En las anteriores elecciones Humala cosechó 30 por ciento en la primera vuelta y perdió en la segunda con el experimentado Alan García, superando 47 por ciento de los votos. Esta vez Humala mejoró la votación anterior, llegando casi a 32 por ciento, pero debe medirse con la hija de Alberto Fujimori, quien ejerció un gobierno autoritario y dictatorial entre 1990 y 2000, violó los derechos humanos, dio un golpe de Estado y protagonizó sonados casos de corrupción por los que fue condenado a 25 años de prisión en varios juicios sucesivos. Incluso el conservador Mario Vargas Llosa anunció que votará por Humala en la segunda vuelta, así como el ex presidente Alejandro Toledo, que en la primera ronda cosechó 15 por ciento de los sufragios.
Si observamos el escenario político peruano desde las tres coordenadas que vengo proponiendo para el análisis de la transición sistémica en curso (las relaciones interestatales, el papel de los movimientos antisistémicos y el posdesarrollo o Buen Vivir), es evidente que los cambios que promovería el triunfo de Humala se concentran en el primer escenario. En los otros dos, por el contrario, habría más continuidades que cambios.
Perú es una pieza clave en la estrategia de control hegemónico de la potencia declinante, Estados Unidos.
Con éxito culmino el IV Congreso de CONAIE
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Derechos humanos, ¿de quién?
Vicenḉ Navarro
Es extraordinaria la selectividad que existe en los medios de información de mayor difusión de España en la cobertura de las violaciones de los derechos humanos hoy en el mundo. Cuando tales violaciones ocurren en Cuba, la noticia ocupa grandes espacios mediáticos. La liberación de presos políticos en aquel país, por ejemplo, ha ocupado una gran atención de tales medios, así como de los establishments políticos tanto de España como de la Unión Europea.
El Parlamento Europeo, por ejemplo, dominado por los partidos pertenecientes a las sensibilidades conservadoras y liberales, ha pasado varias resoluciones sobre lo que llaman "la flagrante violación de los derechos humanos en Cuba". Me parece bien que se denuncie la violación de derechos humanos en Cuba, pero me parece enormemente incoherente (para expresarlo de una manera amable) que se permanezca en silencio frente a las violaciones mucho más extensas y más dramáticas que las ocurridas en Cuba y llevadas a cabo en países gobernados por las derechas, tales como Colombia.
Energía nuclear… la tendremos de postre
Argentina-Análisis Digital-23/4:
Tomaron como base el artículo 14 bis de la Constitución NacionalLa Corte Suprema expresó que corresponde indemnizar a los contratados
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