El propósito de este trabajo es trazar un cuadro de situación del endeudamiento público argentino a nivel nacional, es decir, un panorama abarcativo de los distintos rubros de deuda que existen y potencian -en forma directa e indirecta- el sistema generalizado de deuda perpetua hoy vigente.
Dada
la falta y/o desactualización de las informaciones oficiales en esta
materia gran parte de los datos que se muestran aquí son
forzosamente incompletos pero ello no quita validez al enfoque de
base.
Para
dar una idea de la orfandad de noticias que hay en este campo baste
decir que a los fines de computar el stock de deuda pública (que,
por otra parte, no se exhibe en valores absolutos sino a través de
un engañoso índice Deuda/PBI) las autoridades muestran sólo el
ítem a) de la larga lista de componentes reales de endeudamiento que
se expone a continuación.
a)
DEUDA DEL ESTADO CENTRAL
La
deuda pública informada por el Ministerio de Economía (MECON) es de
unos 194.000 MD: 182.700 por deuda performing o
regularizada y 11.200 por deuda en manos de bonistas que no entraron
en el Megacanje 2005 (holdouts).
Este
dato corresponde a la última información oficial disponible, que es
al 30.6.2012, esto es, de hace 10 meses
atrás.
Las
previsiones presupuestarias de aumento de deuda para el 2012 eran de
11.700 MD -diferencia entre 40.100 de Amortizaciones de Deuda y toma
de nuevo Endeudamiento Público por 51.800- a lo que habría que
sumarle ahora deuda adicional para cubrir el déficit fiscal del año
pasado, que fue de 55.600 M$ (≡ 11.300 MD).
b)
DEUDA NO REGISTRADA
El
gobierno no computa dentro del stock y proyecciones de deuda de los
194.000 MD citados tres rubros que son de incidencia cierta: la
capitalización de intereses de algunos bonos (anatocismo), el ajuste
por inflación de la base de capital de los bonos en pesos ajustados
por Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) -que replica
el Índice de Precios al Consumidor (IPC)- y los pagos por Valores
ligados al Producto (VLPBI).
• Por
anatocismo la administración Kirchner ha venido capitalizando unos
10.000 MD durante el decenio 2005-2014. Quedarían unos 1.300 MD/año
para el corriente ejercicio y probablemente otro tanto para el que
viene.
• La
deuda en pesos ajustada por CER equivale a unos 36.500 MD que,
indexados por la Inflación Oficial del INDEC, que es del orden del
10% -10.8 para el 2012- implica un aumento promedio de casi 4.000 MD
por año.
• Los
cupones PBI (VLPBI) son obligaciones adicionales de pago que se
disparan cuando el índice de crecimiento es superior a un 3% anual.
El mecanismo de cálculo es acumulativo partiendo del 2005 como año
base y nuestro país habría pagado ya una cifra cercana a los 15.000
MD, sobre un total de casi 40.000.
Estos
tres conceptos de deuda no provienen de herencia de administraciones
anteriores sino que son producto del Megacanje 2005, suscripto por la
administración Kirchner.
c)
PERFIL DE VENCIMIENTOS
La
vida media de la deuda pública -siempre según datos del MECON al
30.6.2012- es de 10.2 años.
Esto
daría un promedio de unos 18.000 MD anuales (182.700/10.2) pero el
verdadero cuadro de vencimientos es mucho más grave:
• Por
un lado, las cifras de la Oficina Nacional de Crédito Público
(ONCP) de la Secretará de Finanzas (SF) del MECON no coinciden con
las consignadas en el Presupuesto aprobado por el Congreso, que son
muy superiores a esos números también oficiales.
• Por
otro lado, el cuadro real de los servicios de deuda (por Capital e
Intereses y Cupones PBI) presenta una fuerte concentración de
vencimientos en los próximos años.
