ROMA.- Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz 2003, pelo corto, casi nada de maquillaje, tacos bajos, conjunto sobrio verde -el color de la protesta iraní contra el régimen de Mahmoud Ahmadinejad-, habla muy rápido en farsi. Sin pelos en la lengua, reclama que Occidente, obsesionado por la cuestión nuclear iraní, ponga también en su agenda la dramática cuestión de los derechos de las mujeres y de la democracia en Irán, asuntos, según ella, olvidados. Optimista a pesar de todo, se manifiesta firmemente convencida cuando dice: "Somos las mujeres las que llevaremos la democracia a Irán".
La Nación-23/12-Leer
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