Transiciones de la democracia en América Latina y el Caribe en el siglo XXI
Pacarina del Sur
Artículo basado en mi ponencia presentada en el XXIX Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología ALAS Chile 2013, Santiago de Chile, 30 de septiembre de 2013. |
Tras la reconfiguración política que ha vivido América Latina y el Caribe desde el levantamiento zapatista de 1994, en México, y la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela, en 1998, la democracia en la región ha experimentado una profunda transformación, consolidándose no sólo en su vertiente representativa, sino también avanzando sustancialmente hacia un modelo participativo, sobre todo en aquellos países inmersos en una transición de signo socialista, --con enormes obstáculos y contradicciones internas y externas--, como Venezuela, Bolivia y Ecuador, además del desarrollo del modelo cubano. Paralelo a los sistemas políticos del Estado, también destacan experiencias como las del zapatismo en México y el MST en Brasil, que construyen sus propias estructuras de democracia directa. Tanto teórica como empíricamente, América Latina y el Caribe están presenciando la construcción de una democracia de orientación socialista, contrastando con la interpretación y vivencia que ésta tuvo durante el llamado socialismo real en el siglo XX.
Fuente: Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/alma-matinal/884-transiciones-de-la-democracia-en-america-latina-y-el-caribe-en-el-siglo-xxi-la-construccion-de-una-democracia-socialista - Prohibida su reproducción sin citar el origen.
La reconfiguración política de la región latinoamericana y caribeña en la primera década del siglo XXI, tiene como antecedentes inmediatos no sólo los procesos políticos y las luchas populares que se producen desde fines de los setenta hasta los inicios de la década de los 90s, sino dos acontecimientos claves e inéditos que se caracterizan por su carácter popular y que también inciden en el panorama mundial: el levantamiento zapatista del primero de enero de 1994 – rebelión armada contra el modelo neoliberal, justo en su apogeo-, y el inicio de la Revolución Bolivariana en Venezuela, a partir del triunfo de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de 1998. Ambos acontecimientos repercuten en la geopolítica latinoamericana, pero también en el proceso de consolidación de espacios y formas de lucha en el ámbito mundial en contra de la transnacionalización neoliberal. Los zapatistas marcan una ruta de las luchas sociales, mientras la revolución bolivariana la vía de la transformación estatal-institucional.
Estos cambios regionales se expresan en el establecimiento de gobiernos de izquierda a partir de la llegada de Chávez, ya en sí, un verdadero acontecimiento histórico. En orden cronológico destacamos el arribo a la presidencia de Lula en Brasil (2002), Néstor Kirchner en Argentina (2002), Tabaré Vázquez en Uruguay (2004), Evo Morales en Bolivia (2005), Daniel Ortega en Nicaragua (2006), Rafael Correa en Ecuador (2006), Fernando Lugo en Paraguay (2008) y Mauricio Funes en El Salvador (2009). En lo sucesivo, se da la continuidad de los proyectos con algunos de estos líderes en el gobierno, salvo Paraguay, dónde Fernando Lugo es destituido mediante un golpe legislativo, además de que fallecen los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez.
Hay que señalar la participación de una izquierda de composición heterogénea, en la que el bloque conformado por Venezuela, Bolivia y Ecuador realiza cambios estructurales a partir de Asambleas Constituyentes con amplia legitimidad popular, mientras que en el resto de los países tan sólo se experimentan limitadas reformas al modelo neoliberal, exceptuando el caso de Argentina, que reconstruye la fuerza política y económica del Estado logrando revertir el profundo deterioro en las condiciones de vida de la población y recuperar el control del mercado interno.
Como resultado de estos cambios, se desarrolla un histórico proceso de integración económica, política y cultural. Se fortalece el MERCOSUR y se crean organismos regionales de gran alcance como ALBA, UNASUR y CELAC, además de iniciativas más específicas en el campo de los energéticos, las transacciones financieras y hasta en el ámbito de las comunicaciones, como Petrocaribe, Petrosur, Banco del Sur y Telesur, todos ellos impulsados particularmente bajo el liderazgo del Presidente Chávez.
