Alberto Dorati -
Daniel Tirso Fiorotto - Fortunato Calderon Correa - Luis Lafferriere
- Mario Alarcón Muñiz - Siguen las firmas.
La JAPL es
un centro de estudios sin fines de lucro con sede en Paraná, Entre
Ríos, creado el 23 de mayo de 2007 por trabajadores en general,
estudiantes, docentes, periodistas, artistas, cooperativistas,
ambientalistas, luchadores sociales e investigadores del litoral
argentino.
El golpe en Paraguay surge por las debilidades de Lugo
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