sábado, 23 de marzo de 2013

Claves del homo sacer



La obra más compleja de Agamben, un estudio signado por el concepto de biopolítica.


H omo sacer es la obra más consistente y compleja de Giorgio Agamben. Dividida en cuatro partes, se inscribe en el marco de los estudios de la biopolítica, bajo la guía del sistema conceptual de Michel Foucault. En su primera parte, el libro Homo sacer. El poder soberano y la nuda vida (1995), Agamben sostiene que en Occidente la gestión política de la vida, que se manifiesta también a través de la manipulación del derecho, ha transformado la vida misma del hombre en "nuda vida", es decir, en vida despojada de toda significación. Homo sacer era, en el mundo romano, aquel condenado que podía ser asesinado sin que el asesino fuera acusado de homicidio y que, además, no podía ser sacrificado según el rito religioso. El hombre moderno no difiere del homo sacer, en la medida en que su suerte depende de la voluntad del poder soberano. En la segunda parte, compuesta por varios volúmenes (entre ellos, El Reino y la Gloria, 2003; El sacramento del lenguaje, 2008 y Opus Dei, 2011), el filósofo italiano estudia de qué manera los principios estructuradores de la teología de la Antigüedad tardía y altomedieval incidieron subterráneamente incluso en el desarrollo del pensamiento laico moderno: desde el gobierno de la economía moderna hasta la ontología del ser. "Aquello que hace el hombre y aquello que es el hombre han entrado en una zona indistinta, en la que el ser se resuelve en sus efectos prácticos y, con una perfecta circularidad, es aquello que debe (ser) y debe (ser) aquello que es." "Real -concluye Agamben en Opus Dei- es sólo aquello que es efectivo y, como tal, gobernable y eficaz". En Lo que queda de Auschwitz (1998), tercera parte de la obra, nace una de las reflexiones más discutidas de Agamben. El campo de concentración habría sido la experiencia más acabada de la biopolítica, en que los judíos, despojados de todo derecho, fueron inscriptos paradójicamente en una organización institucionalizada, destinada al exterminio. La "nuda vida" aparece aquí en toda su crudeza. En la cuarta parte, Altísima pobreza (editada en 2011 en Italia), Agamben estudia el modo en que la experiencia monástica medieval abre las puertas a una forma de vida fuera del derecho. El último volumen de toda la obra, El uso de los cuerpos, será publicado en Italia en 2013. A.P.
ADN - La Nación - 22/3




Giorgio Agamben: "En Europa asistimos a un vaciamiento de la democracia"

El filósofo italiano reflexiona sobre la crisis actual, habla del fin de Homo sacer, su proyecto filosófico más ambicioso, y de los dos libros que este año publicará en la Argentina, uno de ellos dedicado a la originalidad de la orden franciscana.

...-Justamente "uso" es uno de los conceptos en los que más se detiene Altísima pobreza, libro en el que usted analiza la curiosa relación entre derecho y creatura que se crea en el ámbito de los monasterios franciscanos [ver recuadro]. Es más, hacia el final del volumen hay una frase contundente: "La altísima pobreza, con su uso de las cosas, es la forma de vida que comienza cuando todas las formas de Occidente llegan a su consumación histórica". ¿Puede explicar esta conclusión?
-Por empezar, la última frase del libro se centra en el concepto de uso. Como se sabe, los franciscanos emprendieron su lucha contra el derecho de propiedad, haciendo uso de las cosas, no sólo sin ser propietarios, sino incluso sin ningún derecho de uso. Se trataba de reivindicar la posibilidad de una vida fuera del derecho. La modernidad ya no tiene siquiera una huella de este tipo de experiencias históricas. Estamos a tal punto condicionados por el derecho que nos hemos acostumbrado a formular nuestras reivindicaciones como reivindicaciones de derecho. Para entender esa frase, hay que tener en cuenta otra de Olivi, uno de los más grandes líderes del movimiento franciscano, que dijo que la última edad del mundo es aquélla en que la vida de Cristo cumple y resume en sí misma todas las formas de vida posibles. Se trata de una frase enigmática. Lo que a mí me fascina es que nosotros deberíamos pensar un concepto de forma de vida distinto de todos los conceptos de forma de vida que hemos pensado hasta ahora...
...-Italia vive uno de sus períodos políticos y culturales más oscuros. ¿Qué análisis hace del presente italiano?
-El período oscuro no es exclusivo de Italia, es un problema europeo en general. Hay un texto de Walter Benjamin que se llama "El capitalismo como religión". Se trata de una definición extraordinaria. Porque no es religión tal como la concibió Max Weber, sino en sentido técnico. No es una religión basada en la culpa y la redención, los dos pilares del cristianismo, sino sólo sobre la culpa. No existe una racionalidad capitalista, que puede ser contrastada con los instrumentos del pensamiento. Cuando uno abría los diarios en Italia hasta poco tiempo atrás, leía que el entonces primer ministro Monti decía que hay que salvar el euro "a cualquier costo". Más allá de que "salvar" es un concepto religioso, ¿qué significa esa afirmación? ¿Que debemos morir por el euro? El capitalismo es una religión, y los bancos son sus templos, pero no metafóricamente, porque el dinero no es más un instrumento destinado a ciertos fines, sino un dios. La secularización de Occidente dio lugar paradójicamente a una religiosidad parasitaria. Yo he estudiado por años la cuestión de la secularización, que dio lugar a una nueva religión monstruosa, totalmente irracional. La única solución europea es salir de este templo bancario...

