El Hotel Bauen, en pleno centro de Buenos Aires, es una de las más conocidas y representativas empresas recuperadas por los trabajadores de Argentina que actualmente se encuentra en peligro de desalojo.
Andrés Ruggeri | Periódico CNT
Fotografía: C. Martín
Ocupado por un grupo de ex trabajadores y militantes sociales el 21 de marzo de 2003, este enorme edificio de 20 pisos fue puesto poco a poco en valor por sus trabajadores hasta que, un par de años después, ya estaba en plena operatividad.
Sus dueños, los empresarios Iurcovich, lo habían construido para el Mundial de fútbol de 1978, en plena dictadura militar, gracias a sus contactos con el corrupto Almirante Lacoste, designado por el “Almirante Cero”, Emilio Massera, para administrar los negociados de la organización del torneo. Iurcovich recibió del BANADE (Banco Nacional de Desarrollo) un crédito de 8 millones de dólares de la época, con los que construyó el hotel y que nunca devolvió. El BANADE fue posteriormente liquidado por el gobierno neoliberal de Carlos Menem, consumando la impunidad de los cómplices civiles de los dictadores. Al avecinarse la crisis, Iurcovich vendió el hotel a testaferros, y finalmente fue abandonado despidiendo a todos los empleados en octubre de 2001. Habrá sido una enorme sorpresa para su hijo y heredero, Hugo Iurcovich, que un grupo de sus antiguos asalariados ocuparan el edificio, impidiendo los posteriores negocios que tendrían pergeñados. A partir de ahí, empezó una acción judicial que llegó hasta la orden de desalojo que los trabajadores auto gestionados recibieron cuando cumplían 11 años de ocupación, el último 21 de marzo.
Entrevistamos a Federico Tonarelli, trabajador y vicepresidente de la cooperativa B.A.U.E.N.
Pregunta.- ¿Qué implica esta nueva orden judicial para los trabajadores del Hotel?
Respuesta.- Esto no empezó ahora. La jueza Paula Hualde ya falló a favor de los Iurcovich a mitad de 2007, cuando vino la primera orden de desalojo. Nosotros nos movilizamos, convocamos a otras organizaciones y movimientos, organismos de Derechos Humanos, estudiantes y trabajadores y generamos una masa de apoyo que sigue siendo nuestra principal garantía. En aquel momento presentamos un recurso y la orden quedó en suspenso, ese recurso fue subiendo hasta la Corte Suprema de Justicia y finalmente la Corte también falló en contra nuestro, a mitad de 2012. Esta es la última instancia, no hay más posibilidades de seguir apelando. Desde lo legal no tenemos más alternativa. Está recontra firme la sentencia: para la justicia el hotel es de Mercoteles (la empresa fantasma de los Iurcovich) y la jueza debería desalojar una empresa con 130 tipos que funciona bien: una locura. Esto se resuelve políticamente, pero no vemos que haya voluntad política en el Congreso
P.- ¿Qué podría pasar en el Congreso, hay una posibilidad de solucionar la cuestión por el lado legislativo?
R.- Sí, nosotros planteamos una ley de expropiación, como tienen muchas otras empresas recuperadas, pero hasta ahora se nos vienen negando...
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Paremos la pelota
"Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad"
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“La prostitución es una acción directa y violenta sobre las mujeres. No es un trabajo, es una violación de los derechos de las personas y el primero que viola estos derechos es el Estado”
Sonia Sánchez.
Plantear el debate en torno a todo lo que se produce alrededor del fútbol nos lleva a discusiones inmemoriales dentro de la izquierda, de las mesas de familias, de los bares, de los recreos, de las facultades, de las canchitas de los barrios. Nos lleva necesariamente también a pensar la historia de nuestro país con el fútbol. El sangriento Mundial de 1978, usado de pantalla para asesinar, torturar, secuestrar compañeros/as, y así aniquilar un proyecto político revolucionario y emancipador...
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