La
inconsistencia de importes entre la ONCP y el Presupuesto 2013 es
relevante: según los datos de la página web del MECON los
vencimientos por Capital e Intereses de los ejercicios 2013 al 2015
inclusive son respectivamente de 17.200/6.000 MD para 2013,
10.800/5.700 MD para 2014 y 11.000/5.200 MD para 2015; mientras que
los números consignados en el Mensaje de Presupuesto para los mismos
años son de 36.500/10.800 MD (2013), 42.100/15.500 MD (2014) y
49.100/18.600 MD (2015).
En
el caso de los intereses, una parte de las diferencias se explica por
la omisión de los VLPBI, aunque no cubrirían la totalidad de las
mismas.
En
cuanto a la explicación de los desvíos por capital algunos números
son notables: por ejemplo, para los ejercicios 2013-2015 el
Presupuesto prevé Cancelación de Adelantos Transitorios del BCRA
(que viven siendo continuamente refinanciados) por el equivalente a
17.200, 20.400 y 24.400 MD mientras que la ONCP consigna para los
mismos períodos 6.200 MD en 2013 y cero para 2014 y 2015.
Otros
ítems de acreedores también presentan diferencias significativas,
como el caso de Títulos Públicos, Organismos Internacionales y
varios sin identificación cruzada.
Cabe
recordar, por último, que no existen pagos netos de Capital: la
totalidad de vencimientos por este concepto se cubre con emisión de
nueva deuda (en su mayoría, Deuda Intra-Estado que no tiene
capacidad de pago demostrada).
Los
Intereses sí se pagan, como parte del Gasto Público Corriente,
aunque aquí no figuran los VLPBI, que se consideran Deuda
Contingente (lo que no es cierto porque las obligaciones son en firme
y lo contingente es la fecha de efectivización de los pagos).
d)
INTERESES A PAGAR
Cuando
se habla de Deuda Pública normalmente siempre se menciona la deuda
por capital -los casi 200.000 MD citados en el punto a)- pero se
omite considerar el peso de los intereses a pagar por dicha deuda
que, según los números oficiales sería de 72.300 MD hasta el año
2045 (en que se produciría el fin de los vencimientos hoy
registrados).
El
pago de Intereses de la deuda pública en el corriente año 2013 está
presupuestado en 10.800 MD.
Esto
significa que, en promedio, al Estado Central le caen unos 30 MD por
día: 1.2 MD por hora.
Como
se consignó en el punto anterior, las proyecciones de servicios de
intereses son fuertemente crecientes en el trienio 2013-2015.
e)
DEUDA PÚBLICA INDIRECTA
La
Deuda Pública Directa es la que corresponde al Estado Central y la
Deuda Indirecta es la que corresponde a Empresas del Estado,
Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios, que en su conjunto forman
parte integrante de las obligaciones fiscales porque el Poder
Ejecutivo Nacional es el responsable de pago de última instancia de
las mismas.
El
gobierno no informa cuánto es el monto de esta deuda pública
indirecta ni se tiene idea de ello porque se trata de una información
insondable.
Los
avales autorizados del Estado Nacional -por 26.800 MD en 2012 y por
33.600 MD en 2013- pueden dar una pista primaria pero sin saber en
qué proporción tales avales han sido efectivamente instrumentados y
de cuántos pueda haberse hecho ya cargo el Fisco.
Es
evidente que las Empresas y Organismos Públicos -como en el caso de
represas, rutas, central nuclear y otros proyectos- están
requiriendo créditos (internos y externos) con avales del Tesoro
pero no se dispone de cifras directas y acumuladas.
El
caso de YPF es paradigmático al respecto: la empresa ha pasado bajo
control directo del Estado a raíz de la expropiación de la mayoría
accionaria de Repsol y con ello el Estado Central carga ahora con una
triple responsabilidad financiera, que antes no tenía, por valor de
más de 50.000 MD: 1. El Pasivo por la deuda heredada de la empresa,
que suma unos 9.000 MD, 2. El financiamiento de los costos de
exploración, que suman 37.200 MD en el quinquenio 2003-2007, y 3.