ESTADO DE EXCEPCIÓN

Giorgio Agamben
Adriana Hidalgo
Las relaciones entre hombre y derecho que desmenuza la serie Homo sacer adquieren máxima actualidad en este breve estudio. La hipótesis del pensador es que el "estado de excepción" se está convirtiendo en regla -y no en un hecho singular- para la mayoría de los gobiernos, lo cual tiende a borrar la frontera entre democracia y absolutismo...

Forma de vida revolucionaria

La orden franciscana, y su plena libertad del espíritu, es el tema del inminente Altísima pobreza

El objetivo de esta penúltima entrega de la serie Homo sacer es indagar sobre la forma de vida de los monjes franciscanos, no en función del sentido religioso de dicha elección, sino como una o quizá la única experiencia de organización política en que la vida de las personas tiene lugar fuera de la órbita restrictiva del derecho. De hecho, Agamben se opone a quienes todavía sostienen que el conflicto entre las órdenes monásticas y la Iglesia nació por la aplicación de una determinada "regla". La idea revolucionaria de los franciscanos consiste más bien en el hecho de que la regla coincide con la forma de vida, y la forma de vida no es otra cosa que la altissima paupertas, la altísima pobreza.
Por primera vez, con la orden franciscana, dice Agamben, "la vida del cristiano no está más bajo la ley y vive en la plena libertad del espíritu". Aquello que más fascina al filósofo italiano es la idea de que el paradigma de la acción humana, en el caso franciscano, se extiende mucho más allá de su propia historia. Tal elección comporta una neutralización del derecho a través de una operación esencial: la exención de las obligaciones de los adultos, ya que los franciscanos, como los niños, no pueden poseer absolutamente nada. Este modelo de pobreza implica un regreso a la naturaleza antes de la caída. "La vorágine que abre el modelo franciscano es el hecho de no aceptar una vida basada en la regla, sino la vida basada en el Evangelio, cristalizado en la idea de pobreza". La última parte del volumen se dedica al concepto de "uso", que los franciscanos opusieron al concepto de propiedad. El nudo central de las argumentaciones franciscanas reside en el hecho de que "el uso común de las cosas precede genealógicamente a la propiedad común de esas mismas cosas y, por tanto, deriva del derecho humano", innato más allá del concepto de propiedad. En fin, la renuncia a la propiedad llevó a los franciscanos a concebir una forma de vida fuera del derecho, que, para Agamben, se propuso como el fin de todas las formas de vida posibles. A.P



Robert Castel, el sociólogo del trabajo

Hacia la segunda mitad de la década de 1990 se publicaron tres obras cruciales: La globalización , de Zygmunt Bauman, El fin del trabajo , de Jeremy Rifkin, y Las metamorfosis de la cuestión social , del sociólogo francés Robert Castel, recientemente fallecido. La lectura comparativa de estos libros permite trazar las coordenadas que explican el mundo laboral actual, los efectos sociales de las crisis europeas y aun las ráfagas de optimismo que de a ratos soplan sobre América Latina...

...En 2009 publicó El ascenso de las incertidumbres , libro que reúne textos publicados entre 1995 y 2008. Allí analiza los cambios que se produjeron en el mundo del trabajo en la Europa occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los años 70, a partir de la salida del capitalismo industrial y el ingreso en un nuevo régimen capitalista, al que Castel no da nombre, pero que en una nota al pie de página queda emparentado con el concepto de "capitalismo cognitivo" cultivado por Yann Moulier Boutang.
Castel se concentra en los tres sectores en que aquellos cambios son altamente significativos: la organización del trabajo, signada ahora por la desregulación y la precarización; la protección social, que cada vez cubre menos y de manera más asistencialista, y el estatuto del individuo. Según el sociólogo, la degradación del trabajo, tal como se lo conoció hasta la globalización, puede producir una degradación en las personas respecto de "su capacidad de conducirse como individuos íntegros dentro de la sociedad". "Ese estatuto de individuo está conectado estrechamente a la consistencia de la situación salarial, a la solidez del estatuto del empleo -explicó durante una visita a Buenos Aires-. Cuando ese zócalo se fragiliza, el individuo mismo se fragiliza y en el caso extremo, se anula."...




Las reflexiones y análisis rigurosos y comprometidos son imprescindible en este periodo turbulento y caótico, en el cual las fuerzas antisistémicas tienen dificultades para orientarse y definir un rumbo. Algunos de esos análisis han jugado un papel destacado en los debates que realizan los movimientos, porque iluminan los temas más importantes para orientarse en el largo plazo.Los trabajos del geógrafo David Harvey, en particular aquellos que permiten comprender mejor los modos de acumulación del capital, han sido incorporados por numerosos movimientos para analizar la realidad que desean transformar. El concepto de acumulación por desposesión, que puede traducirse también como acumulación por despojo, formulado en su libro El nuevo imperialismo (Akal, 2004), es una de las ideas-fuerza aceptadas por quienes integran organizaciones antisistémicas.

Rebelión - Leer Completo - Debate




Mandel fue uno de los mayores economistas marxistas del siglo pasado. Entre sus libros más importantes se encuentran 'El capitalismo tardío' y 'El poder y el dinero'



Se comenzó a ver la manipulación y tergiversación que podían sufrir los manuscritos marxianos cuando sus contenidos se cruzaban con la "razón de partido"

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