domingo, 29 de julio de 2012

Contraste entre la extracción del gas de esquisto y el mate

Reflexiones desde el ámbito que crea esa milenaria costumbre del mate que, como en el suelo arcilloso, le ha abierto hendijas al sistema y es ya una forma de conocer y de vivir.

Grietas.


Tirso Fiorotto/ De la Redacción de UNO


El mate amargo crea un ámbito para realidades que el ruido espanta. El mate convoca como lugar sereno, como puente.

Con una cabecera en el corazón y otra en el cielo, ese puente es un paseo, un jardín para entenderse uno con las hierbas, los árboles, la tierra, sus trinos, y con algún aporte humano también (si no rompe más); para tenérselas con uno mismo.
Es el tomar mate a solas, y la rueda de mate, y la ceremonia del mate, lo que da aire, despierta. Porque el mate es la alameda que lleva a las fuentes y la fuente misma, lugares inalcanzables para el hombre apurado que si algo no tiene es aire.


A esas fuentes vamos por hipótesis que nos ayuden a comprender de pe a pa el entorno, y la vida social.


En las columnas de este espacio hemos acudido una y otra vez a la naturaleza para que nos ayude a comprender la sociedad, y en este caso volvemos a los suelos vertisoles, agrietados, que tanto nos dicen, para ver la red de hendijas de la sociedad y observar una grieta especial que resume ese universo: el mate. El mate como clima.


Que hable el acordeón

Decía el maestro Raúl Barboza en Cerrito, días atrás, que el Tren expreso, chamamé vivo, casi no le pertenece porque él se limitó a escuchar el ambiente y dejar nomás que el acordeón hablara en onomatopeyas.
Así se explican también las hipótesis insinuadas por el ambiente.
En su estar milenario, la naturaleza se abre a las mujeres y los hombres capaces de entrar a las esencias por el aroma, a la música por el silencio. La naturaleza ofrece el aire que nos cruza y compartimos, y en especial los humanos podemos tomarla en el mate.
El mate, síntesis de la honda cultura y la naturaleza: he ahí el lugar, la alameda que decíamos.
Curupisiando
Esa ceremonia del mate nos baja el copete tan alzado por la egolatría que coronó al hombre y colocó en sus manos un título de propiedad sobre todo lo que hallara alrededor (incluida la mujer). 
Nos sienta en el Abya Yala definitivamente y nos llama a conversar con ese universo de verdes, trinos, espejos de agua, fantasmas, murmullos, que el músico Miguel Martínez resumió en el verbo curupisiar.






De la Sota va a la Corte para que la Nación pague una deuda millonaria

El gobernador se presentará ante el Máximo Tribunal para reclamar el cobro de $1.040 millones de fondos previsionales ya acordados en 2011. El reclamo.













Londres 2012: "Los juegos del pueblo"

London Review of Books

Traducido del inglés para Rebelión por P.R.

Vi la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos sentado en el techo de una barcaza cerca de King's Cross.  Los habitantes de embarcaciones lo han tenido duro bajo el régimen Olímpico, y muchos de los barcos atracados frente a nosotros eran exiliados del Parque Olímpico, trasladados porque supuestamente representaban un riesgo para la seguridad acuática. La fiesta de la nostalgia de Danny Boyle fue proyectada en una pantalla tendida entre dos árboles en la orilla del canal. No presté demasiada atención -los árboles se interponían, el iPlayer de BBC no hacía más que cortarse – pero parece que destacó el ciclismo, en el que se espera que los británicos se desempeñen bien. Bradley Wiggins tocó una campana; Chris Hoy desfiló ondeando la bandera de la Unión; cientos de ciclistas batieron alas durante su recorrido, a lo ET, en el cielo nocturno.
Los habitantes de los barcos anclados en el Regent's Canal fueron obligados a mover sus hogares debido a las restricciones fluviales por los Juegos Olímpicos. 







La vía socialista nunca estará relativamente segura si no enraíza más y más en el pueblo, si no se extiende en detrimento del capital




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