Con motivo de los dos siglos de la Asamblea del Año XIII y los 199 años de la batalla de El Espinillo en Entre Ríos, AIM entrevistó al militante gremial de Agmer María Grande, el profesor de historia Mauricio Castaldo, editor del portal del Foro Artiguista Entrerriano y autor de numerosos trabajos sobre el Protector de los Pueblos Libres y su significado en nuestra historia y en la historia del federalismo y de la causa americana.
AIM: ¿Cómo podemos caracterizar al artiguismo?
Mauricio Castaldo: El movimiento popular artiguista no fue una revolución burguesa que buscara afirmar el camino del capitalismo en el Río de la Plata y en las Provincias Unidas del Sur. Analizarlo de esa manera es caer en un esquematismo que pierde potencia crítica y profundidad por el eurocentrismo que lo gobierna.
Hay que afilar y descolonizar el método dialéctico, para que su perspectiva sea auténticamente revolucionaria y nos permita ver lo que Mariátegui definió, clara y estratégicamente, como “las creaciones heroicas de los pueblos”.
AIM: ¿Y la actualidad de Artigas?
M. C.: El movimiento artiguista fue y es un proceso de revolución democrática y popular intercultural y permanente, abierto y siempre yendo más allá de los límites sistémicos. El capitalismo real, el sistema mundial instituido en aquella época, no tenía en sus planes -ni lo tiene hoy- desarrollar una reforma agraria, y mucho menos, una reforma agraria intercultural y revolucionaria.
Artigas condujo un proceso revolucionario que, paso a paso y avanzando sobre su propia complejidad y sus contradicciones, intentó ir más allá de lo que hay, de lo posible, como marca el historiador oriental Gonzalo Abella, para consolidar una verdadera transformación estructural liberadora, que era la única justicia que iba a premiar el compromiso de sangre y vida de sus bases.
AIM: La reforma agraria es entonces una cuenta pendiente. La de Artigas ¿estaba dentro de los presupuestos burgueses, la aceptaría el poder dos siglos después?
M.C. No es burguesa una reforma agraria cuando el capitalismo instituido, oligárquico y burgués, no la quiere porque trastocaría su división del trabajo, del poder y de la riqueza.
No es burguesa una reforma agraria que avanza como proceso de revolución permanente de su tiempo al desarrollarse como reforma económica y social intercultural (y lo cultural va más allá de lo estrictamente económico, y más allá del capitalismo). Y no es burguesa una reforma que plantea la no venta de la tierra al agraciado con suertes de estancias.
En el buen trabajo de Rodolfo Leyes sobre Artigas se cita las expropiaciones y reapropiaciones populares en la época del éxodo oriental, de la “redota”.
Lo mismo podríamos subrayar la solidaridad federalista y sudamericana que se gestó o que se consolidó en esa redota. No son prácticas burguesas, todo lo contrario. Esos datos y conceptos excelentemente bien señalados por Leyes deben hacernos salir de los esquemas eurocentrados, pero por supuesto no para abandonar la práctica teórica dialéctica anticapitalista, sino para reforzarla.
AIM: ¿A qué responde la intención oficial actual de explotar el prestigio de Artigas a favor de planes que podríamos llamar “rivadavianos”…?
M.C. Son oportunistas que ahora reivindican a Artigas. Ni Artigas ni el artiguismo están en las reuniones de gabinete de Sergio Urribarri o de Cristina Fernández. Son oportunistas, pero nosotros debemos afilar y descolonizar la dialéctica. Nosotros vamos bien. Releímos y replanteamos el proyecto artiguista y los oportunistas tuvieron que leer a Artigas.
Nuestra campaña alfabetizadora ha tenido un éxito extraordinario. Ahora los oportunistas hacen congresos sobre Artigas en el contexto antiartiguista en el que gobiernan.
Nosotros seguiremos adelante recreando y actualizando el proyecto federal revolucionario artiguista que nos sigue interpelando y que no los absolverá.
Sabemos que no son artiguistas ni Cristina, ni Boudou, ni Aníbal Fernández, ni Gildo Insfrán ni Gerardo Martínez, ni ninguno de ellos. Ya lo hemos dicho: ellos practican la política de un mitrismo con flores. Nosotros reafirmamos las luchas de clases profundas del pasado y del presente, que son el único camino emancipador.
El artiguismo, como expresión, como embrión de coordinación revolucionaria, de unidad obrera y popular intercultural transformadora, está en la bandera mapuche de Zanón, una de las fábricas recuperadas en lucha por los obreros, que ahora trabajan cooperativamente sin patrón.
AIM: ¿Hay entonces artiguistas presuntos que rinden homenaje a Artigas mientras preparan el fracking en silencio…?
M. C: Desde el Foro Artiguista Entrerriano apoyamos activamente la lucha por una Entre Ríos libre de fracking, libre de la fractura hidráulica extractiva que pone en peligro la tierra, el agua, la salud y todo nuestro mundo de la vida regional, y exigimos al gobierno de Sergio Urribarri que suspenda y abandone todo proyecto que implique esta metodología de saqueo y destrucción.
