La Cámara de Senadores uruguaya aprobó un proyecto que deja sin efecto una ley que evitó juicios por violaciones de derechos humanos bajo la última dictadura (1973-1985), una norma ratificada en dos plebiscitos en los últimos 21 años y criticada por la Corte Interamericana de DDHH.
El proyecto ya fue sancionado en octubre por la Cámara de Diputados, pero como fue modificado en el Senado deberá volver a la Cámara baja, donde el Frente Amplio (FA) también cuenta con mayoría, para su aprobación definitiva.
La anulación de la polémica ley de amnistía fue aprobada por 16 votos a favor y 15 en contra, tras más de doce horas de áspero debate y diferencias dentro del oficialismo que provocaron que uno de sus legisladores votara en contra y otro anunciara su renuncia a la banca, según informó la agencia AFP.
El senador Eleuterio Fernández Huidobro, ex tupamaro, anunció que votaría la iniciativa por disciplina partidaria y que luego renunciaría a su banca, mientras que el disidente Jorge Saravia justificó su voto en contra afirmando que el proyecto de ley "es un disparate jurídico" que además implica pasar "por encima del derecho ciudadano".
| La Cámara de Senadores de Uruguay aprobó el martes la anulación de una ley que limita la actuación de la Justicia ante los delitos cometidos durante la dictadura entre 1973 y 1985, lo que habilitaría nuevos procesamientos de militares. |
Ahora sólo queda destruir otra tradición: la del miedo.
En las últimas horas hemos leído y escuchado a militares retirados manifestando nerviosismo por posibles juicios por crímenes y violaciones durante la dictadura y apelando al respeto por la voluntad del pueblo que ratificó la ilegitima Ley de Caducidad con una mayoría simple de abstenciones. Alguno incluso sacó a la luz un supuesto “pacto entre combatientes”, aludiendo al presidente de la Republica, los tupamaros y los ex militares represores. Como siempre, los pactos dejan por fuera a las verdaderas víctimas, a todos aquellos que fueron aterrorizados con una sistemática caza de brujas y bajo la cobarde excusa de que “los fines justifican los medios”.
Hemos repetido desde hace años el más básico de los conceptos: los Derechos Humanos no se negocian ni se plebiscitan. Cualquier ley que viole un solo derecho humano no sólo es inconstitucional; es inmoral y contra todo derecho natural.
Plebiscito. Se llevan recolectadas unas 80.000 firmas - El País - 14/4
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