Con profunda consternación, vemos una vez más que los funcionarios y mandatarios municipales y provinciales persisten en sus actitudes de desprecio hacia la comunidad educativa de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
Primero fue el intendente José Halle cuando tomó la inconsulta medida de aumentar el boleto del transporte de pasajeros, “olvidando” que la Facultad de Ciencias de la Gestión tiene docentes con formación adecuada para hacer un estudio de costos sobre ese transporte.
Ahora ha sido el ministro de Salud de la provincia, Angel Giano, quien para controlar el presentismo de los compañeros trabajadores provinciales contrata (aún no sabemos por qué monto) a una universidad privada para que haga esa tarea de auditoría para el gobierno.
En principio hay que decir que resulta grotesco que Giano se preocupe más por el rendimiento laboral de los trabajadores que no por otras cuestiones sociales que acosan a la cartera de Salud que tiene a su cargo, como podrían ser la amenaza del dengue, las fumigaciones descontroladas por parte de los sojeros, los chicos que entran a la escuela sin las vacunas correspondientes o la presencia ominosa de las chimeneas de Botnia.
Que en este contexto Giano se preocupe más por el promedio de asistencia de los empleados no hace sino demostrar cuáles son las prioridades que desvelan al gobierno de Sergio Urribarri.
Pero si corremos un poco de lado la cuestión del objeto de la contratación, cabe preguntarse por qué el ministro no reconoce en la UADER y específicamente en la Facultad de Ciencias de la Gestión a un interlocutor válido para una cuestión que, a todas luces, pertenece al ámbito de la administración pública, carrera que se cursa en la mencionada unidad académica.
Que un gobierno destine dinero a una institución educativa universitaria a la que luego va a ignorar repetidamente no sólo es un claro despilfarro de recursos. También es un evidente desprecio hacia la comunidad educativa que más cerca tiene el gobierno provincial y una burla hacia los saberes que se construyen colectivamente en la UADER.
¿Por qué motivos Giano no se acercó a Ciencias de la Gestión para pedir asesoramiento para una tarea de la cartera de Salud que requería de saberes sobre la administración pública?
Hay pocas respuestas satisfactorias para la cuestión. Si Giano ignora qué es la Facultad de Ciencias de la Gestión, su ignorancia es imperdonable. Si conoce la Facultad pero no se molestó en llamarla, su desprecio hacia la educación pública también es imperdonable. Si hizo la consulta pero no estuvo conforme con la propuesta de asesoramiento, como funcionario tiene el deber de hacer algo para que la educación pública provincial mejore.
En cualquiera de los casos, la actitud del ministro hace que cualquier entrerriano con dos dedos de frente llegue a preguntarse si cuando el gobierno de Sergio Urribarri dice que le importa la educación provincial, no está mintiendo descaradamente.
Ariel Alberto Vittor, docente de la UADER, Facultad de Ciencias de la Gestión.
Actividad SXXI-La Gaceta Artiguista Entrerriana
Primero fue el intendente José Halle cuando tomó la inconsulta medida de aumentar el boleto del transporte de pasajeros, “olvidando” que la Facultad de Ciencias de la Gestión tiene docentes con formación adecuada para hacer un estudio de costos sobre ese transporte.
Ahora ha sido el ministro de Salud de la provincia, Angel Giano, quien para controlar el presentismo de los compañeros trabajadores provinciales contrata (aún no sabemos por qué monto) a una universidad privada para que haga esa tarea de auditoría para el gobierno.
En principio hay que decir que resulta grotesco que Giano se preocupe más por el rendimiento laboral de los trabajadores que no por otras cuestiones sociales que acosan a la cartera de Salud que tiene a su cargo, como podrían ser la amenaza del dengue, las fumigaciones descontroladas por parte de los sojeros, los chicos que entran a la escuela sin las vacunas correspondientes o la presencia ominosa de las chimeneas de Botnia.
Que en este contexto Giano se preocupe más por el promedio de asistencia de los empleados no hace sino demostrar cuáles son las prioridades que desvelan al gobierno de Sergio Urribarri.
Pero si corremos un poco de lado la cuestión del objeto de la contratación, cabe preguntarse por qué el ministro no reconoce en la UADER y específicamente en la Facultad de Ciencias de la Gestión a un interlocutor válido para una cuestión que, a todas luces, pertenece al ámbito de la administración pública, carrera que se cursa en la mencionada unidad académica.
Que un gobierno destine dinero a una institución educativa universitaria a la que luego va a ignorar repetidamente no sólo es un claro despilfarro de recursos. También es un evidente desprecio hacia la comunidad educativa que más cerca tiene el gobierno provincial y una burla hacia los saberes que se construyen colectivamente en la UADER.
¿Por qué motivos Giano no se acercó a Ciencias de la Gestión para pedir asesoramiento para una tarea de la cartera de Salud que requería de saberes sobre la administración pública?
Hay pocas respuestas satisfactorias para la cuestión. Si Giano ignora qué es la Facultad de Ciencias de la Gestión, su ignorancia es imperdonable. Si conoce la Facultad pero no se molestó en llamarla, su desprecio hacia la educación pública también es imperdonable. Si hizo la consulta pero no estuvo conforme con la propuesta de asesoramiento, como funcionario tiene el deber de hacer algo para que la educación pública provincial mejore.
En cualquiera de los casos, la actitud del ministro hace que cualquier entrerriano con dos dedos de frente llegue a preguntarse si cuando el gobierno de Sergio Urribarri dice que le importa la educación provincial, no está mintiendo descaradamente.
Ariel Alberto Vittor, docente de la UADER, Facultad de Ciencias de la Gestión.
Actividad SXXI-La Gaceta Artiguista Entrerriana
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