martes, 23 de julio de 2013

Hacia la huelga general latinoamericana

Por Horacio Meguira 

Desde hace un tiempo los pueblos y los gobiernos latinoamericanos vienen teniendo transformaciones importantes. El poder popular acumulado tuvo expresiones en algunos gobiernos de nuestro continente y continúa en constante cambio. Los movimientos sociales y la huelga general en Brasil, las huelgas generales y el movimiento estudiantil de protesta en Chile, los movimientos sociales, las marchas de campesinos en Colombia, las huelgas generales y sectoriales en Uruguay; las protestas y huelgas generales en Perú, la huelga general y movimientos sociales en Argentina son indicadores de que un nuevo ciclo se esta iniciando.- 
Por distintas razones, y en distintos tiempos los pueblos piden más transformaciones, más inclusión social, más participación, más democracia a partir de reivindicaciones mínimas: distribución equitativa de la riqueza, trabajo, educación, salud, vivienda.- 
El periodo de expansión del mercado de trabajo y el sistema de democracia restringida, ha generado una mayor conciencia de derechos de las clases populares. La protesta se ha generalizado y la expansión de la información va creando una conciencia más allá de las fronteras.- 
En la medida que los trabajadores advierten que las luchas tienen los mismos pliegos y que los problemas que aquejan a los asalariados y desposeídos son iguales, se va expandiendo la conciencia de solidaridad de clase.- 
No es ya un Latinoamericanismo basado solo en la lucha antiimperialista, -que continua en el mismo sentido histórico-, sino que se va materializando la construcción de una solidaridad en las reivindicaciones concretas, del día a día de los trabajadores y sus organizaciones. Antes era impensada una medida de acción por fuera de las fronteras de las organizaciones nacionales, se restringían al Estado Nación como continente de la lucha económica. El internacionalismo latinoamericano se traducía en la coordinación de las luchas. Hoy existe la posibilidad de un mayor acercamiento en los programas de acción de los trabajadores latinoamericanos. 
El capital se repite en su afán expansivo, recurre a los mismos métodos, a los mismos recursos, a las mismas represiones. Esta situación, explícita o implícitamente, se traduce en las políticas públicas de los Gobiernos, que con mayor o menor intensidad no alcanzan a sectores que tienen expectativas y conciencia, pero que no fueron incluidos en los mercados formales de trabajo, ni en el consumo. Esta sintonía es advertida por muchas organizaciones de trabajadores, que tienen capacidad de comunicación y advierten que sus luchas tienen mucho en común con la de los trabajadores de otros países.- 
El concepto de Nación como único escenario posible de las luchas reivindicativas hoy tiene capacidad de traspasar el cerco de la “frontera” política. Existe la posibilidad de un pliego conciente de reivindicaciones para generar acciones comunes de los trabajadores del Continente.- 
Hay condiciones objetivas para dar un paso trascendente: La Huelga General Latinoamericana con un pliego común de reivindicaciones dirigidas a las clases propietarias y a los Gobiernos.- 
Es la hora de comprender y actuar.- Al viejo apotegma de que “el Capital no tiene fronteras” hay que oponerle la “la huelga no tiene fronteras”...



No hay comentarios: