“Se nos cayó el mundo encima” acaba de asegurar la presidenta, luego de machacarnos -durante meses- que el país se ubicaría por fuera de la debacle económica que recorre el planeta. Mientras tanto la pelea por la sucesión presidencial, entre el gobernador bonaerense y Cristina, acaba de explotar como una fenomenal crisis política. Esta puja se potencia debido a la línea del kirchnerismo, que ha resuelto que Scioli y el resto de los gobernadores e intendentes cumplan el papel de verdugos del ajuste, de manera de evitar que Cristina pague el costo de bajar los salarios, despedir obreros, cerrar fábricas y empresas y reprimir las protestas.
El problema para los habitantes de la Rosada es que eso es lo mismo que pretende Scioli para consigo mismo, junto a los sectores peronistas que lo rodean. Ellos también están trabajando -con Clarín- para el recambio presidencial. Para eso tienen que demostrar que los responsables del mazazo contra el pueblo trabajador son Cristina y la Cámpora. En medio de esta disputa, los dirigentes de las CGT y CTA vienen convocando a distintas medidas de fuerza -para canalizar la bronca de los estatales por el pago por el desdoblamiento del aguinaldo- haciendo prevalecer sus alineamientos políticos, relacionados a los dos principales contrincantes en la carrera electoral. (Leer todo)
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