jueves, 28 de junio de 2012

Paraguay: la JAPL repudia el nuevo golpe y llama a la unidad


Ante el golpe de estado con disfraz legal dado por el Congreso del Paraguay contra el presidente Fernando Lugo, los miembros de la Junta Americana por los Pueblos Libres –JAPL- convocamos a:
1-DEMOCRACIA PARTICIPATIVA. Promover la restitución del gobierno democrático del Paraguay en un marco de democracia participativa; y el sostenimiento de las asambleas que eviten la usurpación del poder por la oligarquía, controlen el cumplimiento de promesas electorales para impedir nuevos engaños, y nos mantengan en alerta frente a los movimientos de rapiña de los imperialismos y sus beneficiarios.
2-LUCHA. Acompañar desde todos los ámbitos a las mujeres y los hombres del Paraguay en sus luchas por la emancipación, la dignidad y el justo reparto de tierras, contra los grupos concentrados y sus aliados; y rendir homenaje así a la nación hermana que, en su hora, supo defender con su sangre la dignidad y la independencia. Acompañar también la investigación necesaria sobre la participación ideológica y ejecutiva de la oligarquía nativa y las multinacionales en el golpe, y en las matanzas de hermanos campesinos en el suelo que pisó José Artigas; problemas que trascienden las fronteras del Paraguay.
3-SOBERANÍA. Promover en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y otros países de la región la investigación del obrar de las multinacionales y otras corporaciones, principalmente las que ya fueron señaladas una y otra vez por las organizaciones sociales y ambientales en nuestros países, para conocer sus efectos contra la paz social, la democracia participativa, la soberanía territorial (a corto o largo plazo), la soberanía alimentaria, la salud ambiental, el trabajo decente, las riquezas del pueblo, la unidad de nuestras naciones y la libertad; y una vez puesta a la luz la gravedad de su prepotencia, determinar su expulsión de la región. Para su defensa, estos grupos podrán contar con un lapso mayor que las dos horas dadas a Fernando Lugo para exponer sus razones.
4-IMPERIALISMO. Repudiar con todas nuestras energías cualquier injerencia imperialista, sea del origen que sea, norteamericano, europeo o asiático, o bajo camuflajes, sobre la libertad y la soberanía de nuestros pueblos del Abya Yala. Luchar por la erradicación, en todos los países de nuestra América, de la presencia agresiva de delegaciones y exigencias de estados imperialistas y colonialistas (Comando Sur en varios países, británicos en Malvinas, estadounidenses en Guantánamo, multinacionales, leyes “antiterroristas”, etc.), por tratarse de factores principales de perturbación de la armonía y la dignidad.
5-DOBLE DISCURSO. Repudiar los coqueteos de los gobiernos con los grupos concentrados, las multinacionales y otras mafias del colonialismo, y advertir sobre la necedad de quienes malversan la voluntad popular para convertirse en justificadores del perverso orden mundial. Acabar con el doble discurso de gobernantes de la región que declaman consignas populares al tiempo que negocian con grupos concentrados y multinacionales, o pagan deudas fraudulentas, dejando el manejo de los resortes principales de la economía en manos de esos grupos concentrados y de poderosos amigos vernáculos y gerentes de las multinacionales. Hay quienes hoy se rasgan las vestiduras por el golpe en Paraguay y son facilitadores del sistema de la soja o el eucalipto, por ejemplo, que ata a la ciudadanía a las decisiones de los países centrales y sus multinacionales, sistema que veda a nuestros pueblos sus derechos a la salud, el trabajo y la libertad.
