A continuación presentamos la segunda parte del diálogo de más de dos horas que mantuvimos con Renán Vega Cantor, a propósito de la crisis económica mundial que atraviesa el capitalismo, la emergencia de una “crisis civilizatoria” como producto de la depredación de los ecosistemas y los bienes comunes naturales –entre los que se encuentran los hidrocarburos-, y los desafíos que esta situación plantea a las fuerzas anti-capitalistas. Primera parte: http://www.lahaine.org/index.php?p=65426
En un escenario de escasez de recursos naturales, y especialmente teniendo en cuenta la decadencia del orden unipolar que emergió al finalizar la Guerra Fría, ¿cómo ves los próximos escenarios en términos geopolíticos?
A mí siempre me ha llamado la atención la teoría de Olduvai de Richard Duncan, aunque algunos puedan considerar que el autor que la propuso es un lunático. Si uno mira racionalmente las cosas, esta teoría es muy coherente. Vivimos en la civilización del petróleo, una excepción fugaz que empezó en un lugar y momento determinado, en Estados Unidos en la década de 1920, y va a durar nos dice su autor, casi exactamente un siglo cronológico. En este siglo ha habido abundancia de petróleo, en el sentido en que se puede acceder al recurso y se garantiza este modo de vida capitalista para un número significativo de la población. Duncan nos dice que esto va a durar exactamente un siglo. ¿Y luego qué va a pasar? Pues el regreso a la historia tradicional de la humanidad: cuando se haya terminado la burbuja energética del petróleo, el retorno a la cueva de Olduvai, una caverna de Tanzania en donde se han encontrado los restos humanos más antiguos, y en donde se cree vivieron los primeros hombres. ¿Y ellos cómo vivían? A oscuras.
Claro, decir eso hoy en el reinado de la luz y del despilfarro energético, puede sonar lunático y apocalíptico. Si se observa cómo funciona la moderna sociedad industrial, el anuncio no es ilógico. Cada vez aumenta más el consumo de energía a nivel mundial, y es lógico que aumente porque, luego de la desaparición dela Unión Soviética, la caída del Muro de Berlín y la imposición del mercado capitalista a nivel mundial, se generalizó su lógica productivista y consumista, así como su estilo de vida, entonces el mundo se convirtió en un inmenso supermercado en el que hay que consumir todo lo que exista.
En términos energéticos eso se expresa, por ejemplo, en la generalización del automóvil, porque la cantidad de automóviles que hoy ruedan en el mundo no tiene parangón histórico. Hay casos además extremos como el de China, y lo que sucede en Pekín, que puede considerarse como un ecocidio diario. Autores como Thomas Friedman, de los que uno no dudaría en ese sentido, por el culto al consumo, dicen que en Pekín cada día circulan mil nuevos automóviles...
(Argentina) La contradicción principal
Luis E. Sabini Fernández -
Rebelión
Si un extraterráqueo o, digamos más humildemente, alguien ajeno a la Argentina y a lo argentino, se informara de la situación actual del país a través de los circuitos mediáticos, sin duda captaría una contradicción principal, por no decir única y exclusiva: la que enfrenta al gobierno K en general y a la reina Kristina en particular con quienes resisten la aplicación de una "ley de medios" que postula restringir rasgos monopólicos en la información, ley ya aprobada que perjudica con nombre y apellido al pulpo mediático Clarín, un emporio de abrumadoras proporciones y considerable anclaje en el imaginario social argentino.
LA ASAMBLEA GENERAL DE NACIONES UNIDAS RECONOCIO A LA AUTORIDAD PALESTINA COMO ESTADO OBSERVADOR NO MIEMBRO
Un paso histórico para el Estado de los palestinos
La resolución impulsada por el líder palestino, Mahmud Abbas, contó con 138 votos a favor, incluyendo Argentina, nueve en contra, incluyendo Israel y EE.UU., y 41 abstenciones. La ONU hizo un llamado para un acuerdo de paz.
Suicidio, propiedad y comunismo
Manuel Reguera y Amaia Egaña tomaron el camino del suicidio, pero la única solución es la lucha ofensiva, tenaz y dirigida a la recuperación de lo público
Moyano... juega con fuego
Mientras las cámaras de la TV mostraban las imágenes de los cortes, las calles desiertas, las estaciones de trenes y colectivos vacíos, ningún medio destacaba el resultado más concreto y significativo de la huelga: la paralización de los principales cordones industriales de las distintas regiones del país.
Con la huelga el movimiento obrero industrial -el sujeto llamado a liderar la transformación revolucionaria de la sociedad- se puso de pie luego de años de letargo. Volvió con todo, golpeando unificadamente contra el corazón de la economía, interrumpiendo la producción de las más importantes ramas productivas de la Argentina .
En las grandes fábricas, puertos, pozos de petróleo y obras de la construcción, las bases autodeterminadas, que se rebelaron contra la disciplina impuesta desde los sindicatos carneros, le pusieron la sal y la pimienta que necesitaba esta convocatoria nacional de lucha, garantizando de esa manera su éxito.
Fue así que desde la cero hora del 20 de noviembre fueron bloqueados con camiones todos los accesos del cordón industrial que va desde Rosario hasta Granadero Baigorria y que, mientras tanto, se instalaban los piquetes de activistas de varios gremios, que terminaron garantizando la contundencia del paro en la región, que llegó al 90%.
Lo mismo sucedió en Córdoba, donde el accionar de los sectores más decididos logró, junto a los trabajadores de la UTA, la detención del transporte de colectivos y de taxis. En esa provincia paró la automotriz Renault, gracias a que el turno noche, que ingresó a las 20hs del lunes, exigió la presencia de los delegados (SMATA) e impuso el paro en una asamblea autoconvocada.
En Bahía Blanca, los piquetes de camioneros y químicos (cuya Federación está en la CGT Balcarse) pararon el Polo Petroquímico. Lo mismo pasó en el cordón industrial de Pilar, donde los camioneros bloquearon los accesos o en La Serenísima de Longchamps y en los cordones de Ezpegazzini/Ezeiza o Zárate. En Volkswagen y Ford de Pacheco se paralizó la producción mediante el paro de los tercerizados de la logística, organizados en el sindicato de camioneros.
Semejante demostración de fuerza, que se repitió y multiplicó nacionalmente, catapultó al moyanismo, al punto tal que Caló, Martínez, Lezcano y el resto de los sindicalistas K, pasaron de echarle tierra, a tirarle flores.
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