El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Murat Karayilan, ha afirmado que está dispuesto a desarmarse a cambio de conseguir mayores derechos políticos y culturales para los kurdos de Turquía. Karayilan es el líder de facto de este grupo terrorista, ya que su principal dirigente, Abdulá Ocalan, está encarcelado en una prisión turca.
El PKK está catalogado como una organización terrorista por Turquía, la UE y Estados Unidos. Si se alcanzara este acuerdo, se pondría fin a 26 años de conflicto. La oferta, declarada por Karayilan durante una entrevista con la BBC, es inequívoca. Según el líder del PKK, ordenaría a sus combatientes que depusieran sus armas, bajo la supervisión de la ONU, si Turquía acuerda un alto el fuego y cumple con algunas condiciones.
Sus demandas, prosiguió, incluyen el fin a los ataques contra civiles kurdos y los arrestos de políticos kurdos en el este de Turquía. El grupo también ha estado luchando por conseguir más derechos lingüísticos y culturales para los kurdos que, según las estimaciones, suponen un quinto de la población del país.
"Si la cuestión kurda se resuelve de una forma democrática a través del diálogo, depondremos las armas, sí. No llevaremos armas", aseguró. Pero su oferta de paz estuvo acompañada por una amenaza. "Si el Gobierno turco rechaza aceptar esto, tendremos que anunciar la independencia", prosiguió.
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