6-TERRATENIENTES. Condenar el modelo neocolonial productivista extractivo, y en especial el sistema de agronegocios, especulador, concentrador, expulsor de poblaciones, saqueador y contaminante, hecho a la medida de Monsanto, Cargill y otros trust. Promover la soberanía alimentaria y la agroecología, desde las antiguas sabidurías de Abya Yala, en donde no debe haber espacio para el capital especulativo de la usura local o internacional. Reconocer los daños que provoca hoy en toda la región la concentración de la tierra en pocas manos (generalmente con propietarios amigos del poder político), y denunciar a quienes prometen cambios y no cumplen, promoviendo así la violencia. Modificar de manera drástica el régimen de tenencia de la tierra en la región para repartir, en una economía sustentable y solidaria, las propiedades de todos los terratenientes de cualquier origen que son causa evidente de desgracia para nuestros pueblos.
7-MADRE TIERRA. Respetar en este cambio la relación armoniosa del hombre con la madre tierra, revirtiendo los daños provocados por la ambición occidental durante siglos. Y reformar por completo el régimen de uso de la tierra para evitar que los pooles de la especulación y el monocultivo expulsen a las familias campesinas con una violencia que desemboca inevitablemente en muerte. Reconocer a los pequeños y medianos productores, que sostienen con el resto de los trabajadores la economía del país y la diversidad biológica y productiva, y distinguirlos del parasitismo de los terratenientes, los pooles, las exportadoras y sus aliados en la economía y la política.
8-GOLPISTAS. No reconocer al actual gobierno ilegítimo del Paraguay, respetando el principio de no intervención en asuntos internos; y no adoptar sanciones de carácter económico que perjudiquen aún más al pueblo paraguayo, en cuanto a su abastecimiento, como el bloqueo sufrido por el pueblo cubano. Los castigos justos deben dirigirse al enemigo de los pueblos, no a los pueblos.
9-SOBERBIA. Que se advierta que, así como los paraguayos señalaron una y otra vez las injusticias de que son víctimas, por la connivencia de gobernantes y grupos de poder económico, también en otros países (como la Argentina) los pueblos están luchando contra poderosísimos trusts en los agronegocios, la megaminería, las finanzas, las exportaciones e importaciones, los hipermercados, las telecomunicaciones, el uso de la tierra y otros intereses, y en vez de escuchar a las organizaciones populares, los gobiernos, desde su soberbia, buscan desacreditarlas. Y que se tome conciencia de que todo el espacio que les siguen cediendo a las multinacionales será mañana la plataforma de lanzamiento de la violencia sobre los pueblos.
10-UNIDAD. Luchar por la unidad integral y profunda de los pueblos de Abya Yala, un mandato histórico que es además garantía de resistencia contra el neocolonialismo económico, político y cultural y contra los privilegios de las oligarquías de la región. Y avanzar en la afirmación de los lazos de unidad entre los pueblos hermanos, en todos los órdenes, con vistas a la confederación, por sobre las fronteras y por sobre cualquier diferencia transitoria; lo que significa salir de las declamaciones y firmar la unidad formal desde el protagonismo de los pueblos.
¡Que viva el pueblo hermano del Paraguay! ¡Viva la madre tierra! ¡Viva la unidad de los pueblos libres de Abya Yala!
Paraná, Entre Ríos, Argentina, 26 de junio de 2012.
Junta Americana por los Pueblos Libres –JAPL-.
Pedro Aguer, PRESIDENTE   Julio Majul, VICEPRESIDENTE   Víctor Hugo Sartori, SECRETARIO
Juan José Rossi - María Rosa Facendini - Mario Daniel Villagra - Mercedes Fiorotto - Ricardo Bazán - Santiago Fiorotto – Alberto Dorati - Daniel Tirso Fiorotto - Fortunato Calderon Correa - Luis Lafferriere - Mario Alarcón Muñiz - Siguen las firmas.
La JAPL es un centro de estudios sin fines de lucro con sede en Paraná, Entre Ríos, creado el 23 de mayo de 2007 por trabajadores en general, estudiantes, docentes, periodistas, artistas, cooperativistas, ambientalistas, luchadores sociales e investigadores del litoral argentino.






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