Las indemnizaciones eventuales reclamadas por Repsol ante el CIADI,
que son por 10.500 MD.
f)
BANCO CENTRAL (BCRA)
El
endeudamiento del Tesoro con el BCRA y la deuda cuasi-fiscal o propia
del banco muestran un cuadro de situación muy grave:
• Al
31.3.2013 el gobierno le debe al BCRA unos 64.000 MD por dos grandes
conceptos: 1) 39.100 MD en divisas, correspondientes a los préstamos
de reservas para pago de deuda externa contra entrega de Letras
intransferibles a 10 años de plazo, y 2) 127.700 M$ (≡ 24.900,
casi 25.000 MD) por Adelantos Transitorios.
• El
gobierno no tiene capacidad de repago demostrada para poder devolver
en tiempo y forma estos fondos prestados.
• Tampoco
tiene Reservas Netas suficientes para atender los vencimientos de la
Deuda Externa: si al stock de reservas de 40.500 MD (a esa fecha,
porque hoy son inferiores a los 40.000 MD) se le restan los 7.600 MD
por encajes en moneda extranjera depositados en el BCRA y préstamos
de otros bancos centrales, por unos 4.000 MD más, esto da un
subtotal de unos 29.000 MD. Pero si a ello se le restan además las
deudas propias del banco por Lebac/Nobac -109.700 M$, equivalentes a
21.200 MD- el saldo de Reservas Netas quedaría reducido a 7.700 MD.
Y todo esto, en función que las Reservas Internacionales ya no son
respaldo de la Base Monetaria (que al 31.3.2013 equivalía a 59.000,
casi 60.000 MD).
• El
BCRA compra reservas con deuda -Lebac/Nobac- por las que paga
intereses del orden del 15% anual, a
través
de colocaciones que renueva permanentemente todas las semanas.
De
hecho, el BCRA ha transformado así su Política de Acumulación de
Reservas en una Política de Reposición de Reservas, que compra
divisas con deuda -vía letras y notas- para prestarle al Tesoro para
que éste, a su vez, pague deuda externa con Acreedores Privados y
Organismos Financieros Internacionales.
Considerando
el reducido nivel de reservas netas, la baja calidad de los activos
por títulos públicos en cartera y la elevada proporción de su
deuda cuasi-fiscal por Lebac/Nobac la situación patrimonial y
financiera del BCRA -desde el punto de vista técnico- se encuentra
muy gravemente comprometida.
g)
FGS DEL ANSES
El
Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Previsional
-que está a cargo de la ANSES- no es dinero del Estado sino dinero
administrado por el Estado.
Al
30.9.2012 el 60% de dicho fondo -que totalizaba entonces 227.200 M$-
está prestado al Estado para sostener el sistema de la Deuda
Pública.
El
gobierno va licuando en gran medida el valor de esta deuda porque se
encuentra pactada a tasas de interés negativas (tasas nominales
inferiores a la inflación real) y porque una gran parte de la misma
está constituida por deudas en pesos que se ajustan por CER (un CER
que replica un índice oficial de precios minoristas justificadamente
imputado de expresar menos de la mitad de la inflación real).
Mientras
privilegia la adscripción de la ANSES al pago de la deuda pública,
el organismo demora paralelamente las actualizaciones legales de
jubilados y pensionados así como el pago de los juicios perdidos en
los reclamos de ajuste contra el Estado.
Estas
demoras del gobierno le permiten ganar tiempo a favor del Fisco por
medio de una suerte de parcial “solución biológica”: con el
paso del tiempo los jubilados más viejos -que son los que
acumularían más retroactivos- se van muriendo y la mayor parte de
los que no reclaman (sólo uno de cada 10 hacen juicio contra la
ANSES) también.
h)
AGENCIAS DEL ESTADO
El
problema de la Deuda intra-Estado (al que ya nos hemos referido en
numerosas oportunidades) incluye, además del problema de
descapitalización del BCRA y el desfinanciamiento de la ANSES, una
serie de virtuales desvíos de fondos de sus destinos específicos
por parte de otros organismos del Sector Público.
Actualmente
le prestan al Tesoro la AFIP, el Fondo de Reconstrucción Empresaria
(FFRE), Lotería Nacional y Casinos, el PAMI, etc.