Tal proceso de integración latinoamericana y caribeña, inédita, puede interpretarse como el inicio de procesos que buscan, a contracorriente, una salida nacional y popular al modelo neoliberal impuesto y logran un claro debilitamiento de la hegemonía económica y política estadounidense en la región, por el desplazamiento de instancias de supuesta integración, antes diseñadas y controladas por su gobierno, como la OEA, el BID y el intento del ALCA, entre otros.
Crisis de la democracia representativa
El modelo político hegemónico en el hemisferio occidental, después de la segunda guerra mundial, la democracia liberal o representativa, se erigía frente a los regímenes del llamado socialismo real como la panacea de la libertad y la garantía de un verdadero sistema de representación política democrática, auténtica y efectiva. Es el período del llamado Estado benefactor, que lograba combinar una participación ciudadana limitada a partir de concesiones de un capitalismo que garantizaba cierta seguridad socioeconómica para la clase trabajadora de la sociedad...
Rebelión - 26/1 - Leer Completo
Fuente: Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/alma-matinal/884-transiciones-de-la-democracia-en-america-latina-y-el-caribe-en-el-siglo-xxi-la-construccion-de-una-democracia-socialista - Prohibida su reproducción sin citar el origen.
La reconfiguración política de la región latinoamericana y caribeña en la primera década del siglo XXI, tiene como antecedentes inmediatos no sólo los procesos políticos y las luchas populares que se producen desde fines de los setenta hasta los inicios de la década de los 90s, sino dos acontecimientos claves e inéditos que se caracterizan por su carácter popular y que también inciden en el panorama mundial: el levantamiento zapatista del primero de enero de 1994 – rebelión armada contra el modelo neoliberal, justo en su apogeo-, y el inicio de la Revolución Bolivariana en Venezuela, a partir del triunfo de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de 1998. Ambos acontecimientos repercuten en la geopolítica latinoamericana, pero también en el proceso de consolidación de espacios y formas de lucha en el ámbito mundial en contra de la transnacionalización neoliberal. Los zapatistas marcan una ruta de las luchas sociales, mientras la revolución bolivariana la vía de la transformación estatal-institucional.
Estos cambios regionales se expresan en el establecimiento de gobiernos de izquierda a partir de la llegada de Chávez, ya en sí, un verdadero acontecimiento histórico. En orden cronológico destacamos el arribo a la presidencia de Lula en Brasil (2002), Néstor Kirchner en Argentina (2002), Tabaré Vázquez en Uruguay (2004), Evo Morales en Bolivia (2005), Daniel Ortega en Nicaragua (2006), Rafael Correa en Ecuador (2006), Fernando Lugo en Paraguay (2008) y Mauricio Funes en El Salvador (2009). En lo sucesivo, se da la continuidad de los proyectos con algunos de estos líderes en el gobierno, salvo Paraguay, dónde Fernando Lugo es destituido mediante un golpe legislativo, además de que fallecen los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez.
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Como resultado de estos cambios, se desarrolla un histórico proceso de integración económica, política y cultural. Se fortalece el MERCOSUR y se crean organismos regionales de gran alcance como ALBA, UNASUR y CELAC, además de iniciativas más específicas en el campo de los energéticos, las transacciones financieras y hasta en el ámbito de las comunicaciones, como Petrocaribe, Petrosur, Banco del Sur y Telesur, todos ellos impulsados particularmente bajo el liderazgo del Presidente Chávez.
Tal proceso de integración latinoamericana y caribeña, inédita, puede interpretarse como el inicio de procesos que buscan, a contracorriente, una salida nacional y popular al modelo neoliberal impuesto y logran un claro debilitamiento de la hegemonía económica y política estadounidense en la región, por el desplazamiento de instancias de supuesta integración, antes diseñadas y controladas por su gobierno, como la OEA, el BID y el intento del ALCA, entre otros.
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