AIM: ¿Qué hace y qué propone hoy el artiguismo?
M. C: Rechazamos la devastación, la entrega, la privatización, los negociados políticos e inmobiliarios -municipales o provinciales- con nuestros bienes comunes, tal como se ha visto con el parque Urquiza y con el parque Nuevo de Paraná, con el delta entrerriano y con otros espacios naturales y públicos de nuestra región.
Saludamos con alegría el desarrollo de las asambleas populares y la acción popular que son la esperanza para defender lo nuestro y animamos a la continuidad, fortalecimiento, movilización, federación y extensión de las mismas, como parte del debate por la construcción de un poder popular que se encamine política y autónomamente sobre la base de la democracia de las calles y la democracia directa, a una transformación estructural liberadora.
AIM:¿Cómo orientarse ante una política que se dice artiguista y es lo contrario del artiguismo?
M. C: El saqueo ambiental y cultural es parte de un modelo político dependiente en el marco del capitalismo global en crisis. No dudamos en afirmar que los trabajadores y los pueblos profundizarán los debates y las luchas para enfrentar lo que se está viniendo. Todas las estrategias de defensa propia popular son y serán válidas frente al ecocidio capitalista.
Los anarquistas empujan la revolución en Egipto
Puede que los medios de comunicación estén perplejos ante el surgimiento de anarquistas en Tahrir, pero la verdad es que el anarquismo estuvo tras el impulso insurreccional desde el comienzo.
Traducción de un texto escrito por Jerome Roos en http://roarmag.org
Cuando decenas de miles de egipcios abarrotaron la Plaza Tahrir el viernes para conmemorar y continuar la revolución que había dado comienzo dos años antes, un destacable e inesperado espectáculo tuvo lugar allí. Tras dos años de promesas rotas y de continua violencia estatal , un grupo de activistas – prometiendo protestar junto al resto de sus compañeros – se posicionaron en las barricadas vistiendo de negro desde la cabeza a los pies, armados con improvisados lanzallamas y protegidos con uniformes de seguridad hechos por ellos mismos.
Cuando fueron preguntados por los periodistas, los activistas enmascarados dijeron que rechazabanhablar con los medios, pero misteriosamente “mencionaban el anarquismo” como fuente de inspiración para sus tácticas. Un día antes, la agencia Associated Press ya había informadosobre el surgimiento de un “grupo previamente conocido que se hacía llamar Black Bloc (Bloque Negro)”, que había advertido a los Hermanos Musulmanes de que no usaran su “brazo militar” para endurecer sus métodos contra los manifestantes y reclamaban la autoría de los recientes ataques incendiarios contra las oficinas de la hermandad islamista.
¿Qué es el Bloque Negro y por qué está surgiendo de pronto en las calles de El Cairo? Habitualmente denigrado por los medios conservadores y liberales como un núcleo duro de matones violentos, el Bloque Negro realmente es más una táctica de acción directaque un grupo claramente definido, mediante la cual (a veces actuando de forma violenta y otras de manera pacífica) activistas vestidos de una forma similar se presentan como un frente unificado y para no ser reconocidos por las fuerzas de seguridad. Mientras que la mayoría de participantes en las acciones de Bloque Negro se oponen explícitamente a los actos violentos contra las personas, los ataques contra la propiedad son una forma de acción directa más dentro del arsenal de su diversidad táctica.
En este sentido, los anarquistas de Egipto están claramente inspirados por algunas de las tácticas de Bloque Negro que hemos visto en otros lugares: desde la izquierda autónoma de la Alemania de los 70, pasando por los movimientos antiglobalización y la Batalla de Seattle de 1999, hasta la más reciente revuelta juvenil de 2008 en Grecia en respuesta al asesinato por parte de la Policía de Alexis Grigoropoulos, un adolescente de 15 años. Pero aunque la inspiración de los movimientos externos jugó un papel innegable en la reciente aparición del Bloque Negro en El Cairo, la realidad es que el anarquismo no es algo nuevo en Tahrir. Más bien, los activistas, las prácticas y las ideas anarquistas han estado en el corazón del levantamiento sin líderes de Egipto desde el mismo comienzo.
Muchos de los seguidores de fútbol – los llamados “Ultras” que aportaron el ímpetu militante para la caída de Mubarak – se hanidentificado desde hace tiempo con las ideas anarquistas, mientras que el anarquismo fue una de las principales fuentes de inspiración tras elMovimiento Juvenil 6 de abril, cuyas acciones solidarias con una huelga en una fábrica de El-Mahalla El-Kubra en 2008 suelen ser consideradas como un importante antecedente del levantamiento de 2011. Las filas de estos movimientos están viéndose reforzadas recientemente por jóvenes desilusionados que lucharon en la primera línea contra los aparatos de seguridad de Mubarak, para encontrar sólo las mismas fuerzas estatales bajo el mando de los islamistas. Como dijoun activista : “Sólo nos gobiernan bastardos”.
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