sábado, 17 de marzo de 2012

Echamos a la patota de Aqualic, un triunfo que obliga a reflexionar

El 15 de marzo se realizó un bloqueo en las esquinas de esta fábrica con el objetivo de hostigar la salida de los camiones del reparto, que hasta ese momento recorrían la ciudad con matones del sindicato en su interior.

La patota, después de apalear a los obreros que habían sido reincorporados por la lucha, copó la empresa aterrorizando a los empleados. Pudieron hacerlo gracias a la complicidad de la policía y las autoridades municipales, provinciales y nacionales.

En ese contexto, desde nuestro partido planteamos la necesidad de organizar un Frente Único de todas las organizaciones sindicales y políticas combativas de la región para movilizarnos a modo de repudio, pero también para desalojar a la patota.

¡Es que si no se hacía esto se corría el riesgo de sentar un precedente muy malo para el movimiento obrero y popular del Alto Valle, avalando en los hechos el accionar de las bandas armadas!

La mayoría de las corrientes se negaron a debatir, argumentando que “no existían las condiciones…” Por suerte los trabajadores despedidos, sin prejuicios y más preocupados en ganar el conflicto que otra cosa, se pusieron al frente, encabezando el piquete que bloqueó la entrada de la fábrica junto a ceramistas de Zanón.

La actividad contó con la presencia de quienes acordábamos con la necesidad de avanzar en ese sentido, pero también de las organizaciones que venían proponiendo otras orientaciones, que se limitaban a proponer cortes de rutas (PTS) o a organizar un petitorio (PO).

Los patoteros intentaron pasar por encima del grupo con los camiones de la empresa, de manera de garantizar la distribución. Sin embargo la combatividad de los compañeros y compañeras los hizo retroceder, pagándoles con la misma moneda que suelen utilizar estos personajes.

La derrota física de la patota obligó a la patronal a abrir una negociación, que impuso la anulación del contrato de estos delincuentes, varias reincorporaciones y el pago de importantes indemnizaciones a los compañeros que no quisieron volver a trabajar.










ÚLTIMA INSTANCIA DEL JUICIO DE DESALOJO

Este jueves comienza la última instancia del juicio de desalojo iniciado hace un año por el dueño de la empresa Cimar, contra el Tambo La Resistencia de Nuevo Alberdi. Allí se comenzará a definir el destino de la unidad productiva más importante del predio en disputa.




No hay comentarios: