Él llegó tarde. Tienen
que haber sido cerca de las once de la noche. La abuela y la mujer
estaban desde hace rato comiendo variado y tomando jugos y gaseosas
con los dos gurisitos. El llegó tarde, y se sentó entre medio de un
gurí y de la abuela. No dijo nada, quién sabe porqué no dijo nada,
tal vez por algo de culpa, o tal vez porque un muchacho joven hoy en
día no tiene mucho para decir.
El mozo iba y venía,
casi no daba abasto. Y seguía trayendo cosas, para esa mesa y para
las otras. El hizo lo que sabe hacer: sacó el celular, tal vez para
decir hago algo, o para hacerse el importante, cómo que alguien le
mandó un mensaje interesándose por él. Jugueteaba con el celular
cuando todos en la noche comían, charlaban y tomaban algo -¿es
diferente jugar con las palabras y los cuerpos a jugar estúpidamente
con el celular?- y los dos gurises se empezaron a pelear.
La madre -que no se movió ni se movía de su silla- parecía multiplicar sus manos y sus movimientos entre tantas cosas que habían en la mesa, que además no era muy
grande y ahora los gurises que se les da por pelear. Les dijo algo,
pero la situación seguía. El guardó el celular -o salió con el
celular en la mano, a esta altura que importa- y fué hasta dónde
estaba el nene y lo alzó, le dijo algo -alguna estrategia para
calmarlo-. El chico más o menos se calmó. Pidieron algo más, una
tarta creo. El volvió a sentarse, y nuevamente sacó el celular:
¿tan importante son los mensajes guardados en su teléfono móvil?
¿O estaba pensando y esperando otra cosa? ¿O estaba jugando?. Mucho
con ella no se miraba ni se hablaba, nada se hablaba, y con la abuela
lo mínimo, diríamos nada también.
El miraba su celular. ¿No
tenían nada para pensar ni conversar, más allá de cómo estuviera
la relación entre ellos?. ¿No hay nada para pensar, imaginar,
preguntar, leer, conocer, comentar, compartir, analizar y hacer en
éste mundo que no sean los benditos mensajitos vacíos del celular,
o las frasecitas e imágenes hechas en el facebook o en el
twitter?...
Habían quedado en que esa
noche salían a tomar algo...
(Ficciones de lo real,
2013)
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