En aquella ocasión, el 20 de agosto de 2000, ETA asesinó en Sallent de Gállego (Huesca) a los agentes José Angel de Jesús Encinas e Irene Fernández, mediante una bomba lapa adosada a los bajos del Nissan Patrol en el que se disponían a patrullar un domingo a las 6.00 horas.
La banda terrorista ETA ha asesinado a un total de 210 guardias civiles desde el inicio de su actividad criminal, incluyendo los dos asesinados hoy en Palma de Mallorca. El último asesinato se remonta al 14 de mayo de 2008, cuando, sin previo aviso, estalló una furgoneta-bomba de gran potencia junto al cuartel del instituto armado en Legutiano (Alava), que acabó con la vida del agente Juan Manuel Piñuel.
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