Es
también muy importante el aporte en este sentido del Banco Nación
(BNA), que tendría prestado al gobierno un 40% de su cartera de
créditos.
En
total, hoy más de la mitad de la deuda pública oficial del Estado
Central corresponde a Deuda intra-Estado.
Como
esta deuda no tiene capacidad demostrada de pago, en los hechos
configura una forma de sostenimiento institucional del sistema de la
deuda pública a costa de otros gastos fiscales destinados a cubrir
las necesidades del pueblo y del desarrollo argentino.
i)
PROVINCIAS Y MUNICIPIOS
Según
la última información oficial disponible del MECON -que data de un
año atrás, al 31.3.2012- el stock de deuda consolidada de las
provincias era entonces de 127.300 M$ (≡ 26.000 MD), sin contar
Deuda Flotante ni Contingente.
Más
de la mitad de esta deuda está contraída con el Estado Nacional,
que abona los servicios de capital e intereses y luego se los
descuenta a las provincias de la coparticipación federal de
impuestos.
La
cifra del total de deudas provinciales está sensiblemente
desactualizada y su composición se encuentra en varias
jurisdicciones en proceso de franco crecimiento no sólo por deuda
interna sino también por deuda externa (caso de Buenos Aires,
Córdoba, Chaco, Mendoza, Tucumán y otras).
Las
nuevas deudas se colocan en pesos, en moneda extranjera y en pesos
indexados por tipo de cambio (dólar linked)
y pagan una tasa de interés del orden del 10% anual o más.
Como
un caso de referencia indicativo del ritmo de aumento de las deudas
provinciales puede citarse la provincia de Buenos Aires -que
concentra un 50% de la deuda pública del conjunto de las
jurisdicciones- que figuraba con un stock de deuda de 60.600 M$ al
31.3.2012 y había pasado a 66.400 M$ según sus cifras oficiales al
30.9 del mismo año, sin que se computara todavía el fuerte déficit
fiscal al fin del ejercicio.
Para
la deuda de los municipios del país no existen datos oficiales -ni
del MECON ni de la Federación Argentina de Municipios (FAM) ni de
ninguna otra entidad- por lo que no se tiene idea del monto
j)
AVALES DE LA TESORERÍA
A
los avales del Estado ya nos hemos referido en el punto e), sobre
Deuda Pública Indirecta pero los volvemos a destacar aquí por la
importancia de la condición de garante de última instancia de toda
la deuda pública por parte del Estado.
No
se trata de un tema menor, ya que todos estos pasivos contingentes
pueden devenir en cualquier momento obligaciones en firme a cargo de
la Tesorería si los entes públicos que han contraído y/o siguen
contrayendo estas deudas no tienen -lo mismo que el Estado Central-
la debida capacidad de repago demostrada.
Complementando
lo dicho en el citado punto e), la experiencia argentina -desde la
época del Proceso Militar hasta nuestros días- exhibe toda una
larga serie de deudas que terminaron traspasadas al Fisco.
La
falta de informaciones oficiales sobre el monto de la Deuda Pública
Indirecta es uno de los problemas de fondo del endeudamiento público
argentino.
k)
JUICIOS CONTRA EL ESTADO
Este
último es uno de los acápites más problemático dentro del
endeudamiento nacional argentino ya que involucra fondos
extraordinariamente elevados y de respuesta financiera imposible por
parte del Estado.
Dentro
de la lista de acciones judiciales -tanto las demandas iniciadas como
las que tienen sentencia en firme- los rubros más graves son los
siguientes:
•
Los
juicios por los bonos en default que se sustancian en el exterior por
reclamos de los tenedores de bonos que no entraron en el Megacanje
2005-2010 (holdouts)
y que involucran más de 11.000 MD; sin contar las consecuencias
financieras que pudieran extenderse a bonistas ya entrados en el
canje de títulos si se aplicara la Cláusula del Acreedor más
favorecido.
