Foto: la patota de la UOCRA, una imagen constante en las luchas obreras y populares
Las protestas obreras y populares son realmente efectivas cuando causan incomodidades suficientes como para obligar a una negociación o resolución de los problemas. Una huelga no es más que uno de los mejores recursos con que cuentan los trabajadores para desarticular el sistema productivo, obligando a los patrones a sentarse a la mesa de las negociaciones.
Por supuesto que las huelgas y movilizaciones incomodan - y así debe ser - tanto a los patrones como al Estado Patronal. Por esa razón el intento de reglamentarlas para que otros no se hagan cargo de las molestias ocasionadas es lo mismo que intentar prohibirlas.
Esta actitud pasiva que esperan los de arriba de los trabajadores y los sectores populares, sin embargo no se extiende a la burguesía y los patrones. Ellos cuentan con toda la impunidad del mundo, utilizando la policía o la gendarmería o contratando guardias privados o patotas, de manera de imponer sus deseos a golpes y balazos si fuera necesario.
Es así que la rama de la "seguridad" industrial y comercial y el empleo de guardaespaldas ha sido, durante estos últimos años, uno de los sectores de servicios más dinámicos. Un sector que emplea a gran parte de los miles que estuvieron involucrados en la represión perpetrada por la dictadura militar.
Cuando los patrones lo consideran necesario, mediante una simple llamada por teléfono lograrán la custodia inmediata de la policía y gendarmería, que pondrán a su disposición todo el aparato con el que cuentan para proteger sus intereses.
Y cuando el aparato policial no les alcanza, con otra llamada telefónica pueden recurrir a los servicios de las agencias de "seguridad" o, incluso, a los matones del sindicato, como acaba de suceder en Aqualic en Neuquén o como pasó hace poco tiempo en Famatina y Santa Cruz.
Mientras cuentan con todos estos recursos para impedir, entorpecer o aplastar una huelga, los trabajadores en lucha no cuentan con nadie a quien recurrir cuando son atacados por matones del sindicato, la policía o los guardias privados de la patronal.
¿Qué pueden hacer entonces para igualar la situación y evitar la represión innecesaria, la violencia de arriba y aun la acción de provocadores pagados para facilitar la acción represiva policial? ¡Tomar el asunto en sus propias manos, organizando su autodefensa!...
Es en el cruce de la avenida Rafael Castillo y la bajada de la autopista, a unos 150 metros del puerto de Buenos Aires.
Los trabajadores no vamos a pagar la crisis
El Secretario General de la CTA, Pablo Micheli, de paso por Mar del Plata, disparó ayer con munición pesada contra la máxima mandataria del país, su forma de Gobierno, a quien lo calificó de no ser progresista y de inventar frases para no hablar de ajuste. “Ella cree que con su círculo cerrado resuelve todos los problemas del país y no le interesa escuchar otra realidad”, acotó.
La crisis económica de la CTA oficialista complica a Yasky
La facción oficialista de la central obrera atraviesa una situación compleja por la escasa contribución que recibe de los sindicatos que la nuclean, en especial de los docentes, y por la bronca del kirchnerismo con el líder luego de que cruzara a Cristina Kirchner por su discurso en el Congreso. Las versiones de renovación dirigencial y reunificación con Micheli.
La Politica Online | 07.03.2012
La CTA oficialista no atraviesa su mejor momento, ni en el plano económico ni en el político.
Desde que se separó en 2010 de la línea interna encabezada por Pablo Micheli, la facción que lidera Hugo Yasky tiene problemas para conseguir una fuente de financiamiento.
Es que históricamente, la CTA consiguió su principal fuente de financiamiento a través de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Este gremio fue el que impulsó la implementación de un fondo resuelto del 0,2% de la recaudación mensual de lo que aportan sus afiliados para financiar a la CTA.
Pero ATE quedó encuadrada en el otro sector de la CTA que encabeza Pablo Micheli, que se atribuye el triunfo en las elecciones de 2010 que dividieron a ambas líneas.
Desde entonces la CTA de Yasky quedó mayoritariamente a merced de la contribución de los gremios docentes. Pero los sindicatos docentes no han aportado históricamente a la central obrera, desde donde reprochan hasta hoy a dirigentes como Francisco “Tito” Nenna por no haber puesto un peso.
Para colmo, Yasky complicó la relación política con el Gobierno nacional y dio por tierra con cualquier puente con el kirchnerismo luego de cruzar a la propia Cristina Kirchner.
Tras el discurso de la presidenta en la Asamblea Legislativa del jueves pasado, en el que dijo que “los docentes trabajan cuatro horas por día y tienen tres meses de vacaciones", Yasky dijo que Cristina “apeló a la muletilla de la derecha para denostar a la profesión docente”.
La compleja situación de Yasky planteó en algunos sectores de la central la necesidad de una renovación dirigencial. En la CTA estiman que un cambio de caras podría incluso motivar la reunificación con el sector que encabeza Micheli.
De todos modos, desde este sector advierten que antes de hablar de reunificación, la facción de Yasky tendría que reconocer que perdió las elecciones internas de 2010, algo que difícilmente suceda.
La interna de Ctera
A la situación de la CTA se suma la interna de uno de sus gremios más fuertes. El sindicato docente de Ctera tiene su propia disputa, que deberá definir en elecciones a mediados de este año.
La actual titular del gremio, Stella Maldonado, es respaldada por Yasky. Pero Maldonado no tendría el apoyo de las bases como para reelegir, por lo que la pelea la darían el titular de Suteba, Roberto Baradel, y el del gremio porteño UTE, Eduardo López.
López atraviesa su propia interna en UTE con Nenna. Ambos dirigentes se acusan mutuamente de haber permitido que el macrismo aprobara en diciembre la eliminación de las Juntas de Clasificación Docente.
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