Investigadores de la región buscan explicar de dónde vienen y adónde van los carpinteros, y el misterio de sus hábitos.
Daniel Tirso Fiorotto / De la redacción de UNO
El doctor en Biología Adolfo Beltzer, director del equipo del Instituto Nacional de Limnología (Inali), estudió con otros especialistas los hábitos de los carpinteros o picapalos, y se detuvo en una de las particularidades más atractivas de estas aves: la lengua.
La novedad fue difundida por la Universidad Nacional del Litoral –UNL–. Dice que los investigadores indagaron en la estructura de las lenguas y los cráneos de varias especies de picapalos, y en todas descubrieron diferencias que en principio no se explicaban porque, en apariencia, muestran patrones alimentarios similares.
El hallazgo permite inferir que estas aves vienen de algo común y se van distanciando cada vez más, o se aproximan mutuamente hacia un patrón común, una de dos.
El experto entrerriano siguió con precisión durante años a las distintas especies de garzas, patos y otras familias (generalmente vinculadas al agua), y estudió su morfología, sus hábitos alimentarios, sus vidas en suma. Ahora se volcó con su equipo a los pícidos (picapalos) y dijo que necesitarán saber más de sus dietas diversas, si quieren aproximarse a las razones de las diferencias en los diseños de sus lenguas, e intentar alguna hipótesis respecto de su evolución.
UNO-4/10-Leer
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