[Traducido por La Haine] Si la derecha derroca a presidentes reformistas por las armas, entonces la gente también tiene derecho a volver a buscar soluciones por ese caminoRodeado de guardaespaldas, el depuesto Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, saludó con euforia a un grupo de hondureños que cruzó la frontera con Nicaragua, el lugar donde se había convocado a sus partidarios para, juntos, regresar al país después de 26 días de el exilio.
La entrada triunfal programada por Zelaya fue anulada por el golpista Roberto Micheletti, que declaró estado de sitio en las provincias donde la carretera conduce a la frontera, en un intento de evitar la movilización convocada por el Frente de la Resistencia al golpe de Estado.
Indymedia-Leer
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