jueves, 29 de julio de 2010

Alerta roja para los pueblos de América Latina



La reciente agresión diplomática del gobierno de Uribe en la OEA contra el gobierno bolivariano del Presidente Chávez crea una nueva y más grave situación en las tensas relaciones que existen desde hace años entre ambos gobiernos. Como titula con dramática exactitud en su artículo aparecido en www.aporrea.org Rodríguez Chacín, ex ministro de interior y probablemente uno de los principales expertos de la inteligencia venezolana, asoman “vientos de guerra”.

El grave paso dado por un gobierno que se está despidiendo en quince días no puede entenderse como una maniobra tardía impulsada por minúsculas razones de politiquería doméstica ni tampoco como improvisada respuesta a un nuevo episodio militar fronterizo del conflicto interno colombiano, que tiene casi cincuenta años de duración.

Era previsible que la actitud del gobierno de Uribe de transformar en escalada diplomática contra el gobierno de Chávez la larga confrontación política, obtuviese contundente respuesta, llevando a la ruptura de relaciones entre ambos países y creando de hecho un estado pre-bélico. Es impensable que una decisión cuyas consecuencias aún no pueden preverse haya sido asumida por un gobierno agotado y bajo múltiples cuestionamientos – incluso de posible acción penal – que erosionan la cohesión política de la oligarquía colombiana que controla el poder neogranadino.

Rebelión-29/7-Leer

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