domingo, 3 de junio de 2012

Lambruschini aseguró que el gobierno está en bancarrota y no quiere, ni puede, normalizar la Uader


El gobierno provincial de Sergio Urribarri “no quiere destinar dinero a la Educación Superior provincial, porque no quiere perder esa bolsa de trabajo y esa caja que son la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), y, sobre todo y ante todo, porque no tiene el dinero”, afirmó el profesor de las cátedras de Filosofía Política y del Derecho de la facultad de Filosofía de la casa de estudios entrerriana, en un documento al que accedió AIM.

Sigue la lucha por la normalizacion de la Uader.
La producción a la que accedió esta Agencia, la leyó el docente como un miembro más de la asamblea interclaustros de la Uader, en la jornada en la que habló el ex candidato a presidente del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) y dirigente del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira, donde presentó el libro que constata el hecho histórico del ascenso de la izquierda en las elecciones de 2011 y el ascenso de la izquierda a escala planetaria en el sentido de los que luchan en el mundo árabe, en Europa, y aun en China y los Estados Unidos.

El documento elaborado por el filósofo, que reproducimos textualmente, para que sea sometido con la sintaxis y la carga ideológica que implica su redacción al juicio de los lectores:
§ 2. La Asamblea Interclaustros de la Uader lucha por la normalización y la autonomía que le es negada con pretextos, en parte, hipócritas, y en parte,cínicos por el Gobierno provincial del Partido  Justicialista. La Uader  está en lucha por su normalización como Universidad autónoma, porque el gobierno provincial la obstaculiza y la impide, postergándolas sine die y dándole largas al conflicto para que éste se agote, para que éste se enerve y para hacernos negociar en las peores circunstancias con el mínimo costo posible.
§ 3. La causa y el motivo de esta voluntad política estatal son en parteinconfesables y, al mismo tiempo, son un secreto a voces. El gobierno no quiere destinar dinero a la Educación Superior Provincial, porque no quiere perder esa bolsa de trabajo y esa caja que son la Uader, y, sobre todo y ante todo, porque no tiene el dinero. El gobierno está fundido, en “bancarrota”, como dicen en su léxico los compañeros del Partido Obrero; incluso se sospecha que nos hallamos en las vísperas de una réplica de los “bonos federales”, esos que caracterizaban el “Infierno” (Nestor dixit) del “Argentinazo”.
§ 4. Daríamos un paso decisivo en la conciencia de la naturaleza del conflicto de la Uader, si lo inscribiéramos en la totalidad de las relaciones determinantes que lo constituyen como conflicto social y político.


La prioridad de Cristina: saquear los salarios y jubilaciones


Varias provincias, entre las que se encuentran las más importantes -Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba- han dejado de pagarle a los proveedores, paralizando de echo la mayoría de las obras públicas. 


De conjunto, los gobernadores e intendentes ya están discutiendo si toman o no la decisión de pagar en cuotas los sueldos y aguinaldos. Algo que se puso en práctica en Santa Cruz y está alentando conflictos obreros cada vez más explosivos e incontrolables. 

Además de la obra pública, la construcción privada está sufriendo un retroceso. Los permisos para nuevos emprendimientos en marzo registraron una caída del 30% con respecto al mismo mes del año pasado. El resto de las industrias transita el mismo camino y empiezan a ser frecuentes las suspensiones y los recortes de horas extras. 

Por la caída del 25% de las exportaciones a Brasil y la menor venta de autos, tan solo en Córdoba 19 empresas pidieron procedimiento preventivo de crisis (siete metalúrgicas y autopartistas, cuatro del calzado, tres del vidrio, dos del sector salud, una imprenta y una del rubro madera). Este es un recurso legal decretado por Menem, que permite a las patronales disminuir salarios y despedir con la mitad de la indemnización. 

Mientras tanto la situación del dólar, que a pesar de los controles se está disparando, empuja a los empresarios más ligados al mercado interno a retirar los productos de góndola, para venderlos en el futuro cuando se sincere oficialmente la nueva paridad y puedan obtener mayores ganancias. 

Hay otros productos que escasean -como los remedios- por falta de insumos que aquí no se fabrican, por ausencia de dólares o las trabas a la importación impuestas por el secretario de comercio Moreno, que están frenando la cadena de producción. Ya sea por especulación empresarial o responsabilidad estatal, el resultado es que la falta de mercaderías acelera los aumentos de precios en los supermercados.

El fin del “modelo” K

Esto sucede porque el agravamiento de la crisis mundial, que ha colocado a la economía de los principales países al borde del abismo, aceleró el fin del “modelo” que venía haciendo agua por todos los costados. Al gobierno se le acabaron los recursos provenientes del saqueo de los fondos públicos y ya no le alcanza con la soja.





LOS DOCENTES PARAMOS EL 8 DE JUNIO





La Verdad Obrera - PTS:

¿Qué dice la "cuestión" del dólar de la economía argentina?









Nido de cuervos en el Vaticano





La madre de la patria Argentina fue una mujer negra

Cuando se sintió la necesidad de atraer la población europea que una de tantas crisis dejó  sobrante, los gobiernos argentinos entendieron que debían ofrecer un país “blanco” o en proceso de blanquearse rápidamente, casi europeo en mentalidad y costumbres, para hacerlo más apetecible en el viejo continente a los que vinieran a poblarlo.
María Remedios del Valle, madre de la patria argentina.
Nada de indios, nada de negros. Pero hubo un problema inesperado que debieron superar y lo hicieron rápidamente: los padres de la Patria eran José de San Martín y Bernardino González Rivadavia, éste gracias a la influencia de Bartolomé Mitre. Sobre San Martín pesa alguna duda acerca de sus verdaderos ascendientes; se sostiene que era hijo de una indígena, y don Bernardino no era de “raza pura”.
Pero había el recuerdo de una “madre de la patria” que era negra, una “parda” como se decía entonces de acuerdo con la clasificación de castas para diferenciar a los negros de los mulatos, que se designaban como “morenos”.
La república modelo de Sudamérica, que tenía el nombre de la plata rutilante de Potosí, el metal blanco, no podía tener una madre negra. Había que esconderla y la escondieron sin remordimientos filiales.
Se borró entonces la memoria de María Remedios del Valle, nacida en Buenos Aires entre 1766 y 1767, capitana del ejército del Norte de Manuel Belgrano, participante de la resistencia en las invasiones inglesas, esposa de un muerto en guerra y madre un hijo propio y de otro adoptivo que sufrieron igual destino, al que ella misma escapó por casualidad.
Remedios era una argentina de origen africano, descendiente de esclavizados. Fue  auxiliar en las invasiones inglesas y acompañó después de la revolución de 1810 como auxiliar y combatiente al ejército del Norte en toda la guerra de Independencia.

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