El foro indígena sintetizó un pedido de respeto por la identidad de cada comunidad, por sus derechos y la plena convivencia en una sociedad en deuda, desde hace 500 años.
"A veces la discriminación nos duele, nos lastima, pero no debemos bajar los brazos". Ututo Martinez, del pueblo Diaguita Calchaquí de la provincia de Tucumán, miembro del Consejo Mundial de Pueblos Indígenas con asiento en Toronto, Canadá, sintetizó con esta frase, el sentir de miles de comunidades en América Latina, que unieron sus voces en Posadas, sede del foro denominado, "Camino al bicentenario, por la memoria y la verdad". La lucha por la reivindicación del pasado histórico de estos pueblos, fue una de las conclusiones a las que arribaron.
El eje central del encuentro, fue pedir respeto por la identidad, el reconocimiento de sus derechos y la plena convivencia dentro de una sociedad que plantea el debate desde lo discursivo, pero que pocas veces logra llevarlo a la práctica. Se pidió la creación de un parlamento para discutir el desarrollo de las comunidades, no desde el punto de vista mercantilista sino a través de la ciencia y la sabiduría. La soberanía alimentaria desde lo cultural, ecológico y orgánico. La creación de una universidad indígena con varias carreras como, la medicina ancestral, derechos de los indígenas, turismo de los indígenas y alimentación.
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