El Partido de los Trabajadores busca aprovechar la manifestación que abarcará a 20 estados del país, para apoyar las reformas propuestas por Rousseff
Las mayores centrales sindicales, tanto del gobierno como de la oposición pretenden paralizar mañana al país con una huelga general en el Día Nacional de Luchas. A los sindicatos se unirán los Trabajadores Sin Tierra (MST), el Partido de los Trabajadores (PT), y la Unión Nacional de Estudiantes (UNE).
Si en las últimas semanas las calles y plazas del país fueron tomadas por un millón de personas que se declaraban “sin partidos, sin líderes y sin banderas”, esta vez es la oficialidad de los sindicatos y movimientos sociales organizados los que han decidido ocupar la calle. En estos últimos diez años, tanto los sindicatos como el movimiento estudiantil han estado cercanos al Gobierno, sobre todo desde que llegó al poder el exsindicalista Lula. Y nunca fueron a la huelga. Mañana, sin embargo, los que han organizado la gran manifestación nacional llegan divididos, excepto en algunas reivindicaciones laborales como la de las 40 horas de trabajo, más dinero para sanidad y educación, mayor calidad en el transporte público y la siempre aplazada reforma agraria.
¿La gran manifestación nacional será contra el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff o a su favor? No hay consenso. El Partido de los Trabajadores pretende aprovechar la manifestación que abarcará a 20 estados del país, para apoyar las reformas propuestas por Rousseff para ir al encuentro de las exigencias de la protesta callejera, mientras, por ejemplo, el sindicato de oposición Fuerza Sindical por boca de su líder Paulo Pereira da Silva ya ha amenazado, en ese caso, con sacar las pancartas de “!Fuera Dilma!”. Dicho sindicato pedirá la cabeza del ministro de Economía, Guido Mántega, y la reducción de la inflación “que se come el salario de los trabajadores”, afirma Pereira.
Organizaciones prevén alta convocatoria al paro nacional de mañana: ¡Chile de pie! - El Ciudadano
Una ley provincial devolvió 600 hectáreas a campesinos
Página/12
La Legislatura provincial votó la expropiación de 600 hectáreas de la multinacional Alto Paraná, en Piray, 190 kilómetros al norte de Posadas. Las tierras fueron entregadas a la cooperativa Productores Independientes de Piray para su cultivo.“Sembrando lucha, cosechamos 600 hectáreas”, celebraron los campesinos misioneros de la organización Productores Independientes de Piray (PIP), que lograron una histórica expropiación de 600 hectáreas que estaban en manos de la multinacional Alto Paraná.
Rebelión - 10/7 - Leer
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