•
Las
demandas hechas por empresas (y también por holdouts)
ante el CIADI -el tribunal de arbitraje del Banco Mundial- donde ya
existen también fallos en contra de la Argentina. No se tiene una
estimación actualizada de los reclamos en este rubro, que
originariamente abarcaba denuncias por unos 20.000 MD pero ahora se
habría reducido a menos de la mitad de esa cifra (quizás entre 7 y
8.000 MD).
• La
masa de juicios locales contra la ANSES por parte de jubilados y
pensionados que reclaman la actualización legal de sus haberes,
siendo que hay actualmente más de 450.000 juicios abiertos y que el
promedio de los reclamos estaría en unos 140.000 $ por damnificado.
Aunque
no revisten carácter de reclamos judiciales generalizados -al menos,
por ahora- en este capítulo pudiera incluirse también el problema
de la deuda externa a renegociar con los países del Club de París,
cuyo monto sería del orden de los 9.000 MD, si bien el MECON
consigna sólo 6.100.
El
tema de los juicios contra el Estado -al que ya nos hemos referido en
varias notas anteriores (relativas al pedido de embargo de la fragata
Libertad y a los fallos de Nueva York a favor de los llamados
fondos-buitre)- constituye indudablemente uno de los condicionantes
más serios de la deuda pública argentina dado sus efectos directos
y su implicancia sobre los bonistas que ya ingresaron en los canjes
de deuda 2005 y 2010.
Hasta
aquí el panorama primario o inventario básico del cuadro de
endeudamiento público de la Argentina actual, con las insuficiencias
forzosas del caso dada la falta de informaciones oficiales.
EN
CONCLUSIÓN:
Conforme
la advertencia hecha al inicio de esta nota, cuando el gobierno
Kirchner habla de la Deuda Pública se refiere sólo al primer rubro
-el ítem a)- de este largo listado de áreas, niveles y ámbitos de
endeudamiento; esto es, considera solamente el peso de la
deuda performing y
registrada del Estado Central.
Del
sintético enunciado de cada uno de los rubros restantes -que son
todos menos el primero- surgen entonces algunas conclusiones
importantes:
a)
El monto verdadero de la Deuda Pública Nacional excede con mucho el
stock de deuda declarada por el MECON, que acota los datos sólo a
una parte de las obligaciones del gobierno central.
b)
No es cierto que el país se está desendeudando: tan sólo la deuda
pública de la Administración Central crece a un ritmo de más de
10.000 MD por año; y el engañoso ratio Deuda/Producto no invalida
esta realidad.
c)
El gobierno Kirchner sostiene un nivel de deuda impagable a costa de
una deuda intra-Estado que descapitaliza el BCRA, desfinancia el
sistema previsional y desvía en la práctica grandes fondos públicos
de sus destinos específicos.
Así
como la inflación real es mucho mayor que la inflación oficial del
INDEC, así también la deuda real de la Nación Argentina es mucho
mayor a la deuda declarada oficialmente.
La
crisis del Modelo K por falta de superávits gemelos -fiscal y
externos- para poder soportar el pago de los servicios de la deuda
por capital, intereses y cupones PBI hace que la administración
Kirchner aguante hoy un mecanismo de máximos pagos posibles a costa
de empapelar a las entidades del Estado con títulos sin solvencia
fiscal.
El
objetivo gubernamental en curso es así abonar servicios de deuda a
ultranza, demostrar vocación pagadora a rajatabla y retomar las
negociaciones en diversos ámbitos para reinsertarse, una vez más,
bajo condiciones “normales” en el sistema de la deuda.
La
Deuda intra-Estado funciona, en la práctica, como un proceso
transitorio o “préstamo-puente” interno hasta que pueda
cumplimentarse la hoja de ruta planteada por el ex ministro de
economía y hoy vicepresidente Boudou: 1.
Solución del problema de los holdouts,
2. Arreglo de la Deuda Externa con el Club de París, y 3. Regreso
del país al Mercado Internacional de Capitales, para volver a
endeudarse.
De
las posibilidades de mantener su adscripción a este sistema de deuda
pública perpetua depende no solo el sostenimiento del Modelo K sino
también la estabilidad política del gobierno Kirchner.
Lic.
Héctor L. Giuliano
Periódico El Descamisado
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