Descubriendo Entre Ríos. Visita a la agitada Sudamérica que nos contiene
La importancia de discernir, en un conflicto que muestra engaños, falsas antinomias, pujas históricas.
Daniel Tirso Fiorotto
De la redacción de UNO
5/7
Los datos más o menos objetivos que nos ofrece el hermano país centroamericano de Honduras permiten a algunos afirmar que el presidente Mel Zelaya se pasó por el traste las leyes y forzó su relevo.
Estaríamos, desde esta óptica, ante un Poder Ejecutivo que de-sobedece a todos los poderes de la república (judicial, legislativo, electoral), y desafía incluso a la Constitución misma que en Honduras exige en forma enfática y terminante no alterar las reglas del ejercicio de la presidencia y de la alternancia en el poder, so pena de ser declarado “traidor a la patria” y cosas así.
Visto desde este ángulo, el empresario Zelaya tendría pues las facciones de un golpista contra la república. Advertido de mil maneras, de que podía quedar preso por forzar la ley, eligió chocar contra esa ley y ser destituido. Los otros golpistas no vacilaron en entrar en su juego, y lo atendieron, entonces, con su propia medicina, embarcándolo casi en calzoncillos en un vuelo a Costa Rica.
La puja sería, desde esta perspectiva, una interna en la clase política, entre poderosos, con el pueblo balconeando. Pero el asunto no es tan simple.
Una herida en el Alba. En un intento por llegar a otras honduras, habrá que admitir que el conservador Zelaya se estaba volcando a ideas un tanto distintas, sin poner un pie fuera del plato capitalista, buscando alianzas con gobiernos que han realizado algunas inocultables reformas socioeconómicas, como el de Hugo Chávez en Venezuela.
Uno-Leer Completo
No hay comentarios:
Publicar un comentario