Por Fernando Vicente Prieto. En la mañana de ayer organizaciones sociales protagonizaron un escrache a la sede platense del banco inglés HSBC. Una compañía británica con fuertes intereses en las islas Malvinas y en el territorio continental argentino.
“Cuando hablamos de Malvinas hablamos de soberanía nacional. Soberanía que se ve atacada, limitada y vulnerada en toda Nuestra América por el imperialismo estadounidense y su ‘portaaviones’ británico. Éste no actúa solo desde el exterior sino que siempre cuenta con un cipayo que admite y esconde sus intereses, permitiéndole ingresar en nuestro territorio”. La declaración corresponde a organizaciones que, en el marco del debate sobre Malvinas, señalan la falta de aplicación de la ley 26.659, apuntando al HSBC, una de las principales corporaciones a nivel mundial, con intereses en las islas y en el territorio continental argentino.
HSBC significa “The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation”. A pesar de su nombre, no es de capitalistas chinos sino británicos. Es que los ingleses sostuvieron una colonia en Hong Kong entre 1841 y 1997, cuando China finalmente recuperó la península que pasó a ser una región administrativa especial, bajo la fórmula “un país, dos sistemas” liderada por Deng Xiaoping.
Fundado en 1865, el HSBC es uno de los gigantes de las finanzas a nivel mundial. Su leyenda negra dice que nació para cumplir un papel fundamental para la Corona: canalizar las ganancias del opio desde la colonia hacia Inglaterra. No parece haberle ido mal. De acuerdo a datos publicados por la empresa, además de su sede central en Londres, actualmente posee unas 7200 oficinas en 80 países de Europa, Asia-Pacífico, las Américas (sic), el Medio Oriente y África, donde trabajan alrededor de 335.000 empleados.
Segunda empresa en el mundo, en el territorio nacional sus negocios alcanzan los 24 mil millones de pesos en el rubro de intermediación financiera, pero no se agotan allí. También tiene inversiones en la empresa Desire Petroleum, que en los últimos años vino realizando exploración petrolera en las Islas Malvinas para el equipo de la Corona británica. Además asesora a Rockhopper Exploration, que tiene 4 licencias para exploración de hidrocarburos en la cuenca norte de las islas y fue la primera empresa que anunció un descubrimiento, al perforar un pozo en Sea Lion durante abril y mayo de 2010.
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